May 25, 2014 May 24, 2014 Mar 24, 2014 Mar 03, 2014 Nov 01, 2013 Jul 24, 2013 Jul 22, 2013 Jul 20, 2013 Jul 17, 2013 Jul 14, 2013 Jul 13, 2013 << Inicio < Ant.
[1]
2
Próx. >
Fin >> |
Cinco amigos reunidos alrededor de una mesa. Una botella de whisky con cinco vasos en ella.Una noche de tormenta…Su ropa húmeda, el piso mojado, dos pares de paraguas colgados juntos a la puerta. Cinco amigos reunidos a la luz de una vela.El sonido de la fuerte lluvia rebotando sobre el techo de aquella humilde y pequeña casa.Una noche de octubre…El olor a tabaco impregna todo el lugar, el humo, las cenizas, los relámpagos que iluminan la tierra.Cinco amigos reunidos con cinco historias. "He venido desde lejos, he matado a mi esposa. La vi la noche del martes con su amante en mi lecho. Enloquecí ante tan repugnante hecho Fui a la cocina, cogí un cuchillo y volví a mi alcoba cegado de furia.Apuñalé a su amante y a mi esposa cogí del cabello y la arrastré hasta el jardín. Entre súplicas y llanto rebané su cuello, corté y corté hasta arrancar su cabeza de su cuerpo." Mete la mano en su bolsillo, saca de él un puñado de cabellode muñecas con manchas de tinta roja y lo pone sobre la mesa. "Cinco vidas quité, a cinco niños asesiné.Jugaban en mi jardín, tantas veces les advertí que se alejaran de mi casa…Lanzaron piedras a mi hogar, rompieron mis ventanas.Me enfurecieron tanto que no pude evitarlo.Los invité sonriente a pasar para darles dulces y en mi sótano los encerré.Uno a uno amordacéUno a uno desvestíY con cinco viejas sogasuno a uno de su pequeño y frágil cuello colgué.Y a cada uno de ellos, con una vieja pinza oxidada, sus dientes arranqué" Mete la mano en su bolsillo, saca de él cinco dientes de plástico y los pone sobre la mesa. “Yo juré que lo haría, juré que me vengaría. Solo rieron a carcajadas y me dejaron allí, tirado en el lodo.Lo soñé, lo soñé dia y noche una y otra vez, hasta que muchos años después al fín llegó el día, el día en que todo acabaría.Los hallé ebrios saliendo de un bar, el destino me llevó a aquel lugar. Llevé a ambos amablementes a mi departamento y los até a dos sillas enfrentadas, no podían resistirse. Luego esperé, pacientemente esperé a que estuvieran conscientes, para arrancarles un ojo, solo uno, para que cada uno pudiera ver al otro, y que pudieran reír a carcajadas como rieron de mí.” Se quita el parche del rostro dejando expuesto la cavidad en donde alguna vez existió un ojo cuando era niño hasta perderlo en un accidente. Luego mete la mano en el bolsillo y saca de él dos ojos de vidrio y los pone sobre la mesa. “Ella me provocaba, en mi oficina siempre estaba, por alguna u otra razón.Sus gestos, su mirada, la forma en que vestía, la manera en que se acercaba. Ella me deseaba, en mi oficina siempre estaba, con ropa muy ajustada.Cuando todos se fueron la llamé, cerré la puerta con llaves y una copa le invité.Estaba nerviosa, rechazó el champagne y trató de salir, no me pude controlar.La tomé con fuerza y la llevé sobre mi escritorio, trataba de escapar.Clavó sus uñas en mi cuello y mordió mi mano, la agarré del cuello y presioné hasta que ya no se movió.No me pude detener, la desnudé rápidamente y poseí su cuerpo.Corté su lengua con una navaja para que no pudiera hablar, y luego arrastré su cadaver y la arrojé por la ventana...Mi oficina está en décimo piso, junto a un edificio en construcción...” Se quita el pañuelo que lleva en el cuello y por la escasa luz apenas puede verse unas marcas rojizas. Después mete la mano en su bolsillo y saca de él una lengua de goma pintada con acrílicos y la pone sobre la mesa. “La voz......esa voz...Repitiéndose en mi mente una y otra vez...Día y noche, cada día, me atormenta, me acosa, me seduce, me provoca...Me dijo que tome el arma, me pidió que jale el gatillo...que asesine a todos, no quería hacerlo...No quería hacerlo...Pero cambié de opinión.” Mete la mano en su bolsillo y saca un arma con cinco balas. Dispara a los demas en la cabeza y luego se quita la vida. La vela se consume, el fuego se apaga, la oscuridad se apodera de aquel lugar. Cinco amigos reunidos alrededor de una mesa.Una noche de tormenta, sin vida...La sangre cae lentamente al piso, manchando la madera.La lluvia no se detiene...El niño se levanta, toma los cinco muñecos y los arroja dentro de una caja, pone el arma de juguete en su bolsillo y se marcha. El juego ha terminado. Nuestros cuerpos desnudos.Su mano recorriendo mi cuerpo, suave, desde mi rostro hasta mis piernas. Sus labios posando sobre los míos, inquietos. Sus ojos… Suspiro...Su mano roza mi ombligo, descendiendo lentamente para darme placer.Me quita el aire, muerdo su labio,me sostiene con fuerza.Su barba acaricia mi mejilla,mi cuello,mi pecho,mi abdomen.Dejo escapar un gemido…Su mano se detiene, me suelta.Siento sus labios tibios, húmedos.Me envuelve por completo mientras acaricio su cabello.Cierro los ojos y me dejo llevar.