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EL CAFÉ DE LA MUERTE El café de la muerte es un lugar donde se va a tomar café o un refrigerio y hablar libremente de la muerte, se inició en Londres en el año 2010 lo hacen con café, en Chile con vino tinto. Lo supe hace un mes y medio, cuando la doctora Mónica me dio la oportunidad de integrarme al grupo de apoyo de la Fundación Neumológica colombiana El primer día que asistí conocí personas reunidas en circunstancias parecidas, usando oxígeno por afecciones pulmonares. Fue interesante escucharlas, puesto que desde tiempo atrás se conocen, saben los estados de salud de cada uno, sus necesidades, sus temperamentos, sus costumbres, sus sensibilidades, sus apoyos de unos a otros según sus posibilidades. Intercambian conversaciones sobre las enfermedades crónicas, los aparatos concentradores de oxígeno medicinal, cómo y dónde se adquieren, ventajas y desventajas, sus costos. Igualmente, hablan de los anhelos de estar en espera de turnos para recibir donación de pulmones. Creo que esa espera despierta ilusión, deseos de tener pronta respuesta, proyectar nuevos planes, vivir una vida tranquila con alivio propio de sus familiares y amigos. Estas reuniones son dirigidas por la psicóloga Mónica, ella es joven posee excelente calidad humana, es inteligente, de buen genio, amorosa. Escucha a todos y cada uno de los integrantes, ellos hablan libremente lo que quieran decir, no siempre se habla de enfermedades, no falta el buen sentido del humor, hasta celebran con torta y cantos los cumpleaños. El grupo se mantiene feliz por tener libertad de hablar, por ser comprendidos por ser apoyados, por ser ayudados. Reciben rehabilitación pulmonar, son ejercicios bien controlados bajo la vigilancia de expertas en el oficio. Para ellos es alegría asistir, sienten mejor su salud, distracción, agradecimiento por la forma maravillosa y consentidora como los tratan, para ellos es una ilusión asistir a las terapias. La semana pasada la Psicóloga Mónica asistió a uno de los congresos que suelen darse, este último fue en Cali. A su llegada ella nos informó sobre algunos de los temas que trataron entre otros “El café de la Muerte” A mí me pareció extraño, no sabía que existía ese tema. Después de permanecer un tiempo, comentando todos el tema, la doctora Mónica nos dejó tarea para la siguiente reunión, escribir sobre El Café de la Muerte y sobre la actividad de los cuidadores, que fue otro de los temas tratados en el congreso y comentados en la reunión. Yo he escrito así mi tarea: ACTIVIDD DE LOS CUIDADORES. Es poco lo que sé de los cuidadores, pienso que depende de los enfermos y de quienes los cuidan. A mi parecer hay dos clases de cuidadores: los que cuidamos por amor y los que cuidan por ser su trabajo, que creo deben ser enfermeras o enfermeros, porque ellos han sido capacitados, para entender las enfermedades y a los enfermos. Los cuidadores por amor somos los que vivimos con nuestros padres, con los esposos e hijos y familiares. Cada ayuda de nuestra parte va envuelta de amor, sinceridad, deseos profundos de aliviar a nuestros seres queridos, no obstante, no son suficientes nuestros buenos deseos, a ello se debe agregar conocimientos de primeros auxilios y valernos de enfermeras que saben inyectar, hacer curaciones, distinguir clases de enfermedades, o llamar a cuidadores que hayan recibido cursos de orientación sobre el tema, que sepan hacer bien sus trabajos. Creo que cada paciente es diferente, sin embargo, se pueden clasificar en pacientes positivos, pacientes negativos y pacientes casi imposibles de tratar. Los cuidadores deben ser positivos, amables, descubrir los gustos del paciente, acompañarlos, estar pendientes de que el enfermo tome sus medicamentos, preguntarle sobre sus familiares, sobre las comidas que prefieren, sobre lo que desean, sonreír y de vez en cuando una broma, como queriendo consentir. Por lo regular los enfermos positivos, son tranquilos, amables, no, complicados, obedientes y a veces chistosos. Los enfermos negativos son incrédulos, desconfiados, desobedientes, imprudentes, rechazan ciertas comidas, son impulsivos… Sus cuidadores deben ser pacientes, controlar sus actitudes, no deben negarse a cumplir con su obligación, reflexionar sobre las necesidades del paciente, ser comprensivos, seguros, convincentes, capaces de analizar al enfermo, ser recursivos ensayar distintas estrategias, para lograr que el paciente se sienta mejor. Los pacientes casi imposibles son neuróticos, agresivos, tercos, inconformes, nada les gusta, les fastidia la ayuda, los consejos, groseros y odiosos. Este tipo de enfermos ni siquiera merecen ser atendidos por cuidadores, porque ningún cuidador debe convertirse en esclavo, ser mal tratado, enfermarse por cuidar al enfermo, entonces, ojalá lo pudiera cuidar un robot programado para resolver las necesidades del enfermo, (Bueno es mi insólito pensamiento, jajaja) Jamás se debe dejar abandonado a ningún enfermo, talvez será un cuidador especializado para tratar este tipo de enfermos. Lo anterior son mis pensamientos sobre el tema de los cuidadores, no soy experta, pero si me preocupa y de alguna manera, quizá con estrategias e ideas quisiera ayudar a personas que viven solas, tristes, incomprendidas y abandonadas. No es fácil ayudar porque algunas rechazan las ayudas, otras se aíslan, son orgullosas, sienten que recibir ayuda es recibir humillación, otras personas descuidan su salud, jamás acuden al médico, porque no creen en ellos ni en los medicamentos o simplemente quieren morir pronto. Creo que falta mucho por investigar sobre este tema. CAFÉ DE LA MUERTE Para mí morir es tan natural como nacer. No me da miedo morir, deseo mi muerte cuando pierda mi lucidez, cuando me convierta en carga para la familia y la sociedad, cuando los dolores me martiricen y cuando ya no pueda disfrutar de la belleza de la vida. Se dice que morir es descansar, yo no creo, porque una vez muerta, nada se puede sentir. Refiriéndome a querer morir cuando los dolores me martiricen, es mi consciencia y voluntad, que se aplique la eutanasia, si es procedente, tengo el derecho de morir dignamente. Por fortuna la eutanasia es legal en mi país. No se trata de que sea un suicidio, al que no se puede penalizar después de la muerte, ni tampoco sería un cargo de consciencia, si se tiene la tranquilidad de no ser un pecador. Creo que si los familiares y amigos de enfermos se enteran de que la eutanasia se realizó por consciencia y voluntad deben sentir satisfacción de que haya terminado un tremendo sufrimiento de sus seres amados. Queda para los familiares y amigos el dolor de la ausencia, la tristeza de no volverlos a ver, es inevitable el duelo aún más, para quienes quedan huérfanos, viudos o solos. Igualmente, si una persona no quiere la eutanasia, nadie debe obligarla a que se la aplique, de hacerlo incurre en un delito. Me parece importante prepararnos en vida para recibir la muerte de la mejor manera posible. Respeto a quienes piensan diferente a mí, a los que creen que aplicarse la eutanasia es pecado y van al infierno y a todas las personas de diferentes religiones que tienen sus propias creencias, sean las que sean. Recuerdo que un día hablando de la muerte con una amiga, ella lloraba de pensar que cuando muriera nadie lloraría, nadie se entristecería, que asistirían a su entierro muy poquitas personas. Después de escucharla, le dije: Amiga, “querer que los familiares y amigos lloren y se sientan tristes por tu muerte, no es amarlos”, no obstante, ellos si te aman y sufrirán tu muerte, pero ellos no desean que tu llores ni sufras en ningún momento de tu vida, además, qué importa lo que ocurra después de la muerte si ya nada se vive ni se siente” FIN DE LA VIDA. Después de nacer la vida se diversifica en muchos aspectos, no se sabe cuánto tiempo se vivirá, tampoco, cuando ni de que vamos a morir, aunque quienes se suicidan saben cuándo cómo y porqué. De muchas maneras se puede morir, por enfermedad terminal, por muerte súbita, por vejez, por accidente, por homicidio o por suicidio. Bueno aquí termina mi breve reflexión sobre la muerte, quedando aún en mi silencioso pensamiento temas y temas sobre la muerte y dejar aquí un espacio para escuchar otros interesantes comentarios del grupo de Apoyo. Lucy Reyes Neira A mis amigos virtuales de este portal Textales. Primero agradecerles los comentarios a mis textos. Hoy me refiero a lo importante que es dejar saber lo que no se debe guardar, lo digo por experiencia y por lo que me acaba de ocurrir. Resulta que ayer sentí dolor en brazo izquierdo, dolor en el pecho, en la espalda, en la mandíbula, pero sólo duró poco tiempo diez o quince minutos, como duró tan poquito, como otras veces llegan dolores y pronto desaparecen, creí que no tenía importancia mi malestar, pensé no decir a nadie nada, sin embargo, pregunté al médico y mucho me sorprendí cuando me dijo que debía ir a urgencias, de inmediato me hicieron dos exámenes, electrocardiograma y ecocardiograma, que resultaron negativos, pero que me tienen que hacer un catéter, yo protesté, ¿por qué catéter si me resultaron bien los exámenes? El médico dijo que esos exámenes no contemplaban las arterias del corazón qué el viernes me practican el catéter, me arrepentí de haber preguntado, estaría más tranquila, pero el doctor advirtió: que si no se deja saber lo mal que se siente, puede ocurrir algo grave, reprochó mi comentario de querer guardar lo mal que me sentí, reflexioné y concluí QUE NO SE DEBE GUARDAR SILENCIO DE LO QUE SE DEBE DECIR. Estoy sorprendida, aburrida, pensando en el viernes, lo único que me ha distraído es leer lo de mis amigos virtuales, responderles, no sé si bien, pero con sinceridad. ¿Qué sería de mi sin mis amigos, que son los que ayudan a mi felicidad? Es todo por hoy, después del viernes seguiré leyendo y comentando y que me perdonen los amigos que no les he comentado. También quiero comentarles que mi nuevo perfil