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Una mas, es todo lo que dicesNo puedo causar mas daño, piensasVer la vida de los otros derramarNo te hace mas que felizUna mas, por favor noRuega tu concienciaUna conciencia que no te supo guiarAhora tu no sabes escucharUna mas, solo una mas Ver ese tono carmesi cayendoCausa en ti alegria indescriptibleUna que solo tu sabes disfrutarUna mas, murmuras mientras sigues a tu presaUna mas, dices cuando sujetas su cuelloUnas mas, la sangre se desborda con un gemido ahogadoUna mas, lo has hecho por hoyUna mas, una noche masDices mientras sonries... Damela, es mia, solo miaAñorada felicidad del crepúsculoNi los dioses pueden compararse leInigualable belleza en vida y ahora muerta El frío de sus labios La sangre seca en sus ojosAhora su piel se marchitaTiempo de frío y calor En el pasado se movía como una doncellaAntes lloraba, gritaba, susurrabaMurió cuando dejo de hacer lo que amaba Oscureció temprano en el albaRisa callada, detenida, fríaTodo término cuando ella dejo de sonreir Prólogo. Día de la ira, aquel día En que los siglos se reduzcan a cenizas; Como testigos el rey David y la Sibila… Cuando vimos el bermellón en el cielo. Fuimos testigos de que el tiempo había llegado. En el momento que los truenos pasaron de luz a sombra. Supimos en nuestros adentros que el todo colapsaba. ¿Habría tiempo para algo más? ¿Tendríamos oportunidad de redimirnos? ¿De ver por última vez a nuestras familias? ¿Dedicar un último te amo? Intente dedicarme a pensar. Cuando mi corazón decidió volcarse a orar. Pero mi alma solo me dejo temblar. ¿Es este el juicio prometido por el altísimo? ¿No es una dantesca aparición de aquel llamado Luzbel? ¿O ambos señores son las dos caras de un solo ser? Hoy ha amanecidoVeo el sol posarse en el cielo Me alegro mientras abro mis ojosCuando se que un dia ha llegado Salgo rumbo a mis deberesIntento omitir mis sonrisas bajo mi palido rostroMis ojeras resaltan hoyMientras trabajo en mis asuntos Sueño mientras trabajoVeo sangre, cuchillos y ojos Sonrio mientras lo piensoEscucho gritos, mutilaciones y suplicas Veo el sol en su esplendorUn escalofrio me recorreApenas va a la mitadPero la muerte se aproxima Escucho el sonido de cadenasMi mente lo reproduce con claridadSiento sangre palpitar en mis manosMi cuerpo la produce en cantidad Veo el alba morirEl momento ha llegadoTomo prestadas mis herramientasPara mi extasis comenzar... Espejo que humea en la nocheMuestrame mi fotuna una vez masDime con tu susurro apagadoQue me depara este mundo Acuso a tu suave elixir de venganzaHaberme corrompido sin sentidoAcuso tu mirada penetranteEl orillarme a mi insipido final Dios de la noche, acurruca las estrellasAntes de sacrificarlas con tu dagaMiralas y pide perdon por vivir Veo luces desplomarse sin sentidoDime, ¿eres tu?No veo nada recuerda, soy ciego... Mi mente es un lienzo perdido, olvidadoMi existencia es una oportunidad desperdiciada, inutilLas preguntas de mi ser me cuestionan en todo momento, intento olvidar que soy, pero sólo encuentro lo que ya seIntento vivir sin saber que sucede, cuándo en realidad busco como alzarmeSoy un ángel caído?Soy un serafín elevado?Soy la muerte en vidaSoy la vida sin escensia?Que soy yo?Quienes somos todos?Tenemos un propósito?O lo fijamos en esta estancia terrenal?Moriré antes de tener fe en cualquier respuesta, es una apuesta segura.Tu lo sabes?No?Seguro?Buscas esas respuestas?No?BuenoAhora cuestionateCual es la verdad de tu existenciaCual es la verdad de la existencia de todosCual es la verdad de todoCuestionateSi enloquecesSi pierdes el sueñoSi te robas la cordura buscandoloNo te preocupesYa seremos dos... Un sueño calidoCubierto de carmesiMe siento perdidoEnfrascado en mi frenesi Un tempestad nubladaEl psicopata escapaUna cordura habladaMientras se cubre con una capa Oscuridad en mantos eternosCubren mis lastimeros ojosEnvolviendome los infiernosDon solo hay cuerpos rojos Tu cuello cercenado de lado a ladoMi boca cubierta de tu serAhora tu corazon me he llevadoPara nunca mas volverlo a perder... No se vivirMe esfuerzo pero no lo seNo lo comprendoNo lo entiendo Hay veces que no puedo soñarMe desvelo pensando por que estoy en este mundo¿Cual es mi proposito? Me preguntoHay veces en las que no puedo hacer nadaPara que. ¿Para que estoy vivo?No soy suicidaNo eso es una estupidesYo solo me cuestiono¿Para que estoy aqui?El humano se complica la vidaObliga a que todos conozcan lo que pocos han desarrolladaNos basamos en teorias que nosotros creamosArgumentando que son verdadLo hacemos por que tenemos miedoMiedo a no controlar todo lo que nos rodea¿Para eso estamos aqui? Queremos controlar todo. TodoLas ciencias, los conocimientos, etc.Pero no te has puesto a pensarEn relidad, ¿Es eso cierto?Lo que te han dicho, lo que has vistoNo es producto de la imaginacion colectivaHemos creado maneras de resolver problemasPero las creamos para problemas artificialesAsi son las respuestas, artificialesNo se como vivir a vecesEn este mundo que cada dia se oscurece masDicen que estamos mas avanzadosEntonces por que la anarquia gobiernaPor que hay mas muertos que antesEn lugar de buscar respuestas artificialesQue logran sacar sonrisasCreamos armas realesQue causan muertes realesNunca he visto al humano como la especia dominanteLos problemas que tenemos, nosotros los creamosNadie mas, nosotros solamenteNuestras preocupaciones aumentan con nuestro progresoNo imagino un futuroDonde el fuego se esparza mas rapido que antesEl hombre no sabe vivirNi tu, ni yo, ni nadieNo sabemos disfrutar realmente la vidaSomos esclavos de nuestra cienciaSomos esclavos de nuestras propias ideasIdeas que obligamos entender a todosMatando el espiritu de oposicionDestruyendo el libre albedrioCreando un mundo mas cudrado El mundo ya tenia dueñosNosotros se lo arrebatamosPero ningun imperio dura para siempreEl humano tendra fin algun diaY me duele decir estoPero nadieSabra como vivir Con la delicadeza de un florEn manos de un DiosCreado con la bondad del cieloLlenado de la amargura de su alma Su voluntad fue la de un colosoSu apariencia la de una rosaSu fuerza la de un DiosSu alma muerta como la nocheLa luz se eclipsaba con su llegadaImponia sus deseos mas oscurosLagrimas negras liberaban sus ojosFuria roja irradiaba su serAl saber que de todos los seresEl seria el ultimo...Su padre decidio crear al hijoCederlo todo lo que el serafinCreia tener para siCon sus palabras profanasHuyo del firmamentoEmpujado por su corazon malditoCayo y descendio de su hogar al abernoSe perdio para siempreDe las manos de su Dios Sentado y apartado, tome lapiz y conciencia, madure con soledad y aqui esta, lo que una hoja y la mente pueden concibir. Yo no tengo sueños.Naci sin anhelosSin fuerza, ni voluntadSolo viviendo cada minuto. Muero lentamenteComo todo en este mundoNo le soy indiferente a elEl es indiferente a mi. Intento vivir apartadoPero no lo puedoBusco como ser felizPero no lo encuentro No tengo sueñosAnhelos son el vacioFuerzas y deseos nulosViviendo sin propositos Nunca encuentro, siempre busco¿Sabre acaso si quiero algo?¿Tengo sueños en verdad?¿Que busco del mundo? No se si me puedo responderQuizas muera antes de eso¿Vivire en soledad buscando las respuestas?¿Que me espera en un futuro tan incierto? ¿Somos lo que decimos?¿Somos lo que pensamos?¿Somos arcilla para ser modelada?¿Que somos realmente? Figuras con almaCon voluntad y deseosPropios de cada unoPero ajenos de cada uno, en verdad. ¿Las lagrimas son dolor?¿Las risas son alegria?¿Las rabietas son ira?¿Es esa la realidad? ¿Quien soy yo para decir esto?¿Acaso alguien con libre albedrio?¿O el entorno me orilla a pensar en el? ¿Soy real?¿Lo soy? Busco y no encuentroEso es mi condenaVeo trozos del pasadoPero no puedo repararlosAun cuando lo deseo en el alma Estoy soloEso es seguroTengo miedo ¿Morire asi?No lo seNo lo se, es lo unico que me puedo responder... PasadoPresenteFuturoEl tiempo es una cuestion que impone temor e incierto al humano. Hemos aprendido a dividirle y contarle, pero no ha dominarle. En todas las culturas, pueblos y razas antiguas, habia por lo menos una deidad involucrada a su manejo, el titan Cronos, el dios Tlaloc, etc. Todas esa deidades podian hacer lo que el hombre no, manejar el tiempo.El tiempo es una cuestion imparable, infrenable, indestrucctible. El hombre siempre ha tenido miedo a el, siempre. Todo puede ser detenido, o tener un fin. La vida, las guerras, pero el tiempo no lo ha tenido, nunca. En cuanto ha cuestiones fisicas, un cuerpo posee la dualidad, materia y tiempo. Pero si ha este le retiras su materia, el cuerpo desaparece, mas su tiempo sigue ahi, el tiempo en el que no estubo es su tiempo, en cambio si a algo le retiras su tiempo, desaparece por completo, no tiene nada. El tiempo es algo que esta ahi, siempre, no le podemos ver, tocar, sentir, simplemente esta ahi. El hombre ha logrado dominar todas las ramas de ciencias que descubrio o invento, pero el tiempo causa tal impresion, admiracion y temor, que simplemente no lo podemos dejar de admirar y temer. Ahora bien, pensemos en esto, todos tenemos la creencia de que el futuro es algo que no esta escrito, no esa hecho, pero recordemos esto. Nosotros somos el futuro de nuestro pasado. ¿Que nos dice esto? Simple. Nuestro yo del pasado, ya tenia ha este ahora, yo del presente como un yo del futuro. A si que el yo de nuestro futuro, tiene al yo el presente como su yo del pasado, por lo que el futuro, viendolo desde este punto de vista, el futuro ya esta escrito. El tiempo es una cuesion exacta y perfecta, no depende de nada, no esta fijo a nada fisico o material, es algo que tiene el poder de delimitar todo lo que depende a el, es capaz de marcar el inicio o el final en cualquier cuestion u objeto. Es indispensale, aun cuando la mayoria de las cosas no lo son ne realidad. La cuestion temporal abarca todo lo que el humano conoce y desconoce, pero de algo estoy seguro, pasara mucho tiempo hasta que el hombre logre ta siquiera dominar un pequeña parte de este enigmatico concepto. ¿Cuando fue?El día que me dio miedoCuando casi en la desesperaciónDe perder el habla ¿Cuando fue? Que nació la inseguridad de ver tu miradaCuando perdí la confianza de poder ver tu vozDe escuchar tus ojos Quisiera volver a los días felicesCuando no sabiamos nada de nuestras sombrasReíamos son fijarnos en el futuroCuanto lo extraño Si pudiera tomar el tiempoDesbaratarlo y volver al pasadoDecirte hola nuevamenteY no repetir mis errores, lo haría, no lo dudes Pero el tiempo es el ahoraNo se si hubiera sido diferenteSolo tuve un sueñoPero yo no supe como realizarlo A veces extraño el pasadoTengo cierto miedo del futuroNo se si ya te he perdido y no lo seNo se que pasa en mi alrededor, no lo se No soy Dios para arreglar el pasadoConstruir un sueño perfecto¿Como puedo reparar el futuro que construyo?No tengo idea, pero se que lo lograre Quizás estés ahíQuizás noEse es uno de mis miedosPero espero aprender a no tener miedo nunca mas Ten idea de una solo cosaQue mi ayer y hoy contigo son igualesNo he cambiado mi percepción de tiNo he dejado... Una lenta y dolorosa convulsion te atravieza de golpeProvoca nauseas severas, contorsiona tu cuerpoLos ojos se ponen blancos, no ves nada, nadaRealidad. Una escalofirante palabra, realidad. ¿Hace cuanto huyes de ella?El reloj hecha polvo al andarNo sabes como afrontarla¿Acaso nunca hay final feliz? La ilusion que gobierna tu mundoNo es mas que un placentero sueño¿Que no ves que no yo soy real? Adelante, siente en frio recorrerteEspamos de realidad, si eso son¿Ahora dime?, ¿Como enfrentarla? ¿Cuando es que nos percatamos?¿Cuando es que realmente lo sentimos?¿Como es que no podemos sentirlo?¿Como es que no nos percatamos? La embriagante pasion friaNos envuelve en mantos completosSin dejar ni siquiera que nuestra imaginacion sea libreNos atrapa sin que nos percatemos Retazos frios que nos limitamos a recojerMientras el mundo sigue andando a nuestro alrededorSe restriega la realidad ante nuestros ojosLimitandonos a mirar dolorosamente SoledadAmarga, triste y realComo una cancion que resuena en nuestra mentesRaras veces se va pero siempre la recordamos Oh dulce y reconfortante soledad Amiga de los dulces angeles caidosY de los futuros demonios del avernoConmoviendo corazones de los espiritus Idolatrada en secreto por todos Pero repudiada al aire por mas¿Conocemos acaso tu bondad?¿O solo tu fria indiferencia? Que de dama como Helena es tu nombreDerribo una nacion, tu derribas a los hombresCorazones se pierden inmersos en tiPara nunca más salir ¿Que eres soledad de mi alma? ¿El reflejo de mi ser ante este mundo vacio?