• Lyda Garcia Espinosa
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  • País: Colombia
 
Libremente...   Anduve por veredas,  barrios y ciudades anduve sin destino, anduve soledades, alguna vez me detuve ante puertas entre abiertas que invitaban a pasar pero al ver en la mirada de aquellos seres vacíos, sombras de su pasado habitando en torno mio, deje sus vidas desiertas,  me aleje sin dar la vuelta. Otras veces en arroyos  mi sed quise calmar  sentarme a sus orillas  y quedarme a descansar, pero mi alma inquieta no se pudo detener a sembrar semillas y esperar verlas crecer, prefirió seguir de largo para riesgos no correr, y disfrutar libremente sin amarras ni por qués...    Lyda de Jericó Derechos reservados de autor- Colombia  
Libremente...
Autor: Lyda Garcia Espinosa  638 Lecturas
“Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos.”  ― (Alejandra Pizarnik)- https://akifrases.com/frase/179033 Por eso como Miguel Hernández, "Llegó con tres heridas: la del amor, la de la vida, la de la muerte. Viene con tres heridas: la de la vida, la del amor, la de la muerte. Con tres heridas yo, la de la vida, la de la muerte, la del amor". (Miguel Hernández. llegó con tres heridas) La herida de amor "Para Miguel Hernández ya no es el amor lo que permanece después de la muerte, es la herida del amor la que está más allá de la muerte". Lyda de Jericó. Tanta herida que coser,  tanto dolor que calmar la vida, esa mezcla de alegría, de bondad y de maldad. Tantos sueños que se pierden,  como tantos sean ha perdido porque no saben soñar. ¿Cómo podré entonces,  con un poema lograr ... que se sanen mis heridas  que mi dolor pueda curar, que mi corazón herido por pretender alcanzar una flor de tu jardín, no se muera en soledad? Todos nos debatimos entre el bien y el mal,  todos nos confundimos con un amor irreal y, si al final estamos solos, ¿de qué nos sirve soñar?. Si, estas heridas laceran la ternura y la bondad, si mis poemas son agujas  que se clavan sin cesar en el pecho que te añora, como llanto que me ahoga porque en silencio guarda  lo que no puede gritar... Que vengo con tres heridas que no puedo soportar,  que prefiero estar perdida  y olvidarme de soñar. Porque tu amor me traspasa  la mente y la razón, porque mis versos me atan  a toda esta confusión de quererte y no tenerte de buscarte y no encontrarte, porque eres frío que abraza que me quema y desvanece  entre la vida y la muerte  por sentir lo que no sientes. Por todo eso me voy,  me alejo con mis heridas a buscar mi salvación, más acá de mi vida  y más allá de mi muerte, para este amor que murió  que se fue sin compasión condenandome a no verte y dejándome, una herida de amor. Lyda de Jericó DRA
Un poema compañero   "Mientras me duermo, voy a caminar descalza,  voy a volar sin alas por senderos abiertos, Pero, a dónde iría?, si los caminos que me esperan, están hechos de piedras  y de musgo cubiertos. Podría resbalar o caer como rocío, en lugares donde nadie precisa nada mío. Mejor, me quedaré, no tengo equipaje,  no tengo zapatos, ni alas, ni plumaje. No iré a ninguna parte, me levantaré,  escribiré un poema  que acompañe, mis noches en vela".  