es un libro que escribí con mis nietas para celebrar el cumpleaños de mi hijo mayor, haciendo historias de cada uno de los cinco cuadros pintados por él y que están en la parte de abajo de la portada. La portada la realizó la esposa de mi hijo, sobre la silueta del padre, las fotos de las tres hijas. Hasta pronto queridos amigos. Vida Antes de morir quisiera Revivir mis hojas muertas Entrelazadas en vida y muerte Revivir a mis seres queridos ya fallecidos Revivir mi infancia de niña inocente y candorosa Estar hoy revestida de experiencia y conocimientos Haber sido, inocente, ingenua e ignorante Estar aquí y haber estado allí. Hoy, sueños y progresos Ayer, Ilusión y esperanza Juventud y vejez vida. COVID 19 Tengo mucho frío -dijo mi esposo el día 30 de diciembre 2020- se abrigó, tomo dos pastas de dolex -sobre verde- durmió bien toda la noche. Al día siguiente continuó tomando dolex cada ocho horas y dormía. A las doce nos reunimos la familia por zoom, a recibir el nuevo año. Edil, mi esposo despertó cinco minutos antes y compartió la reunión. Al día siguiente, 1 de enero, sentí, leve dolor de cabeza y garganta, talvez me contagié del resfrío de Edil. Duré tomando dolex, tres días, me alivié, nada me dolía, pero nuestros hijos suplicaban que nos tomaran la prueba, ni Edil ni yo queríamos prueba, estábamos seguros de sentirnos bien. No obstante, nuestros hijos insistían en la prueba, aceptamos para tranquilidad de ellos. Nos llamó un médico de Sura, preguntó síntomas, Edil le dijo, si resultamos positivos, a todo mundo le dará, porque nosotros nos cuidamos muy bien, no salimos de casa y cumplimos bien el protocolo, no recibimos visitas, sólo domicilios de mercado y medicamentos, que llenamos de jabón y alcohol, recibimos con tapa bocas y a distancia de dos metros. El médico dijo: es posible que con tantos cuidados el resultado sea negativo, ya ordeno que les hagan la prueba. Por la tarde vino la enfermera, nos hizo la prueba, STR, es fastidiosa, pero es rápida. Ella dijo: si es negativa les llega el resultado por el correo, si es positiva, el médico los llama. El médico nos llamó para decir que las pruebas resultaron positivas, no lo podíamos creer. Al día siguiente nos visitaron dos médicos, nos examinaron, encontraron limpios nuestros pulmones, si sienten algún dolor toman acetaminofén y avisan. Yo nada creía, cuando perdí el olfato pensé que era por la prueba, pero cunado sentimos molestia en el estómago y algo de diarrea, más mucho desaliento ya creí, claro la molestia y el frío en el estómago, no es por la prueba, sí, estamos con el virus. Tres días después, Juan Francisco tuvo fiebre 38.1, por ayudarnos. A él le tomaron la prueba, antígeno, al cuarto de hora dieron el resultado, positivo y, a cuidarnos los tres. Cada dos horas nos llamaban médicos de Sura para que midiéramos saturación, ritmo cardiaco y temperatura, preguntaban cómo estábamos: la respuesta era: desalentados, frío en el estómago, aunque nos abriguemos, sin apetito, pereza. No teníamos tos, Edil tuvo 37.6 de fiebre, yo no tuve fiebre en ningún momento Los médicos y nuestros hijos nos mandaban tomar mucha agua y comer alimentos con proteína, procuramos obedecer. El amor de los hijos, nietas, familia y el grupo de apoyo de la Fundación Neumológica Colombiana, nos aliviaba. Pasados diez días de cada uno, nos dieron de alta los médicos, recomendaron que nos siguiéramos cuidando. Quedamos inmunes por un tiempo, he pensado en la vacuna, no es posible que quedemos fuera de la lista de los vacunados, sabiendo que el Covid 19 repite. Es justo que nos vacunen, aunque sea un poco más tarde. Por ahora lo único que siento es mucho desaliento y siento como si las plantas de mis pies fueran de papel. De vez en cuando surgen dolores en diferentes partes del cuerpo, pero pasan en segundos. Ya podemos hablar con los hijos, familiares y amigos, no contagiamos ni nos contagian La recuperación es lenta, pero nosotros y toda la familia estamos felices por haber sido afortunados, sin dolores, sin hospitales, sin graves consecuencias a pesar de nuestras edades y enfermedades de mi esposo. No siempre la enfermedad es leve. Nuestra enfermedad terminó, pero la pandemia sigue, más enfermos más muertos, más problemas económicos, sociales y anímicos. Así que,a cuidarse, puede sorprender el virus, como a nosotros. Ahora, debemos procurar rehacer nuestras costumbres, Mi esposo es lector imparable, ya empezó a leer un poco hasta no cansarse. Yo he recordado desde nuestro noviazgo, hasta el presente, miro las fotos, las de novios, las de nuestro matrimonio, los hijos, nietas, hermanas, nueras y amigos. Revivo momentos positivos y negativos: viajes, reuniones sociales, cargos de mi esposo y míos, momentos tristes por el fallecimiento de familiares y amigos, sorpresas que me dejaron feliz, otras muy tristes. Hoy me atrevo a escribir sobre lo fresco que estamos viviendo, ojalá me acompañe la lucidez. Procuraré no cansarme ni cansar a mis lectores. Queremos ir a nuestra finca, porque allá todo va bien, hay mucho espacio donde caminar y rodeados de árboles, pero aún me siento tímida de salir, talvez me acostumbré al encierro. He reconocido la importancia de creer y actuar de inmediato, no ser terca y obedecer los consejos de los médicos y de quienes quieren nuestro bienestar. Lucy. NOVELA No 2 CLEMENCIA Autora: Lucy Reyes de Lozano Edición Lucy Reyes de Lozano Año 2018 DEDICATORIA A MIS SERES QUERIDOS: Mi familia, textaleros: Juan Francisco Lozano Reyes, Alejandra Lozano París y Gabriela Lozano París. A MIS AMIGAS VIRTUALES: María Vallejo, Elvia González, Silvana Pressacco, Battaglia, Mónica Rivero, Raquel, MAVAL, Doris Melo, Maritza Talavera, dahil, Luzma54, Leticia Salazar, un sentimiento, María del Rosario. A MIS AMIGOS VIRTUALES: Enrique González Matas, Gustavo Adolfo Vaca Navaja, Juan Carlos Reyes Cruz, DEMOCLES, Raymundo, Gabriel Falcón, José Orero de Julián, Daniel Florentino López, Luis José, Antonio Valenzuela Vargas, Samont H, Iramesoj le ogam, Enrique Dintrans A, Roman Romani. INTRODUCCIÓN Llevo en mi mente de soñadora imágenes de familias, de paisajes, del universo, del mar, del día de la noche, de la naturaleza, con los que he recorrido el camino de mi vida, trazando experiencias, conceptos, ideas, actitudes, pensamientos y razones. De pronto se interrumpió mi pensamiento al ver por los cristales de una ventana una pareja de jóvenes, pensé que eran novios, cada uno tenía en sus manos una flor llamada margarita; ellos arrancaban los blancos pétalos de la flor, repitiendo: “SI ME QUIERE, NO ME QUIERE” hasta cuando se agotaron los pétalos, Creí que la pareja se amaba, pero ella lloraba, rechazaba abrazos y besos, él insistía en seguir abrazándola, ella lo golpeaba, mientras él la besaba. No pude seguir mirando, tenía que continuar con mis trabajos, pero no me podía concentrar porque la escena de esa pareja me dejó pensando y me llegó la idea de expandir mis pensamientos, creando mi segunda novela, sobre amores, desamores, conflictos, actitudes, realidades, tristezas y alegrías, cobijando la historia con las imágenes de mi mente soñadora. La novela toma el nombre de CLEMENCIA. Muchas historias son semejantes, aunque no iguales, las familias cuando son unidas y se aman sienten propios los sufrimientos de cada uno, son solidarios, buscan soluciones y es casi seguro que los problemas se resuelven, aunque se presenten disgustos y contradicciones, pero cuando las familias no se aman, por el contrario se odian, se desacreditan, son envidiosos, se humillan, se critican, se hacen maldades, no es fácil lograr paz, ni resolver los problemas, cada uno a su manera maneja sus problemas. La historia de Clemencia y su familia en la presente novela, es de acontecimientos variados, como la misma vida cotidiana, en la que no faltan preocupaciones, decisiones y desenlaces. Clemencia Esta tarde, lluviosa y fría, caminé por calles vacías hasta llegar al lugar en que nos espera el calor humano de la familia. Temblorosa y friolenta me arrunché en mi cama, sin saludar a nadie. De mis ojos llueven lágrimas, nadie pregunta el motivo de mi llanto. Mi hermano Elías está acompañado de su novia, ven una película; Aura, mi hermana mayor no se despega del celular y Clarita, mi hermana menor lee un libro; mi papá y mi mamá discuten por celos profesionales. A nadie le importa mi tristeza, sola debo enfrentar mi dolor, sola debo llorar, sola, como dice la canción: “Como perro callejero, como barca sin velero, sola con mi corazón”, sola como nací y sola como moriré. Nudos se atraviesan en mi garganta. No quiero seguir trabajando en esa empresa, no quiero más acoso laboral ni sexual, No más, No más”. Mi problema es ser joven bonita e inteligente, parecieran ser cualidades, pero no, son defectos que causan maldad en algunos jefes del trabajo, los que prometen aumento de sueldo condicional si se aceptan acosos. ¡Qué desgracia! tener que dejar pasar mucho tiempo para adquirir experiencia y ser Gerente o Directora de empresa alguna, dejando manchado el honor, y destruida la dignidad del pasado, prefiero olvidar mis estudios superiores, no trabajar como empleada, ser independiente, aunque sea vendiendo empanadas, no sé cómo se hacen, pero es fácil aprender, o cualquier otra idea que se me ocurra. Lo importante es renunciar a mi trabajo, denunciar al maldito jefe que quiere abusar de mí, aunque tenga que luchar, trabajar con las uñas, dejar de recibir el buen sueldo que gano, pero sanar mi ser. Lo difícil es denunciar sin pruebas, nadie ve los acosos, hasta imaginará la gente que es mentira o que las mujeres damos lado para ello. Al día siguiente, a la hora del desayuno, mi madre observa mis inflamados ojos, casi cerrados, por, tanto llanto. - Clemencia, hija, ¿Qué te pasa? - Es algo de mi privacidad que debo resolver. - Anda hija, soy tu madre y te rodea la familia, debes contar con el apoyo y el amor que todos te ofrecemos. Cada uno queremos consolarte, saber tu estado. Por fortuna