¿O el vacio de mi ser ante este mundo oscuro?No lo se, es mi unica realidad... MI NUEVA MASCARADA, EL CONCIERTO DEL PURGATORIO. PROLOGO I._ CAIDA DEL ALMA. II._ DESCENSO. III._ NO ES ARRIBA, TAMPOCO ABAJO.IV._ EL SUAVE COMPAS DE LOS GRITOS. V._ MIRADA ENTRE CADENAS. VI._ ALMAS BENDITAS. VII._ LA DANZA INTERMINABLE. VIII._ TU TURNO. IX._ PROHIBIDO. X._ LLUVIA DEL INFRAMUNDO.XI._ EL TELON SE CIERRA. PROLOGO. Un fila interminable se agolpa alrededor de tiBuscando su redencion en tus penasMientras tu sientes las penas de estos seresPor vivir eternamente sin finalEl destino que Dios les otorgoLos sigio hasta la muerteNo pueden reir, no pueden sufrirMiran el cielo de nubesContemplan los angelesCon su belleza indiferenteDejando este mundo a su suerteMiras un suelo de cristalContemplas un mundo de dolorAl ver a Luzbel y sus caidosSufrir el peso de sus pecadosCon castigos de sangreAhora sabes que hay algo peorEn este paramo infinito de soledadDonde el mundo terminaComienza el final agobiableDel mar perdido por todosPero pertenece a masUn lugar donde la conciencia tiene la propiaOlvidado por Dios y SatanLas almas perdidas ruegan por encontrar un futuroAun cuando el propio murio Cada paso buscando respuestasMientras un fuego azul les rodeaComo lagrimas que cada quien derramaPara lograr purificar sus almasAhora tu estas aquiPero algo nuevo ha llegadoUna fiestas donde tu eres la pieza claveSatan y Dios la dirigen al unisonoUn concierto masivoEn espera da darles a estos miserablesUn final pronto y masivoSonries al pensar en estoUna idea masiva de muerteEl momento llegoPrepara tu almaEres bienvenidoEstas invitadoEn el concierto del purgatorioEl primero y ultimo que abra... I._ CAIDA DEL ALMA. Los pecados consumen tu almaCada uno mancha tus manosMientras que tu Dios libera una lagrimaQue cae sobre ti, limpiando tu escensia.Tu eres una presencia malignaPero al mismo tiempo cae de rodillasLiberandote de toda culpaCayendo en un abismo de incertidumbre.Ahora escuchas en tu menteUn llamado singularHacia un destino inciertoDonde tu alma tiene cabidad.Una sonrisa se forma en tus labiosAl escuchar la peticion de tu DiosCausar una muerte infernalA cambio de tu perdon celestial.El angel desciende mientras el demonio asciendeEncuentran tu ser en un punto medioDonde tu alma oscura tiene luzDonde tu escencia pura se pudre.Comienzas a reir en tus adentrosEl trabajo del señor ha llegadoUn encargo del infierno te fue dadoTu eleccion has tomado... II._ DESCENSO. Caminas entre penumbras siguendo a tu mentePero tu locura es la verdadera guiaDesciendes en picada a un lugar perdidoPero todos saben donde esta realmente.Tus manos te cubren del agua que gotea en tu cabezaRecuerdas esos dias bajo la lluviaCuando tu Dios llorabaPidiendo piedad por tu alma.Los rayos de un inclemente sol te golpeanRecordandote los amanceresDonde Satan te felicitaba con crecesLos corderos que le enviabas.Las rocas gopean tus piernasTe despides de tu inultil sangreMientras comienzas a mirar a tu alrdedorEl lugar abandonado por Dios La luz del firmamentoChoca con la oscuridad del abismoRodeandote con su lugubre brilloMiras fascinado el paisaje deleitableCientos, no mas, aun masMiles, si, mas, aun masUna masa humana, desfila frente a tiEncadenada a si misma.Abres tus oscuros ojos aun masMientras sientes algo llegarTu cuerpo se retucer en un escalofrioMientras la tierra se parte y el cielo se abre... III._ NO ES ARRIBA, TAMPOCO ABAJO. Incredulo miras lo que sucedeSientes tu pecho reventarAl ver a la tierra escupir demoniosMientras los angeles parten el cielo.Todos toman posicionesEn el campo muerto que atraviezanTodos estos seres moribundosLlorando por el tiempo caido.Terminas de bajar en este muroGris, triste y enormeQue separa a todos aquellos condenadosDe terminar su destino.Llegas a este sucio lugarDonde todos te miran atentoEsperando de tiLa gracia final.Los demonios comienzan a correr desenfrenadosMientras los angeles vuelan sin detenerseComienzan a construirEl escenario final.Con una roca en el centroColocan una sobre otra con graciaMientras escupen unos sobre otrosLos demas rezan sin detenerse.Miras con alegriaComo termina tu escenarioEl primer lugar del mundoDonde tu eres entendido.Ahora piensas en algoQue no habias entendidoEste lugar, perdidoNo es mas que tu condicionUn lugar frio y calidoDonde no es arriba, tampoco abajo. IV._ EL SUAVE COMPAS DE LOS GRITOS. El telon se abreEs rojo como la sangreQue fluye en rios encontradosDonde el agua la detiene.Miras como los demoniosEncadenados entre siJalan sus piernas con alaridosAbriendo el telon para ti.Los angeles se arrodillanMientras caminas de un lugar a otroObservas como todos los condenadosComienzan a seguirte.Volteas y mirasSus miradas perdidasGrises y friasSiguiendo a la tuya.Caminan en pasos lentosMuchos tiene caras deformesDebido a tanto llorarPor el castigo a sus pecados.Entiendes sus situacionEstas en la mismaUn lugar donde no eres maloUn lugar donde no eres bueno.Un lugar, donde no eres nadaDonde la incertidumbre del mañanaTe acompaña a la otra vidaRemordiendo tu conciencia.O lo que queda de ellaEs cuando, el lugubre contorno de esos seresComienza aliberar alaridosCrueles e infames.Resonado en los muros de rocaBuscando respuestas en oidos muertosA sus delirios perpetuosQue les atormentan perpetuamente.Que hermoso, piensasEl compas de cada paso en el suelo frio y muertoSumado al sonido aterrador de esos gritosUn suave compas, piensas al mirarUn suave compas, piensas al oirMientras todos se dirigenSin saberloA su ultimo compas. V._ MIRADA ENTRE CADENAS. Subes lentamente al escenario de rocaMientras sientes como cada piedraSe clava en tu piel enfermaSonries al llegar al final, que es solo el comienzo.Volteas ante todosDecides hablarCuando un angel llegaY te enmudece con su mano.Tu hora todavia no llega, piensasEl angel te guia hacia un ladoCuando ves subir a alguien masEnmudeces al verle.Su belleza es increibeSu prescencia magmanimaSu mirada enigmaticaAun estando encadenada.Tus frios ojos no dejan de verleMiras como se mueve gracilmente Sobre un escenario de polvoCon cada pisar al sangrar.Su acto comienzaLa orquesta de demonios toca un tono muertoMientras los angeles elevan sus coros de ultratumbaElla comienza a cantarCon un susurro mudo, que solo tu oyes.Los ojos de todos estan en ella Su voz llena el lugar con silencioPero tu te tapas los oidos por el ruidoAunque no se oye nada, mas que el requienteo de la orquestaFinalmente ella saca un cuchilloLo posa en su mano, ante tu incredulidaComienza a rebanar se piel muertaMientras tu gritas que se detenga.Te lanzas sin importar nadaSujetas su mano con firmezaNo te destruyas mas, dicesNo lo hagas, piensas. VI._ ALMAS BENDITAS. El show debe continuar, murmurasMientras sujeto por angelesMiras como ella es puesta en un lechoDormida ante tus actos.Tu mirada voltea al escenarioVes cinco hombres ahoraCubiertos de pelo falso y apestandoComienzan a aullar cual fieras salvajes.Ries estrepitosamenteAl ver este ridiculo actoEstos hombres tan ilogicosPor no tener un futuro logico.Todos cambian sus muecasPor caras enfermas de alegriaCon un sublime gritoTodos comienzan a reir de nuevo.Los hombres aullan con desesperoBajo esos trajes grotescosAullan y rien con singular talento.Todos corean risas y gritosLa orquesta animada toca con graciaMientras los angeles danzan en torno a ellosTu miras con una sonrisa, dentro y fuera de ti.Quienes son, te preguntasLa duda crece en ti de manera sobre humana Intentas adivinar aunque sabes que fallarasAsi que la idea nace en su umbral.Tomas una antorchaTe acercas lentamente al centroEsquivas a los angeles Y saltas la cadena que une a los bufones.Finalmente te acercas a uno fijamenteSus ojos son cuencas vaciasSu boca escupe sangre con cada gritoTomas con decision la antorchaY la peguas en su rostro para verle.Mala ideaEl espiritu del fuego, salta travieso a la telaCreciendo sobre el pobre animal humanoHorrorizado saltas hacia atras.Todos se detienenAl ver como el fuego crece librementeQuemando las cadenasY lo que esta atado a ellas Gritos espelunantez son ahora el coro de las bestiasMientras su carne se funde con el peloSus risas solo son huesos ahoraCuando en el piso llega su hora.Todo esta en silencioTu miras atonito la escenaPero de la nada comienzas a reirPiensas, Bals des Ardents. Ries, ries y ries... VII._ LA DANZA INTERMINABLE. Te alejas asqueado de lo que has hechoHueles en el aire la piel tostadaSumada a la carne fundida Y la sangre escurriendo entre piedras.El silencio de sepultura rodea el entornoTodos mirando hacia el escenarioCubierto de cadaveres carbonizadosQue antes reian y bailaban, antes.Detras del telonRies estrepitosamenteTus ojos fuera de orbitaMiran hacia ningun lado.Un crimen mas has cometidoNo lo desabas, no lo desabasPero aun asi, algo te orilloHa cometer un asesinato tan atroz.Dios te lo permitio, no, el no lo haria Satan acaso, tampoco, el no es asiPor que buscas tanto la respuestaBien sabes que fuiste tu, solamente tu.Desespero, se apodera de tiArrancas negros mechones de peloCon una risa histericaMientras pides perdon a los muertos.Hasta que llegua ella. Su fria mano, detiene la tuyaMientras observas los cortes en su pielQue le recorren el brazo hasta el codo.Su mano acaricia tu rostroEl frio recorre tu serElla toma tu cara entre sus dedosY te hace mirar lo que sucede en el escenario. Miras como suben filas de personasCon rostros demacradosTodos se posicionan lo mejor que puedenY comienzan a bailar sin detenerse.La espectral orquesta toca en compaces suavesSus instrumentos de huesos resuenan en todo el lugarMientras el coro celestial aumenta su prescenciaCantando de manera sublime y gloriosa.Observas de manera atenta e hipnoticaEl baile que comienzaTodos se mueven de manera lentaLenta, hermosa y segura.Las guitarras suenan iguales Mientras el piano de craneosEs tocado majestuosamenteY el inigualable violin, no descansa en esta noche.Todos bailan de manera sublimeAun pisando los restos quemadosDe sus infelices compañerosCuya hora ha llegado.Toda la paz que mirasNo es eternaMenos en el momentoEn el que todos sacan un cuchillo.Tus ojos se agrandanMientras miras como todos ellosSe clavan el metal en lo mas profundo de sus entrañasCuando la musica acaba, sueltan el ultimo respiro. VII._ TU TURNO. Ha llegado Tu turnoHa llegadoAl fin.El escalofrio perpetuoRecorre una vez mas tu cuerpoMientras tiemblas de emocionPor el tiempo que cayo.Avanzas lentamente Entre un mundo de miradasQue aunque frias y perdidasSolamente te miran a tiA ti y nada mas.Llegas al centro de el escenarioAl centro de tu nuevo mundoTomas un largo hueso y una mano cercenadaSacas los tendones de una pierna y los acomodasAhora tienes una guitarra.La miras lentamenteTu delirio la hace ver realAunque en verdad te empapa de sangreAun asi comienzas a tocar.Todos escuchan atentosComo con tus manos cubiertas de lagrimas Suenan de forma magistralEn este instrumente infernal.Tu mente se pierde en el vacioTus tonos son obra de tu delirioMientras cierras los ojos lentamenteConcentrando lo que queda de cordura En este momento unico.Los tonos conmueven a todosAngeles y demonios rezanMientras el resto blasfemanTu solo piensas en una cosa.Ella.Lo unico que absorbe tu menteLo que mata tu concentracionAunque como todo es efimeroTu amor lo sera tambien.Terminas tu pieza cuando solo ves lagrimas y sonrisasDeformes horriblemente en rostros grisesAun asi sonries .Tocas desenfrenadoSigues un espíritu misteriosoQue te impulsa a llegar. aun éxtasis momentáneoSin ser consciente del ángel que se acerca con un hachaEl demonio que te sujeta los brazosCuando pierdes las manos... IX._ PROHIBIDO. Niegas con la cabezaCaes en un mar de lágrimas Aunque negras, no dejan de serioLloras amargamente cuando te enteras de esto.Prohibido.Esta prohibidoNo a todosSolo a ti.De todas las cosas del mundoSera inalcanzableImposibleProhibida.El amorLa flor mas bellaNo la puedes cultivarEres ajeno a ella,por siempre.Caes de rodillas incréduloSujeto de los brazos de ellaCuando recibes esa noticiaAunque en realidad estas solo.Cierras tus ojosMiras el telon partirsePero no temes a elloUn angel despelleja a un demonio, para reparlo.Quieres lloraseNo puedesQuieres reírNo puedes.Miras la rosa marchitarse en tu senoNo es una rosa cualquieraEra la rosa elegidaLa rosa que le darías a ella... X._ LLUVIA DEL INFRAMUNDO. Las nubes se agolpan en el cieloCubren el indiferente firmamentoCon una tristeza inigualableObligándole a llorar.Gota tras gotaCae la tristeza en la tierraEnfriando su castigoCon la melancolía celestial.Estas tras el escenarioMiras la orquesta tocarUn compás con cada gotaObligándote a llorar.Los recuerdos te golpeanCon un dolor inigualableLo perdido, perdido esta Y nada puedes recuperar.Ella se aleja de ti Caes en la amarga realidadDonde la soledad es tu amanteY el dolor y tu felicidad. Hay una única respuesta en tu menteEs tu única esperanzaGritas hurra por la respuestaGritas hurra por la dulce venganza. Vuelves a reírComienzas a volver en tiCuando los pecados se desvanecenPermitiéndote revivir nuevamente. XI._ EL TELON SE CIERRA. Una nueva hora a nacidoLa musica se graba en tus oídosMientras te preparas atrozmentePara una venganza sin precedentes.Todos miran en el centroCubierto de muertos y quemadosCantar a un ángel con alas de serafín.Tu te mueves entre las sombrasQuieres ser ajeno al mundo Aunque tu mente te lo impedí en secretoCorres esparciendo tú crimen.Brincas como arlequín hacia el escenarioMientras ríes como poseídoAnuncias que la hora a llegadoPara dar esto por terminado.Todos te miran desconsoladosNo entienden tu obraMontas en cólera por estoPero sabes que la hora a llegado.Lanzas una bendición a todosMientras blasfemas entre dientesDespides a los ángeles, mientras ahuyentas a los demoniosUna sorpresa sale de tu manga caídaNSujetas entre dientesLa herramienta prometidaQue no es mas que una cerilla encendida.Una reverencia magistralAlzas la mano sin igualBesas la rosa ardienteY la lanzas hacia tu público maldito.Lo que sigue es solo historia.La tienes entre tus huesudos brazosSe miran fijamente encadenados Con todo su entorno en llamasAun así se miran encariñados.Lanzas un beso hacia ellaNada impide este momentoPrometido para siempreAunque sol sea momentáneo.Olvidas todoLa carne que se quema a tu alrededorLos huesos brillantes tras la pielAnglesy derritiéndose y demonios agonizandoAun así olvidas todo esto y mas.Sonríes hacia ellaPero sientes una punzada de dolorAl ver que ella con su manoTermina tú existencia.Caes en bruces al pisoPierdes tu inituil sangre para siemprePero lo ultimo que miras te seguira para siempreQue no es mas que su inocente mirada.Tus ojos pesados se cierran a la par del telón Mientras tuultimsr gota espada con tú último alientoTu alma sientres perderCuando el concierto, ha llegados a su fin... EPILOGO.Un lugar olvidado por todosConocido por masEs ahora tu lechoEs ahora tu hogar.Descanso has dado a los tristes condenadosPero no pudiste dárselo a uno masQuien carga con el peso de todos los idos y veniderosAdemás de los propios