Él me conoce, él sabe complacerme.Otras manos recorren mi espalda, suben y bajan,juegan, se divierten,se encuentran en mi pecho. Sus fuertes brazos me envuelveny siento todo su cuerpo apoyándose al mío.Somos como piedras que se frotan para encender fuego.Su lengua recorre mi cuerpo,explora,descubre.El placer es aún mas intenso.Sus labios se encuentran, se unen, me recorren.Ellos me conocen, ellos saben complacerme.Mis manos acarician sus cuerpos,nuestras lenguas se encuentran,desciendo lentamente para darles placer.Les quito el aire, se abrazan con fuerza.Me excita oírlos gemir.Nos sumergimos en un mar de sábanas blancas. Quiero estar dentro de ellos,quiero sentirlos dentro de mí.Los conozco, sé complacerlos.Nos fundimos en un solo ser.Nos derretimos,nos fusionamos,nos amamos. Siempre voy contra el mundo, llevando en un estandarte mi sueño, mi gran sueño. Pero en el bullicio de la ciudad extravié mi camino.Ahora comienzo a gritar. Ahora estoy desnudo. -Te amo, sos todo para mí. Quiero vivir el resto de mi vida con vos. Te amo, amo tu sonrisa, tu mirada, amo sentirte a mi lado cada mañana, amo ver tus ojos observándome, amo caminar con vos tomado de la mano, amo sentir tus labios en mi boca, tu cuerpo junto al mío, dentro de mí. Te amo.->(Yo no te amo, sos demasiado cursi… Dejá de mirarme tanto por favor! Me molesta que me agarres la mano al caminar, se cruzar la calle, no me voy a perder. Por cierto, odio caminar tanto. Pero bueno, estas re fuerte, me re calienta tu lomo. Te quiero re dar todo el día, sos genial en la cama. Mira que me he volteado un montón, pero sos el que mejor se mueve. Y ni hablar de cómo me la chupás, no sé que tenés en la boca pero me haces volar hijo de puta. Me encantaría que me lo hagas el resto de mi vida, viviría feliz).>Yo también te amo, y quiero pasar el resto de mi vida con vos. Se tomaron de la mano, y unieron sus labios en un beso apasionado. Amo la tristeza, me lleva al mundo inverso de mis palabras, me arrastra a la utopía de mi ser. Amo la tristeza, me lleva hacia el abismo de mi mente, me hace morir para volver a renacer. Amo la tristeza, me hace morir. Él levantó la mirada y observó sus ojos, grises, como el cielo esa tarde. Se acercó y besó su mejilla, sintió por última vez el aroma dulce y suave de su perfume. La gélida nieve se posaba en sus cuerpos pálidos, fríos. Con su mano acarició su rostro y sonrió. Y le dijo: -Adiós.Ella abrió los ojos y tomó su mano. Intenta abrazarlo pero él se levanta y retrocede.-Te amo-, le dice y se va. Intenta llamarlo, intenta alcanzarlo, pero no puede moverse, no puede gritar. Entonces despierta. Un dolor recorre su pecho, el cinturón le dejó una marca.Los cristales quebrados no le permiten ver afuera, pero puede oír el viento, puede sentir el frío, puede verlo junto a ella, inmóvil, pálido, frío. -¿Lo hacemos otra vez?- le dice ella, y su amante lo asiente. Comienzan a desvestir el uno al otro hasta quedar completamente desnudos, disfrutan mirarse, se excitan. Se tienden en la cama uno junto al otro, y se dan un beso apasionado, sus cuerpos se fusionan en uno solo ser, hasta quedar tendidos de placer junto al cuerpo de quién era esposo de la mujer. Está bueno que aca no haya límites con lo que uno escribe, pero cada vez que abro la página está llena de fotos con escenas sexuales y desnudos! ¿Se dan cuenta la clase de la cara que le están dando a textale? si alguien que no la conoce viera eso lo último que se imaginaría es que es una red social de escritores. Lo único que falta es que lo empiecen a llenar de porno... -.- Cierro los ojos, y con un gesto de sentirlo desagradable digiero el sabor de la frustración. Gota a gota derramo lágrimas sobre mis palabras que no me supieron complacer, que sofocan mi cordura al afrontarlas. Al final está escrito mi nombre, la firma de mi sentencia a un oscuro abismo. Doblo el papel y lo introduzco en el sobre que lo llevará a quien descubra el por qué de mi agonía, el por qué de mi desvelo. Dejo el pequeño sobre rojo sobre mi almohada, y camino a través de las puertas del fin del mundo. Espero encontrarte allí amor, me dejaste el sabor amargo de tu abandono. Dejo atrás mi casa, espero llegar a mi hogar. El día se torna oscuro, el viaje al fin comienza, la sangre que derrama mi corazón será testigo de este sacrificio. Despierto cada día pensando en tu nombre. Escucho tu voz llamándome desde lo profundo del amanecer.Huyamos juntos al ocaso de la distancia que se quiebra cada vez que te veo sonreir.Huyamos juntos al fin de la Tierra en donde nuestros nombres puedan reposar en un mutuo sentimiento. Mi alma inquieta busca tu alma en cada rincón, en cada sombra.Correré a tu lado para verte despertar con una dulce sonrisa, y te robaré un beso cada día. Thomas se apoyó sobre la ventanilla del vehículo, y se despidió tristemente de la casa en la que había vivido sus cortos ocho años de vida. En una ventana del segundo piso podía ver las cortinas azules de la que había sido su habitación desde que tenía recuerdos. Miró hacia la fuente que se encontraba en el jardín florido al frente de la casa, en la cual había jugado incontables veces de mil maneras, y también fue en donde se había provocado accidentalmente la cicatriz que tenía en su brazo derecho dos años atrás. A