es sábado, hay tiempo suficiente para escu charte, desahoga tu problema en familia, sabes que te queremos. - Gracias madre, gracias familia, que equivocada estuve pensando que a nadie le interesaba mi llanto Cuando ayer llegué a casa desesperada por los acosos laborales y sexuales del jefe que me promete dinero y ayudas a la familia a cambio de caricias y sexo, como si yo fuera una prostituta, o como si diera lado, como mujer fácil, como si necesitara dinero, como si fuera una miserable muerta de hambre. Maldito hombre, lo odio, sentí asco cuando me besaba, me estrechaba a su cuerpo con fuerza y yo tan débil, sin fuerza, me sentía desfallecer. Enterada mi familia de tan grave problema que enfrento, se llenan de ira e intenso dolor. Considera mi padre, que inmediatamente hay que conseguir un abogado que denuncie el caso. Mi hermano indignado desea matar al jefe, -ese maldito no debe vivir-. Interviene Clarita: Cómo se le ocurre arreglar el problema matando al jefe, ¿evitarle sufrimientos en la cárcel?, ¿darle descanso eterno? ¿Ir usted a la cárcel, mientras el jefe descansa eternamente? Piense hermano, es mejor lo que mi papá dice, “para eso existe la ley”. Aura opina que de nada sirve la ley, la justicia está en normas, pero no se aplican, es como si no existiera la justicia, lo que sí existe es la injusticia, cuando no se puede probar, además, que, aunque se tengan pruebas el delincuente consigue falsos testigos que calumnien a la víctima, Clemencia: lo mejor es lo que quiero; independizarme, trabajar en lo que me guste, ser yo misma, jefe y emprendedora de mi propia empresa. Mi hermana mayor me apoya y colabora. Mi mamá opina que lo mejor es que yo viaje a otro país, me especialice, estudie más, así tendré la mente ocupada, lograré mejores cargos y olvidaré el problema. El tío Tirso, como de costumbre, antes de opinar cuenta historias. “Ismael, único hijo de María llevaba la ventaja de ser héroe, en aquella batalla”-Interviene Clarita: tío, ya sabemos que sabes mucha historia, pero no es el momento de escucharlas, al grano tío, da tu opinión sobre el caso de Clemencia. Está bien Clarita, lo mejor es dañarle la imagen a ese desgraciado, publicando en muchas partes fotos del tipo y, agregar letreros que digan: “Ojo, cuidado con este pervertido”. -¿Por qué será que Clarita siempre vive criticando? –dice Elías- A mí, me trata de bruto por querer defender el honor de mi hermana en legítima defensa, critica la opinión de Aura por apoyar a Clemencia; al tío Tirso no lo deja contar sus interesantes historias. Qué aburrida eres hermana, no hay acuerdo en nada, eres dueña de tus razones, no hay reconocimiento de lo bueno, mientas el resto de la familia es maravillosa, yo haré lo que me parece, no lo que mande mi hermanita menor Mire Elías: ya estoy desesperada en esta casa, pero tranquilos, ya todo está listo para abandonar este hogar... Nadie te está pidiendo que abandones el hogar, simplemente debes corregir tus errores y pensar que es normal la pelea entre hermanos. Clemencia: “Bonita forma de calmar mi dolor, todos peleando”. -Aura: Elías, no tome tan a pecho lo que se dice, deje su mal genio, piense que lo que estamos haciendo es buscando soluciones, opinando sin intención de ofender. Y, usted Clarita, no tiene que abandonar el hogar. Clarita: pero hermana, usted todo lo tolera, yo no aguanto, prefiero vivir sola. *** Listo, el abogado inicia denuncia penal contra el jefe de personal de la empresa “Quocom” por acoso laboral y sexual, en la trabajadora Clemencia Ruíz Maldonado. El jefe acusado debe presentarse en la Fiscalía General de la Nación acompañado de un abogado, tiene derecho a la defensa. (Algunas partes de la indagatoria) ¿Cómo es su nombre y apellido? Mi nombre es Álvaro, mi apellido es Montes. - Preguntado: ¿Conoce usted a Clemencia Ruiz Maldonado? - Si la conozco, trabaja en la empresa Quocom. - ¿En qué cargo se desempeñan, usted y Clemencia? - Soy jefe de personal de la empresa y Clemencia es asesora de contabilidad de la misma empresa - ¿Usted y Clemencia trabajan en la misma oficina? - Si los dos trabajamos en la misma oficina. - ¿Cuántos empleados trabajan en la misma oficina en que usted y Clemencia se desempeñan? - Solo Clemencia y yo. - ¿Cómo es Clemencia? - Físicamente, es hermosa, como trabajadora es responsable, como amiga, no la conozco. - Diga cómo es cierto, sí o no ¿que usted la acosa a Clemencia, en lo laboral y en lo sexual? - No es cierto. - ¿Qué piensa usted, antes de acariciar a Clemencia? - Responde el abogado defensor de Álvaro: Me opongo a la pregunta por considerarla capciosa y exijo pruebas de dichos acosos. - ¿Por qué cree usted que Clemencia haya interpuesto denuncia penal contra su indebida actitud? - No sé, yo sólo me limito a responder su saludo y nada más. - ¿Qué responde usted a la acusación de acoso laboralque usted besa, acaricia, y sexual ofrece aumento de sueldo a Clemencia si acepta tener sexo con ella? - Que es mentira. Siguen más peguntas, el sindicado niega todo. El abogado de la familia Ruiz insiste que de alguna manera se debe encontrar pruebas, ya sean testimoniales, documentales… sin pruebas es difícil, no obstante, un careo sostenido, frente a frente sobre las propuestas del jefe y los rechazos de Clemencia pueden servir. Clemencia: No quiero estar frente al jefe, sin pruebas nada se logra, pero el abogado acusador dice que no puede abandonar el caso, que seguirá actuando hasta el final. La familia acepta que el abogado continúe y pagarán los honorarios. Laura: hermana Clemencia olvídate del denuncio penal, aíslate de ese mal jefe, tu vida depende de tus actitudes, confío en tu inteligencia y apoyo tu deseo de ser independiente, ayudaré a tus logros, aunque al principio haya que soportar sacrificios. Clarita: No estoy de acuerdo en que Clemencia se retire del trabajo de la empresa, por cuanto está practicando lo de su profesión de contadora, no es bueno dejar de recibir buen sueldo, la solución es pasar hojas de vida a otras empresas, progresar en ellas y olvidarse del denuncio que de nada sirve. *** Clemencia: Nuestros padres viven en constantes disgustos por celos profesionales, por diferencia de cargos, los dos ejercen cargos de economía, René, nuestro padre trabaja en una empresa de plásticos y Amalia, nuestra madre trabaja en una empresa de automóviles en la que se desempeña como gerente comercial, doblando el sueldo que gana nuestro padre, quien se desempeña en un cargo inferior al de nuestra madre, dando lugar a estas discordias: - Amalia, Tus cargos, tus salarios, tus éxitos se deben a que eres bonita, coqueta, aduladora, yo paso por desapercibido, por ser serio, exigente y déspota. - René, eres arrogante, humillante y contradictor, además no valoras mis estudios especiales, mis diplomados, el crecimiento logrado en la empresa por mis conocimientos, me humillas, me haces sentir mal a cada momento, -no soporto tus humillaciones- Creo que lo mejor es independizarnos, separarnos, darnos mutua libertad, sin necesidad de enterarnos de nuestras vidas. Nuestros hijos son mayores ya no somos necesarios para ellos, cada uno tiene su trabajo y pueden organizar sus vidas. Por mi parte seguiré amando a mis hijos toda la vida, ayudaré a resolver el problema de Clemencia, cambiaré mi modo de vida, así que te propongo “Separación de cuerpos y de bienes” - Es dolorosa tu propuesta para nuestros hijos y para mí, puesto que te amo[LRdL1] . Además, de común acuerdo los dos queremos ayudar a nuestra hija Clemencia. Dejar el hogar así tan de repente no es conveniente, creo que estás acelerando tus propósitos. - Yo te amé hasta antes de que me humillaras, me calumniaras, me maltrataras, no puedo tolerar tanta injusticia. Ahora bien, si reflexionas bien, si cambias, si aceptas mis éxitos sin sufrir, sin disgustos, con libertad, sin que importe quien gana más o menos, total para qué reparar, si los gastos son comunes en el hogar. Es verdad que la separación sería gran dolor para nuestros hijos, no obstante, hay solución, si cambias. - No es fácil cambiar ante el desamor. ¿Qué bondades puedo ofrecer a una mujer que ya no me ama? Sin embargo, entiendo que piensas en soluciones, pienso que existe la reconquista, la lucha por amor, los cambios positivos, el deseo sincero de mantener un buen hogar. Es posible un reencuentro matrimonial cuando somos conscientes de nuestros errores y podemos repararlos, es cuestión de darnos un tiempo para reflexionar, ojalá un viaje que ayude a tolerar, a recapacitar y lograr un cambio de vida que a los dos nos convenga ¿Qué opinas?, está bien, acepto la propuesta. *** Mario Hernández: Me preocupa la desesperación de Clemencia, verla llorando, sufriendo de insomnio, sin apetito, deseo consolarla, es mi clienta, siempre visita mi farmacia, compra medicamentos, solicita domicilios de todo cuanto necesita, hasta soy yo quien aplica inyecciones a la familia. Quiero saber lo que le está ocurriendo a Clemencia, es fácil saberlo, puesto, que hay confianza entre los dos, nos contamos nuestros problemas. En el término de dos horas me pude enterar del problema, quedé con la idea de cambiar la tristeza de Clemencia por una nueva ilusión. Recordé que a Clemencia le encantan los perros, entonces al día siguiente compré una pequeña perrita, tipo chihuahua, me parece muy tierna, fácil de manejar, puesto que la perrita tiene tres meses de edad y ya está entrenada para hacer sus necesidades y se sabe sobre su alimento. -Claro, es lo mejor-Late acelerado mi corazón, pensando en encontrarme con Clemencia, verla sorprendida e ilusionada de recibir a su pequeña mascota… marco el número del teléfono de Clemencia para que acepte la visita y llevarle el obsequio, pero Clemencia inventa obstáculos para no recibir visitas, quiere estar sola, permanecer encerrada en su habitación aislada de todos, ha respondido: ¡Qué pena Mario! No puedo recibir tu visita, debo cumplir con algunas citas médicas, durante algunos días, después te llamo, cuando