ahoraQuien es esta alma desdichadaEste pobre infeleiz amargadoEres tu.Ahora cargas con tus víctimasLas las benditas han sido liberadasAun así te saludanA ti so!amenteA su nuevo rey y gobernante Larga vida al rey delpurgatorio Un reinoQue no es arribaTampoco abajo... FIN. Hola lectores, soy Lucifogo Quitón, saludos a todos ustedes. Este proyecto me costo mas trabajo, pero esperó que agrade como el primero. Disfruten lo como yo lo hice al escribirlo y bueno, gracias, pero no olviden, todos los conceptos son abstractos... La Rara, Escalofriante, Misteriosa, Ruin, Inexplicable, Mórbida y Romántica Aventura de Mr. Elacofor. En la ciudad de Dormintur, existen varias extrañas profesiones raras ante nuestros ojos humanos. Se paga por enterrar vivas a las personas, también por cortar cabezas a las personas que quieren vivir 10 segundos sin cabeza. Hay gente que vende y compra artículos de tortura para sus hijos, como regalo de cumpleaños. ¿Quieres flores putrefactas para tu amada? No te preocupes, hay gente que las vende en montones, directo desde los pantanos. Los que construyen casas las hacen en forma de lapida, porque permítanme decirles, este lugar está hecho a la viva imagen de un cementerio, pero no cualquier cementerio, el más agradable y pacífico. El clima es húmedo y agradable a todas las personas que viven en este alejado lugar. Debo reconocer que este es un lugar bastante agradable en realidad, en esta hermosa y oscura ciudad hay todo lo que uno pueda pedir o imaginar. Grandes casas lapidas para las familias, también una escuela en forma de capilla donde los niños aprenden lo elemental para vivir, torturar al prójimo, golpear a los hermanos, medir usando huesos y cabellos arrancados desde la raíz, también todas las ciencias que existen en este mundo, alquimia, necromancia, brujería, satanismo, etc. Todo aquello que los niños pequeños deben aprender. Además de una escuela hay un hospital con querubines en el techo, dentro, los mejores doctores ponen cabezas en su lugar con hilos viejos y podridos, las enfermeras sacan la sangre de los pacientes y estos se mejoran de manera increíble, en el quirófano, nacen niños muertos y los padres, incrédulos, los besan y cargan mientras sonríen. Cerca del hospital están los más exclusivos restaurantes de la ciudad, donde se come la comida más exquisita y rara de todo el lugar. Las moscas más suculentas, preparadas con una sopa para acompañar. ¿Te gustan los gusanos? Aquí hay de la mejor y más fina selección, solamente lo más gordos y sucios son servidos en los platos de la comida. Ahora, si se sigue hacia la derecha encontramos una carpa de trapos sucios y roídos, unidos con hilos nuevos rojos y donde la gente entra y sale retorciéndose, el circo de la ciudad es interminable, permítanme decirles. Dentro los espectáculos más increíbles y fabulosos. ente que cae en una gran olla hirviente y chorreante de agua, otras más son echadas en masa a un poso donde al final, si no te has roto las piernas, puedes jugar con las tiernas mascotas, una jauría de leones que tiene dientes rojos debido a todo lo que comen a diario. Finalmente, la joya de este hermoso lugar, los payasos. ¿Eres rápido? Debes serlo, si llegas con ellos debes esquivar los filosos y relucientes cuchillos que te lanzan mientras ríen y brincan. Hay uno que suelta agua sobre ti, pero no cualquier agua, no no señor, agua mágica, con un color verde y espeso que al tocarte, deshace tu carne y huesos, dejando en nada tu ser. Finalmente el presentador, un payaso de menos de un metro, con una roja caballera, ojos azules y dientes amarillos, grita mientras se pone más pintura blanca, hecha con los huesos y viseras. Su voz llena el hueco que los gritos y llantos no cubren, es chillona y rara, pero da a disfrutar cuando con su látigo, arranca un miembro de un valiente voluntario, que amarrado y amordazado, yace frente a él. Ahora, alejándonos de la diversión de este lugar, nos dirigimos al centro de la ciudad, la cripta más grande y ubicada en el exacto punto medio de toda la gran ciudad. Aquí, los hombres más importantes debaten sobre cómo trabajar y que leyes aprobar para que este lugar, nunca cambie. En la parte de la cúpula, cubierta de moho y ramas, se reúne el consejo, que tras tomar su te diario con arsénico para aderezar, hablan durante horas, proponiendo y eligiendo, las mejores elecciones que pueden, debido a que en sus hombros grises, descansa el peso de toda la ciudad. Aquí es donde comienza nuestra historia, vean bien al hombre sentado afuera de la puerta del consejo. Usa un elegante traje negro, con su propia corbata y con un porte de gala. Sus relucientes zapatos cafés, con un brillo de cera de calabaza, única y excepcional. Tiene una blanca piel, ojos marrones tras unos pequeños lentes circulares, sus manos tras unos sencillos pero no menos adecuados, guantes blancos, que aun así, no se diferencian demasiado de su piel. En su mano derecha tiene un portafolio, no muy grande, pero tampoco pequeño, yo lo diría, como algo mediano. Tiene sus ojos fijos en el piso, mientras su pies se mueven lentamente en el piso cubierto de hiedras, levanta la cabeza y mete su mano en el bolsillo delantero de su traje negro, busca y rebusca hasta que saca algo de él, un pequeño reloj de color a oxido de cobre, lo abre, arriba una foto de una mujer, algo roída y con un color amarillento que relata su edad, en la mira con ternura y finalmente mira la hora. Su viejo reloj no tiene minutero, pero él lo adivina, acertando curiosamente en cada intento. Piensa - Oh Señor, han ya pasado cercano a los 30 minutos que he llegado a este recinto, no sé si pronto atenderán con acierto mi llamado - Cierra su reloj de bolsillo y se acerca una anciana a él. - ¿Señor Elacofor? - Dice ella hojeando unos papeles mientras avanza dificultosamente por unas muletas que carga, señalando que le falta una pierna. - ¿Si? - Dice el levantándose - Permítame saludarle, antes que nada mi señora, Ogoficul Elacofor - Extiende ceremoniosamente su mano hacia ella, quien lo mira despectivamente. - Eso ya lo sé señor Elacofor, usted ya había puesto su nombre en la carta que nos mandó desde ya hace dos semanas. Dice ella con cierta indiferencia. - Oh, cierto mi señora, perdón le pido con premura y con la misma, agradezco que por fin, los selectos y grandes miembros del consejo me reciban y escuchen mi humilde petición - - Si, si, si - Dice ella mirándolo con sus viejos ojos - Recuerde, solo dispone de 15 minutos, los miembros del consejo tiene demasiados asuntos, así que sea rápido - - Claro mi gentil dama, trabajare lo más rápido que pueda y no les quitare ni más de un vital segundo que ellos necesiten - - Esta bien, está bien, vamos sígame - Dice ella algo irritada por la peculiar manera de actuar de nuestro honesto protagonista. La mujer da una vuelta y comienza a caminar, seguida de cerca por Mr. Elacofor quien mira los cuadros de las paredes, atento. Mira uno donde esta Domenio Anassatan, el fundador de la ciudad seguido por los primeros pobladores. En otro Rinpceip Ulcebeb quien levanto los muros alrededor, con varillas fundidas con dientes y huesos. Querido lector, olvide narrar algo importante, en torno a la maravillosa ciudad existe un muro, de 14 pies de largo por 8 de ancho, hecho de... bueno, eso ya lo saben. Pero este muro indica una de las reglas más grandes e importantes de la ciudad, no se puede salir del muro, a más de 150 pies de cercanía, quien salga más allá, será desterrado y su familia encarcelada. Nadie ha violado esta sacra regla, pero bien, volvamos con Elacofor. El último cuadro que ve antes de llegar a la imponente puerta de madera es uno donde aparece Margedona Tuerme el último rey de la ciudad que predijo el fin de los tiempos en su lecho de muerte, siendo conocido esto como el testamento de la desgracia. Después de ver esto, Elacofor, llega hasta la entrada de madera vieja con un olor a humedad y flores viejas, la anciana abre la puerta mientras Elacofor sonríe.... El tiempo viveSigue su lento trayectoAntiguo mi veo solo el vacíoPerdido y solo me debo enfrentar No puedo hablarHe perdido la lenguaMe han robado las palabras Y no se como avanzar Veo todo transcurrirPierdo el valor y la alegríaMuerte, arrebatarme de este mundoPero no sin antes vengar mi delirio Me han robado las palabrasNo puedo ni siquiera mirarEl tesoro que Dios me ha regaladoPor que tengo miedo de perderlo Aun, lo recuerdo, si lo recuerdo, a pesar de estar en un lecho, torcido, frio y demacrado, intento escapar a mis recuerdos, estos estiran su larga mano y me impiden huir a mi mente. Estos recuerdos que me atormentan empiezan con mis delirios, aumentan mi sufrimiento, incrementan la nostalgia e impiden la razón. Mi vida es un pormenor de situaciones normales, hasta que finalmente, como todo humano debería hacer, me entrega a mis más bajas y mórbidas pasiones, me deje llevar por el éxtasis de la vida, lo bueno que me ofrecía, me negué a la ética, la justicia y todas esas virtudes, que como un espejo, impedían que viera claramente lo que deseaba, agradezco a Dios por darme una conciencia que me permitió, antes de morir, lo cual es pronto, ver como es una vida en los más profundos excesos, los mas mórbidos arrebatos y mis más perfectos regalos a su creación. Estoy muriendo, lo sé, falta poco, escribo con lo que me da vida, con mi muerte, estás leyendo esto, no siento miedo, no tengo culpa, nada, este es el fin del callejón que elegí, así que no siento nada ante mi próximo final, quizás alegría por saber que al fin me arrebataran de la creación, este es el momento por el que rogué, creo, mis plegarias siguen sonando igual, aunque he caído en la tentación, Dios me trata igual, sigue sin responderme. Antes que nada, les dejare dicho, porque no siento culpa con mi muerte, ni culpa con mis vagas pasiones y aun mas sádicos pasatiempos, que extrajeron mi alegría, dejaron libre mi cordura y se convirtieron en objeto de mi pasión. Intente llevar una vida, como mandaban las leyes de mi vida. Intente mantenerme al margen más escrupuloso y estricto. Pase tantos lustros viviendo bajo la opresión moral, bajo una sombra llamada humanidad, que simplemente no pude resistir más. ¿Acaso tengo culpa por haber explotado? ¿Tengo que resignarme a vivir sin poder explorar mis deseos, mi mente, mi conciencia? ¿Si tengo sueños y anhelos, debo reprimirlos de forma egoísta solamente porque la maldita sociedad no los ve bien? Podre ser tachado de criminal, sádico, quizás loco, pero por lo menos sabré que viví mis más grandes deseos y anhelos ocultos, que logre saber que era lo que quería de esta vida realmente. Quisiera contaros como fue mi estúpida existencia, pero sería una fatal y lamentable pérdida de tiempo, seria narrar la vida de cualquiera de los que me lee, por eso me saltare esa repetitiva vida que tuve, hasta ese día. Era un jodido día normal, como los miles que tuve y desperdicie, regresa de mi trabajo, caminando con un lento compas, creí que todo era igual, hasta que vi en la entrada de mi casa, algo que cambio mi existencia mortal. En el escalón de la puerta estaba un gato café, todas las noches, ese mismo felino impedía que yo tuviera oportunidad de cerrar mis parpados, su eterno llanto y su inaguantable maullido, me orillaban al más desesperante insomnio, Nunca sabré si fue eso, o simplemente algo en mí que me motivo a lo que realice. Tome al ser entre mis manos, dejando el portafolio en el piso, abrí la puerta con delicadeza de manera normal, puse al minino en una caja que tenía al lado de la puerta, para basura. Cerré la caja sin inmutarme y recogí mi portafolio, acto seguido, cerré la puerta y me aislé, como siempre. Después, sin seguir mi mente, solo mi instinto, moviendo los pies uno tras otro, llegue a la cocina y busque una olla y la llene de agua en 7/8 de su capacidad. Coloque la olla en el quemador y prendí el fuego. Vi las llamas azules en la punta y rojas en el centro de manera casi hipnótica, hasta que salí de mi trance, camine hacia la salida de nuevo y tome al pequeño e indefenso gato de la caja. Sin saber sinceramente que pasaba por mi mente en esos momentos, simplemente seguí mis pasos hasta la cocina, donde sin más miramientos, al ver que el agua hervía entre burbuja y burbuja, mirándolo a sus ojos claros, sintiendo quizás hasta lastima, le metí a la olla, la cerré de golpe y puse mis manos sobre ella. Sentir como su vida se escapaba cada segundo fue algo, nuevo, increíble e incluso excitante, oír como sus débiles lamentos que comenzaron con sonoros gritos, desaparecían, fue algo, tan, emocionante. Cuando dejo de emitir sus patéticos quejidos, levante la tapa para ver una mata de pelos de colores grisáceos y una ser sin piel, rosado, flotando con una mueca de horror que incluso, me abrió el apetito. Fue el mejor gato que he comido. Desde ese día, entendí cual fuel a razón de mi existencia. Comprendí cual fue la causa de mi pura vida, me dedique entonces a llevarla a cabo, a buscar más de ese increíble y profundo éxtasis que me invadió. Caí en todas las derivaciones de mi trabajo, de mi profesión, de mi única razón de ser. Visite los cementerios, durante el ocaso del día, entraba cruzando las rejas y los umbrales sin ser visto y llevando una pala, accediendo a una vieja locura mía, desenterré un cadáver sin más, abrí la caja de madera podrida , viendo bajo la luz de la luna, un cuerpo pútrido y carcomido. Con mis manos cubiertas de lodo, oliendo el perfume de la humedad y la tierra del cementerio, roce con mi yema los restos de la cara de aquel ángel, que Dios puso en ese momento exacto para mí. Sentí un escalofrió recorrer mis vertebras, el éxtasis fue inmenso. Decidido a más, abrí sus labios y con exaltación, vi sus dientes, o lo que quedaba de ellos. En ese momento mi alma trascendió de mí, no respondí a mis actos. Me despoje de mi