Veleros de paz   Poetas, cantores universales nuestra voz es la voz más humana, es la voz del viento que viaja  más allá del tiempo y la distancia. Poetas cantores universales  cantemos nuestras estrofas  y llenemos toda la tierra con la verdad que nos brota,  como si fueran hojas que caen del cielo y tapicemos los senderos con nuestros versos. Poetas del universo  unamos las voces  y cantemos al mundo entero, que la vida es todo un viñedo,  donde se brinda  con el vino de los sueños, donde el amor se engrandece  con las manos unidas de todos los pueblos.  Poetas del universo,  bajen de las estrellas, dejen las islas y las selvas, desciendan de los montes,  escapen de las ciudades  y suban a la nave  de la inventiva nueva,  de la más profunda creación a la nave que navega sin destino por cielos de inspiración. Poetas cantores universales  vengan todos a los mares de esperanza y comprensión a los mares de perdón donde se escribe de paz  y de reconciliación,  donde todos cantarán aquel verso que nació  para una sola voz,  porque el poeta no puede  ser más que otro jamás  sus destinos son parejos: escribir para volar. Volvamos poetas todos a gritar fuerte, gritar... que la vida es todo un mar  y aunque lleno de reveses  al poeta no le importa cambiar poemas por peces,  el no sabe competir por tirar mejor las redes porque el poeta es bondad.  Poetas del universo  naveguemos por la mar, donde todos nuestros versos sean veleros de paz.,  y los remos sean manos escribiendo sobre el agua lo que dicen los arcanos develando la verdad  y nuestra vida llevarla lejos de toda maldad, donde el poeta sea el alma  de toda la humanidad. Poetas del universo,  somos veleros de paz. Lyda de Jericó Agosto 22 de 2017  
En mi pueblo fuí extranjera El prefacio de un poema "Jericó te llevo en mí  como ave que sin querer,  en otros cielos vio su vida crecer. Ahora mis alas vuelan para llevar hasta tus cimas este, mi poema, y decirte con mis rimas que algún día volveré pero eso sí, no me vengo sin comprarme mi carriel." No crecí en el pueblo que me vio nacer no camine sus calles de pequeña, no visite sus parques con mi abuela, ni a las palomas alimente. No jugué con el agua de la fuente, no fui a la escuelita de Doloritas, no pude guardar en mi mente travesuras con amiguitas. No recorrí sus campos ni me bañe en sus ríos ni subí a sus árboles  a robar los nidos. No eleve cometas  en el morro El Salvador, ni en Semana Santa canté saetas en la catedral de Monseñor. No me vestí de domingo ni compre sus colaciones, no di limosna a sus mendigos y allí, no he rezado oraciones. No tuve novio formal que parado en el portal y jugando con mis gatos,  esperara mi llegada con sus bolsillos repletos  de cardamomo y mecatos. No estudié en su normal no me hice profesora, pues en otro lugar  soñaba con ser doctora regresar a mi pueblo y todos poder curar. Pero si hice otras cosas, cuando iba de paseo y sentía del verano su brisa, en las tierras de mis padres  y de todos mis ancestros, no había nada más bueno  que tomar leche con luisas Y por más feliz que estuviera cuando iba de visita,  al recorrer sus calles y escuchar todas sus cuitas,  me sentía prisionera  y aunque mucho me doliera, en mi pueblo fui extranjera. Lyda de JericóDRA   
Todos somos poetas. Todo lo que hacemos es poesía,  hay poesía en ti,  hay poesía en mí; poesía que desgarra,  poesía que aliena, poesía que sublima, poesía que alienta, poesía que te alegra, poesía que entristece, poesía que te levanta, poesía que ennoblece, poesía que te eleva, poesía que enmudece, poesía que te duele, poesía que te habla, poesía que todo puede, poesía que te calla, poesía que te salva,  poesía que te mata, poesía que sueñas, poesía que asombra, poesías que son señas, poesía que no te nombra, poesía que saluda, poesía del adiós, poesía de la duda, poesía para dos, poesía de la vida, poesía del perdón, poesía bienvenida, poesía que es canción. Lyda de Jericó 21/03/2018DRA   