pueda recibir tu visita, Mario insiste… Clemencia, creo que te conviene que nos veamos, ella responde: será otro día, Está bien -dice Mario-, no quiero presionarte, esperaré con paciencia que llegue el día que nos podamos ver, me despido sintiéndome agobiado. Acaricio a la perrita diciéndole: Tendrás que estrenar cama esta noche, te acomodarás a mi lado, compraré tu alimento, seguramente mi familia se sorprenderá cuando te vea. Al llegar a mi casa, una de mis hermanas abre la puerta, se sorprende, no saluda, quita la perrita de mis manos, la alza, emocionada, gritando: ¡Ay, qué belleza!, la quiero para mí!, en seguida saltan mis otras dos hermanas, quieren alzar la perrita que ladra asustada, pelean todas al mismo tiempo, quieren tener alzada a la perrita. Tanta algarabía llama la atención de mis padres, mi madre se opone, no quiere recibirla, dice: No quiero ser esclava de la perrita ni por bonita que sea, mi esposo nunca ha querido que tengamos animales en la casa, él piensa, que cada uno debemos vivir en nuestro correspondiente hábitat ¿y… cuál es el hábitat de los perros? “No te preocupes madrecita”, la perrita estará aquí unos dos o tres días, mientras la dueña cumple citas médicas. ¡Protestan mis hermanas! No Mario, queremos que la perrita sea nuestra, no tenemos mascota. “Yo me comprometo a cuidarla”, yo también dicen las tres al mismo tiempo, quiero que esta noche se acueste a mi lado -dicen las tres al mismo tiempo. Ninguna se quedará con la perrita, -les digo- porque soy yo el encargado de cuidarla, soy el único que merece tenerla, además, no sean desconsideradas, ¿no les da lástima verla ladrando?, pobrecita debe tener hambre, debo darle el concentrado. La perrita bebe leche, come concentrado, todos la miramos. Horas después, acuesto a la mascota a mi lado. Mis hermanas trasnochan al pie de la cama contemplándola. La perrita hace popó en mi cama ¡Qué vaina!, olvidé que el entrenador de la perrita me advirtió que eligiera un lugar de la casa, como el patio, que extendiera papel periódico y que llevara a la perrita al lugar elegido después de la comida, ya estaba acostumbrada a depositar su popó sobre periódicos; con razón, la pobre no para de ladrar, además estará asustada de sentirse en un lugar extraño. Bueno……. las hermanas que pelean por cuidar la mascota, que recojan la caquita, no Mario, tú que dices merecerla tienes que limpiar, listo, yo limpio sin reparos, ustedes no la merecen. *** Clemencia: Me arrepiento de no haber aceptado la visita de Mario, han pasado más de dos días, sin aceptar la visita, entonces marco el número del celular de Mario, para aceptar que me visite. Pasan dos días, Mario me promete visita. Mario: Bueno, bueno, coloco esta cadena en el cuello de la mascota y amarro esta tarjeta en la que escribí este mensaje: “Soy tuya, seré tu compañera, te quiero”. Toco la puerta de la casa de Clemencia, inmediatamente ella abre, saludo, le digo: “Te regalo esta pequeña mascota, para que te quiera y te acompañe todos los días”. ¡Increíble! Ocurre algo parecido a lo que pasó en mi casa con mis hermanas, -no me saludan- ni Clemencia, ni las hermanas, pelean por alzar la perrita, “Es mía”, -dice Clemencia, me siento feliz, ¡Por fin agradece el regalo!, me abraza y me besa. Alza y besa a la mascota, que mueve la colita, se aguan los ojos de Clemencia, dice: es mía, seré la mamá, mis hermanas serán tías, mis padres serán abuelos de…… ¿de quién?¡oigan!, tendremos que darle un nombre a la perrita y bautizarla, siiiiii, dicen todos al mismo tiempo, proponen distintos nombres: nieve, luna, mía, cala, se me ocurre llamarla Marte –dice Clemencia, -no, dicen las hermanas tías, mejor será llamarla venus, será mejor el nombre que quiera la mamá Clemencia, ella responde: si Mario quiero llamarla “Marte” y tú Mario serás el padrino y la madrina será tu novia,… a ella no le gusta los perros, y hace dos días terminamos la relación amorosa, entonces, será mi mejor amiga Daniela, que sea ella la madrina. Tres días después, la madrina y la familia Ruiz bautizaron a la perrita con el nombre de Marte. Abundan regalos para Marte, cama, ropa, juguetes, cargador, correas cobijas… *** El viaje de encuentro matrimonial de René y Amalia resultó positivo. NUESTRO REGRESO El caluroso y brillante sol, en el día nos encontró La silenciosa luz de la luna, en la noche nos unió Se descongeló el quieto hielo, que atormentaba Brotó de nuevo nuestro gran amor en la quimera Estábamos lejanos de familiares, amigos y extraños Pero, ahora de regreso, repartimos besos y sonrisas Retorno a nuestro hogar, compartiendo admiración Renace nuestro amor, pétalos de rosa en el corazón. Pasan nuevos días, todo parece en calma. Un corazón herido curado en apariencia, con el amor de una pequeña mascota llamada “Marte” Una sola sombra asoma, es el dolor de mi fatiga por aquel recuerdo infame; son como punzadas de dolor que recorre mi cuerpo joven y el dolor oculto ante la familia para no empañar el nuevo amor de mis padres. Recostada en mi cama, acompañada de mi linda mascota Marte, entre caricias y llanto repaso mi triste historia a Marte, -mi mejor amiga, desde el principio hasta el final, ella me escucha con atención, lame mis mejillas, son besos de amor y consuelo, como de hija amorosa. Marte me acompaña a todas partes. Las charlas en visita y celular son sobre las ocurrencias de Marte que mucho distrae. Entre más tiempo más amor por Marte, ha cambiado la vida y la costumbre, es como si Marte fuera una persona que todo lo entiende, asombra su inteligencia, domina a la familia, exige sus comidas al mismo horario de su dueña, de no ser así no come, le gusta que la premien con galletas cuando obedece, se enoja cuando la dejo sola, protesta haciendo popó en la sala, le gusta ver televisión, cuando no le gusta lo que ve, ladra. Vigilo a Marte desde mi celular las veces que la distancia nos separa. Cuando se enferma sufro, la llevo al médico veterinario, compro los medicamentos, con la ayuda de mis padres, mientras consigo trabajo. Paso noches enteras pensando en inventar un trabajo, le comento a Aura, que me gustaría hacer campaña sobre la importancia de evitar la contaminación que perjudica la ciudad, a mi hermana le parece buena idea. Pasado un tiempo, las dos hacemos videos graciosos y originales, mostramos resultados positivos, enviamos nuestros inventos a empresas, los ofrecemos a precios un poco elevados; publicamos por Internet los servicios de nuestra nueva empresa llamada “CLEMAR” dedicada a mostrar videos que enseñan como preocuparse por mantener la ciudad limpia *** CLARITA: Por fin abandono mi hogar, me instalo en un apartamento pequeño en el piso 18 en Bogotá. Acomodo mi ropa, ordeno mis libros por autores, adorno la sala con bonitos cuadros, el comedor también lo adorno, con un cuadro y dos bellas matas. Poco a poco sigo ordenando el apartamento, después de salir del trabajo, veo televisión y duermo. El fin de semana, ya todo está bien, llamo a mi familia, quiero que conozcan el apartamento, da la casualidad de que Elías también ha cambiado de apartamento, vive con la novia en un pueblo cercano a Bogotá. Llevo seis meses viviendo sola, aunque leo bastante, veo televisión, escribo poesías, a veces, Aura y mis padres me visitan. Poco me gustan las visitas, prefiero que me llamen al teléfono mis familiares y amigos. A mi amiga Tere le cuento mis secretos, le tengo confianza, porque no se burla de mis relatos. Una vez duramos dos horas hablando por celular, le conté que cuando miro fijo un punto en el piso, veo que poco a poco el punto se va agrandando, luego veo que le salen patas, como de una araña y empieza a moverse, se va acercando, me impresiono, cierro los ojos unos segundos y cuando los abro vuelvo a ver el punto normal. Otras veces miro fijamente cuadros dibujados en mi cobija y si fijo mis ojos en los cuadros, veo que se agrandan y se mueven, cierro los ojos, vuelvo a mirar y veo todo normal. Cuando cierro los ojos, despierta, veo en blanco y negro figuras de personas, animales, paisajes, pienso que tengo problemas en los ojos, pero Tere me dice que no es enfermedad de los ojos, que puede ser creatividad imaginativa, me comenta de casos parecidos, de películas; de conceptos de psicólogos que ha leído, finalmente después de tanto hablar del tema Tere me aconseja que visite al médico, le agradezco a mi amiga y comparo diferencias; cuando yo comentaba esto con mi familia se burlaban, me decían que aumentara a la figura del punto además de la araña otros animales simbólicos, como candidatos a la presidencia; sapos, lagartos, ratas, serpientes, sancudos, delfines, cerdos… mientras mi amiga desea que vea bellas figuras, como pétalos de rosas, de jazmines, de violetas… Mi amiga me aconseja que visite al médico y le cuente, pero no me atrevo, creo que el médico también se burlará. *** Juego con Marte, en la finca de Daniela, corremos, corremos, pero Marte corre muy rápido por el bosque siguiente a la finca, ¡me preocupa!… no puedo ir detrás de Marte, ¡se ha perdido en el bosque!...., me desespero, avanzo, llamo a gritos, Marte, Marte, Marte. No aparece, me desespero, lloro, avanzo por el bosque, estoy agotada, caigo al piso de pasto, va oscureciendo, llega la noche iluminada por la luz de la luna, ¡Oh dios! miro mi entorno, pleno de árboles mixtos, bajitos, altos, casi tocando el cielo, árboles pequeños y frondosos, musgo, plantas de diversos colores, sonido de grillos, canto de búhos, insectos, Hongos, ruidos extraños, animales desconocidos. En el firmamento pleno de estrellas, se divisa el planeta marte. ¡Oh dios, qué miedo! veo animales raros y escucho extraños sonidos, no sé qué hacer,…. ¡Ayúdame virgencita de Guadalupe!.... ¡Dios mío ayúdame! Me trepo por el grueso tronco de un inmenso árbol, me apoyo en una larga rama, ¡parece que no me resiste!