A Álvaro lo mataron.Lo mataron los amigos que no llamaban, la polola que pasaba el día con otro, posiblemente consiguiendo lo que el no podía darle, porque el alcohol no solo la mato, también lo dejo impotente.Lo mataba día a día el hecho de que su papa no quería a su mama y que ella no quería nada más que emborracharse con ‘quiensea’ en algún lugar cerca de ‘dondesea’Le irritaba el país asqueroso en que vivía y el gobierno como las pelotas. Le cansaba ver la decadencia de la juventud y la suya propia. Finalmente la irritación y el cansancio eran un cáncer para el, o quizás el cáncer eran las dos cajetillas diarias de cigarros.Asique un día se paro en el techo de su edificio y se lanzo contra la calle.A Álvaro lo mataron.