un metro de la puerta, desde donde terminaba el piso y comenzaba el césped, había un camino de piedras que llegaba hasta la acera. Tenía un camino de flores a ambos lados, las flores por las que había sido castigado por su madre una y otra vez por pisarlas y romperlas. Pero su madre ya no estaría para castigarlo, no estaría para decirle qué no debía hacer, no estaría para observarlo, para cuidarlo, para arroparlo en las noches, para sonreírle cada mañana al despertarlo, ya no estaría. Su madre falleció unos días antes en un accidente en su auto camino al trabajo, un hombre que conducía ebrio había perdido el control. -Thomas, sube el vidrio-, le dijo su padre. Su nombre era Samuel, un hombre alto y robusto de mirada seria, casi siempre vestía sus trajes del trabajo, prolijo, ordenado. Esa vez se había quitó la corbata y se desprendió dos botones de su camisa, hacía mucho calor. Encendió el acondicionador de aire del automóvil y comenzó a manejar. Thomas miró por última vez la casa de su infancia, la que ya no volvería a ver. Durante el camino no intercambiaron ninguna palabra, ya que Samuel recibía llamada tras llamada de su trabajo, era un hombre muy ocupado en sus asuntos y casi no tenía tiempo para Thomas. Lo visitaba una vez por semana en la casa de su madre, ese era el acuerdo al que habían llegado, no porque él quisiera verlo, sino porque su madre lo había obligado a hacerlo al menos una vez por semana, y así fue. Aunque la mayor parte del tiempo durante las visitas se pasaba atendiendo llamadas. Ahora debía vivir con él, aunque ninguno de los dos estaba muy contento con eso. Samuel vivía en una mansión lejos de la ciudad, cerca del mar. Era un exitoso abogado que dedicaba su vida al trabajo, aunque realmente no disfrutaba de lo que ganaba. Al llegar, Thomas bajó del auto y su padre lo llevó directo a su habitación en el segundo piso. No pudo ver mucho, era una gran mansión con la fachada antigua, pero el interior era muy moderno. Algunas paredes de vidrio, un enorme televisor en el living, un jardín interno, costosas alfombras, y también pudo ver al jardinero plantando árboles y algunos empleados limpiando el interior de la mansión. Su habitación era muy grande, con un enorme televisor lcd, videojuegos, un ordenador de escritorio y uno portátil sobre la cama y otras cosas que Samuel ordenó comprar para mantenerlo ocupado y distraído, pero a Thomas no le interesaba nada de eso, caminó hasta la ventana y se recostó allí observando el cielo gris sobre el mar. La puerta se abrió y entraron tres personas en la habitación, un hombre y dos mujeres, una mayor de unos cincuenta años y otra unos diez años más joven. -Thomas-, comenzó a decirle su padre- El es Saúl, el cocinero, cuando tengas apetito habla con él y pídele lo que quieras comer, ella es Esther,- señalando a la mayor- es el ama de llaves y ella es Amelia,-señalando a la mujer más joven- es tu niñera. -¿Puedo dormir?- contestó Thomas y se acostó en su cama. Saúl, Esther y Amelia salieron de la habitación y Samuel se sentó en la cama junto a Thomas. -Thomas, se que es difícil…,- había comenzado a decirle cuando fue interrumpido por una llamada. Atendió y salió de la habitación sin decir nada más. El niño se aferró a su almohada y cerró los ojos, sentía que no tenía un verdadero padre. Un momento más tarde Samuel entró a la habitación y le dijo al niño: -Hijo debo salir, le diré a Amelia que te muestre la casa. -“Tú no eres mi padre”-, pensó Thomas, pero no dijo ni una palabra. Samuel cerró la puerta y se fue. Durante varias horas Thomas esperó allí acostado, pero Amelia no aparecía. Tenía hambre, no había querido comer nada en todo el día. Se levantó, y salió de la habitación. Se encontraba en un largo pasillo con muchas puertas, allí había diferentes muebles antiguos y modernos, una rara combinación en la decoración. -Amelia!- gritó el niño, pero no obtuvo respuesta. Caminó hasta la siguiente puerta y miró adentro, era una habitación vacía. Revisó cada habitación del pasillo encontrándose con lo mismo detrás de cada puerta. Al final del pasillo estaba la escalera que llevaba a la planta baja, descendió por ella y llegó al living. A su izquierda estaba el jardín interno con paredes de vidrio, era un espacio grande. Había hermosos arbustos y plantas y flores de diferentes tamaños y colores. Lo atravesaba un pequeño arroyo y en el medio había un pequeño puente de madera. Thomas caminó hasta la puerta y allí se detuvo, paralizado. Allí estaba el ama de llaves, tirada en el suelo detrás de unos arbustos, con una tijera de podar atravesando su garganta. El niño corrió por la mansión sin saber a donde iba, intentó abrir algunas puertas pero estaban cerradas. La última puerta de un pequeño pasillo estaba abierta, allí estaba la cocina. Tenía enormes ventanas que daban al jardín, era un ambiente amplio con todo tipo de electrodomésticos que una cocina puede tener, con paredes blancas y el piso negro, y una gran mesada en el centro. Thomas entró buscando al cocinero pero no estaba allí. Había algunas verduras cortadas sobre la mesada