camisa, entre bichos y demás, desprendí mi aliento en un perfecto e inigualable beso con aquel demonio bendito. Acaricie y senti su cuerpo, recorrí son temor lo más inigualable, aun con el asco, me entrega al acto más maldito y hermoso que pude hacer con aquel cuerpo, entre risas, blasfemias e incluso quejidos, termine mi velado, devolviéndolo a su sepulcro, sin lamentarme siquiera de su género, le despedí con un beso en la mano, puse piedra sobre piedra y tierra sobre tierra, hasta que mi paso fue escondido del mórbido recinto. Mis jornadas nocturnas en el cementerio acabaron cuando viaje al campo en busca de más "diversidad". Acabe comiendo aquello que fue mío durante las veladas, una oveja, un cerdo, una gallina e incluso un perro, fueron víctimas silenciosas de mis arrebatos carnales y necesitados. Pronto, los animales y cadáveres quedaron a un lado, en una magnifica y cálida noche de verano, volvía de mi última jornada en el cementerio, cuando vi una joven desposeída que me pedía un poco de limosna para conseguir un pedazo de pan, en mi escabrosa mente, sujete su mano y con un acento de caballero, como un lobo disfrazado de cabra, le invite a mi hogar, para ayudarle. Nunca me arrepentiré de eso. Ya en casa, la alimente como era debido y le permití que durmiera en la sala. Cuando su sueño se volvió pesado y oí su respiración, con el impulso más malévolo que tuve, la tome y ate de manos piernas con una cuerda que tenía en la cocina, la amarre fuerte, y tape su boca inocente, con casi nada de esfuerzo la lleve en hombros, como una niña dormida a mis sótano, mientras mi cara irradiaba la desesperación de un niño en navidad, a punto de abrir sus obsequios. Unas horas, no sé cuántas en realidad, ella despertó sobresaltada e intento gritar, obviamente sin éxito. Yo enfrente de ella con una cara sonriente y unas amplias ojeras, no dormí, con el fin de ver su cara de terror al despertar del conjuro de Morfeo. Admitiré que en mi mente con sueño, había sardónicamente planeado una serie de eventos que realizaría con ella, tales que al despertarla, babeaba como león ante una cebra desprotegida. Como un ágil depredador me levante de la silla y le acaricie su rostro, al verme ella puso en sus ojos una expresión de pavor que me alegro aún más. Comenzó a besarla, pero me contuve, eso, no era parte de mi diversión. Golpear, humillar, obligar, mutilar, cortar, entre otras cosas que sin saber, me provocaban más y más. Accedí a suplicios en ellas que ni sus tantas lagrimas que vi, pudieran expresar, convertí ese pequeño recinto, en la sala más oscura, depravada y enloquecida del infierno mismo, mis jornadas con ella son las cosas que en este momento añoro más que nada, quisiera describiros cada una, pero la agonía de mi cuerpo me lo impide, solo piensen, sus ojos se achicaron por el llanto y su cuerpo quedo irreconocible. Cuando me despedí de lo que quedo, fue en el bosque, donde un abeto resguarda sus restos ahora, con cierto aprecio me despedí, pero aun así, me quede con ciertos "recuerdos" de ella, quedaron bien fritos y guisados, esa carne fue dulce y jugosa hasta más no poder. Aun así, ellas no fue la única pobre que cayó bajo el yugo de mis pasiones, en las noches más propicias y destartaladas, bajaba como plaga hasta los lugares más recónditos y perdidos, donde con la lengua de satán u la seducción que Dios me regalo, conduje ano menos, trece doncellas y mujeres más, bajo mis garras de lobo. Sin hacerlas sufrir lo que mi primera y entrañable compañera, conocieron lo que una mente enferma, como solo la mía hay, puede ser capaz. La sangre fue la cosa que aunque algo asqueaste las primeras ocasiones, me desarrollo una profunda obsesión. Sentir su calidez invadirme, palparla y verla desbaratar, fue algo inolvidable, el cuerpo humano se convirtió en mi santo grial entonces. Lo que más me dio orgullo fue la increíble y ordinaria capacidad de fingir moral, ética, orgullo, idiotez y estupidez frente a los ojos de la mísera sociedad y las rigurosas leyes del pueblo, fue algo único en mí, nunca levante sospechas, pero nada es eterno. Cuando fui descubierto, la sociedad vomito literalmente al descubrir todas mis hazañas, porque eso son, hazañas de una mente libre que comprendió que buscaba realmente del mundo, en fin, nadie entendió mis ansias de ser libre y de poder vivir bajo las adicciones de las que fui presa por ese tiempo, nadie, nadie señores. Intente huir, no podía caer bajo las ley de nueva cuenta, quería seguir con el yugo de la pasión en mí, embriagarme del eterno éxtasis, de la gloria que fue en mi vivir de todas las mundanas, paganas e indescriptibles acciones que pude hacer y las que me faltan por hacer. Para no caer en el vicio, me deje seducir por él, mi única relación verdadera, fue la que tuve con mi propia oscuridad, aquella que cuando me extendió su frio brazo, me mostro lo que realmente era. Intente huir, pero no pude, este escrito es la prueba, intento no morir, pero mis entrañas dejan que mi precioso liquido carmesí huya dejándome solo, pero no tengo miedo, no me arrepiento, no siento nada. Ahora bien, si soy acusado de algo, yo mismo me declaró culpable, si culpable, pero en el banquillo de los acusados, grito que fui culpable de ser un hombre que vivió bajo lo que quiso vivir, que logre con su retorcida mente, entender su propósito en la vida, fui alguien que no deba volver según ellos, pero me tiene miedo, no por mis actos, no por mis crueles e incruentas acciones, sino porque nadie puede ser como yo, me burlo en sus caras, yo logre ver la verdadera libertad de la pasión, el amor a la muerte, la parafilia del pecado, convertí mi cuerpo en la nueva Sodoma, ahora veo el castigo de Dios, no quiero ser castigado por ser libre, por intentarlo, lo viví y no me arrepiento, no me arrepiento de haber dejado la cordura aun lado, no me arrepiento de permitirme ver el paraíso en la tierra, no lo hago, no lo hago. Soy inocente de seguí una vida normal, soy inocente de prohibirme vivir como debería, soy inocente de ser un humano. Juro bajo la estirpe de mi casa, que soy inocente de ser subyugado, inocente de ser como todos lo han hecho, inocente de ser alguien que se encierre en su mundo gris y abstracto, soy inocente. Escuchas sus pasos, rio entre dientes, sé que mi fin se acerca, no lo reniego, no le huyo, me dan fin injusto, eso sí lo sé, si mi crimen fue mi vida, entonces que la condena sea entregarla, gracias a este mundo por oprimirme, por impedirme ser lo que era, porque, cuando lo descubrí, cuando supe que era la vida realmente, lo aprecie aún más. Mis labios ya no se mueven, las manos se mi adormecen, un charco me rodea, mi vida me rodea, aun sonrió, pero es todo, es hoy muerto, lo estoy y no reniego de ello. Viví bien, fui feliz en mis hasta en los últimos momentos de mi locura, de mis arrebatos, agradezco a todas las compañeras y amigo que permitieron con su muerte, darme algo de entendimiento, pensaran que viví bajo la sombra del serafín caído, pero para mí, fue mejor que la del dios muerto, muero ahora, no sé qué sucederá, ignoro lo que pasa después de morir, pero si es el castigo celestial, créanme, será lo que busco en realidad, sonrió al pensar en eso, el festín del otro mundo apenas comienza… De piel blancacon traje de parchesColores en su mundo, gris en su almaSin nada por que temerSin nada por que vivir Ataviado como caballeroPero pobre y malditoVacio en su corazonNadie por quin vivir Apoyado en un bastonRecorriendo el mundoEn busca de si mismo No sabe que hallaraPero sus cafes ojosIncluso de color cambiaran... El sonido que se pierde en el vacíoEs un susrro hueco y muertoRegalado por un amor que nacióOlvidado por un ser perfecto Un corazón se ha quedado confusoPierde su lógica a cada palpitarTiene miedo de ser dar un usoNo quiere volver a llorar ¿Por que es tan difícil amar?La pregunta se responde solaNo soy quien para hablar ¿He perdido la esperanza?No, no la entregare tan fácilAun hoy quiero tu llegada... Es el lamento perdido en las sombrasQue encuentra eco en los oidos dormidos de tu almaLlevando tu mente a un limbo perdidoUn lugar donde los dulces sueños que tienesSon tragados por los horrores que desconocesUn lugar donde moran los mas atroces seresCometiendo las mas inocentes accionesDeformandolas ante tiPara poder degustar tu horror frescoHadas oscuras, duendes malditos y angeles caidosOtros y mas te esperan en las frias nochesPara poder tu corazon rozar con sus frios dedosLlenando tu ser con su escenciaUn lugar donde te mueves en las sombrasQueriendo escondertePero sin saberQue ellos viven en las sombrasUn dulce sueño te deseoNo dejes que los lamentos perdidos te acompañenRecuerda que si vives en una pesadillaMuy poco haran para encontrartePor que ellos estan ahiCon sus ojos luminosos y manos friasEsperando por ti, solo por tiBuenas noches te deseo, si puedes... Es el tiempo, si es el tiempo He terminado mis deberes Ahora puedo darme un festin De dolor sin fin para entregar. Me deslizo entre sombras, sombras acogedoras Me ruborizo al ver una presa facil Alguien en quien desbordar mi locura Secando su sangre caliente. Con mis frias manos cubro su rostro Palpo cada sentimiento de ella Frio, oscuridad. Miedo Rio al ocultar sus gemidos. La llevo a mi reino Mis dominios Mi mundo Frio y muerto. Cubierto de escarcha roja Bañado en trozos de muertos Que han sido el lienzo de este mundo Que es mio, solo mio. Ahora sonrio mas anchamente Comenzare otro festin inigualable Con la calida presa que tengo entre brazos Que llora deseperada por vivir... Al abrir la puerta del recinto, Mr. Elacofor sintió una emoción indescriptible y grande recorriendo todo su ser con un escalofrió que termina en una amplia sonrisa en su pálido rostro. La oscuridad del cuarto le impresiona. Una gran lámpara de araña en el techo, con todas las velas encendidas, flamas lentas y movidas con un color amarillento y apagado. Es un cuarto amplio, debo mencionarlo, ventanas con balcones altos, no muy anchos. Cubriendo las ventanas, unas cortinas color vino, tan embriagantes y gruesas que están bañadas en polvo. Los muebles son de roble oscuro y viejo, tanto como el edificio. Con pocos detalles y más dureza para su fin. Pinturas y cuadros con los miembros más distinguidos y heroicos de la ciudad, además de unos planos de la misma en varias vistas. En el centro, una amplia mesa con seis sillas, todas de color marrón oscuro, tanto que el negro es casi absoluto. La mesa del centro, tiene sobre ella, un telar de color carmín, suave como seda, pero roída en las orillas. También hay una jarra de cristal con seis vasos de cristal por supuesto. Llenos de agua verduzca y con trozos de tierra. Finalmente los ve ahí. Seis imponentes sombras se alzan ante él, una sentada y el resto a pie. Los seis ministros de la ciudad están ahí, reunidos para escucharlo. Su emoción es inaudible. Parado en una esquina, con más de dos metros de altura, una mirada vacía y lenta en sus ojos oscuros, sin sonreír, sus labios están casi petrificados, usando un traje negro en su piel blancuzca como un cadaver, de pies a cabeza, corbata también negra, les presento a Reptagalia Luscokgenes. Ministro de todo lo relacionado en cuanto a Construcción se refiera, levantar y moldear la ciudad. Ah su lado, más bajo que el obviamente y un poco más que nuestro protagonista, con una mirada curiosa tras unos lentes de cobre, una sonrisa casi invisible y una postura encorvada, su traje esta viejo en ciertas partes, de color café con negro y un sombrero de copa mas alto que ningún otro cuentan por la ciudad, en su cuello una corbata de moño marron como su piel, tenemos con sus ojos avellana, al señor Tylerefut Afknatia. Ministro de todo lo relacionado a Educación y moldear a la juventud de la ciudad. Del otro lado de la mesa, con su vaso en mano y una sonrisa picara en labios, mirada atenta y observadora, unos ojos verdes con tonos de claridad y locura, postura erguida y su altura sobrepasa a Mr. Elacofor por unos centímetros. Su traje negro, con el saco abierto y seguridad en su ser una postura de seguridad, sin corbata, aquí les presento a el señor Argsantasa Loficud. Ministro de todo lo relacionado en cuanto a la Economia y el crecimiento de la riqueza de la ciudad. Ahora bien, a la diestra del ministro se encuentra con una mirada seria y un tanto burlona, agitando en un dedo su corbata mientras sonríe levemente con un aire de grandeza y poder, sus ojos cafes son lo único en su blanca tez que resalta, su traje es de color caqui, de pie a cabeza y su corbata, ya les dije, esta en su mano. Unos lentes pequeños y redondos le dan un toque intelectual, esta aquí Niahcatass Sorthi. Ministro de todo lo relacionado con Salud y el bienestar de la ciudad. El mas anciano es el siguiente, unos ojos cansados que aun reflejan ira y valentía a la vez, el único sentado con un baston en sus piernas. Las arrugas están en todo su ser, manos y rostro, excepto sus ojos azules, opacos y muertos. Usa un uniforme de la guardia de la ciudad, limpio y pulcro con una calidad increíble, la disciplina es su enfermedad, Nebirus Wosglhan. Ministro de todo lo relacionado con la Seguridad y la protección de su amada ciudad. Finalmente, en el centro, con una mirada confiada y alegre, sin sonreír, eso lo asquea. Traje blanco, el único que lo puede portar en la ciudad, en sus manos lleva un lápiz con el cual traza en el mapa en la mesa. Sus ojos son de un negro intenso, la pupila es invisible aquí, un anillo en su mano, el Ministro Lugemi Elacofor, Ministro de todo lo relacionado con ministerios y gobernante de toda la ciudad. Mr. Elacofor siente un nudo en la garganta y suda mientras sonríe nerviosamente dentro de si, siente los doce ojos postrarse en el, mueve las manos sobre su portafolio rápidamente, hasta que la anciana le habla. - ¿Entrará?, ¿O quiere un cuadro de todos