…… ¡Auxilio, ayuda! Voy bajando por el aire, ¡ay, ay!... Clemencia cae al piso, fuerte golpe recibe su cuerpo, está más perdida que su mascota. Se reduce su mente en mínima razón, nada entiende, ni siquiera el planeta marte le recuerda su estado, su mente está en blanco, ya ni le preocupa ver una serpiente enrollada en un árbol cercano, no siente miedo. Parece congelada del frío, mientras la perrita Marte ha regresado tranquilamente a la finca, ladra por no ver a Clemencia. Daniela y la familia se preocupan de la ausencia de Clemencia, están asombrados de que ha llegado la noche y ella no aparece, deciden ir con Aura, el papá, Daniela y Amalia en compañía de marte, a buscarla por el bosque, van asustados, cada uno quiere dirigirse a distintos lados, pero Marte ladra y los guía por caminos pedregosos, tropiezan con piedras, con matas, la perrita corre rápido, ladra y también se pierde de las personas que pasan horas de miedo, de llanto, de angustia, llaman a Marte, no responde. Aura recuerda que trae su celular en un bolsillo, llama a la policía, pide ayuda, manifiesta el lugar donde se encuentran, la policía promete ayuda inmediata, pasan horas y la policía no aparece, va amaneciendo entre llantos, desesperos y por fin aparece la policía, buscan por todo el bosque a Clemencia y a marte….de pronto….. Se escucha un lejano aullido que sirve de guía para encontrar a Clemencia y su mascota, se acerca Amalia, toca la espalda de su hija le habla, ella no responde ni reconoce a su familia, que bastante se preocupa. Poco a poco todos se acercan, marte ladra al pie de su mamá, la mira, la besa y llora. Es conmovedor ver a Clemencia, a su familia, a su amiga y a su mascota. La policía alza a Clemencia, la sube a una camilla, con ayuda de dos policías. Daniela y la familia siguen el largo camino hasta llegar a la patrulla reunida, esperando dar seguridad, suben al carro manejado por policía, con todas las personas y la perrita. Son conducidos a una clínica para tratar a Clemencia que se encuentra inconsciente, fría, golpeada, débil, silenciosa, agotada y acompañada de su amiga y su familia. El médico examina a Clemencia, ordena un tratamiento de cuidados especiales durante un tiempo, hospitalizada en clínica de reposo. Tiene que cumplir órdenes de médicos: madrugar, baño con agua fría, tomar pastillas, caminar descalza sobre el limpio baldosín, compartir recreación con otros pacientes, la familia la visita todos los días, poco a poco se va recuperando, recuerda a marte, quiere verla, pronuncia su nombre varias veces. Los padres y Aura llevan a marte a la visita que ha sido permitida por el médico. Marte ladra, lame las manos de Clemencia, ella sonríe, mira cariñosa a su mascota, la besa, mira a su amiga Daniela, a sus padres y a Aura, el médico le da de alta y puede regresar a su hogar. *** El abogado de la familia Ruiz visita a la familia, para notificarlas de que ha ganado el caso del jefe de Clemencia, que el juez ha dado orden de captura, pero el sindicado, ha desaparecido, es prófugo de la justicia. El abogado cobra los honorarios, la familia paga, lo felicitan y piden que les comente lo ocurrido durante el proceso penal. El abogado permanece horas relatando lo ocurrido. El caso es que Álvaro nunca estaba en la casa de la familia ni en la oficina, se le buscaba en diferentes partes y nada se sabía. En algún momento lo capturarán y será conducido a la cárcel, así que ya pueden vivir tranquilos. La familia agradece al abogado por su buen trabajo. Amalia cuenta al abogado, el accidente que sufrió Clemencia, pero, la historia es larga y da pena quitarle el tiempo, lo importante es que ella ya se recuperó. El abogado: ¿Y Clemencia a qué se dedica ahora? Ella y Aura trabajan independientes en su empresa CLEMAR, se han dedicado a producir y vender videos a varias empresas, que les gusta la idea de hacer campañas para evitar la contaminación del medio ambiente. Van muy bien en sus trabajos. El abogado se despide y les desea buena suerte. *** AMALIA: Ahora me dedico a cumplir con los consejos recibidos en el encuentro matrimonial. Visto sexi, soy más cariñosa con mi esposo, he dejado de hablar todo el tiempo de mi trabajo, admiro los cuadros pintados por René, agradezco los buenos detalles de mi esposo. René también ha cambiado, me invita a cine, a espectáculos, a buenos restaurantes, admira mis estudios, mis conocimientos, mi buen trabajo. Los dos de común acuerdo, hemos decidido vivir solos en un agradable apartamento, invitamos a nuestros hijos a la nueva vivienda, pasamos tertulias gratas hablando de política, de arte, de deportes… Los hijos también han cambiado, son más cariñosos, más generosos, nos invitan a obras de teatro, celebran con viajes nuestros cumpleaños, invitan a grandes conciertos musicales y cuentan sobre sus amores. (Una sorpresa) Todos nos hemos entusiasmado con la sorpresa de que Aura contraerá matrimonio con un arquitecto el día 31 de diciembre del presente año y bautizarán en tres meses a sus hijos gemelos que viene en camino, nos convertiremos en abuelos, nietos, tíos, sobrinos. Los bebés traerán felicidad a la familia. *** CLARITA: Necesito mercar, voy al supermercado, elijo varias frutas, chocolate, huevos, galletas, lo necesario para mi desayuno, nada más porque almuerzo en restaurante y ceno con café y unas tostadas, a… pero olvidé comprar aceite envasado en botella de vidrio, tomo en mis manos el frasco, ¡ay! se resbala de mis manos, cae al piso el frasco, queda vuelto cuadritos y salpica el aceite en el vestido de un señor, ¡Qué vergüenza!, pido perdón al señor, nada responde, resbalo y caigo al piso, quedo lesionada, difícilmente me levanto, no puedo caminar. El señor, salpicado de aceite me ayuda, me levanta, me acompaña al apartamento, lo invito a seguir, el señor propone llevarme al médico, acepto, vamos a la Cruz roja, me hacen masajes, me dan medicamentos, el señor vuelve y me acompaña al apartamento, me alcanza agua para que tome la pasta indicada. Hablamos largo rato, agradezco. El señor pregunta el número de mi celular y se despide. Todos los días me llama para preguntar cómo sigo y, si es posible iniciar amistad, acepto la amistad, nos vemos con frecuencia en el apartamento, hablamos de la tecnología, del trabajo, de las familias y de los problemas sociales, le pregunto el nombre. -Me llamo Alberto Días -Y tú ¿cómo te llamas?, Me llamo Clara Inés Ruíz Maldonado, mi familia cariñosamente me llama Clarita. -Yo también te llamaré Clarita. - Pico el ojo y sonrío, le pregunto sobre sus actividades y sobre la familia. - Vivo solo, mi familia vie en Ecuador, hace dos años vine a Colombia por motivo de trabajo. - ¿Eres ecuatoriano? -Sí. - ¿En qué trabajas? - Soy vendedor de medicamentos de un laboratorio, pero creo que tengo que regresar a mi país- - ¿Por qué? - Estoy muy preocupado porque me acusan de ser informante de la guerrilla y estoy amenazado a muerte, siento miedo, me escondo, no sé qué hacer, me queda poco dinero para sobrevivir. - Y, ¿Por qué razón te culpan de informante de la guerrilla? - Por rumores, porque algunos de mis clientes me comentan sobre la guerrilla y lo que me comentan yo lo he comentado con otros clientes, pero no entiendo las amenazas, yo no descubro cosas ocultas, no soy de este país, no soy amigo de guerrilleros ni de paramilitares, desconozco a qué se deben las informaciones, pero recibo panfletos y voces de personas desconocidas que me amenazan de muerte, me dicen que debo desaparecer en quince días y de no cumplir me matan. --¡Muy, grave!, pero ¿será verdad?, o serán bromas o pegas, hay gente mala, sin oficio, y si crees que es verdad ¿por qué no regresas de inmediato a tu país? - Porque no quiero preocupar a mi familia, no quiero involucrarlos en mi problema. - ¿Tan grave es el asunto? - Sí Clarita, he tenido que cambiar de vivienda y de celular, pero los que me persiguen saben en qué laboratorio trabajo, esta circunstancia ha causado el despido de mi trabajo. ¡Qué ingrata es la gente, he dejado buenas ventas, mi trabajo ha sido destacado, pero mis jefes piensan que para ellos también es un peligro, no quieren saber nada de la guerrilla, me pagaron y me despidieron, sin reconocer mi buen trabajo, cambié de vivienda a este barrio, pero temo que me encuentren y me maten! - Y ¿cuánto hace que vives en este barrio? - Sólo dos meses. - yo te ayudo en lo que pueda, mi apartamento está a la orden cuantas veces quieras te refugias aquí. - Gracias Clarita, pero tengo que pensar en lo que se debe hacer para evitar persecuciones, una solución sería viajar al exterior, pero no es posible por falta de dinero. Alberto y yo nos hemos enamorado, hemos compartido el sufrimiento de las amenazas, varias veces Alberto se refugia en mi apartamento, le doy consejos para que cambie y no lo reconozcan, “déjate crecer barba y bigote, ponte gafas, sombreros” -Gracias amor, pero tal como dices daré apariencia de cómico. -Mejor que parezcas un cómico, así quedaras diferente, si te pintaras la cara de blanco, los labios rojos, los ojos maquillados de negro, como un meme, si parecerás un cómico. - Pero, amor, así no consigo trabajo y es lo que más deseo para podernos casar, vivir bien y tranquilos ¿qué hago? ¿Cómo consigo trabajo? - Pues, amor pensemos hasta que encontremos una forma de trabajo, puede ser por Internet. - No amor, debo esconder mi identidad. - Tienes razón. Bueno amor, pero parte de mi trabajo lo ejerzo en mi computadora - ¿Qué haces? - Hago publicidad de productos de belleza de una reconocida empresa, a ese trabajo le dedico dos veces por semana y el resto del trabajo es presencial en la empresa, pienso… Si tú haces los trabajos en mi computadora, te pago y, yo descanso, porque me siento agotada de tanto trabajo. - Gracias Clarita, entonces, ¿sería vivir en tu apartamento? - No tú sigues donde vives y sólo vienes dos días en la semana a trabajar. - Bueno lo dije para podernos ver más, estar oculto aquí amándote, besándote, acariciándote y ayudándote en todo lo que necesites. - Ja, Ja, ja, viviremos siempre juntos cuando ganemos buen dinero y nos podamos casar, no te precipites. - Uy