y cacerola sobre la hornalla con agua hirviendo, el pequeño se acercó y vio un cuchillo en el piso. Entonces un pitido agudo resonó en el ambiente, se había detenido el microondas que estaba detrás del niño. Al voltear gritó aterrado, corrió hacia la puerta e intentó abrirla pero estaba trabada. Fue hacia la ventana, la abrió y salió a patio. Vio a lo lejos a Amelia caminando en el jardín entre unos arbustos con una canasta en la mano. Corrió hacia ella tan rápido como pudo, pero tropezó y cayó dentro de uno de los pozos que había hecho el jardinero para plantar un árbol. Una piedra raspó su rodilla y de ella comenzó a brotar sangre. El niño se levantó quebrado en llanto y siguió corriendo hasta alcanzar a Amelia. Muy sorprendida la niñera lo alzó y lo llevó hacia la mansión, Thomas se resistía y gritaba que no quería volver pero la Amelia lo sujetaba con fuerza. Al subir la escalera Thomas logró soltarse y corrió por el pasillo hasta que escuchó gritar a su niñera. Volteó y vio a un hombre alto con el rostro cubierto con un barbijo rojo, vestido de negro y con un cuchillo grande de cocina en su mano. Amelia estaba tirada en el piso junto a sus pies, sin vida. El hombre corrió hacia el niño y este corrió hasta su habitación y cerró la puerta. Thomas asustado subió a su cama, pero al darse vuelta vio al hombre que se abalanzó sobre él. En ese momento despertó agitado, estaba sudando, enredado en la sábana. Por la ventana entraba un viento cálido de verano, el cielo estaba nublado, podía sentir el aroma del mar. Estaba en la mansión, no lo había soñado, su padre lo había llevado a vivir con él. Sintió algo molesto en su cuello, levantó la mano y se lo quitó, era un barbijo rojo. Asustado tiró el barbijo al piso y se quitó la sábana de encima. Vestía de negro, sus manos estaban cubiertas de sangre y junto a él yacía un niño con una apuñalada en el corazón. No me pidas un besopues antes que lo hagas te habré besado.No me pidas un besopues aún mayor es mi deseo,el sabor de un dulce encuentro de tus labios con los míos. Pídeme un beso y te lo habré negado,para que me tomes y lo robes,te adueñes de mis labiosy me quites hasta el último aliento. La tristeza tortura lentamente,se nutre de tus fuerzaste lleva hasta la muerte.Triste melancolía, te ahoga en el recuerdoque guardas de tu vidase agota el sentimiento.La ironía que vives cada díacon lágrimas desiertasy sonrisas inciertas.Te lleva hacia un abismo oscuro y profundoacecha hoy tu vidaperdido en este mundo.Una vez y otra vezves tu cielo al revésy fingir no es correrya no puedes deteneral tiempo debe cedersin ser, desaparecery el olvido conocertu tristeza otra vez.El dolor rompió tu corazón.Robando una penavendiste tu razón.Lejana soledad, tu fría oscuridad.Mendigando solución,buscando una ilusión.Tu locura, tu llanto y fantasíacomo tu razón de serconsumiendo tu vida.Perdiste tu estrella, perdiste tu camino.Dependiendo del ocasoconstruyes tu destino. Una vez y otra vezves tu cielo al revésy fingir no es correrhoy no puede sucederal tiempo debes cedersi no puedes comprendery en silencio poder vertu dolor desaparecer. Solo quedo en silencio,esperando.Solo espero en silencio,un suspiro. Una calma que sofoquetu agonía.Un eterno resplandor que me dijera en silencio las palabras que no quieras. Sin pensar en el temor que oscurece el callar de tu silencio que no esperas. Solo espero en tu silencio que me lleva. Sin creer que solamente tu pudieras. Arrancar la fría sombra que me hiere. Terminar con el dolor que solo muere al callar tu silencio que no espera. Un suspiro que amenace la locura y el silencio ante un suspiro se rindiera. Una lucha constante,alaridos desgarrantesy la voz susurrantede la quietud triunfante.Dolor y sufrimientoCulpa, arrepentimiento;Coctel de sentimientos,Confusión sin pensamientos.La razón sollozante,la conciencia pensantey la mirada acusantede la quietud triunfante.Condena de eterno encierro.Condena de eterno destierro.Condena eterna imborrable.Condena inalcanzable.Ilusiones y espejismos,encerrando un abismo Un destino sin salida.Último aliento de vida. No me digas que ya no me quieres, porque le quitas sentido a mi vida.No me digas que ya no hay amor, porque dejas abierta una herida.No me digas que no sabes, porque ya no encuentro salida.No me digas adiós, porque mi alma estará perdida.Me muero de tristeza cada vez que no me miras.Me enloquece cada vez que tus palabras no son mías.Me desespero cuando no me regalas tus sonrisas.Me torturan los momentos que no siento tus caricias.No me oyes, no me hablas, ya no siento tu presencia.No me miras, no te acercas, no me abrazas, no me besas.No habrá un próximo día, mi amor te entregué mi vida.Si ya no la quieres, desvanece.Si me dejas, perece.Si ya no hay solución, esta será mi despedida. Un océano olvidado, cuando soplan fuertes vientos. En el aire ha quedado y el tiempo lo ha alejado. Vanas lluvias han dejado un presente sin pasado. Tantas cosas que no entiendo Agua seca, corre huyendo. Un océano que se oye sin poderlo comprender. Lo profundo, inalcanzable oculto sin poderlo