ellos para que los vea cuando quiera? – Dice la anciana con una voz algo impaciente. Mr. Elacofor voltea a verla y sale de su colapso nervioso, cierra los ojos y asiente con la cabeza, entra en el recinto mientras ella cierra la puerta tras de el, con un leve crujido de los maderos. Todos le miran silenciosamente y el solamente esquiva sus miradas, asi transcurren unos angustiosos segundos hasta que el ministro Niahcatass habla con una voz aguda. - Bien bien, ¿Qué nos quiere decir? – Dijo el Ministro Loficud sin dejar de sonreír y agitando lentamente su mano. - ¡Si! – Grita de golpe el viejo Nebilus – Recuerde que solo tiene 13 minutos para decirnos su cuestión en torno a su idea – Dice mientras lo mira - El tiempo se agota Mr. Elacofor – Dice El Ministro Lugemi – Somos hombres ocupados… - Mr. Elacofor lo mira atentamente a los ojos. Su hermano menor, Lugemi Elacofor, fue elegido recientemente Ministro, pero no cualquiera, si no que líder de ministros, por lo que tiene más poder que cualquier hombre en la ciudad, mira el parecido entre ambos, son bastante iguales, el mismo tono de piel blanca, los ojos del mismo tamaño, además de poses casi iguales, su única diferencia es la estatura y el color de ojos entre ellos. Las duras miradas se intercambian durante unos agonizantes instantes hasta que finalmente Loficud habla. - Muy bien once minutos y contando – Dice mirando su reloj lentamente. - Ahh… esto… si – Dice Mr. Elacofor. Dejando de fuera los frios ojos de su hermano aun lado, toma su portafolio y le saca unas pequeñas patas de metal de un lado, estirándolas, hasta que tocan el suelo. Abre los pequeños broches color cobre y esto sueltan un leve chisqueo al levantarse. El mete ambas manos buscando algo en su maletín, tarda varios segundos hasta que sonríe en su pálido rostro cuando saca unos papeles. - Señores Ministros – Dice con una voz sonora y compuesta – Buenos días, aquí les presento, con el respeto merecido ha a cada uno de ustedes, la propuesta EO/001… - - ¿EO? – Pregunta Reptagalia con una mirada incierta. - Son mis iniciales… señor – Responde Elacofor – Bueno, continuando con la presentación, caballeros, sabemos cual es el problema mas grande que aqueja a nuestra ciudad, el espacio… - Si lo sabemos – Dice Tylerefut cruzándose de brazos - ¿Acaso?... ¿Acaso puede hacer algo? – Lo mira con cierta incredulidad. - Ese es el punto señores – Responde Elacofor – Debemos buscar mas especio… - JA! –Rie el viejo Nebirus - ¿Eres acaso estúpido muchacho? – Lo mira con bufa – Es imposible expandir la ciudad, solo podemos ir hacia arriba – - Señor, recuerde que las condiciones han dificultado estos últimos lustros, la comida sube de precio, el agua escasea, en fin, varios problemas – Responde Elacofor con total acierto, todos los miembros asienten entre si. - Es cierto Elacofor – Dice Argsantansa – Las condiciones de la ciudad han ido desmejorando súbitamente, es necesario hacer algo – - Exacto señor Ministro – Responde de súbito Mr. Elacofor – La respuesta es simple, pero lamentablemente es difícil… - ¿Por qué? – Dice Niahcatass - ¿No violara una ley?, ¿O si? – - Mis señores, si queremos solucionar este problema, debemos salir de la ciudad… - ¡¿QUE?! – Grita Nebirus levantándose de la silla - Eso es imposible – Dice Reptagalia mostrando asombro. - Inaceptable - Responde Tylerefut. - No se que decir – Su asombro es algo inusual, en Argsantansa. - Vaya ley a romper – Dice Niahcatass con la boca abierta. - Dejemoslo continuar – Loficud trae la paz de nuevo. Solamente, Lugemi se mantiene en silencio observando a su hermano con cierto asombro y satisfacción ocultas. Todos intentan volver en si, toman tragos apurándolos y Nebirus se sienta de nueva cuenta, apoyando solamente su brazo en el baston. - Caballeros, es dificil de digerir, lo se, pero es la única alternativa, debemos buscar un lugar optimo para levantar una segunda ciudad… - Suena interesante realmente – Responde Niahcatass – Pero sigues rompiendo las sacras leyes que nos fueron dadas - Mi señor – Responde Elacofor –Me temo que es la única salida… - Podemos construir hacia arriba, el cielo no tiene limites… - Dice rápidamente Reptagalia - Reptagalia – Dice Loficud sin mirarlo siquiera – Eso no es imposible, pero aunque sirva por un tiempo, no servirá después, solo empeorara todo – Menea lentamente su copa - Podemos contruir bajo tierra – Dice Niahcatass algo sobresaltado - Niahcatass – Responde Reptagalia – ya habíamos discutido que eso es imposible, el húmedo suelo se desmoronaría por completo. Sin saber que decir, los ministros voltean y discuten entre ellos unos momentos, solo Loficud y Lugemi miran a Elacofor algo impacientes y espectativos, hasta que este se anime y decide hablar. - Caballeros – La discusión se detiene y lo miran todos a el – Apartandonos del espacio, lo cual es también importante, podemos hallar solución a esto, pero no al abastecimiento de viveres y cosas básicas que esto últimos meses, comienzan a subir alarmantemente de costo y escasear, la situación empeorara según mis estudios – Saca una hoja del maletín y la muestra a los ministros – En unos meses, si no menos, el agua se comenzara a reducir miserablemente y no tendremos una rápida solución. - Podemos racionarla, la guardia mantendrá el orden – Responde Nebirus un tanto molesto. - Mi señor, aunque racionemos, la gente demandara y no podemos recurrir a la fuerza, la propia guardia puede rebelarse y al final, los únicos culpables serán ustedes. Los ministros se miran entre si con muecas de cierto asombro, Lugemi, mira a su hermano mientras se lleva la mano a la barbilla. Elacofor mira el “espectáculo” todos discuten ardidamente y agitando las manos, todos hablan con un tono algo distante, pero sube de intensidad, sin lograr ponerse de acuerdo, los ministros ignoran a Elacofor, quien no se anima a interrumpir a los ministros. Lugemi, comienza a mostrar cierta incomodidad con lo que sucede con sus compañeros, sin hablar, su cara refleja cierta desesperación que evoluciona en odio. Elacofor comienza a ver a su hermano. Lugemi es el hermano menor de Elacofor, se distan por solo dos años, antes fuera un joven alegre, muestra seriedad y porte ahora, Elacofor y el se han distanciado, hay una gran razón, pero ahora no estamos hablando de eso. Lugemi, intenta aflojarse el cuello del traje pero no lo tolera mas y explota. - ¡Silencio¡ - Grita con su ronca voz, los ministros se detienen de golpe y Elacofor da un paso atrás por el sobre salto. Lugemi deja el lápiz en la mesa y voltea a ver a los dema ministros y vuelve hablar ya con cierta calma. - Caballeros - Afloja por ultima vez el cuello de su camisa – Somos los ministros de la ciudad, debemos tener orden entre nosotros si queremos tenerlo en todo lugar, ahora, sabemos que lo que este señor nos propone es algo inusual y básicamente arriesgado en todo sentido, pero debemos considerarle de todas maneras, es importante ver que tanto tiene de verdad, y si no le aceptamos, buscar una solución rápida por nuestra cuenta, debemos ver que ese si es un problema que afecta de golpe a todos. Los ministros intercambian mirada en silencio, sus ojos indican la razón del argumento y calma, Elacofor siente asombro al escuchar la seria y real deducción de su joven hermano y permance en silencio. - Ahora bien – Dice Lugemi mientras toma silla - Señor Elacofor. - ¿Si? – Dice entre leves titubeos. - Permitanos – Señala con el brazo la puerta – Discutir seriamente el asunto, en unas horas tendremos respuesta a su petición - Toma el lápiz nuevamente y baja la mirada hacia el papel Los demás ministros acomodan sus sillas en la vieja mesa y miran a Elacofor en espera de su retirada. Este mira todavía a Lugemi, hasta que finalmente voltea, algo resignado y toma sus cosas en la mayor brevedad, cuando termina, sostiene el portafolios en una mano y con la otra abre la puerta y sale, cuando se da la vuelta para cerrarla, mira como todos los ministros vuelven a hablar entre dientes y verle. Elacofor cierra la pesada puerta de madera y se toca el puente de la nariz con la mano y cierra los ojos, meditando. - “Ojala tomen con seriedad mi propuesta” – Piensa – “Se que es una locura, pero es la única alternativa viable, por ahora debemos buscar otro emplazamiento para construir otra ciudad… en fin… incluso para mi suena a una locura, pero debo hacerlo… lo prometi… - Siente que alguien lo toca y abre de golpe los ojos. Grita cuando ve a la horrida anciana frente a el. - Santo cielo, no debería aparecer a si de golpe – Dice mientras baja la mano de su pecho. - Usted no es precisamente guapo señor, ¿Qué ha sucedido? – - Me llamaran mas tarde mi señora – Dice mientras busca su reloj de nueva cuenta y lo saca para ver la hora. - Bueno, es hora de que se retire, ¿No? – Dice la anciana dando vuelta y tomándolo del brazo. - Si…esto…creo – Dice Elacofor sin dejar de mirar la puerta con olor a flores húmedas. Sigue a la anciana hasta la puerta del edificio y se despide, haciéndole prometer que si el consejo toma alguna decisión sobre su asunte, le llame lo mas rápido posible. Ella acepta mientras le cierra la puerta en la cara. Elacofor, da media vuelta y comienza a andar, se detiene fugazmente. - Me hartan estos trapos – Dice mientras mira su muñeca y tras levantar la manga de traje café, hay un reloj, levanta la tapa del mismo y aparecen una serie de botones pequeños y blancos, presiona el primero y aparece una nube de humo grisácea y de repente, se esfuma, ahí, esta Elacofor, pero su traje café ha desaparecido, ahora lleva uno negro, con parches de colores por todos, lados, pero no me refiero a que tenga muchos, si no que tiene uno en casi cada parte donde hay costuras, se mira satisfecho y se quita un poco de polvo sacudiendo con la mano y se apoya firme en su baston, vuelve a mirar su reloj de bolsillo. - Ya deberían estar aquí – Piensa Es en ese instante que llega un carruaje negro, jalado por dos cabellos negros, hechos de huesos, pero negros. Se detiene junto a Elacofor, este sonríe y acaricia la cabeza de uno de los caballos, después voltea a ver al cochero, un hombre un poco viejo, pero no demasiado, sonriente y con una larga nariz, un sombrero alto de copa y ropa desgastada, pone en una mano las cuerdas que llevan a los caballos y con la otra saluda a Elacofor. - Mi señor – Dice con un tono grave – Hemos llegado. - Eso ya lo note Rodsiulanam – Dice Elacofor mientras camina hacia la puerta. – Pero llegad dos segundos tarde – Sonrie – Ademas soy tu amigo, nada de “mi señor” – Aun sonríe. - Cierto, lo olvide – Rie un poco – Elcafor avanza hasta la parte trasera y la puerta se abre, por si sola. Una joven, mas que el, con un cabello castaño y un vestido naranja, además de ojos avellana, le sonríe maliciosamente, el le responde la sonrisa y apoyado en un barandal sube de golpe al vehiculo y se sienta al lado de la chica. Toma su baston y golpea dos veces el techo. - Listos Rodsiulanam- Mira hacia el edificio - Vamos – Termina de decir cuando el carruaje comienza a moverse. Toma su baston y lo deja en un pequeño agujero a su lado, donde queda perfectamente guardado. Toma su portafolio y lo mete dentro de una ranura frente a el. Se recuesta un poco en el asiento, no termina de cerrar los ojos cuando la joven lo sacude de golpe por el brazo. - ¿Cómo te fue?, ¿Lograste convencerlos? – Dice ella de manera rápida mientras lo zarandea violentamente. - Querida… - Dice el mientras reacciona. - ¿Entonces?, ¿Iremos?, ¿Podremos ir? – Sigue ella preguntando sin detenerse. - Si me permitieras… - Responde intentando zafarse. - ¿Si?, ¿Saldremos al fin?, ¿Siiiiiii? – Dice ella con un tono de voz aguda que causa una mueca de enojo en Elacofor, el cual sin mas explota. - ¡CARAJO! - Grita sin miramientos – ¡PERMITEME HABLAR! Ella se petrifica de golpe y se voltea molesta. - Vaya que descarado eres – Dice ella con los brazos cruzados. - ¡¿Qué?! – Dice el – Pero si tu estabas… - No, ya no – Replica ella poniendo su mano en frente de el, impidiéndole hablar. El se queda perplejo ante la chica, la única que le deja de esa forma, su hermana menor. Ambos miran su respectiva ventana sin mirarse por largos momentos, hasta que ella voltea y le dice sin preocupación alguna de su represalia. - Muy bien, ahora si dime, ¿Qué sucedió? – El ya calmado responde mientras la voltea a ver. - No lo se – Dice – Creo que lograre convencerlos, ellos son hombres difíciles, el poder los vuelve bastante incrédulos e insensibles – Mientras tanto el voltea y mira el techo sin detener su narración – Vi miedo en sus rostros ante el futuro que plantee, pero no se si m harán caso… - Lo harán – Dice ella mientras saca algo debajo de su asiento – El problema que les pusiste es real y tu propuesta es el camino mas fácil de solucionarlo sin tanto embrollo – Estira su mano y la abre - ¿Quieres un dulce?. El mira las bolas de colores en la blanca palma de su hermana pero se desiste, el no tolera bien la azúcar. - Lo siento Lilith – Dice mientras rechaza la mano de ella – Sabes que no me agrada la azúcar. - Oh cierto – Ella se los lleva a la boca de golpe – Perdon, lo olvide – Ella habla con la boca llena al tope de los dulces que antes ofrecio. - Para que seas una dama, no lo simulas – Dice Elacofor mientras voltea a la ventana. Ella molesta, con la palma extendida, golpea el costado de su hermano con furia. - ¡AUCH! – Grita el mientras pone ambas manos en su costilla y se frota. - Debes saber que si soy una dama – Dice ella mientras termina de tragar los dulces. - ¿Y por eso debes destrozarme el torso? – Replica molesto y adolorido - Hay cosas que son necesarias – Jactandose ella felizmente. En menos de lo que creía Elacofor, el sencillo vehiculo cruzo el centro de la ciudad y se dirigio a una de sus orillas. Cruzando por las callejuelas y barrios de cada parte de esa ciudad, el cochero, dislumbro