Clarita, yo quisiera casarme ya contigo. - No te ilusiones, será hasta cuando reunamos dinero suficiente para casarnos y vivir en otro país, donde no te persigan más. - Qué buena idea Clarita, si puedo esforzarme más trabajando en la computadora lo haré y que se cumpla nuestro viaje y matrimonio. *** ELÍAS: Acabo de reunir a mi familia en el apartamento de mis padres, los visito con mi novia. El motivo es entregar la tarjeta de invitación de nuestro próximo matrimonio, en un mes. Mis padres nos felicitan, nos desean éxitos. Clemencia, Aura y Clarita, también nos felicita. Comienzan las preguntas ¿por lo católico? ¿En qué iglesia? ¿La celebración es en el Club de los Arrayanes? ¿Traje de corbata? ¿Luna de miel en Cuba?, seguimos hablando unas cuantas horas, comentan que todos se casan menos Clarita, ¿menos yo? Falta que conozcan a mi novio, yo también me voy a casar, ¡qué bien Clarita! debemos conocer a tu novio, claro que sí mamá, papá y hermanos, pronto, igual que Elías reuniré la familia, no aquí, en mi apartamento, para comentarles como ha sido mi relación amorosa, pero no será ese día en que conozcan a mi novio, será después de que les haya comentado aspectos del noviazgo, que a veces me preocupa y deseo sus consejos y opiniones, no es que no esté enamorada, es decidir, si me caso pronto o dejo pasar buen tiempo. Pues Clarita ya que estamos reunidos todos en el apartamento de nuestros padres, por qué no aprovechas esta reunión para comentar lo de tu matrimonio. Será en otra oportunidad Elías, esta es tu reunión, tu motivo personal, diferente a lo mío, te agradezco, pero los reuniré otro día, cuando confirme la fecha, pasaré al apartamento de cada uno de ustedes con mi novio, para hacer la invitación formal. Clarita siento que estás criticando que yo haya reunido a toda la familia en el apartamento de mis padres para invitar al matrimonio, tú siempre has criticado lo que yo hago. Perdón Elías no estoy criticando, cada quien es libre de actuar como quiere, no está reglamentado que todos hagamos lo mismo, me parece bien esta reunión, así evitan visitar a uno por uno. El hecho de que pensemos diferente no es motivo de disgusto. *** MARIO: Cuánta tristeza, cuántos pensamientos, cuántas dudas, cuánto trabajo ha significado lograr tu recuperación y saber que ya aceptas casarte conmigo querida Clemencia, siii Mario, amor mío, cómo no reconocer tus virtudes, cómo no entender que me amas de verdad, bien sabes los sufrimientos que atropellan mi ser, todo lo sabes, sin que yo pueda estar lúcida en todo momento para retribuir tus bondades. Cuando sufrí el accidente quedó bloqueada mi mente, pero en mis sueños tú siempre estabas, sueños que poco a poco van siendo realidad. Sé que tú comprendes mi estado, fuiste el primero en consolar mi dolor al darme el grandioso regalo de mi mascota Marte, cuando a ella acarició, recuerdo tu nombre, te agradezco en todo momento, hoy día te amo, siento algo increíble cuando vamos caminando tomados de la mano, cuando me acaricias, cuando me besas, cuando somos como uno solo, digo “increíble” porque después de haber sido víctima del jefe donde trabajé, pensé que odiaría a todos los hombres, a ti te veía como un amigo o como un hermano, pensé que jamás me enamoraría, tú lo sabías, tenías paciencia, no vacilabas en seguir amando a este ser que no te ofrecía amor, pero ha llegado el momento de sentir que estoy enamorada, aunque sinceramente te digo que hasta el día en que yo sepa que a ese maldito Álvaro lo tienen en cárcel sentiré frescura en mi alma y si después nos casamos hallaré la verdadera felicidad. Te comprendo amor mío, borrar quisiera yo esa agonía, reemplazar esas espinas con pétalos de rosas en tu corazón, convertir esos malos recuerdos en cenizas, abrir una puerta al cielo, para conocer el universo de la felicidad y sientas que te amo de verdad. Gracias amor mío mereces este abrazo y este beso que marca nuestro amor. *** CLARITA: Hoy realizo la prometida reunión con toda mi familia, en mi apartamento. No vacilo en relatar mi relación con Alberto, desde el principio, la forma accidental como nos conocimos, las circunstancias que nos llevó a iniciar amistad y luego a enamorarnos. Muestro fotos de Alberto, describo la tristeza que le ha causado a Alberto el peligro en que vive, relato absolutamente todo lo que Alberto me cuenta, de las injusticias, el miedo, el peligro, su cambio de vivienda de celular, el deseo de que nos casemos pronto y vivamos en otro país, donde no lo persigan más. Una vez enterada mi familia, quieren mi felicidad. Cada familiar propone como se ha de realizar la boda, cómo ha de ser el vestido, hacen lista de invitados, el ponqué, los videos, las fotos, la cena, la iglesia, las damas de honor, pero se confunden las ideas, se contradicen, cada uno quiere lo mejor para el día de la boda, unos quieren en una iglesia, otros en otra, que el vestido sea blanco, de otros colores, el ramo de flores especiales, todos y cada uno indican donde se consiguen los cocineros, los fotógrafos, periodistas que publiquen el matrimonio en periódicos de amplia circulación, que la música sea clásica, nada que sea popular, en fin tanto proponen y hablan que les amanece un nuevo día en el que han acordado todo, la fecha del matrimonio, el lugar de la iglesia, fotógrafos y periodistas. *** MARIO Y YO: Viajamos a Cartagena, es posible porque para el matrimonio de Clarita falta un mes (Ya sabemos lo que se va a hacer) y para el de Elías falta dos meses. Estamos felices disfrutando de la belleza de Cartagena, nos hospedamos en el Hotel “Capilla del mar”, gozamos de los servicios, hacemos tours, montamos en coche, recorremos sitios históricos, escuchamos historias de los guías de cada lugar, gozamos de la vida nocturna, asistimos a bares, conocemos famosos músicos y cantantes, bailamos. En el día disfrutamos de bellos restaurantes, vamos a las playas, disfrutamos de la brisa y las olas del mar, observamos los bellos edificios, la Iglesia de San Pedro Claver, las Islas Corales Del Rosario, el Castillo San Felipe de Barajas, montamos en lanchas acompañados de otros turistas. La Popa, el clima, la amabilidad de la gente… También visitamos la bella ciudad de Santa Marta. Durante los paseos comentamos sobre el matrimonio de los hermanos, las diferencias, lo bien que se adelantan proyectos en la empresa “CLEMAR”, el progreso de las farmacias de Mario, miramos desde los celulares la guardería de Bogotá, donde dejamos a Marte, deseamos ver pronto a Marte. Entre otras cosas comentamos, que no nos queremos casar por lo católico sino por lo civil, sin fiesta ni vestidos especiales, sólo será asistir a la notaría con los padrinos, firmar el acta de matrimonio, invitar a los padrinos a un bar y beber champaña. Nuestros padrinos serán Aura, que es socia de la empresa y la mejor hermana y el padre de Mario. El viaje de luna de miel será a la Isla de San Andrés y viviremos en Bogotá, exactamente en el barrio “La Carolina”. Al regreso a casa, sonreímos de tanto hablar de matrimonios. *** Ya todo está listo para el matrimonio de Clarita y Alberto. La iglesia adornada de flores, listos los músicos y cantantes, Alberto, elegantemente vestido, muy feliz y acompañado de sus padrinos y unos invitados. Es hora de que llegue la novia, pero… pasan más de quince minutos, sin que ella llegue. Alberto comenta a sus invitados, que no es raro que aún no llegue la novia, por cuanto es normal que las novias se demoren mandándose peinar, maquillándose, mirándose al espejo. No obstante, esperar más de media hora, es preocupante… Por fin después de una hora de espera llegan en un automóvil Clarita y Clemencia, luego otro carro con toda la familia de Clarita y ¡Vaya sorpresa! Llega la policía, pregunta por el señor Alberto Díaz, que no es Alberto, sino el malvado Álvaro, el mentiroso, el delincuente, el criminal que acosaba a Clemencia y engañaba a Clarita… El abogado de la familia Ruiz, se dirige al delincuente: ¿Usted creía que podía burlar la justicia? ¿Qué podía seguir siendo prófugo de la justicia? ¿Qué podía seguir engañando a otra decente dama? Pues aquí está su orden de captura. Los policías le colocan las esposas en sus brazos. Álvaro discute, insulta a la familia Ruiz y a la policía que lo induce al auto que lo conduce a la cárcel. Amalia y René invitan a sus hijos a su apartamento, allí se reúnen a comentar la sorpresa que se le brindó al infeliz Álvaro. Bien merecida la cárcel, decían todos, por fin se hizo justicia, gracias a la reunión que hizo Clarita, en la que mostró la foto del novio y todo se descubrió, comentamos sobre la estrategia que llevamos a cabo haciendo creer que el matrimonio se celebraría normal, con todas las de la ley, nos reíamos de pensar en que el vestido no sería largo ni blanco, sería corto y verde, que el ramo de flores sería una lista de todo lo que se haría contra ese delincuente, ¡qué ponqué, ni que orquesta! Ese Álvaro, es un ser despreciable, merece el castigo en la cárcel. Elías dice: ¿sí ven que si existe la justicia? Qué equivocadas estaban, se deben arrepentir de tanta incredulidad. Clarita y Clemencia se abrazan, ya pueden vivir tranquilas, les espera un brillante futuro, lo que si queda claro es que Clarita es la única que aún no contrae matrimonio. Después de muchos comentarios la familia Ruiz celebra en un lujoso restaurante el acontecimiento del día. Fin [LRdL1] Ilusiones Mantener viva la ilusión es como mantener iluminado el corazón, es bendición, es felicidad, es esperanza, es alegría, que se vive en sueños dormidos y despiertos. Lo bello de las ilusiones sería que no se apagaran en la realidad, pero, la ilusión, no es garantía eterna y es cuando el corazón oscurecido entristece sueños del alma. Existen ilusiones, que nacen y mueren, entristecen y destruyen felicidad, como quedar en embarazo y perderlo, como creer en un gran amor y descubrir que es falso, como empezar un buen trabajo y ser despedido injustamente, creer en fidelidad y descubrir