ver. Cada paso en el vacío. Cada gota de este río. Como sombra en el verano el silencio entre tus manos. Una luna escondida, sin buscarla en el cielo. Ignorando un suspiro, sin ver un sentimiento. Una lágrima en el mar, sin pensarlo, sin sentir. Sin la luz un una noche, no saberlo y morir. Cada paso en el vacío. Cada gota de este río. Como agua en el desierto puedes ver un sentimiento Una noche iluminada que se expresa desde el cielo. Un tesoro escondido que al callar es descubierto. Una lágrima en tu rostro cuando el sol puedes sentir. Amanece cada instante para poder existir. Si ya no quieres, el día se acabará. Si ya no puedes, la noche te alcanzará.Si entonces pierdes, la luna no brillará.Y si no quieres, el día no regresará.Si solo cedes a vivir en tu oscuridad.Tu vida hieres; las estrellas no verás.Si todo duele, sabrás que no volverás.Podrás perderte, bosque de eternidad.Sin encontrarte, podrá todo terminar.Si ya no quieres, no puedes.Si solo cedes y pierdes.Si entonces duele perderte.Difícil encontrarte,sin solamente buscarte. Lo temí, y al fin se volvió realidad. No logro comprenderte, alguna vez dijiste la verdad? Comienzo a dudar de todos estos años. Comienzo a dudar de todo lo demás Lo que me mantuvo en pie por tanto tiempo, acabó derrumbandose. Ya cumplió su objetivo, ahora desaparece. Una ilusión, una maldita ilusión. Destruye más de lo que crea, y luego todo pierde sentido. Toda la esperanza, se ha ido. Otra maldita ilusionque solo trae dolor. Todos esos momentos se desvanecen en mis lágrimas. Todo ese cariño se pierde en la nada. Te pierdo, solo te vas. sin decir nada mas. Aunque quiera no podré olvidar tu nombre, tu voz. No podré olvidarte jamás. Porque necesito resolver mis problemas.Porque necesito tiempo para pensar.Porque no soy capaz de cambiar por miedo a perder.Porque necesito perder para poder cambiar.Porque el tiempo perdido nunca se pierde.Porque el tiempo cambia.Porque quiero estar solo, y cuando lo estoy, necesito de alguien.Porque ese alguien nunca llega.Porque ese alguien se aleja en secreto.Porque ni el mayor secreto permanece oculto.Porque no quiero tener secretos.Porque los tengo.Porque evitan el dolor.Porque a veces no lo hacen,Porque a veces, no deben hacerlo.Porque grito en silencio.Porque no me escuchan.Porque nadie quiere escucharme.Porque no escuchan por miedo.Porque no quiero tener miedo.Porque el miedo paraliza.Porque necesito estar seguro.Porque necesito más que palabras.Porque las palabras sobran.Porque un abrazo es suficiente.Porque el tiempo no es suficiente.Porque el tiempo se termina.Simplemente, porque deben suceder. En soledad puedo llorarEn soledad puedo desangrarEn soledad puedo sufrir sin ver sufrir a nadie másEn soledad puedo morir las veces que quieraEn soledad puedo destruirme sin sentir culpaEn soledad puedo gritar En soledad puedo sentir temorEn soledad puedo volarEn soledad puedo dejar libre al monstruo que hay dentro de miQue grita por salir, que me hace sentir que nada puede estar peroPuedo tocar fondo y ver desde alli, lo alto que eh llegadoTodo es malo, todo es buenoEn soledad puedo enloquecer, puedo soñar, puedo reirEn soledad me encuentro conmigo mismo y puedo ver quien soyEn soledad puedo caer y dejar caer conmigo todo lo que me agobiaQuebrar mi ser y que se derrame mi oscuridadMorir, simplemente morir, y despertar una vez másSentirme libre, sentirme fuerteSentir que estoy listo para enfrentarme nuevamente a mi vidaLa vida que me tocó vivir, la vida que me tocó sufrirEsta vida. No recuerdo haber escuchado lo que dije ayer.Hoy sucede algo que no debió suceder.Estoy confundido.No sé que sucede… …no es real.Sus voces me confunden, no sé si es un sueño.No puedo hablar.Algo viene, está cerca.No sé quienes están a mi alrededor,…personas que conozco. No son pero están.Fue un error, debí notarlo antes de llegar.El viento me dijo que me detenga.Una sombra me dijo:- Despierta!...No la escuché.Ahora entiendo.Cosas raras suceden. Todo me dice:-¡Este no es tu lugar!-me grita-¡Huye!Pero no puedo moverme.Mis manos tiemblan. De mis ojos caen lágrimas.Estoy confundido.¿Qué me sucede?Recuerdos vagos pasan por mi mente.Recuerdos distantes, confusos.Escucho mi nombre,… nadie me llama.- Despierta!...No puedo despertar.Algo bueno me trajo a este lugar.Creí que era bueno.Aún no lo sé.Quiero salir de este mundo, volver a la realidad.Quiero dejar de escribir, pero no dejo de pensar.No dejo de escuchar esa voz.- Despierta!...La luz es más intensa por unos instantes, y se va, para regresar, una y otra vez.Siento frio, me siento solo, y aunque no quiero decirlo, tengo miedo.Miedo de que sea real.Miedo de que haya olvidado todo.No recuerdo lo que dije ayer.¿Dónde estoy? ¿Quién soy?Quiero despertar.- Despierta!...No sé que sucede. El tiempo pasa tan rápido.Están en todas partes, me persiguen. Los creé y no puedo olvidarlos.No es este el lugar. No debo estar aquí.Quiero saber donde termina.- Despierta!...Lo escuché, lo olvidé, lo recordé.