Lenguaje que nos conecta Palabras que son versos,  versos que son poema, poema que es poesía,  poesía que es,  el lenguaje del poeta. Las palabras más sentidas son fuego, son lumbrera en las noches frías, luciérnagas que iluminan el camino. Los versos más profundos  son sentires que abrazan el alma, llenan de ánimo o traen calma. El poema es canción y cuando el corazón está ávido de razón para existir, invita a cantar, invita a seguir.  La poesía es la manifestación hecha de palabras  tejido de versos, entramado de poemas,  ella es la suma, la unión de la inventiva nueva,  voz, grito, eco que estremece, semilla que crece. Los poemas hablan del amor o de la pena,  de todo lo que conmueva no importa su naturaleza,  siempre son expresión de la existencia, humano lenguaje que nos conecta.  Lyda de Jericó  
De rimas está llena mi ánfora. Empecé a vivir mis veinte años entre amores que llegaban y partían, no todo fue alegría, viví desengaños, ilusiones vanas que se perdían. Entre los sueños que quise realizar me encontré la más bella ilusión, un amor inesperado me vino a sanar, haciendo de mi vida su visión. Y quedé libre pero atrapada por el canto de su voz que fascinaba, al ritmo de una melodía soñada, coro de versos que me encantaba. Recuerdo la dulce caricia al atardecer, no había nada mejor que tocar su piel, olvidaba mis libros para dejarme querer y dormir a su lado bajo el árbol aquel. Sus poemas alienaron mi solitaria vida fueron entonces, la mejor ideología para un alma desconectada y extrovertida, perdida en una aparente verdad sombría. Supe que lo más bello se escondía en cada palabra, en cada metáfora que sin saberlo, ya era canto y poesía y de rimas estaba llena mi ánfora. Porque ese amor que se ansía tener te abre la ventana de la lucidez, no te crea dudas y te deja ser, nunca de tu pensar es señor o juez. A los veinte años lo encontré, después, se fue... se fue, mi corazón sabe que le fallé aunque nunca supe... ¿por qué...?. Desde entonces me acompañan,  sonetos que en la noche me despiertan con sus rimas, quejas que arañan; a los recuerdos que en silencio disertan, creyendo que a mi corazón engañan con el eco de un pasado que aún sujetan. Lyda de Jericó 19/03/2018  
Otoño sin ti   Fue en abril cuando te encontré, fue en aquel abril que empecé a vivir,  y entre nardos y flores de aquel frío abril sentí de tus manos la caricia sutil,  tan sutil, que parece que estás aquí, a pesar que todo de mí se fue que por esperarte, sola me quedé. En las tardes frías de este otoño gris escribo poemas que no tienen fin, son los compañeros de mis desaciertos cuando vago noches de tristes lamentos, y sigo soñando con aquel pasado que muere conmigo en esta soledad, añoro tenerte muy cerca a mi lado, aunque sé que nunca jamás volverás. Tengo entre mis manos aquel viejo libro que guarda los años de ese tiempo amado, lo estoy leyendo aún sin abrirlo y mi cuerpo todo se siente embriago con aquellos versos que tú me escribías, que fueron mi cama y también mi abrigo cuando descansaba y tú los leías. Alejo mi espera y camino sola entre hojas muertas que van tapizando el sendero largo que te vio marchando, ellas van cayendo cual si fueran olas que vienen me cubren luego me despojan del cálido abrazo del agua de mar  que te toca suave y después se va. Lyda de Jericó  DRA-Colombia  
Otoño sin ti
Autor: Lyda Garcia Espinosa  469 Lecturas
Mi camino. El camino me espera no sé qué me detiene he pasado en vela, pensando si me conviene. No tengo más salida o salgo a caminar o dejo morir mi vida sin conocer nada más. El camino está lleno de calles y recodos para recorrerlos todos, llevaré pan de centeno y un vino que sea bueno. El camino se extiende más allá del horizonte por eso mis pies ascienden a la cima de los montes. Por los valles van mis pasos mi mente no se entretiene, pero si lleno mi vaso del agua que el río tiene. Voy cantando mi alegría, voy gritando libertad me amanecen nuevos dias que me invaden con su paz. Ahora que en el camino encontré felicidad comprendo que  mi destino, está en buscar mi verdad. Lyda de Jericó DRA- Colombia  
Mi camino.
