EL ETHOS Y EL LIBERALISMO De alguna manera todos nos hemos formado una idea de lo que es ser de izquierda, esto es, al preguntarnos si somos izquierdistas o derechistas, comúnmente asociamos la izquierda con las ideas revolucionarias marxistas, la igualdad entre las personas, las luchas de clases, la revolución ideológica, la justicia social, la repartición de bienes, entre otros, pero al pensar en la derecha consideramos justamente lo contrario; el capitalismo, la desigualdad social, la pirámide de las clases sociales, los problemas de corrupción política, entre otros. Pero entonces cabe preguntarse si la izquierda aún persiste, si los ideales de sus orígenes siguen siendo los mismos, si son solo ideales y nunca pudieron ser llevados a la práctica, si claudicaron en el noble intento de tener un estado justo y equitativo para todos y se convirtió simplemente en una utopía. ¿Será que las ideas de la izquierda liberal ahora han sido domesticadas por la influencia capitalista de la derecha, o la derecha se camufló con las ideas de la izquierda, o es que la izquierda y la derecha ahora se confunden y parecen estar de acuerdo al momento de tratar los problemas más importantes que afectan la sociedad de los menos favorecidos? Y qué hay del ethos ¿Influye en la política, en la modificación y adaptación de los ideales originales al modernismo actual? Pues bien, con cierta analogía con los postulados de Victoria Camps debemos analizar algunas de las tesis que allí se proponen. Pensemos un momento en lo siguiente, ¿cuántas clases de liberalismo tenemos? Pues bien, aquí podemos mencionar, al igual que Camps 1 que hay un ultraliberalismo y un liberalismo civilizado, entendamos esto como el liberalismo original y el liberalismo actual ya modernizado. ¿Se le ha ocurrido pensar que “El liberalismo finalmente ha acabado uniendo a la derecha y a la izquierda” 2 . ______________________________ 1 Camps Victoria “El malestar de la vida pública” Barcelona1994, p. 17. 2 Ibid., p17 Ciertamente basta una mirada a los gobiernos actuales para entender que ya el liberalismo no es completamente de izquierda, tampoco de derecha, se ha convertido en un “agua tibia” pretendiendo solucionar algunos problemas no tan severos y obviando en muchos casos su esencia, esto es, a los problemas en los que debería centrar su atención, como en la desigualdad entre hombres y mujeres, la poca participación de las masas en los asuntos de política, la pobreza, el desempleo, la desigualdad social, entre otros; simplemente se valen de artimañas políticas para mantener una esperanza de justicia y equidad a lo largo de las generaciones. Pero, y de nuevo nos preguntamos, que pasó con las ideas izquierdistas originarias del liberalismo, por qué nunca se pudieron aplicar como se especifica en el papel, aun así, porque ahora ya no se observan ni intentos de acercarse a esta concepción que parece haber pasado de ideológica a abstracta o más bien utópica. En realidad, es bien difícil cuando se lleva algo desde la teoría a la práctica, y mucho más cuando hay tantos intereses encontrados en quienes pretenden llevarlo a cabo, es así como la izquierda liberal ha tenido que ceder terreno y adaptarse a las sociedad creciente y moldeada por las tecnología y paradigmas modernas que trae consigo el modernismo y la globalización; por ejemplo, cuando se realizan tratados internacionales, es necesario dar algo para recibir otro tanto a cambio, y así, d a pocos se va modificando la estructura izquierdista del liberalismo hacia un pensamiento más derechista. Ahora lo que nos implica es lo siguiente, al parecer la izquierda se ha vuelto más derechista, puesto que ahora comparte ideas capitalistas y no soluciona en gran parte los problemas de desigualdad, no ha tenido una propuesta certera respecto de la participación democrática y su concepto ante la sociedad ha venido manifestándose en desventaja. También parece que la derecha se ha vuelto más izquierdista, y esto le ha facilitado ganar terreno político y social, simplemente ha adoptado algunas de las ideas de justicia y equidad para todos y ha tratado de pretender solucionar este problema, o al menos que se piense eso. En resumen, ni la derecha es completa ni la izquierda tampoco, ahora son complementarias, se cubren con el mismo manto político cuando de buscar soluciones reales y eficaces a las problemáticas sociales se trata. Y que nos motiva a pensar que esto que expresamos es cierto. Hay un ejemplo sencillo y claro, tal como expone Victoria “La caridad – o la solidaridad como la llamamos hoy – es el complemento imprescindible de una justicia inexistente 3“. Y creemos que la sola expresión habla por sí sola. De otra parte, seguramente te estarás haciendo la misma pregunta ¿Únicamente los efectos de la globalización han hecho que las ideas cambien así, o hay algo más? Claro que sí, hay algo más, y esto viene relacionado con el ethos. Recordemos que “etimológicamente la noción de ethos tiene al menos dos sentidos: por un lado, ēthos (con eta, o e larga), inicialmente "guarida”, “morada”, “habitación”, pero también “carácter”, “costumbre”, “temperamento” o “modo de ser”, de donde se deriva la “moralidad” de los modos de comportamiento humano. Por otro lado, ĕthos (con épsilon, o e breve) remite a las costumbres, los hábitos, el uso, el acostumbramiento, la repetición y la “domesticación”, y se inscribe en una lógica colectiva y no meramente individual 4“. Con lo anterior, entendemos la amplitud del concepto del ethos y del cual se pueden hacer muchas interpretaciones y ejemplos, pero para nuestro discurso nos basaremos en los conceptos de Amossy y Goffman expuestos en el artículo de Ana soledad5. Segùn Soledad6, Amossy ______________________________ 3 Ibid., p 22 4 Montero, Ana Soledad. Los usos del ethos. Abordajes discursivos, sociológicos y políticos. Citado por Martínez, 2007: 42 y 78; Salazar, 2009: 147. 5 Montero, Ana Soledad. Los usos del ethos. Abordajes discursivos, sociológicos y políticos. Buenos Aires. RÉTOR, 2 (2), pp. 223-242, 2012 6 Ibid., p 228 y p.230 Krushian Imbus