Ésta es mi realidad.Desperté, pero todo sigue igual. Nada cambió.Puedo hablar, pero no quiero hacerlo.Algo cambió… las voces no me confunden. Me dicen:-Regresa…No quiero regresar, no puedo regresar. Ya estoy aquí.Ellos vuelven a mi mente, me muestran mi destino.No quiero aceptarlo, no quiero rendirme.No puedo enfrentarlos.Resplandores vienen a mi… me enceguecen.…no quiero ver.El cielo se cubre de tristeza. Derrama una lágrima en mi rostro…Me persigue, me atrapa,… el tiempo se acelera.No puedo detenerlo…Se apodera de todo. Susurra a mi oído:-No puedes escapar…Corro desesperado, no sé donde voy.Oigo gritos a mi alrededor,… aterradores.Quiero dejar de oírlos, pero no puedo.No puedo callarlos…Todos desaparecen, estoy solo.No me deja el temor, no soporto el dolor.Mis fuerzas se agotan.El aire me sofoca, el tiempo se detiene.Me rodean, me acusan, me gritan, me hieren.…no quiero escuchar.Sus voces me seducen.Sus ojos me acorralan.Mis miedos se descubren.Solo pienso:-Basta!Lo digo, lo grito, lo repito.No se detienen.Quieren entrar a mi mente, mostrarme mi destino.Pero no quiero, no quiero rendirme.No quiero enfrentarlos.Recuerdos vienen a mi… me duelen.… no quiero sentir.Mi rostro se cubre de tristeza. Derrama una lágrima.Están en todas partes, me persiguen.Los creé y no puedo olvidarlos. Estoy atrapado.Atrapado en esta prisión.Atrapado en mi memoria.Atrapado en mi destino.Atrapado en esta historia El más siniestro de los ciegos, con los ojos repletos de dicha en el florecerde una nueva fe con la efe de la fantasía y de lo fantástico, la misma de esosfestivales a los que irían a besarse afrancesadamente, la deuna felicidad que refulgía ante esos ojos de bambi homicida que lo miraban tanasí, sólo atinó a decir "por dios".Y un negro flash de antimateria se lo llevó todo.Se deshizo la luz y un dejavú en reversa me demuestra ante rabillos deojos mirándose por retrovisores. ¿Hubo un interrogativo -¿mmh?- o eso sólo le pareció a él? Lo cierto es que puso stop al ipod y pidió prestada la voz a quienhubiera aullado en el auricular caído. Así, mal emuló a Luis, aullando el final de "Barro tal vez", pretendiendojustificar, loco kamikaze, lo ya dicho y todo lo tonto por decir.Ahora amenazaba con demoler el entero edificio a suspiros. -jajaja.-en serio, último momento: Cuatro plantas arden en llamas. atribuyen el atentado a Al Quaeda... Y sólo porque el aroma perfecto ya le había chiflado el moño, ohferomona: dichosa droga, no supo hacer del silencio su único aliado. Y se tuvo que largar, nomás, a perorar... a decir que, de ahora en más, soñaríadespierto y sólo con ella... y tuvo que empezar con eso de la explosión de un corazón en tonta taquicardia, que ya aturdía al resonar como tren de carga... Crótalo suave y etéreo, tomó el mando al auscultarlo invisiblemente. Y dijo: -mentira: no se escucha nada.Entonces se oyó al Siniestro confesar, a media voz, sí,pero con las glándulas de Nabokov a todo vapor:-te amo.-¿qué?Resonó una sirena en la negrura. Fantasmal certeza de aullido cavernario en aquellaoscuridad; resonó el clamor con que se sembraba la duda. ¿acaso se creía queencontraría un consuelo para las lágrimas que se estaba cargando acrédito?-shhh, ¡eso no se dice, tonto!.. El Siniestro casi la interrumpe para afirmar:-esto es pura fe. Desarmada y pegando un beato cachete al diestropectoral continuó con su santa inquisición: -¿pero fe a qué? -a un futuro juntos en un mundo feliz. Se hizo la luz con la eléctrica experiencia del primer beso, sí, la cítrica estridencia tras los párpados cerrados, el artefacto resucitando en vertical, erecto hasta estallar en el último, el undécimo piso, en aquel tope en el que él pediría un solo deseo a las mil estrellas cayendo del cielo. La súbita explosión de su faldita fue una señal.Chispazos fluorescentes reflejaron los desnudos en el espejo, grabados en la penumbra de ésta sobrevida de fantasma hambriento en un dejavú en reversa. En sueños o imaginación como efigie misma del amor,susurrando en aquel son,sin ton ni son, mi dolor.Como fría inerte realidad,cual suplicio sin claridad,todo turbio, todo oscurosin razón, canta el coro...mi dolor.En sueños o imaginación,cual efigie misma del amorsusurrando aquel son,sin razón, cantan mi dolor.Tu ausencia, árida,tu recuerdo, Cálido,mi soledad, tu ida,Tu voz, mi hado...cual efigie del amor,tu imagen, mi perdicióntu sonrisa, tu olorCastigada apariciónEn sueños o imaginación,el grabado de tu amorquema mi vida sin razón,y la muerte canta mi dolor. Entraba a casa, sin prisa una noche calurosa de verano, lo hacía con la firmeza y seguridad de conocer cada rincón, cada recoveco, y la ubicación de cada uno de los objeto que estaban en el camino que pensaba recorrer, al punto de no detenerme siquiera a pesar en encender la luz o no; Llegue a un sillón, me senté en él, que sin duda era el más cómodo que jamás haya estado al servicio de mi descanso y quedé en la perfecta oscuridad el tiempo suficiente para perder noción del tiempo.