Autor: Lyda Garcia Espinosa  467 Lecturas
 A Jericó en su 167 años de fundación, la cual se celebró el 28 de septiembre de 2017 Espérenme pues, abuelos... "En línea pintoresca me voy pa' Jericó" (Línea: Bus escalera pintado de colores muy vistosos) Mi abuelo está en Rondinela listo pa' regresar a donde mi abuela espera en la vereda Guacamayal.  Ya la mula está cargada con el mercado semanal,  con sus ataos de carne con sal  de arroz, maíz, panela  y frijol indio del lugar. Nunca falta en el mercao y en una alforja ya están, las luisas y rebosaos  compañeros del cacao y de la leche también, pues a falta de manzanas en las media mañanas, todos los suelen comer  al algo es igual y en la noche es tradición merendar. Espérenme pues, abuelos que de Medellín salgo hoy,  atravesando montañas  y recorriendo,  del cauca su cañón,  en una línea pintada cual obra de Picasso,  retomando los pasos de mi padre en otro tiempo,  cuando negociaba entre la ciudad y el pueblo. Espérenme abuelos míos,  aquí voy a acompañarlos,  en las noches de frío  y en los días de verano. Lyda de JericóDRA   
Más allá de lo que fui   Fuí montaña, fuí mar,  viento y cielo, cauce y río,  ave en vuelo. Soy camino, playa,  orilla, árbol, rumor,  hoja de otoño soy.  Me gusta el paisaje desolado, añoro lo que no tengo a mi lado, me encanta el envés de las hojas y encontrar así, mis congojas, vibro con el rumor del viento  que me trae tu voz y tu aliento. Quiero irme lejos no sé si así me alejo, quiero quedarme contigo y olvidar lo que persigo. Y, con todo lo que fuí,  construyo lo que soy aquello que perdí no me hace falta hoy, lo que me agrada y quiero,  hace feliz mi sueño porque es todo lo que anhelo. DRA-Colombia Lyda de Jericó  
Caminaba solitaria por la vida,me sentía cansada y retraída,nada me emocionaba, ni atraía,el amor siempre fatuo me parecía.Pero un día sin previo aviso, como un bello regalo inesperado;el destino que así lo quiso,me dejó el corazón flechado.Allí estaba, tan cerca y lejano,como algo irreal, imaginario,a quien le confieres tu manoy no te importa su prontuario.Sus palabras dulces cánticos,tocaron mi ser más profundo;con acordes tiernos y románticos,motivaron un sentimiento fecundo.En las noches largas y lluviosasme acaricia su voz en la distancia;con esas, sus frases melodiosas,invade todo cual fragancia.No importa quererlo en la ausencia,y por eso a él, decirle puedo:"No necesito verte para sentir tu presencia, a ti me entrego con gran denuedo".Prefiero estar viviendo una ilusión, asaltando cada día mis anhelosque sujetarme sin fe, ni razón;al desamor con todos sus recelos.Cada vez que abro mi portátil,sé que vuela hasta aquí,su roce casi invisible y sutiles más que un lenguaje para mí.Ayer, mientras lo miraba en la pantallale bese la boca y brindándome su mielme decía tenue y leve: "Calla, te amo sin tocar tu piel".Autora: Lyda García EspinosaSeudónimo: Lyda de Jericó.País: ColombiaFecha: 26/04/2018 
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Hay momentos
Autor: Lyda Garcia Espinosa  447 Lecturas
Podría caminar descalza entre las dunas y podría también, si quisiera, sentir que el calor no me quema que son tan suaves ellas, las dunas, que acarician, que no queman. Pero, ¿acaso son las dunas montañas de soledad, espejismos que me llegan, como recuerdos que forman capas de arena?. Sin importarme que son, veré cómo se dispersan, y, cuando un viento decida hacer de ellas, otras nuevas, entonces, abandonaré sus caricias y me quemaré con el fuego de otra colina que nace, de otro espejismo que llega.(Lyda de Jericó)DRA 
