El tiempo, cuestión que se pierde, que se va, que no vuelve que fluye. Aprendemos a perder lo, a derrocharlo en las mas efímeras acciones, y en personas que se irán que se pierden, que no volverán, cuanto mas nos acercamos al fin de la vida, nos damos cuenta que el proseguir esta vigente y que dejamos ir lo que no volverá, como las hojas que son arrastrada por el viento. Solo son sombras de días pasados las que lanzaban sonrisas remendadas. Juegan en la avenida mientras cuelgan de la ventana ,mientras nadan en la blanca ciudad. Es la ciudad tan absurda y tan nítida la que se asoma de ves en cuando la que grita de mil maneras, es esa ciudad la cual sus ventanas parpadean luz de ves en cuando la de vientos ligeros y zonas pasajeras, la de caminos sin pies y la que se cobija de frió ,es aquella ciudad la que inquieta las sombras que comprende estos terceros , esperan al amanecer para subir en nubes de polvo y después desaparecer , desaparecer con el mas ingrato gesto. Extraño las tardes naranjas llenas de compañía los gestos llenos de sonrisas los cuadernos con rayones negros, hojas arrugadas y aquel árbol de tronco fuerte y hojas cafés en donde nos sentábamos a filosofar acerca de la vida como compartíamos nuestras dudas como nos inundábamos de silencio mientras la gente iba y venía como mirábamos el cielo y lanzábamos a lazar análisis sin interpretar extraño aquel rincón gris envuelto en arena seca donde hablábamos de tiempos atrás minutos ligeros y secretos castaños , extraño nuestras vivencias nuestra hermandad y el aire que flotaba mientras mirábamos con destreza el caminar de la soledad mientras las nubes daban vueltas, extraño aquellos errores que parecían perfectos , hasta nuestros disgustos eran gratos porque nos unía la sinceridad ,extraño las horas sin entender algunos predicados , las confusas miradas y el devenir inesperado ,el estrés recargado en aquellas horas académicas , nuestras ansias por los dulces de café y la hora de salida las personas sensatas y las insensatas extraño cinco años contados ya separados. Las ventanas se cierran ante la mañana gris el sol oculta su rostro las calles se derrumban ante el cielo pálido , el césped seco es asechado por el viento las horas se congelan ante el recuerdo, el frio de las paredes envuelve su espalda , su pelo se quiebra ante la brisa hecha hielo, sus ojos se sobresaltan ante el recuerdo fundido las calles baldías rebelan su inquieta tristeza que mañana más triste , mañana de soles rotos , nubes ocultas y el sueño esfumado recorre las esquinas de aquella ciudad ingrata escuchando el sonar de los autos las charlas imparciales y el viento crisálida el pasar casual y las miradas perdidas en aquella esquina se entona la tenue canción envuelta en recuerdos pulsantes su caminar sigue y el cielo parece llorar el rosal parece marchitarse el agua detenerse y la raíz aquietarse . La glacial brisa parece acariciar su mejillas y su caminar sigue sin rumba atento , solo su mirada parece confundirse con el resto de la multitud es la aura de recuerdos somnolientas los que acompañan su presencia es el tranquilo suelo el que abre sus pasos .En su pecho carga el calor del ayer las cicatrices pasajeras y sus tranquilos recuerdos parecen inmutarse convertirse y esconderse , sus ojos negros, expresivos revelan los sentires soldados los secretos nunca dichos , sus ojos aun guardan la curvatura juvenil de hace unos años decide sentarse en aquel parque lleno de olvidos y arena seca escucha el canto de las aves , aquel canto lo confunde con la partida de aquéllos días cierra sus ojos y percibe el lejano paraíso oscuro desea no abrir sus ojos y no despertar de aquella fantasía nublosa en donde el alba se ausenta, decide abrir sus ojos y ve delante de sus hombros las montañas excelsas que rodea aquella zona el olor flamante de aquellos arboles inunda su cuerpo y por un rato las horas parecen detenerse y en su mente solo navegan aquellas ideas míseras, su boca parece embriagarse de recuerdos turbios su sonrisa parece diluirse solo sigue su camino atravesando aquel día en donde la esperanza esta ausente el recuerdo presente. Acude a su casa y acoge entre sus manos aquel cuaderno lleno de letras añejas, tinta negra y hojas arrugadas su ojos leen aquellos sucesos pasados aquellas horas sedientas y tardes envueltas de sonrisas dientes apretados y pies descalzos se desvela entre las hojas ocres, las olas de la realidad se a galopan de nuevo en sus pestañas ya llega la tarde y el día a un no termina toma un sorbo de café su vida ahora es color purpura se deleita pensando que su existencia terminara en una día soñador con nubes agrias en donde se rebosa la ausencia. Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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