las grandes partes de esta, pasando por sus orillas, desde un risco, donde ya estaban construyendo casas, el rodeo un pequeño bosque, antes era mas grande, pero tuvieron que talar gran parte. El rio se cruzo por un viejo puente de madera oscura y con bases de roca cubierta de moho por debajo. Al final, siguiendo un viejo sendero de tierra, llegaron a una casona grande y vieja, de color blanco, pero opaco, como si hubiese sido abandonada. El hombre, detuvo a los caballos lentamente y finamente dijo satisfecho. - Hemos llega… - En ese momento la puerta se abre de golpe y Elacofor, sale de bruces y cae al suelo, detrás Lilith sale y comienza a patearlo. - ¡Te dije que soy un señorita! –Replica ella, furica y sin detener los golpes. - ¡Si asi fuera no comerías como cerdo! – Grita Elacofor intentando cubrirse de la furia de su hermana. - Ya comenzaron – Dice entre murmuros Rodsiulanam - Y ni siquiera han entrado a casa, vaya rutina – Dice mientras se lleva la mano a la cara. Despues de que Rodsiulanam detuviese a Lilith y Elacofor pidera las correspondientes disculpas, entraron a la vieja casa de este. La puerta es de color blanco, como casi todo el exterior del edificio de dos pisos, pero el tiempo le ha hecho verse perjudido, además tiene líneas negras que enmarcan ciertas partes de la misma, como decoración de la parte de fuera. Elacofor saca una llave de color bronce, nueva y la mete en le vieja cerradura, que amenaza con safarse por el movimiento que hace. Entran los tres y ven el pequeño pero suntuoso hall, los muebles son viejos, pero no tanto como la casa. Un exhibidor donde yacen varias pinturas y objetos de varias formas y tamaños. Ademas de una estantería llena de varias botellas de vino y otros liquidos. La alfombra es grande y de color negra, pero brilla y reluce bajo las multiples y pequeñas lámparas de todo el cuarto, en las paredes, donde no hay cuadros, están las amplias ventanas, con cortinas, cerradas, la iluminación no le agrada a Elacofor. Al final,una escalera de caracol que lleva a la parte superior del edificio, la pintura de dentro de la casa es color blanca también, necesita una nueva capa, pero aun asi logra resaltar en el complejo. Elacofor entra y siente una agradable brisa de vient frio en su piel, Lilith le empuja para que entre y Rodsiulanam niega con la cabeza al ver a los hermanos pelear nuevamente. - Ahh – Dice Elacofor mirando alrededor – Hogar, dulce hogar. - Si que lo es – Dice Lilith tirándose en un sillón de color chocolate – Estoy cansada. - ¿De que?, ¿ De no hacer nada? – Dice Elacofor dirigiéndose a la derecha, la cocina. - Sabes, me agradaz cuando no estas – Dice Lilith mientras engulle una paleta. - No se como pueden ser hermanos, Lilith siempre mlestando a ELacofor y este respondiendo… – Argumenta Rosiulanam cuando coloca su chaqueta en el perchero y voltea a sentir que algo lo golpea. - ¡No digas eso¡ – Dice Lilith después de terminar de lanzarle una segunda almohada. - Solo digo la verdad – Responde Rodsiulanam mientras toma la primera almohada y la lanza hacia ella, dándole en la cara – Vaya, mi puntería ha mejorado – Rie. - ¡Ya veraz! – Grita Lilith lanzándole todas las almohadas que puede. Mientras Elacofor, con cierta sonrisa en su rostro se aleja del cuadro conflictivo, camina hacia la derecha y entra ala cocina. - “Bien ahora que esta distraída, comeré algo” – Piensa al cerrar la puerta – “Los ministros serán gente poderosa, pero son bastantes tacaños…” – Dice al abrir la puerta y urgar en el almacen”. Sigue buscando hasta que oye algo en la mesa, tras de el. Voltea lentamente, mientras traga saliva y suda frio. Lilith y Rodsiulanam siguen su pelea entre gritos y uno que otro insulto, hasta que un grito rompe sus propios ruidos y les obliga a detenerse, volteando al unisono a la cocina. - ¿Escuchaste eso Rodsiulanam? – Pregunta Lilith poniéndose de pie. - Eso creo señorita – Dice el algo preocupado – ¿Habra sido el señor? - ¡Ela! – Grita el apodo que ella le dio a su hermano - ¿Estas bien? Silencio. - ¿Señor? – Pregunta algo turbado Rodsiulanam - ¿Señor se encuentra bien? – Silencio. Ambos avanzan lentamente a la puerta. Pueden sentir el palpitar de sus corazones y escuchar su agitada respiración, ella y el fijan sus ojos en la puerta, hasta que esta, de golpe, se abre, ambos brincan hacia atrás y se llevan la mano al pecho mientras intentan controlarse. Elacofor, asoma la cabeza y voltea a ver a Rodsiulanam. - ¿Rodsiulanam? – Dice con cierto tono despectivo - ¿Si señor…? – Evita titubear - ¿Qué es esto? – Elacofor apunta a la mesa dentro de la cocina. - ¿Eso? – Dice Rodsiulanam poniéndose de pie. - Si, eso – Responde Elacofor. Rodsiulanam termina de erguirse y avanza hasta entrar a la cocina, seguido por Lilith, cuya juvenil intriga la mueve mas que el miedo. En la mesa, señalado por la mano cubierta de Elacofor, en una pequeña jaula, esta un pequeño ser, un gordito y diminto roedor, de color blanco con café y unos ojillos negros, además de una nariz rosada, este intenta salir de la jaula que le mantiene cautivo en la mesa, pero en ocasiones se resigna y camina entre los barandales. Elacofor, le mira concierto temor, Lilith, fascinación y Rodsiulanam, le da igual. - Rodsiulanam – El tono de Elacofor delata cierta agresividad. - ¿Si señor? – Responde algo turbado. - ¿Qué es esta bestia? – Pregunta mientras le mira directamente. - No lo se, señor, apareció en los matorrales de los caballos y al verle, le atrape simplemente, me parecio curioso, además de extraño. - Asi que extraño y curioso, ¿Eh? – Dice Elacofor de manera despectiva. - Si señor – Rodsiulanam se mira culpable. - Me parece tierno – Dice Lilith de golpe sin temor a su hermano. - … - Elacofor la mira de manera furica. Pasan unos angustiosos segundos hasta que Elacofor, tome con sumo cuidado de la jaula al pequeño y lo ponga en una mano. La mirada de Rodsiulanam y Lilith se llenan de temor ante lo que hara Elacofor, este mira al roedor y finalmente con su otra mano, comienza a acariciarlo. - Me agrada – Dice el sonriendo cuando la yema de sus dedos, acaricia el pelaje del pequeño y este se acurruca en la mano de el. Tanto Rodsiulanam como Lilith sueltan suspiros de alivio y se miran alegremente. - Deberiamos ponerle un nombre – Alega Lilith de brazos cruzados. - Cierto, cierto – Responde Elacofor mientras lo sigue acariciando. - ¿Qué tal Leviatan? – Propone la misma Lilith entusiasta mientras mira al roedor - No, no me agrada – Responde Elacofor sin siquiera mirar a su hermana. - Entonces, ¿Mammon? – - No, tampoco – Responde de nueva manera Elacofor. - Entonces… - Dice Lilith antes de ser interrumpida - Es mejor dejar que el señor elija el nombre – Le sugiere entre susurros Rodsiulanam Ella asiente y Elacofor voltea y los mira. - Estare en mi estudio – Comienza a caminar – Si necesitan algo, llámenme, pero también… - Voltea a mirar a Rodsiulanam – Prepare la comida por favor. - Si… si señor – Responde rápidamente. Elacofor lo mira seriamente. - Recuerda, ¡Somos amigos! – - Ahh… esto… cierto señ… perdón, Elacofor – Rodsiulanam titubea un poco. - Bien, asi esta mejor, me retiro. Comienza a caminar y sale de la puerta sin dejar de mirar el pequeño roedor. Lilith y Rodsiulanam se miran mutuamente y de manera preocupa, pero olvidan esto y finalmente Lilith habla. - ¿Qué prepararemos…? - No termina de hablar cuando se oye un golpe en la escalera. Ambos salen corriendo y encuentran a Elacofor tirado en el piso. Mientras se levanta, se masajea la espalda y la cabeza, una con cada mano. Lilith corre y le ayuda a ponerse en pie. Rodsiulanam mira entre risas la escena. - ¿Qué sucedió Ela? – Pregunta lilith cuando su hermano ya esta de pie. - Nada, nada, es solo que… - Deja de hablar y comienza a ver el piso desesperado - ¿Qué pasa?, ¿Qué busca? – Pregunta Rodsiulanam - El roedor… el roedor… ¡DONDE ESTA EL ROEDOR! –Grita deseperado Elacofor mientras Lilith y Rodsiulanam buscan en el piso deseperados. - No… no le veo señor… - Balbucea Rodsiulanam - Esto es malo… - Dice Lilith mientras mira al piso Elacofor busca deseperado en esa parte del piso junto con Lilith y Rodsiulanam, pero sin ningún resultado, las miradas tensas y de preocupación aumentan entre los tres, los pensamientos de estrés tambie, nada encuentran, nada hacen. Elacofor, mueve muebles y levanta el tapete, seguido por Lilith, mientras, Rodsiulanam mira entre los escondrijos inaccesibles para los demás, pero ningún movimiento o mirada es fructífero. Nada. Simplemente nada. Despues de casi una angustiosa media hora, Elacofor toma asiento en el primer escalon de su viea escalera, derrotado y algo deprimido, Lilith se sienta a su lado y ambos miran al suelo resignados, Rodsiulanam sigue bsucando y levantando, con una sola mano, muebles y demás sin ningún hallazgo. Lilith voltea y mira a su hermano, toma su mano, este sorprendido, la voltea a ver y ambos sonríen, hasta que ven que algo se mueve en el bolsillo de este. - ¿Qué fue eso Ela? – Pregunta su hermana con cierto temor mientras suelta su mano. - No… no lo se Lilith – Responde tembloroso Elacofor. Con una inhumana valentía, la débil mano de Elacofor se acerca al bolsillo donde descansa su fiel reloj, traga saliva, mientras comienza a meter los dedos, hasta que postra su mirada en el piso, dejándola inmóvil. Lilith, desde cierta distancia, aumenta su respiración al ver esto, no se mueve, ni ella ni su hermano. - ¡AHHH! – Grita Elacofor mientras salta hacia arriba con una mueca de terror. - ¡AHHHHHH! – Grita su joven hermana con un gran sobresalto evitando que el corazón le estalle. - ¿Eh? – Dice sin inmutarse Rodsiulanam al voltear a ver a los casi muertos hermanos - ¿Qué sucede señor? – Habla mientras se acerca a Elacofor. Este permanece de espaldas ante ambos, Lilith con una agitada respiración y Rodsiulanam, una creciente pero no notoria. Los segundos pasan y se consuman de manera rápida, hasta que Elacofor voltea sonriente con el roedor en sus manos, el cual se encuentra ileso y mordisqueando el guante de nuestro extraño protagonico. - ¿Qué? – Pregunta Lilith con una total intriga – ¿Cómo fue que le hallaste?. - ¿Qué no es obvio? – Responde Elacofor mirando al roedor – El estuvo escondido en mi bolsillo todo este tiempo… - ¿Pero por que no se movia o algo? – Vuelve a preguntar Lilith - Creo que quedo inconciente después de la caída y hasta ahora despertó – Responde Rodsiulanam seguro. - ¿Y esta bien? – La curiosidad de Lilith esta al máximo, mezclada con preocupación. - Eso pareciera – Responde alegre Elacofor – Muerde mi guante como antes, además no tiene sangre o alguna rotura. - Vaya menos mal – Lilith sonríe – Espero y no vuelva a suceder algo asi… - Esperemos – Dice Elacofor mientras da la vuelta para subir las escaleras de nueva cuenta – Rodsiulanam, espero a la cena, mientras estare en mi estudio, por favor, no tarden demasiado. - Claro señor – Responde Rodsiulanam mientras da la vuelta y se dirige a la cocina. - ¡Yo te ayudare! – Dice la juvenil Lilith mientras sigue al frio hombre y comienzan a charlar. Elacofor, sonríe mientras les mira y sigue su acenso por la escaleras. Al llegar a la planta alta, una serie de puertas le aparece delante, un total de tres ala derecha y tres a la izquierda y una gran puerta al final. El cmienza a caminar, el piso de arriba carece de muchas pinturas, solo oleos familiares, de el y sus hermanos, cuando eran mas jóvenes, básicamente niños. Ademas sus padres, a quien el recuerda con gran cariño, mientras se detiene a observar una pintura de sus padres cuando eran jóvenes y recién desposados. Sigue hasta el final del pasillo, pronto recuerda que hay dos cuartos vacios, el de su hermano y el de sus padres, las cerraduras tiene telarañas, ninguna llave las ha usado en varios años, eso le trae nostalgia, pero el pequeño roedor que lleva, le obliga a llegar hasta el ultimo cuarto, el cual abre con una llave que lleva en el bolsillo izquierdo del pantalón, unida a varias mas. El crujido de la puerta es breve, el pasa velozmente y cierra de igual forma. El roedor se deslumbra ante la oscuridad de la habitación, que Elacofor mata con una serie de lámparas de aceite, conectadas entre si, una prendida enciende las demás, una pequeña invención de el. Elacofor se pasea. En el centro del cuarto, se halla un escritorio, detrás unas gruesas persianas de varias uniones de hilos rojos y gruesos. En este espacio hay varios oleos, pero no muchos familiares, casi todos, personajes famoso e ilustres de la ciudad y su historia, además de unos cuantos mapas de esta. Hay una gran estantería en un costado, con cientos de volúmenes de todos los tamaños y colores además de coberturas, ninguno empolvado, todos son leidos y releídos frecuentemente por Elacofor, quien gusta de desvelarse con una buena taza de espeso café y un libro a la luz de la medianoche. Ademas de lo ya mencionado, hay una pequeña sala, de sillas y una mesa central, donde yace, el vino favorito de su padre, cerrado desde su muerte, Elacofor no bebe. Elacofor pasa con una alegría increíble, este lugar es su refugio, su espacio privado, donde la ley solo la aplica el y para el. Da unos brinquillos paseándose por el lugar, hasta llegar al estante donde mira entre todos los libros y sonríe al tomar uno, con el titulo “Tratado de las Reflexiones Maquiavélicas, de R.T.” Finalmente camina con el roedor en una mano y el libro en otra hasta llegar a su asiento detrás del escritorio, una vieja silla acolchonada de terciopelo color azul, donde el disfruta largas veladas sentado e incluso durmiendo. Pone el libro sobre un monton de papeles que tiene regados sobre el mueble, además de lápices y hojas arrugadas, llenas de garabatos, citas, reflexiones e ilustraciones que el mismo hace. Rapidamente ordena todo con una sola mano mientras el roedor, asoma la cabeza desde lo alto, para ver como