Del amor y el desamor en día de domingo.   Aquella tarde  cuando el sol lentamente se iba, se fueron con él las alegrías  que me trajeron tus besos de amor, esa, tu mirada profunda  y tus manos de ternura llenas, se fueron, se fueron... ya eran ajenas. Aquella tarde sin adiós, sin despedida a la orilla del olvido abandonaste mi vida, y lo que amamos los dos se quedó en el tiempo perdido de tu voz y de mi voz donde fuimos la misma canción. Aquella tarde  solo un grito se escuchó ahogado en mi interior, por todo ese dolor  que laceraba al corazón con su frío abrazador. Aquella tarde  mi mundo claudicó mi risa, mi canto y mi yo, todo lo mío se fue todo contra mí conspiró, hasta el recuerdo que amé,  todo... tras tuyo marchó. Aquella tarde tome una decisión, qué importaba lo perdido subí al tren que se iba  deje en el andén la aflicción y me fuí a llenar vacíos, pues mi alma ya urdía un plan para el desamor. Aquella tarde  al llegar a la estación alguién que no esperaba me siguió con su mirada  me abrazo con su candor, y de nuevo enamorada  mi vida feliz cantó. Lyda de JericóDRA   
La huella de Meira del Mar. “Vuestra alegría es vuestra tristeza sin máscara" Khalil Gibran. Me preguntaron ayer el porqué mi canto es triste,  no supe qué responder pues la alegría me asiste. ¿Será talvez que olvidé lo que otrora viví y no admito creer que aquello sigue aquí?... Y, aunque todo pasó  como pasan los años, ¿en el silencio quedó lo que aún me hace daño?... Será que cuando logré despojarme de aquel pasado sin saber cómo y por qué, en mí, ¿quedó algo guardado?... No, eso no puede ser, mi corazón hoy canta y en su nuevo amanecer tiene un sol que lo levanta. Cuando de soledad escribo sobre trazos de melancolía, algunas palabras inhibo, pero no roban mi alegría. Y no busco una respuesta  para todo justificar, solo sé que no es tristeza  lo que me gusta plasmar. Pero en mi tengo escondido el ambivalente pensar: nada llevo conmigo  y con todo voy a andar. Tal como de niña solía cantar,  mi tristeza es la alegría  y mi alegría es la tristeza,  quizá por la influencia que en mi dejo la poeta: Meira del Mar. Lyda de Jericó  
Hoy dormiré   Te saludo noche, a ti que acompañas como nadie las horas de un corazón solitario, horas de bruma que esconde tu figura  en ese vestuario  que arropa tu espesura. Te saludo noche,  saludo a la brisa que traes y al viento que te acaricia,  cuando pasas de prisa. Noche que te robas las horas y te llevas contigo a mis aves canoras que se van con sus cantos  a dormir a lo alto, buscando abrigo. No podrás abrazarme hoy,  no siempre soy fiel  a veces un poco cruel...  te dejo, me voy, esta noche dormiré.  
Hoy dormiré
Autor: Lyda Garcia Espinosa  433 Lecturas
Contigo fui Cuando más triste me encontraba fui risa de tu risa y canto en la madrugada. Cuando a solas te esperaba me arropaba con la brisa de la noche que llegaba. Tarde regresabas a la hoguera  pero las brasas calentaban, y aun siendo mi quimera,  en tus brazos me abrigaba. A tu lado fui el rumor del agua que pasó ligera, a tu lado fui la flor  que no llegó a primavera. Mi alma a ti se abrazó  como a un destino incierto  que se fue y no regresó dejando el mío desierto. No me quedan esperanzas  ni un poco para beber de ese río desbordado que una vez calmo mi sed. Y aunque ahora sola y triste  todos me ven pasar, no saben que tú fuiste a quién no podré olvidar. Porque contigo fui, un poema inacabado  aquel amor desolado que se fue detrás de ti. Mas no me asiste la pena, ni el dolor ni la congoja, tu recuerdo es como arena que al caer, aún me moja. Yo sé que no te has ido pues conmigo, al caminar siento el aire invadido de canela, de romero de sándalo y de ámbar. Lyda de Jericó
Contigo fui
Autor: Lyda Garcia Espinosa  426 Lecturas
Final.   No hubo lamento no hubo llanto, nos llegó el silencio  se llevó el encanto. Se fueron las miradas se fueron los abrazos, no quedó nada, éste es el ocaso. Partieron las aves de nuestro jardín, de aquellas tardes  nos asiste el fin. Los dos vagamos entre la bruma, ya no tenemos razón alguna, para dormir juntos bajo la luna. Atardece ahora vete de una vez, al quedarme sola no te extrañaré. De lo vivido  nada hay que salvar, todo está perdido nos llegó el final.  
Final.