-Como por arte de magia, un hogar, perfectamente ubicado a la izquierda de aquel sillón empezó a chisporrotear calentando el ahora entorno frío, supongo que era el otoño más frío de todos; De a poco iba regalando una tenue luz que enseñaba el contexto en el que mis ideas volaban libres, y vi, sin asombro y con aire austero, que la mesa ratona en el centro de aquella habitación tenia sobre sí pocas cosas, un viejo libro, grande y viejo, con detalles finos en relieves elegantes, y a su lado sobre el vidrio de la mesa,una pluma falsa, una suerte de pisapapeles. El fuego aumento su luminosidad, dejándome ver más allá de la mesa ubicada justo frente a mí, Todo aquello ya me era conocido, pero lo escudriñaba con la mirada como si fuera la primera vez que lo veía, buscando algún desperfecto en el orden, quizás, o analizando si algo debía ser cambiado de lugar, pero cada nueva imagen me regalaba la armonía de mi mundo; ahora la luz llego hasta una pared, donde en vez de cuadros, había libros abiertos en páginas especificas sobre estanterias flotantes, con frases marcadas que incitaban a vivir siempre en mundos de fantasías, en mundos ideales, esas frases hacían de la vida un mar, un desierto, y transcurrían en chozas o mansiones, o al aire libre, quizás bajo la tierra, o bajo el mismo mar, Las vidas que simulaban aquellas frases, eran, son y serán por siempre mientras existan aquellos libros, simples reflejos de que podemos armar nuestra historia como nos plazca; Al verlos y recordar que acomodé personalmente uno a uno esos libros y marque con perfecto cuidado aquellas frases, definitivamente hacian de aquel lugar mi mundo. De pronto, la luz de la llama se hizo tan intensa que me dejo ver toda la sala de un solo sopetón y vi, como tenia forrado cada milímetro de la pared, con bibliotecas rebosantes de libros, y en el fondo, en el único lugar libre de la pared, un escritorio que tenia pilas de libros en sus orillas y dos libros abiertos al centro, uno que estaba al borde mas cercano a la silla, cuyas hojas que dejaba ver estaban completamente en blanco y eran las primeras tenia una pluma verdadera encima, y contra la pared una obra que había estado leyendo tiempo antes. Todo en aquél lugar era perfecto, hasta las figuras cambiantes y sin formas conocidas que regalaba la viva llama encendía en aquella lumbre que eran como salidas de un mundo surrealista que invitaban a imaginar que todo se quemaba, o que simplemente nunca más habría alguien que sufra frío. Una taza de café apareció en mi mano y me vi mirando por la ventana, que estaba a un lado del fogón, sin ni siquiera haberme levantado de aquel asiento que consideraba ahora como mi trono en medio de un reino poderoso y completo, lleno de locuras y corduras, de aciertos y errores; Pero ahora no recuerdo si mientras miraba por la ventana me había enamorado de la blanca noche invernal cubierta de nieve y de esa mágica imagen de ver nevar o si en aquella noche, en el firmamento, había una luna llena que parecía dispuesta a ser eterna dueña de aquel lugar, lo que si recuerdo es haber pasado mi mi vista a través de la ventana abierta e iluminada de la casa vecina, y haber visto como el padre de la familia cerraba un grande libro de cuentos, lo dejaba sobre la mesa de luz ubicada como costumbre junto a la cabecera de la cama y se marchaba dejando dormir a su hija, en la que pensé, era la mejor de las compañías, porsupuesto ¡un libro!, e imagine su mente divagando entre las imágenes de aquél cuento que acababa de escuchar y me fue inevitable sonreír, volví mi mirada a mi habitación y vi nuevamente mi escritorio, la pila de libros era menor y los dos libros habían cambiado, uno, el de la pluma estaba superando por poco su mitad y el otro, la obra, era otra, y recordé también haber estado leyéndola, al igual que la anterior. Miré el fuego, ahora más tenue y consumido, pensé que era menester levantarme a agregar a aquella vieja forja de sueños un tizón para no congelarme, aunque mientras pensaba la llama encontró su fin, así como también finalizó el invierno y ahora las ventanas estaban abiertas y corría un colorido aire primaveral que me recordaba grandes historias de amor y de odio, de pasiones, de desánimos y de luchas ganadas en las que siempre existía el perdedor y diferentes maneras de saberse vencido; todas esas historias, todos esos mundos estaban en mi poderoso reino cual trono seguía cómodamente ocupando y pensar en eso me lleno de orgullo, pero cuando recupere la noción del lento andar del tiempo me quise levantar y me tuve que ayudar con un bastón, note a la distancia que ya no había obras de lectura sobre el escritorio al otro lado de la habitación, y aquel libro de hojas en blanco con su pluma se encontraba cerrado con la contra tapa hacia arriba, y la pluma al costado, limpia y regalando un aire como de victoria por haber culminado un desafío; caminé, agarré el libro, y con pasos ahora cansados lleve mi historia al mar, o al desierto, en un yate o una canoa, a la deriva o con timón firme, no se bien el final, solo se que una una vez allí me deje volar por el cielo, quizás despejado o quizás nublado y mi vida encontró su final pero seguían latiendo mis sueños locos o cuerdos, mis planes o mis improvisaciones en aquél libro que quedo en el escritorio de aquel