infidelidad, querer terminar una especialización, enfermarse y no poder terminar, querer viajar y no poder por cualquier razón muchos casos más… Hoy relato un caso especial: “Perder una gran ilusión”. Hace un año, un padre de familia compró una casa pequeña, eso sí con patio grande y tres habitaciones. Integraban la familia: el papá, la mamá, una abuela y cuatro hijos: faltaba una habitación para su hija que en pocos meses daría a luz un par de hijos gemelos. El padre encontró como solución construir en el patio una amplia habitación para su hija, -futura madre-. Hizo préstamo de dinero para comprar los materiales necesarios, inició la construcción, muy ilusionado, a diario comentaba: está quedando amplia, tres ventanas amplias, entra bien la luz, buen aire, todos estaban felices, está quedando linda la habitación, el techo, listo, paredes forradas en madera. Cada día aumentaba la felicidad de la familia, hasta que un día llegó sorpresiva citación a una querella interpuesta por una de las vecinas. El señor cumplió la cita, sin tener idea de qué se trataba. El inspector dio libertad para que hablara el que primero quisiera, la señora vecina tomó la palabra para acusar al señor de que estaba haciendo ruidos, se escuchaban martillazos, golpes, levantaba polvo de la construcción que estaba realizando en el patio de la casa, causando problemas de salud para la familia. El inspector preguntó al señor: ¿Qué está construyendo?, el señor respondió: estoy construyendo una habitación para una hija, porque no son suficientes la que hay ¿tiene licencia de construcción? El señor respondió: no porque la construcción es interna, tengo entendido que cuando se hacen modificaciones externas que cambian la fachada, si se debe pedir licencia, pero, dentro de la casa no, porque veo que en muchas casas construyen, modifican, instalan baños y, esas personas, no solicitan licencia. Se equivoca usted señor, hasta para construir una pared hay que pedir licencia y grabe si usted construyó una habitación sin licencia, tendrá que pagar multa de siete millones por metro cuadrado y tendrá que demoler la construcción. No puede ser respondió el señor, yo no sabía, no han advertido por ningún medio dicha norma, pero construí con ignorancia, sin mala intención… Lo lamento, señor, desafortunadamente “la ley no perdona la ignorancia”. “La ley no tiene corazón”. Pasados unos meses se hizo la inspección ocular, dando como resultado plazo de un año para demoler y pagar la multa. Tristemente, el señor y la familia iniciaban la demolición. Sacar ladrillos era como sacar lágrimas abundantes del alma, quitar puntillas era como punzar el corazón, retirar listones de madera, era como clavar astillas en la garganta, el polvo y la arena, eran como el resultado de pisotear y destruir las ilusiones, y, como si fuera poco seguir pagando la deuda del préstamo. Lo peor del caso fue, que ese padre de familia, que con tanto amor por su familia construyo ilusiones para luego destruirlas, lo llevaron a enfermarse, a cambiar su temperamento alegre por silencio y decaimiento. La esposa y los hijos buscaban la forma de distraerlo para que no sufriera. La hija que se encontraba en embarazo propuso que la dejaran quedar en la sala social con su bebé, así se cumplió. Ella, sonriente y amable decía: “Padre lo importante es que tengo cama donde dormir, mi bebé y yo, somos más importantes que los muebles de sala que ayer vendiste y lo mejor es el amor, la paz y la esperanza de progresar algún día, con el esfuerzo de nuestros trabajos”. NOVELAS Las novelas son importantes, las hay para todos los gustos, románticas, de terror, de fantasía, literarias, policivas etc. Despiertan entusiasmo, alegría, tristeza, ilusión, desilusión, ayudan a distraer la mente, sirven de compañía. Hay personas que no les gusta las novelas, por lo regular a los hombres, no obstante, algunos machistas critican las novelas, pero se mueren por verlas. Cada persona disfruta las novelas a su manera yo las veo así: Viendo varias telenovelas, buenas y malas, me quedan reflexiones, conceptos y comparaciones. Me parecen aburridas las que presentan demasiados conflictos en cada capítulo, sin una pisca de chispa, que todo se resuelva hasta el último capítulo. Sé que los conflictos, los tropiezos, los secretos, los obstáculos, los amores, las maldades, las bondades, la ira, la intriga son importantes en las novelas, pero los conflictos menos importantes se deben ir resolviendo, para que se sienta alegría emoción, agrado y que el conflicto principal se resuelva al final, o se deje abierto, o interrogantes, o puntos suspensivos. Un ejemplo de novela aburridora es ELIF, son sólo conflictos, una niña sufriendo todo el tiempo, se pierde cantidades de veces, la encuentran y sigue sufriendo, otros niños también sufriendo. Los amores son con chicas buenas y malas, sufren las buenas y gozan las malas, termina la relación amorosa de las buenas, sin razón alguna, triunfa la maldad, matan a los buenos y gozan los malos. Es poco creíble ¿que una hermana aparezca de sorpresa, sin ser reconocida, que llegue a hacer maldades? ¿Qué la abuela y la nieta no se reconozcan? ¿que todo lo resuelven al final de la temporada?, las maldades son continuas, queman mucho tiempo sólo en miradas, en pensamiento, en silencios… Otra novela extranjera que vi, es lo contrario de la telenovela ELIF, es la telenovela “TERRA NOSTRA”, en dicha novela hay conflictos, secretos, obstáculos, pero en el desarrollo de la novela, se van resolviendo y solucionando algunos problemas, dentro de un ambiente lógico, bien resuelto y con buen sentido del humor. Hay tristeza y alegría, reconocimientos y análisis positivos; música, bailes, alegría, sorpresas... Me pareció interesante esa novela, desde el principio hasta el final. La vi en el canal City tv. Algunas expresiones graciosas, en idioma italiano ¡fantásticas! Algunas novelas colombianas son excelentes, otras buenas, algunas regulares y otras malas, depende de los libretistas, los actores, actrices y directores- Libretistas de telenovelas destacados: Fernando Gaitán, famoso por ser autor de excelentes novelas como, Café, Betty la Fea y otras. Dago García, Mauricio Navas, Julio Jiménez, Bernardo Romero, y otros. Ser libretista no es sólo escribir una historia inventada, es relatarla bien, hacer en cinco líneas el compendio de la historia, luego la sinopsis, la escaleta, la intención, el objetivo, el motivo, el argumento, escenas, parlamentos e imaginar a cada uno de los personajes y sentirlos como propios, ensayando, actuando, corrigiendo, agregando, eliminando, pensando como dejar en punta cada capítulo, el espacio, ser original, imaginativo, buen escritor etc. Ser actriz o actor, requiere estudio, talento, investigación, capaz de imitar, observar al personaje que va a representar, fijarse en los gestos, actitudes, olvidarse de sí mismo y convertirse en una persona diferente, ensayar mucho, aceptar transformaciones físicas como cortar cabellos, adelgazar, engordar, bigotes, pelucas etc. Ser director de telenovelas, bueno no sé mucho, sólo vi personalmente a Roberto Reyes, Director del programa “Padres e hijos” realizando uno de los capítulos, en nuestra finca de Fusagasugá. Me di cuenta de su agilidad, corría de un lado a otro, corrigiendo, enseñando, observando a los camarógrafos, pendiente del arreglo de los artistas, sus maquillajes, sus vestidos, sus comportamientos, actitudes, dando órdenes, midiendo tiempos. Fue muy divertido observar a los artistas y al director, que me pareció admirable. Las mejores telenovelas colombianas han sido varias, cito algunas: CAFÉ CON AROMA DE MUER, BETY LA FEA, PERRO AMOR, LAS JUANAS, EN CUERPO AGENO, PEDRO EL ESCAMOSO, LOS CUERVOS, AGUAS MANZAS Y MUCHAS MÁS. MEJORES ACTRICES COLOMBIANAS: AMPARO GRISALES, MARGARITA ROSA DE FRANCISCO, MAGDA LIDA CASTRO, ANA MARÍA OROZCO, CATHERINE SIACHOQUE, MARGARITA ORTEGA, MARITZA RODRIGUEZ, MARCELA CARVAJAL, TERESA GUTIERREZ Y MUCHAS MÁS. MEJORES ACTORES COLOMBIANOS: ROBISON DÍAZ, ENRIQUE CARRIAZO, MIGUEL VARONI, JORGE ENRIQUE ABELLO, SEBASTIAN MARTINEZ, JULIAN ARANGO, OSCAR BORDA, MARLON MORENO, RAFAEL NOVOA, SANTIAGO MOURE, JUAN FERNANDO SOLORZANO, DANILO SANTOS ETC. PERDÓN POR OLVIDAR EN ESTE MOMENTO A MUCHOS ARTISTAS: FAMOSAS Y FAMOSOS. El tema de novelas, comedias y series dan para mucho comentario, admiro la creatividad, la imaginación y la perfección, las entiendo a mi manera. Cada quien las entiende a su modo. Amigos Textaleros, les obsequio un tema Rock fusión. Autoría de mi hijo Juan Francisco Lozano Reyes (guitarrista) Ojalá les guste.Este es el enlace: https://soundcloud.com/mu-n/hacia-ti LUCY INVITA A ESCUCHAR OTRO DE LOS TEMAS SONOROS ELEGIDOS PARA EL ÁLBUM DE MUÁN.EL TEMA TIENE QUE VER CON EL DESTINO. OJALÁ LES GUSTE. MIS AGRADECIMIENTOS A QUIENES DEDICAN UNOS MINUTOS A ESCUCHAR https://www.youtube.com/watch?v=YXQqouLPh8Y&list=RDYXQqouLPh8Y&start_radio=1 Juegos “El puente está quebrado”, se elige la guerra y la paz, supera la fila de la paz “Ping-pong”, ataques y defensas de aquí para allá y de allá para acá. “A que te cojo ratón, a que no gato ladrón”, El gato no coge al ratón, porque el ratón corre más y se esconde “Apuesta al sí y al no” gana el no, pero sí. “Ajedrez” juego de inteligencia, jaque mate al menos inteligente. “Damas chinas” compiten damas inteligentes, gana la menos esperada “Dominó” Rey de la paz. Perdió por falta de apoyo, quedó en la calle “Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña”, como la tela no resistía, el elefante no entendía, se daba coscorrones en la frente, porque no resistía, fue a buscar un camarada, pero el grupo no quería y se escondía. Los inteligentes revisaron los juegos, y todos los inteligentes ganaron IGNORANCIA Ofelia era empleada de servicio de la familia Olguín. La empleada permanecía sola en la residencia de sus patrones, porque la señora Emma y el señor Oswaldo trabajaban y los hijos estudiaban. No hacía mucho tiempo que la