Autor: Lyda Garcia Espinosa  426 Lecturas
Del amor imaginario y otros masoquismos.   “Del amor imaginario que proyectamos, del amor desconocido que soñamos, del amor que sin tocarnos… nos hace daño”. Lyda de Jericó Venías no sé de dónde y nunca pregunté tu nombre, solo recuerdo que te esperé sentada en la banca del lugar aquel. Recuerdo que brillaba la luna esa noche como ninguna y con aquella luz imponente,  mis versos quería leerte. Tenía una obra de Sartre que quería regalarte y un poema escondido, entre las hojas del libro. Esperé un poco más…  y no te ví llegar jamás, con mi libro y mi poema me fui rumiando mi pena. No sé porque me quedé, no sé ni cómo fue, sólo sé que me perdí cuando me acerqué a tí, a tí… que nunca conocí. Fuiste viento suave que acarició mi piel, pero volaste cual ave que jamás ví volver. Fuiste luna que iluminó el vergel que inventé, pero tu sombra cubrió todo lo que imaginé. No olvidaré aquel lugar  donde te pude tocar, sin estar presente. No olvidaré aquel lugar donde te perdí, aún sin tenerte. No olvidaré aquel dolor que sentí sin razón,  por querer atrapar el amor. No olvidaré que me atrapó la ilusión, de mi masoquista visión. Lyda de Jericó   DRA
Caminaba tristemente ayer por las calles de mi pueblo y pensaba dulcemente en ti que ahora solo eres recuerdo. Te encontraba  en cada esquina mi amor, me llegabas con el viento, te pensaba  en mis silencios amor,  hoy ya sólo eres recuerdo. Coro: Y mis días sigo así,  vagando sola y sin ti,  me pregunto si tal vez, algún día has de volver. Te me fuiste sin quererlo yo, te alejaste de mi vida, olvidando la promesa de amor que me hiciste un día. Y cantando esta canción me voy, recorriendo viejas calles y pensando sólo en ti amor, ay, qué falta que me haces... Coro: Y mis días sigo así..... Te me fuiste sin quererlo yo (bis). Y, pensando sólo en ti amor que hoy ya sólo eres recuerdo, ay amor, hoy ya sólo eres recuerdo... Ay amor, sólo sólo eres recuerdo, sólo sólo eres recuerdo..... Lyda de Jericó DRA-Colombia.  
Eres recuerdo
Autor: Lyda Garcia Espinosa  420 Lecturas
El fuego guardado   Aquella tarde salí de paseo, aquella tarde  me perdí en monólogos que nadie escuchó, me cubría la niebla tan fría y húmeda  que el prado mis pies descalzos mojo. Me acerqué a la orilla del cauce del rio  para ver el agua desde allí correr  y con mis manos con ella jugar, pero escurridiza  se dejó caer gota a gota muy suave, dejándome al filo de mi soledad. Aprendí que todo se pierde al momento si por siempre tú  lo quieres guardar  que la vida entera es como aquel rio  que pasa ligero y no vuelve ya. Regresé en silencio  no quise hablar más,  con mis pies mojados con mis manos frías y siempre al amparo de mi soledad. Sin decir ya nada  y al quedarme así, me puse a pensar sobre lo que el agua me quiso contar,  pero de repente  la lluvia llegaba y un coro de gotas cantó para mi. Y en aquella fiesta tan improvisada  encendí la llama  del fuego guardado, y como quién ama me sentí dispuesta, abrace mi alma... y baile feliz. Lyda de Jericó  
Los sueños se sueñan   Todos podemos crecer y avanzar,  también podemos navegar y volar, pero tal vez no podemos soñar  si perdemos el timón, la nave y la mar. Algunos podrán caminar tan lejos como puedan llegar, otros se quedarán  esperando en la estación, lo que nunca ya, vendrá. Pero con todo, los sueños  que se quieran alcanzar dependerán de ti mismo, jamás de nadie más. Mantener vivos los sueños es como atizar la vida dependerá de los leños que la tengan encendida No te alejes de ti mismo pues siempre te encontraras a las puertas del abismo o cantando libertad. Deja que el mar te lleve, detrás de una ilusión, pero cuida de tu barca y no sueltes el timón.  Lyda de JericoDRA 
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Es Feria
Autor: Lyda Garcia Espinosa  410 Lecturas