Reino, que no era reino sino un montón de libros en una habitación, Aunque si habia sido mi sueño, mi meta de la vida hecho realidad. Él era un hombre muy severo y egoísta, siempre decía una y otra vez Que no necesitaba de amor para poder vivir. El mismo siempre andaba por las calles con ínfulas de grandeza y superioridad. Todos en su barrio comentaban que era un tipo arrogante, egocentrista, viperino. La mayoría de sus vecinos lo odiaban pero, como era un hombre de mucha influencia Y dinero lo trataban con falsedad e hipocresía. El siempre se dirigía hacia los demás con arrogancia. Arrogancia que hacía que él no tuviese amistades. Caminaba por los callejones a menudo con un gesto serio que daba la impresión de que era un hombre que no andaba con contemplaciones, con nada ni nadie al menos eso murmuraba la gente que lo conocía. Aquel hombre, era alto, cabello negro, ojos grises que inspiraban a cualquier persona que los viese miedo un miedo incontrolable. El un dia como cualquier otro, se topó con un anciano muy sabio. Que tal vez lo haría cambiar la perspectiva de todo. Era una mañana fría incluso estaba nevando. El como todos los días iba a su trabajo que era en un importante bufete de abogados En el cual, era el, uno de los más importantes. Esa mañana… Por casualidad o destino, se encontró con Jacinto, un anciano muy sabio, que había comenzado A trabajar como conserje en el bufet. El en el instante en que, estaba a punto de entrar a su puesto de trabajo se le quedo viendo A aquel anciano con una mirada déspota e humillante. Y le dijo: Usted el que está parado justo allí tráigame un café. Jacinto sin más le contesto Sí, señor. Mientras Jacinto preparaba el café pensó. Que señor tan mal educado. Después de terminar de prepararlo decidió traérselo al señor. Y como una cosa maliciosa Jacinto, derramo un poco de café en su chaqueta sin ninguna segunda intención. El hombre enfureció tanto que su rostro enrojeció. Jacinto, como era una persona amable trato de ayudarlo. Pero el comenzó a insultarlo, a faltarle el respeto, incluso a humillarlo de una manera degradante. El anciano le dijo a aquel hombre que ni siquiera conocía que debería medir sus palabras cada vez que hable, no es sano andar por la vida creyéndose mejor que sus semejantes y humillarlos como si no valieran nada. Usted no me venga con sermones anciano. Que usted no sabe quién soy yo. El anciano con la cabeza en alto comenzó a hablar. No la verdad no se quién es usted, pero aun así me dirijo con mucho respeto hacia usted. Recuerde que en esta vida para alcanzar el éxito hay que tener la humildad por delante cosa que veo que usted no posee. Tal vez solo sea un pobre anciano. Pero estoy rodeado de amor y eso me hace rico. Aprenda usted estas palabras dichas con mucho sigilo, escúchelas, memorícelas, entiéndalas con el corazón y vera que muchas cosa usted descifrara. El hombre con un gesto de irrespeto le contesto: ¡Quítese! No estoy para perder mi tiempo, con una cosa tan insignificante como usted. Luego de todo lo sucedido aquella mañana, el hombre pensó una y otra vez en las palabras de ese anciano, pero decidió olvidarlas y regreso a su casa como acostumbraba. Al llegar a su barrio, observo que algunos lo miraban con odio y rechazo, aunque sin embargo lo saludaban con una sonrisa hipócrita en sus rostros. Al llegar a su casa, el comenzó a reflexionar a pensar. Como como! Estas personas pueden odiarme tanto pero sin embargo fingen todo lo contrario. Aunque no los culpo los he humillado durante años. Aún sigo pensando en las palabras de ese anciano, creo que me han dolido y no encuentro el por qué. Después de aquella noche de infinitos pensamientos pasaron sin más 3 años. 3 años que hicieron que aquel hombre viese su realidad, que cambiara su manera de ver la vida. En esos tres años, el poco a poco aprendió a ser humilde aunque en un principio se le hizo muy difícil. Descubrió que todo ser necesitaba gotas de amor para ser un ser completo, aunque paso la mitad de su vida pensando y creyendo lo opuesto. Aprendió a implementar el respeto cada instante de su vida. Aprendió a quererse a sí mismo para poder así querer y valorar a los demás. En esos tres años el, se reconcilio con esas personas que anteriormente lo odiaban, se mudó de barrio hizo muy buenos amigos que lo apreciaban por lo que era no por lo que tenía. Y como cosa del destino se topó con el mismo anciano esta vez fue amable, respetuoso con él. Le dio las gracias por esas maravillosas palabras, pidió disculpas por las cosas del pasado y le dijo que gracias a él y a su empeño logro encontrar el verdadero sentido de su existencia. Así el aprendió la lección que le tenía preparada la vida, y así obtuvo una vida mejor llena de paz y felicidad Ella está o estuvo mejor,fuimos uno, un resplandro efímero de algo que nunca fue,ella fue el calor, la pasión, el placer, ella fue... Ella volverá, ella será, porque ella es!
|
Lecturas Totales | 14459 | Textos Publicados | 24 | Total de Comentarios recibidos | 7 | Visitas al perfil | 5030 | Amigos | 10 |
SeguidoresSin suscriptores
|