todo termina con un orden casi perfecto y entendible para cualquier ser. Con una mirada de satisfacción, Elacofor se acomoda, sentado y reclinado en su confiable silla, con su libro en la mano, coloca al roedor en su pecho y abre el libro. Empiza a hojear hasta que encuentra una parte agradable a el y voltea a ver a su nuevo acompañante, el cual inesperadamente, mira también el libro. Elacofor sonríe y decide halbar con este diminuto animal. - ¿Te interesa la filosofía? – Dice sin recibir respuesta – Pues no te preocupes mi infante compañero, yo leere con un timbre claro y gustoso para que puedas entender cada palabra que desees – Saca unas gafas de un cajón y comienza a leer. “El arte de el amor, es algo inexplicable en este frio mundo hipócrita, desde el punto de vista de casi todos, es algo fabuloso e inexplicable, que causa sensaciones de fabula y maravillosas, esto es lo que digo, inmensa bola de idiotas, el amor es una sensación como cualquiera otra, odio, tristeza, etcétera. Tiene su origen en cierta parte de la cabeza, es algo tangible y por lo tanto, humano, pero el dia que el humano sea perfecto, lo serán también las sensaciones que este tenga, pero hasta este punto, solo puedo decir que el amor, solo trae mas cosas negativas que positivas desde cualquier aspecto. Causa desilusión, ira, coraje, celos, envidia, decepción, frustración y mil males mas de golpe, menguando el alma y la fuerza personal de cada uno. Permitan deciros que en si es algo innecesario e inaguantable…” Elacofor detiene su lectura cuando libera un profundo bostezo, y nota que su compañero, ya esta en los brazos de Morfeo. - Ah, afortunado eres, concilias sueño pronto, creo que yo – Vuelve a bostezar – Debo reponer un poco de fuerzas, este ha sido un dia poco usual en mi agenda… Mas tardo en decir esto que en hacerlo, Elacofor cayo en un relajante y necesario sueño, sin darse cuenta del tiempo que transcurría y en su siesta, cayo en un sueño. … - Padre, padre” – Decia un pequeño mientras jalaba el traje de alguien mas, alguien enorme a sus ojos - ¿Qué sucede… - Responde antes de que el pequeño le interrumpa velozmente. - Cuentame de nuevo… - Dice con un tono de petición infantil - ¿Qué cosa? – El hombre se extrañaba un poco. - Ya sabes que cosa – El pequeño sonreía intentando conseguir su objetivo. - Ah, ya recuerdo, lo que vi, ¿No es asi? – El hombre sonríe al niño - Si, eso, por favor, por favor, por favor- La mirada del niño le miraba fijamente - Claro, claro – El hombre toma asiento en una silla terciopelo color azul – Sentaos, te narrare mi viaje. - ¿Tu viaje? – El niño toma asiento - Si, mi viaje, a un mundo extraño y difuso, donde encontré, algo, algo que me hizo diferente por siempre - ¿Qué cosa? – La inquietud del niño aumento. - Esa cosa – El hombre comenzó a titubear – Esa cosa me hizo diferente por siempre, me cambio de golpe – - ¿Qué cosa? – El niño no se veía satisfecho - Esa cosa, esa cosa – El hombre titubeo – Esa cosa, es… … - ¡Ela! – Grita Lilith desde la planta baja. Elacofor se despierta de sobresalto y su amiguillo también, ambos voltean hacia todos lados y el libro cae de golpe al suelo, doblando unas hojas. - Vaya, cuando ya iba a la mejor parte – Dice Elacofor frotándose los ojos. - ¡Ela! – Vuelve a gritar su hermana mas fuerte aun. - ¡Ya voy, ya voy! – Responde sonoramente este, mientras se cuestiona hacia sus adentros - ¿Qué sucederá, nunca insiste tanto ni aunque sea comida? – Elacofor sale rápidamente de la habitación, esta vez el roedor va en su hombro, sin que este se percate, hasta unos momentos después y sonríe curioso. - Al parecer te agrada mi hombro – Rie levemente. Sin respuesta de nueva cuenta, avanza en grandes pasos por el pasillo hasta llegar a las escaleras y las desciende velozmente entre rapidos pasos hasta llegar al hall, donde ve detrás de Lilith y Rodsiulanam, otro individuo. - ¿Qué sucede? – Pregunta lentamente Elacofor sin siquiera tomar aliento. - Este hombre te busca – Dice Lilith mientras devora otra paleta. Elacofor se abre paso entre Lilith y Rodsiulanam hasta toparse con el individuo, un poco mas alto que el, con una capa que le cubre incluso el rostro, excepto los ojos, lleva un sombrero parecido al de el, Elacofor tarda unos segundos en descubrir quien es. - ¿Ministro Loficud? – Dice con una gran incredulidad Elacofor El ministro suelta la capa revelando su identidad con una sonrisa, mientras mira a Elacofor. - Buenas tardes, Elacofor – Responde el ministro con alegría. - Bue… bue… nas tardes señor – Elacofor no logra omitir su incredulidad ante el - ¿Qué… que se le ofrece…? – - Simplemente venia a informaros algo Elacofor – Responde mientras mira rápidamente la casa. - Si… ¿Qué…que venia a decirme mi señor? – Elacofor se inclina en la mayor brevedad. - Basta, basta Elacofor – Le ayuda a ponerse de pie – Somos hombres, no debes alabarme, lo mio es solo una ocupación como cualquiera otra, asi que por favor, abstente de , ¿Si? – - Si mi señor – Responde rápidamente Elacofor en la brevedad posible - ¿Qué venia a informarme? – Pregunta un Elacofor pasmado. - Vera… - Responde Loficud sonriente – Los ministros hemos discutido el asunto y…. - ¿Y? – Pregunta Elacofor - ¿Tiene ya la decisión? – La ansiedad lo consume de manera definitiva. - Si – Loficud responde acertadamente – Ya tenemos una decisión. Desesperado, gritas mientras intentas huir de la fría sombra que te sigue. Entre las frías piedras del pueblo, huyes sin detenerte, mientras gritas pidiendo ayuda. Nadie te oye, nadie. El sudor de tu cuerpo se pierde al caer entre rocas y tierra, tu aliento se mezcla con el de la noche, mientras el sonido agitado de tu corazón, despierta a los espectros y demonios perdidos en este mundo, buscándote sin saberlo, como cordero de su sacrificio. Tu desesperación te persigue, mientras los lamentos de tu ser, provocan la agonía de otros. Tu mirada, observa un edificio en el centro de este olvidado mundo. Cubierta de la luz de la luna, con una campana coronándola, al puro estilo barroco, no puedes ver su color por el velo de la noche, pero sabes que es, un lugar donde nunca se cierran las puertas, ni siquiera ti, que eres un detestable ser. Corres mas rápidamente al creer que estarás seguro, los pasos de la sombra se hacen más fuertes, tu menguante ánimo se eleva al ver con tus ojos sus puertas abiertas de par en par. Volteas sin quererlo hacia atrás, donde esa sombra te seguía. Con una risa maquiavélica en ti, al ver que ya no está ahí, insensato. ¿Olvidas que la noche, es el resguardo de las sombras, espíritus y demonios?, ¿Que no pudo ocultarse a tu ser con solo esfumarse en su entorno?, pero tu estúpida seguridad humana te obliga a reír entre dientes al verte seguro, no preocupes, ella también ríe, y más que tú, ella te ha traído sin que lo vieras. Entras al recinto con olor a flores e incienso, donde a pesar de las horas, aún hay gente dentro, todos con la mirada hacia abajo, sentados, como si esperasen a alguien. Tu mirada sigue hacia todos, esperando que alguien note tu presencia, pero es inútil, nadie te mira, nadie nota tu presencia. Intentas gritar, pero el frio y tus gritos previos te han dejado seco, mientras tu corazón vuelve en sí, tu mente se comienza a preocupar. ¿No te habías percatado de algo?, ¿No veías el cuerpo en el centro?, ¿No viste ese ser, en su traje de madera? Tragas saliva nerviosa al verlo. En el corazón del templo, hay un cadáver en reposo. La tapa aun descubierta, revelando a aquella tranquila alma. Curioso tu ser, te impulsa a mover un pie tras otro, te guía hacia aquel dichoso hombre, que yace con el creador. Te acercas, sin importar nadie de tu alrededor o nada, tu curiosidad es mayor. Llegas a los pies de aquel que ya abrazo a la muerte, ves su tranquilos ojos cerrados, sus manos en el pecho descansando, una expresión de paz le acompaña, mientras una de horror crece en ti de manera asqueaste. Ese hombre dentro del ataúd negro, no lo puedes creer, es imposible, impensable, real. Ves sus gestos en los tuyos, sus facciones en las tuyas, su ser, en ti. Eres tú, tú eres quien yace dentro de aquel ataúd, tú y nadie más. Gritas sin emanar ningún sonido, caes de bruces en suelo, mientras intentas alejarte de tu propia aparición, sudas frio en todo tu cuerpo, mientras intentas componerte, pero no puedes, no puedes. El grupo que te rodea se pone de pie, de manera lenta y gozosa, voltean a verte con muecas de horror e indiferencia, la piel pegada al hueso, con sonrisas amarillas y podridas, ojos vacíos, grises y blancos, algunos tiene trozos de carne y piel colgando en el hueso, las manos descarnadas y los trajes rotos, todos mirándote, aunque sin ojos, los sientes tras de tú carne. Entre lamentos y susurros de ultratumba, rodean tu inservible cuerpo en el ataúd, algunos alzan las manos y ríen al perder más trozos de piel, mientras tú en el piso, eres levantado por otro grupo de ellos, gritando, soltando golpes y vociferando maldiciones, intentas liberarte sin lograrlo, el llanto comienza a brotar de tus ojos, exclamas piedad, ¿Eso pides a los ajusticiados?, ¿Eres estúpido?, ellos murieron por tu crimen, no escuchan tus palabras, ni siquiera la vibración les llega sus oídos. Gritas como poseído sin que nadie te escuche, ahora Dios huye de ti. Entre los fríos brazos de estos muertos sonrientes, terminas sobre tu propio cadáver, rodeado por una serie de lamentos y maldiciones, miradas y roces, podredumbre y mortandad, gimes y lloras sin detenerte, intentando levantarte, tus propias manos te lo impiden. ¿Comprendes acaso tu verdadera situación?, Creo que no lo entiendes, hasta que ellos se le abren paso a un ser con una larga túnica, color purpura, pero luminosa, las luces se apagan y cirios negros son encendidos, uno a uno. Temblando, solo, abrazado por tus propios brazos muertos, te das cuenta de que ahora estas solo en el ataúd. En silencio, todos comienzan a murmurar y dar gemidos, gemidos lastimeros que te ponen los pelos erizados, excitan tus lágrimas y te orillan a la locura. El encapuchado, toma lugar a tus pies, sin mostrar sur otro, sin habla siquiera, dirige a los demás a tu alrededor, donde sus nauseabundas palabras y espeluznantes confesiones, provocan que cada esperanza tuya, caiga del borde del suicidio y las lágrimas más temidas, se liberten sin dudarlo dos veces. Entre escalofríos casi perpetuos, sin pronunciar tan siquiera una plegaria a tu Dios muerto, intentas recobrar la razón, mala idea, ahora eso es imposible. El encapuchado toma en sus manos, un cráneo oculto entre sus ropajes. Escupiendo sobre él, lo llena con sangre de un voluntario, una viscosa sangre, negra, con un olor fétido y asqueroso, evitas vomitar, pero con riendas tomadas, el misterioso ser, te baña en ella, soltándola sobre de ti. Risas malévolas se escuchan en tu alrededor, entre carcajadas sardónicas recuperas la conciencia, solo para verla morir de nuevo al verte rodeado por manos huesudas y lágrimas de piedra, el olor del incienso desaparece, ahora hueles dulce carne humana quemándose, sin percatarte de la vela que está bajo tu mano. Acurrucándote, hasta que el dolor, recuerda tu humanidad, la jala de golpe y te obliga a chillar una vez más entre muecas de dolor insufrible e impensable. Ves tus miembros quemados, sangrando y humeando, intentas huir de nuevo, pero eres jalado al perpetuo abismo del dolor y el horror, alégrate, el fin está cerca. El manejador de tu sufrimiento, ríe de manera casi impulsiva al verte llorar como un perro asustado. Levanta la mano y sus diabólicos seguidores, toman lugares, uno sujeta tu brazo, el otro y las piernas, mientras los demás sacan pequeños cuchillos de sus manos descarnadas. Suplicas una última vez, es inútil te he dicho. Con movimientos toscos, bruscos y lentos, acuchillan tu carne sin pensarlo, mientras gritas desesperado, arrancan uno a uno tus miembros. Al jalarlos rompiendo tus huesos, hilos de carne y sangre caen de bruces mientras comienzan a devorar con alegría tu carne y beber tu sangre. Sin pronunciar nada más que gritos, intentas pedir por última vez piedad. ¿Que no entiendes enserio? ¿Eres acaso estúpido realmente? En el festín queda tu carne y tu sangre, te convulsiones mientras el lúgubre recinto se oscurece lentamente, entre tus ultimas lastimeras suplicas e inútiles forcejeo, ya sin miembros, la sangre que pierdes, no vuelve jamás, tus lagrimas se comienzan a secar, tu conciencia a delirar y tu alma se aleja lentamente. Un susurro arrulla tu ser, intentas descansar del dolor, pero es imposible. Un agudo chillido liberas, mientras algo perfora tu pecho y suelta tus últimos chorros de sangre espesa. Incrédulo ves una mano que ha atravesado tu ser, entre sus dedos, palpita todavía tu corazón, con unos hilos de carne y sangre, que aunque delgados, lo unen a ti todavía. Sonríes al ver que el fin ha comenzado, sientes el dolor desaparecer, pero el miedo crecer. ¿Estás listo para el otro mundo?, ¿No cargas pecados acaso?, ¿El infierno te espera?. Tus ojos se agrandan una última vez al ver al demonio con la capucha, lamer tu corazón y sonreír con su enzimas enfermas, mientras los demás, en un éxtasis cubiertos de carne y sangre tuya, se abalanzan sobre ti Buenas noches, la misa ha concluido Copos frios barnizan la tierra donde nacesFrio transpira tu piel recien hechaDuermes en manos de un esqueleto amargoDel cual nace tu corazon negro ¿La oscuridad provoca el miedo?¿Nace con la alegria humana?¿Vive con las risas profanas?¿Existe en tu corazon negro? Los sueños duermen en el diaSueñan con un mundo sin ellosDespiertan dolidos cada momento No tengas miedo al amanecer ¿Acaso tienes miedo al ocaso?¿Por que tienes miedo? Soy tu peor enemigoHabito en el espejo de tu vidaReflejo todos tus odios y temoresHabito en la sombras de tu solVivo intentando pasar desapercibidoTu existes, yo tambienTu mueres, yo tambienTu me odias, totalmenteSoy algo que no puedes evitarAlgo que vive contigoY morira tambien¿Quien soy?...