Desencuentros   En cada poro de piel se advierte,  la transparencia de esta locura. En cada fugaz caricia,  se perfila la angustia por el beso próximo. En todos, nuestros momentos sin equívocos, encuentro,  que te me vas, que sin llegar aún,  ya te he perdido. No importa... El mar calmo, la playa solitaria, mis manos abiertas tus manos cerradas. Mi vida se abre cual flor de mañana, tus horas se mueren tu alma no ama. Todo me parece  perdido en el tiempo  como si estuvieras lejos de tu cuerpo. En mí, naufragan barcas acabadas  por el sol y por la pena de sentirse abandonadas No importa como seas ni me importa donde estés, mi corazón simplemente, te ha dejado de querer.   (Lyda de Jericó) (Derechos reservados de autor- Colombia)    
Desencuentros
Autor: Lyda Garcia Espinosa  409 Lecturas
Con el dolor a flor de piel.   Ella sufría y callaba su dolor enmudecido, su tristeza del alma, su tiempo perdido. Ella cantaba como ave enjaulada cantos de angustia  por su libertad enajenada. Ella pretendía volar lejos de aquella soledad,  lejos de las cadenas,  lejos de las penas. Ella estaba temblando cuando aquel hombre, llegó gritando con fuerza su nombre. Ella no encontró  donde refugiarse, ni tuvo tiempo de escarpase, él, un cuchillo tomó. Ella ahogó el grito de dolor para no mostrarse sensible, él, se estremecía sin compasión con toda su cobardía visible. Ella apenas miraba a su maltratador sintiendo aquel gran temor, y la sangre no era sangre, era hiel, tenía el dolor a flor de piel. Lyda de JericóDRA   
En el olvido me pierdo   "Mujer: libera tu alma, tu vida, no dejes que te aten al dolor de una vida vacía". Lyda de Jericó No sé si es cansancio mental,  pero a veces me pesan tanto tus palabras  que prefiero la levedad del silencio. No sé si el encuentro fue casual, pero a veces creo que son macabras, las noche que a vivir no me sentencio. Mejor me voy lejos de esta tortura, abandonaré lo que queda del ayer,  vagaré sin cadenas solitaria. Partiré sin adiós, sin amargura, de mi hoy sólo queda el atardecer, no importa ser del destino un paria. Prefiero andar libre en soledad que vivir entre las paredes de una piel, donde se pierde la vida y se muere el placer. Prefiero sentir del olvido la frialdad que quemarme en tu calor cruel, de brasas que me quieren someter. De ti me alejo, a tu extraño amor no regreso, en el olvido me pierdo. Lyda de JericóDRA   
Dos ausencias. Nunca dices: te amo cuando me miras a los ojos, jamás lo musitas siquiera  cuando besas mis labios. Aun así, aquí estoy abrazando cierta alegría, esa que siento  latir en tu corazón, porque aunque extraño, me sabe dulce lo amargo cuando acaricias mi alma con tus silencios. Nunca dices: te extrañé cuando no estabas, ni me buscas en las madrugadas, tus manos no me rozan suavemente, ni advierto en tí un sólo latido que haga vibrar mis sentidos, pero no hay nada más hermoso que caminar sola contigo,  como dos ausencias juntas por el mismo camino. Nunca te vas sin un beso que no es más que un roce tímido, expresión máxima de la triste partida que deja mis manos abiertas, mis ganas perdidas en el tiempo de las hojas que lleva el viento dispersas, secas, inciertas. Nunca expresas desencanto, pero eres calma que enluta la soledad de nuestro cuarto, jamás nada me refutas aunque te hable de otro que ayer mi mano tomó, porque eres paciencia infinita mutismo de tu dolor,  y yo, callada queja que aguarda escaparse de este amor. Lyda de JericóDRA   
Aunque sigas en mí, yo ya me fui. No voy a huir de mí, no hace falta... yo ya me fui. Sí, hace tiempo me fui  y todo lo que hago ahora es pensar y pensar en tí,  lo demás, es camino sin fín, es negación que afirma, es voz profunda, pero insomne voz cansada que ya no te llama. Ahora en mis noches, escucho el eco del silencio  que me trae tu nombre... tu nombre, tu nombre  recuerdo quieto que me ve partir. No, no detendré el efímero instante, dejaré que se agote y se marché  y entonces, podré olvidar la angustia de sentir  que de mi dolor, eres el causante.  Y no robaré nada a la noche, pero sí me perderé en ella con su luna que resplandece mientras mi vida languidece. No iré a la playa  para sumergirme como Alfonsina en el mar,  mi vida no voy a inmolar, pero si caminaré despacio, dejaré que me acaricien sus olas con el calor suave que ansías, cuando tu vida ,  está en agonía. No elevaré mi vuelo por este cielo, pero mi mirada atrapara su azul para llenarlo de versos. No le cantaré al amor, pero inventaré un poema  que escribiré con mis manos sobre tu piel, qué importa que no estés. No correré tras de ti, porque estas aquí  haces parte de mi vida  desde el dia  que te conocí. Detenido en el tiempo sigues,  detenido en mi tiempo  aunque amor no me prodigues y con tu olvido me castigues, no, no importa porque ya fui feliz y aunque ahora escapar quiero de tí, no, no voy a huir de mí, no hace falta... yo... ya me fui. Lyda de Jericó  