¿Quien soy?...Yo, soy tuTu, eres yoSi, amigo mio.Tu y yo somos unoPor eso, cuando me vezOdias vermePor que soy tus miedos, odios y derrotasNo te oodioTe deseo lo mejorPor eso te matareAlgun dia, no te preocupes... Cuando llegemos a ese dia Ese oscuro momento de todos nosotrosIntentaremos huir a escondernosPero sera inutilLos sellos seran rotosDe uno en unoLos cuatro primerosNos daran a escuchar A los infernales resoplidos de caballosCargando males eternosPestes, guerras, muerte y destruccionSe alzaran los combates celestialesEl cielo colapsaraEl infierno se alzaraEl tiempo llegara a su finEse dia...No corrasNo huyasEl final es para todosTu riqueza sera inutilTus lamentos mas aunNo importa lo que sucedaEl fin del tiempo llegarasy creemeTodos lo veremosTodosIn Fine Temporis Los susurros que traen el viento, son el sonido que resuena en el vacio que te rodea.El golpeteo de tus pies, rompe el piso de hielo por donde te deslizasCon tus brazos, envuelves tu cuerpo, intentando cubrite del mortal frio de la soledadTus ojos cansados se postran hacia adelanteSabiendo que no hallaras nada. Huyes contra vientoAunque sabes que te ahogaras sin remedioIntentas detener la tormenta con tu manoPero no hay tormenta hoy Te dirijes hacia un refugio, una salvacionPero te advierto, no llegara, no lo harasLas sombras rigen tu entornoTus manos intentan cubrir tu rostroQuieren que las sombras no te toquenLamento decirlo, estas en ellasTu les perteneces ahoraAhora que intentas huir a tu corduraLas sombras de tu mente te siguen todaviaPersiguiendo los restos heridos de tu concienciaAgoniza tu cordura, se derrama lentamentePierdes tu alma, a cambio de nadaRozas la locura con tus manosAtrapandola, perdiendola, nunca la obtienesLas lagrimas te pertuban, por eso te quitaste los ojosEsas son las tinieblas que te atrapanPor y para siempre, un corto tiempoBuenas noches, escuchasEl final te concedo¿Quien soy?¿Que soy? Soy tu verdugoSoy tu castigoSoy tu humanidadBuenas noches Frios y durosClavos helados Oxidando cada toque con tu pielLiberando un elixir carmesiEmbriagando con el al frio ataudCalienta tu ser putrido con cada estoque Sientes tus organos frios y tibiosEl duro metal los golpeaLos golpea tan duro que los penetraTu aliento seductor cae entre suspirosClamando piedad a oidos sordosRogando ayuda a manos cercenadasJalando un alma perdida desde hace tiempo Tu sangre en el piso se mezcla con otro jugoCon un vino blanco y transparenteLagrimas tibias con sangre heladaElixir prometido creado con tu vidaSientes tu cuerpo destruidoTu alma se aleja con cada choqueTus lagrimas se resbalan entre tu asesinoGimoteas agonizante en tu lecho de metalAhora le pertenecesPor siempreEres su primera victima, la unicaPerteneces solamente a ellaCada gota vital tuyaUna a una tus lagrimas purasSon de ellaTus suspiros caen ahogados con ellaEres de ella, solo de ellaPerteneces por ahora y siempreA tu lecho, tu esconditeTu condena por pecados inocentesTe la presentoAqui la tienesLa doncella de hierroElla aguarda por ti... Plante un rosa rojaEn un jardin oculto tras el cementerio Abri un agujero en la humeda tierra negraY coloque ahi una rosa rojaAhora veo con alegriaComo cada espina de mi rosaTermina clavada en tus ojos y estrangulando tu gargantaMiro el verde oscuro de mi rosalAtravesar tu torso y emepaparse de rojoEl color de mis rosasSe mezcla con el de tu serCreando ante miUn arte sin igualTus lagrimas son el rocio de la mañanaEl aliento que liberas es una brisa de la mañanaCae la escarcha en todo mi serEnvuelve el tuy con hermosura sin parMientras tus ojos son cuencas vaciasDonde ahora posan las semillas de mi amorNuevos rosales para este mundo que es mio Les rivières de sang qui coule dans le domaineInondations avec tout ce qu'ils touchent rougeLe rugissement de la lutte contre tous les hommesRésonne à l'horizon mourirSwords se heurtent à des cuirassesBien flèches enfoncent dans les seinsHommes déchirent les autres Conseils Comme si elles étaient des animaux seulementIgnorer la douleur des autresCela rend bêtesVous égarés sur le plancherLuttant pour survivre seul cette foisLe fléau de Dieu face à sa destinationLa dernière romaine cherche un peu de la gloireroi barbare veut l'orAlors que le reste veut juste sa vieChevaux apporter la mort sur leur dosIls ignorent leur mort autant que les autresLoaded uns contre les autres dans ce lit Ne sachant pas qui a donné le coup finalChâlonsl'espoir de Rome UltimnaStockée dans la mémoire de touMais même oublié. << Inicio < Ant.
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Fin >> Así que...¿Qué haces cuando no puedes decir a alguien una mierda?Por que podría arruinar más las cosas,y tú no sabes que hacer o ¿qué está pasando?Tú sólo sabes que algo muy, muy jodidamente malo va a pasar.Solo...Creo...No estoy segura...Sólo, sólo tienes que intentar. A veces lloramos por el mundo.Y otras veces, el mundo llora por nosotros.Porque nos estamos convirtiendo en una terrible e indescriptible cápsula de fatalidad.Cada cosa que tocamos, la destruimos.Ahora es más fácil llevar un disfraz de sonrisa, que llevar la sonrisa puesta porque sí. O porque queremos luchar por serlo, porque nadie nos quite lo único por lo que aún latimos: es decir, los sueños.Los papeles, hace mucho, que se cambiaron.Le escribimos a quien se ha ido, en vez de escribirle a quien está.Lloramos por lo que perdimos, en vez de abrazar lo que está. Le sonreímos a quien nos ha disparado y apuñalamos a quien nos ha reformado.Las palabras son simplemente palabras, pero todos sabemos que tienen fuerza de huracán destructible. Y que cada vez que las recuerdas, sientes cómo las astillas del pasado siguen incrustándose en el corazón.Regresamos a los lugares donde sabemos que ya nada pasará, que sólo nos enmudecerán los recuerdos y nos reventarán los lagrimales. Nos encanta añorar, porque somos seres sentimentales. Y nos encanta sufrir, porque somos seres apegados al sufrimiento.A ver cuándo va a ser el día en que vuelvan a detenerse y contemplar los atardeceres, a ver cuándo va a ser el día en que no haya prisa por llegar tarde al trabajo por quedarse un poquito más con quien quieres, a ver cuándo va a ser el día en que se nos acaben las excusas y nos digamos las cosas en la cara, a ver cuándo va a ser el día en que dejemos ir trenes por no dejar de abrazar, a ver cuándo va a ser el día en que nos convirtamos en humanidad y dejemos de ser simplemente humanos...ᅝᅝᅝ ᅝᅝᅝ Queria volver al mismo abismo del que creeia que habia salido, necesitaba algo mas ya no podia con todo, solo dar un paso atras para volver a sentir todo lo que habia intentado dejar.Volver a mis dias malos, sentir la sangre coagulandose en mis piernas, como ardian esas pequeñas cortadas, volver a pasar los dedos por mi garganta intentando ser lo que jamas fui inclusive dejando de comer un tiempo, intentar no llorar, dejar los problemas de casa atras, dejar de sentirme sola, creerme la mentira de que tenía a alguien que estaría conmigo y me diría que todo estaría bien.Era mas que nada intentar cosas que no pasarian, pero erá mejor que seguir como ahora, sin desahogo alguno, sin tener nada que me hiciera sentir bien como un lugar en el que me me harian sentir confiada o alguien. Mis ancias crecian casi tanto como el odio mismo que me tenia, podia ver como mis brazos parecian que se romperian con tan solo flexionarlos, sentir que mi abdomen era enorme, mi piernas de papel, sentirme tan debil era la unica forma de sentir algo pero el precio ya no lo valia totalmente para mi. … Y aprendí que las historias no se escriben solas, que no todas comienzan con un "Había una vez”. Que algunas comienzan con un simple “Hola”, que otras empiezan con mucha emoción por descubrir lo que sigue y terminan desilusionando, mientras que otras van lentamente atrapándote en su trama. Que hay algunas que terminas de leer con lágrimas en los ojos. Pero hay otras que las leerías una y otra vez. También hay las que no entiendes hasta que las lees nuevamente. Aprendí que hay historias que terminas de comprender después de mucho análisis y para cuando lo haces ya están en otras manos. Sobre todo aprendí que hay historias que inevitablemente marcan tu vida aunque no terminen con un ''Felices Para Siempre''. ❝Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta.Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual y, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Y que solo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.Nos hicieron creer que el matrimonio es obligatorio y que los deseos fuera de ese término deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que solo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes y que podemos intentar otras alternativas. Tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto... cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y entonces, cuando estés muy enamorado de ti mismo, podrás ser muy feliz y amar de verdad a alguien.❞ᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝ Caminó sigilosamente a la cocina, era esa hora del día en la cual está oscuro pero todavía se puede ver sin luces; la casa estaba vacía, solo se escucha el inusual aire golpeando los arboles. Sacó un cuchillo de acero de una de las gavetas laterales y lo ensartó en la pobre victima inerte en la mesa del centro. Una sustancia rojiza se deslizó por su lisa piel verde claro, deslizó con dificultad el cuchillo hacia abajo, hasta partir el cuerpo a la mitad; al lograrlo una sonrisa se dibujó en su rostro y su boca salivó. Por dentro, su víctima estaba jugosa, era un color rojo, fucsia, rosado; el color le recordaba a las tardes de verano en la terraza de su casa junto al mar. Olvidó por un momento a su víctima y recordó la brisa del océano, fue tan real que pudo sentir el olor de su protector solar y el plástico de su salvavidas. El líquido proveniente de su víctima le hizo regresar a la realidad, observó con susto sus manos manchadas, mojadas y sucias; observó el cuchillo frio, observó el interior del cadáver, rojo… Recordó cuanto detestaba ese color desde que se abrió la cabeza al caer en el filo de una pared, recordó el sonido de la aguja en su cabeza mientras le cocían la herida, recordó el olor de la anestesia y la sangre… Su mente regresó a la cocina, recordó que se encontraba en pleno asesinato a una sandia, pero al verla allí, inerte en sus manos, indefensa; se dio cuenta que su necesidad de saciar la sed, se había esfumado con el simple hecho de sentir el jugo de aquella enorme sandia roja, deslizándose por sus dedos. El olor de la pasta de su mamá se atravesó por su nariz, lavó sus manos, abrió el horno y se encontró con una lasagna tostada, con queso derretido saliendo desde sus entrañas; su boca salivó nuevamente, pero esta vez reprimió sus deseos por ensartar el cuchillo en su interior y esperó la hora de la cena con ansiedad. ¿Recuerdas la primera vez que me hablaste? Tu sonrisa iluminaba todo tu rostro, te veías tan angelical. ¿Recuerdas nuestras primeras pláticas? Eran un tanto extrañas pero, por alguna razón, eran agradables. ¿Recuerdas nuestro primer abrazo? Fue corto y descoordinado pero te juro que me sentí tan bien entre tus brazos.¿Recuerdas nuestras pláticas siguientes? Cada vez hablábamos más, la confianza aumentaba aceleradamente. ¿Recuerdas aquellas noches en vela? El tiempo no existía para nosotros, nunca nos aburríamos de hablar. ¿Recuerdas cuándo nos distanciamos? No sabes lo mucho que me dolía el verte y no poder acercarme a ti. ¿Recuerdas lo que pasó después? El fin de todo... Solía preguntarme si alguna vez volveríamos a estar juntos, si podríamos superar nuestras diferencias, si podríamos perdonarnos, si todo volvería a ser cómo antes, pero ¿sabes qué? Me di cuenta de que no: no podemos volver a ser los mismos de antes, ambos cambiamos, ambos nos lastimamos, ambos nos distanciamos; y ahora solo somos dos personas que solían conocerse... ᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝᅝ Últimamente la vida la llevo ojerosa, ya ni siquiera tararea su canción favorita, incluso ya no le da por tiritar cuando está a punto de ser feliz.A esta edad, ya he sabido más de monstruos que de personas, porque a mí siempre me han dado mucho miedo las últimas, desde pequeña, digo.Lo digo por experiencia propia: a veces cuando intentas hacer sonreír a alguienmientras tú no sabes cómo hacerlo, lo que pasa es que te clavas más en el pecho. ese ojalá que nunca acaba de llegar.Miro al cielo, entonces,con la vista cansada y con los sentimientos quién sabe cómo, jamás he sabido ponerle los motivos correctos a la sonrisa, siempre, al final, la destrozan las personas a quienes he admirado y por las cuales he derribado muros para llegar a ellas.Porque cuando quiero conseguir algocruzo fronteras,mares, millas. Y luego, no sé,pero cuando lo consigo,también pierdo algo.Y me duele.Entonces comprendo que para conseguir unas cosas tendrás que sacrificar otras.Y lo jodido es que tú no escoges cuáles perder, sino que es la vida quien te las arrebata sin el más mínimo de los afectos.La vida, la mía,no me ha sabido tan dulce desde que comencé a entender de qué va el mundo.Romper cosas cuando intentas dar tu mayor acierto, romper personas cuando intentas construir algo bonito, romper corazones cuando intentas entrar a ellos. ¿Por qué todo, a veces, se resume en romper?Ojalá sólo lo conjugáramos con las cosas, y no con las personas.Dicen que con el tiempo uno no olvida, sino que aprende a aceptar. Y con lo que a mí respecta: ya te he aceptado y me he resignado a ti, porque el mayor error hubiese sido no haber coincidido jamás.Ven, te invito a una noche de recuerdos,aquí está tu sonrisa.Y allá, la mía.
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