Confesiones existenciales   Debería estar dormida, debería acunarme sin retraso, pero me asusta soñar en este día con fantasmas que ronden mi descanso. Debería escribir sobre la vida  pero no logro despojarme, de esta, mi melancolía que no quiere dejarme. Debería salir a caminar, pero la lluvia no me sienta bien y hoy no puedo soportar, del viento, su frío vaivén. Debería cantarle al amor, más la llegada del olvido me dejo su sinsabor y a todo mi ser, totalmente abatido. Debería despedir a la amiga que se fue que por mí preguntó y nunca visité, y no comprendo, ni entiendo la razón del porqué no la acompañe,  cuando aún latía, su corazón... Debería estar en casa con los míos y cuidarlos como antes yo lo hacía, pero perdí los senderos de aquel camino cuando un día inesperado me cambió la vida. Debería dejar de lamentarme y retomar las riendas  del tiempo de fortaleza, mas, mi ser con su tristeza no sabe el porqué no emprende, las perdidas y largas sendas. Hoy debería confesar que estoy ausente, en lejanía de todos y de mí  que no puedo desandar lo andado  para regresar al pasado  que es todo mi presente, pues sin quererlo, sigue aquí. Hoy debería postrarme  y hablar con mi Dios, el único que me escucha  y conoce el dolor del cansancio de mis luchas. Hoy dejo que afloren mis confesiones existenciales, mi más profundo sentir y las convocó a que oren, se inunden de ayudas espirituales para que todo lo que atormenta... a mi alma... no tarde en fluir. Lyda de Jericó  
Éramos dos   Y, decidí perderme, Alejarme. Decidí huir de mí. Y me fui, me aleje. Y anduve sin mí Si, sola, sin mí. Y estuve sola, así, Sola, sin mí. Y de tanto estar así, Me sentí sola, Si, muy sola, Sin mí. Y decidí encontrarme, Si, conmigo, Y ya no estuve sola, No, no estuve sola Éramos dos, Si, dos, Mi ausencia y yo.(Lyda de Jericó)2017) DRA   
Éramos dos
Autor: Lyda Garcia Espinosa  397 Lecturas
"De mi ser y mi verdad"   (Como Cyrano de Bergerac a M. S., amigo desconocido, este poema dedico. Es tuyo, compártelo con la mujer que espera por ti de Cúcuta a Medellín). Me pregunto cada dia porque sin razón alguna se desvanece mi alegría  por una palabra importuna. Si mi vida tranquila llevo caminando hacia el futuro, por mis sueños yo me atrevo y vivir en paz procuro. Sin egoísmo comparto, sin nada a cambio esperar, pero de nadie me aparto  si mal no me ha de causar. Amo con todas mis fuerzas  la verdad y la lealtad, quiero que siempre me traten con toda honestidad. Persigo mis ilusiones,  mas no me pierdo en la efímera simpleza, de locas emociones. La aventura de la vida  no se puede desperdiciar, en momentos pasajeros que nada bueno dejaran. No pretendo ir más lejos que a donde pueda llegar, porque todo está trazado como Dios quiere que sea y, como al fin será. Más allá en otra tierra cada dia alguien me sueña  y a mis palabras se aferra,  aunque aún no es mi dueña. Pero tal vez algún día a su lado volaré,  si ella me espera seguro, allí estaré. Estas no son palabras que el viento puede llevar, es lo que siente mi alma, es mi ser y mi verdad Lyda de JericóDRA   
Libremente en cautiverio Me bastó con mirarte aquel anochecerpara entender que siempre te habría de querer.Necesite un segundo para escucharte y saber que tu voz se quedaría en mi presente y mi ayer.Sólo pasar tan cerca y de pronto sentirque estaríamos muy juntos para todo compartir.Fueron sólo dos palabras las que pronunciéy con tu silencio dijiste, te amo yo también.Y no importaba ya nadasi fue el farol del parque que tu rostro iluminabao la luna de aquel verano que su luz nos regalaba.Todo se detuvo en el tiempo del amor cuando te abraza,todo instante desde entonces es como el viento que pasa,pero te deja el encanto que escondeun misterio pues siendo un amor libre, te gusta su cautiverio.Lyda de Jericó 
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