empleada había sido contratada. Sus servicios eran deficientes había que advertirle repetidas veces los oficios, además Ofelia era vanidosa, coqueta y bruta, medio hacía los oficios, luego se dedicaba a su arreglo personal, arrancaba flores del jardín de la casa y las colocaba en su cabeza, gastaba cremas de la patrona y labiales rojos, se miraba al espejo y creyéndose linda ensayaba gestos y sonrisas para luego exhibirse en la puerta de la residencia, la gente que pasaba la miraba aterrada. Sin embargo, no le faltaban admiradores, cuantos policías y porteros se le acercaban, la enamoraban y ella feliz sonreía. Un día sábado la señora Emma le advirtió a Ofelia que por la tarde vendrían unos amigos a visitarlos, eran el jefe del trabajo de Emma, la esposa y dos hijos, había que atenderlos con buenas onces, le explicó la forma de servir el té, que todo fuera fresco y bien presentado, el té acompañado de plato frío y algunos pequeños bizcochos, que luciera su ropa de servicio, bata azul, delantal blanco, zapatos blancos y adorno en la cabeza, que cuando todo estuviera servido invitara a los amigos a pasar a la mesa del comedor, así lo hizo Ofelia, pero ella quiso mostrar a sus patrones que era perfecto su servicio y cambió las onces por las que a ella le parecía mejores. ¿Qué hizo? Cambió el té por masato y lo puso a hervir, cambió el plato frío por trozos de banano y en vez de bizcochos mogollas negras, se vistió como lo hacía cuando salía a coquetear con los policías, blusa amarilla descotada y adornada de flores del jardín de la casa sin mangas, falda roja larga y su cabeza adornada con flores del jardín, zapatos tenis blancos. Ya todo listo invitó a las personas a que pasaran a la mesa del comedor. ¡¡¡Cuál sería la sorpresa, el enojo y la vergüenza de la familia con sus amigos!!! Le llamaron fuertemente la atención a Ofelia, ella se defendía diciendo que había sido advertida de que todo fuera fresco y elegante y que le pareció que el masato y la mogolla negra eran muy elegantes. Los amigos no aguantaban la risa, mientras los patrones sufrían, pedía disculpas y regañaban a la empleada del servicio. La solución de los patrones fue pedir a domicilio buenas onces y despedir a la empleada, que lloraba y suplicaba que la perdonaran, no obstante, los amigos intervenían, opinaban que era buena la intención de la empleada que la perdonaran, los patrones no querían perdonar, preferían salir de la empleada, los amigos insistían en el perdón, les dolía las lágrimas y el dolor de Ofelia. La visita se convirtió en oposiciones de los invitados y molestias de los dueños de casa El jefe preguntó a Emma: ¿Cuándo contrataste a tu empleada de servicio? Hace solo un mes ¿cómo hiciste el contrato? No fue escrito fue verbal, ella venía recomendada por el panadero, sin advertir que es bruta, yo jamás imaginé que llegara a este grado de estupidez, sólo confié en la referencia, le prometí pagarle un sueldo, ella aceptó, le expliqué que tenía que cocinar, lavar ropa, planchar y limpiar la casa, le mostré su dormitorio, le entregué ropa, por verla mal vestida, delantales, zapatos y uniforme, ella quedó feliz. Bueno Emma, pero ¿Le preguntaste por la familia?, ¿por su estudio?, ¿por sus trabajos anteriores? No pregunté nada de eso. Entonces seré yo quien le pregunta… Ofelia ven acá ¿Cuántos años tienes? Señor creo que tengo unos diez y nueve años, nadie me ha dicho mi edad, ¿ni tu mamá ni tu papá? No tengo papaes ni mamaes, ¿Con quién has vivido? Con una señora que me recogió cuando nací y mi mamá murió, esa señora me pegaba y los vecinos me decían que hiciera mandados y me dejaba vivir con ellos, unos eran buenos, otros me regañaban, pero me daban comida y así sigo trabajando en distintas cosas. ¿estudiaste en alguna escuela? No señor, ¿Qué te hace feliz? Cantar, bailar, arreglarme, peinarme bien pa veme bonita, tengo amigos que me invitan a pasear, me queren, me dan regalos, me dicen bonita y muchas cosas más. ¿en cuántas casas de familia has trabajado? Esta es la primera casa que trabajo, antes limpiaba vidrios de carros, ayudaba a vender tintos y golosinas, nunca me pagaron lo que aquí me pagan por eso quiero que me perdonen y seguir aquí. El jefe de Emma quedó sorprendido y preguntó ¿si te hubieras enterado sobre la vida de Ofelia la habrías perdonado? No, no, buscaría una mejor empleada. Emma me desilusionas, ¿cómo no entender las actitudes de una persona ignorante y sufrida como Ofelia? Jairo, el esposo de Emma se acercó y respondió: es problema de Ofelia ella sabrá lo que debe hacer, nosotros queremos buen servicio. Jairo, me extraña, tú y yo fuimos compañeros en la universidad. En la cátedra de filosofía te destacabas por tu calidad humana, te referías a filósofos dedicados a las personas y a los valores, como Max Scheler, Sócrates, los diálogos de Platón, recuerdo aquella exposición que hiciste sobre la importancia de los diálogos, de conversar, de preguntar lo necesario para descubrir realidades y poder dar soluciones a los percances humanos. Hoy tienes en tu propia casa un ser humano llamada Ofelia, abandonada, sin familia, sin estudio, en edad juvenil plena de ilusión y esperanza, pero encerrada en el círculo vicioso de una vida desconocida, tienes en tus manos practicar las teorías que exponías en la universidad. Yo recuerdo pensamientos de Tomas Moro de su libro en la isla ficción “UTOPÍA” su pensamiento entre una realidad ingrata y hostil, la igualdad y la justicia, el orden y la libertad, la concordia y la fraternidad. Su pensamiento extendido desde lo pleno hasta lo mínimo encontraba razones de injusticia, comprendía comportamientos humanos, si no había trabajo, si no había entendimiento, si no había ayuda, si no había comprensión esas víctimas se convertían en ladrones a quienes penalizaban con dureza mientras a los delincuentes de cuello blanco la sanción era más trabajo y nada más, esos son pensamientos dignos de reflexión y ayudar a los seres humanos. Ofelia necesita perdón ayuda, apoyo, enseñanza, comprensión, por favor, ayúdenla, pero la increíble respuesta de Jairo fue: No tenemos tiempo, ni tenemos escuelas de enseñanza, criaturas como ella hay muchas y cada quien sabrá cómo resolver sus problemas, mis teorías en la universidad eran para lograr buenas notas, pero en la realidad, cada quien debe resolver sus problemas. Es decir, Jairo, fuiste un falso alumno alejado de la calidad humano, incapaz de pensar en los demás, permitir que los malos sistemas avancen sin solución alguna. Si Emma ni usted se pueden poner en los zapatos de Ofelia, ni en los de personas necesitadas de ayuda, quedo con la decepción de tener amigos sin zapatos. El jefe invitó a Ofelia a vivir en su finca en Melgar, le consiguió una profesora que le enseñó a leer y escribir. El jefe, la esposa y los hijos encontraron nueva felicidad, dialogando con Ofelia, descubriendo sus cualidades y defectos, cada uno aportaba videos de comportamientos, de resolver problemas, de respetar y hacerse respetar, de modos de vestir, de bellas canciones, descubrieron que a ella lo que más le gusta es la vanidad, le pagaron un estudio de peluquería, arreglo de uñas, peinados, maquillaje y algo más. Los hijos se han dedicado a hacer campañas en las redes sociales invitando a la gente a que ayuden a las personas necesitadas a resolver problemas, con buenas ideas, apoyos y ayudas. Hace tres meses Ofelia tiene su propia sala de belleza y es allí donde se desempeña bien, gana bien y aprende más y más de sus clientas que siempre llegan a la sala a contar sus diferentes historias. Es así como Ofelia demostró no ser bruta, sino ignorante. FANTASIAS JUVENILES Se escuchaba la banda del colegio. Las niñas estaban elegantemente uniformadas, marchaban al compás de los tambores, se dirigían hacia la catedral de Tunja donde se celebraba una misa campal. Pensé: Si me escondía, nadie se daría cuenta de mi ausencia, porque deseaba quedar sola, para evitar el cansancio de los desfiles, y al observar las pesadas cortinas puestas en las ventanas, me cubrí con ellas, de manera que quedara escondida entre la pared y la cortina. Sentía nervios de que me descubrieran. Pasaban lentos los minutos sin que terminaran de salir al desfile. Aumentaba mi angustia de ser descubierta. Poco a poco se alejaba el sonido de los tambores, quedaba el eco de voces. Esperé unos cuantos minutos, hasta quedar en silencio. Además de evadir el cansancio de la marcha, sintiéndome sola, anhelaba conocer el dormitorio de las monjas, esculcar los baúles de las compañeras internas y, comprobar si era verdad lo que ellas decían: “que cuando la casa del colegio estaba sola asustaban”. Cuando quedé sola en la inmensa casa del colegio, salí de las cortinas, caminando lentamente, chirreaban los pisos de madera, sentía ruidos extraños, escuchaba voces, como en coro que decían “hola, hola”, parecía que alguien seguía mis pasos, casi no me atrevía a mirar hacia atrás, se aceleraba mi corazón. Cautelosamente, me atreví a entrar a los cuartos de las niñas internas. Empecé por abrir los baúles de las compañeras, los esculqué. Se percibían diferentes olores: a caramelo, a naftalina, a humedad, a jabón y otros baúles olían a perfume. Sentía miedo de meter las manos para sacar el fajo con la correspondencia, que en algunos baúles estaban ajustados al rincón. Mi curiosidad era superior al cuidado que debería tener, y presurosa leí unas cuantas cartas que me dejaron asombrada. Unas contenían temerarias propuestas a sus novios de escapar del colegio; otras relataban increíbles historias de amor entre mis compañeras y algunas religiosas; otras eran hermosas poesías. La carta que más me llamó la atención fue una de Isabel, en la que manifestaba su deseo de incendiar el colegio, para ahogar en llamas la pasión que la invadía al ver a Antonio ―El profesor de ética― cuando éste se le acercaba y le manifestaba su abierto interés amoroso. De Antonio se decía que era hijo del padre Nepomuceno quien siempre lo negó. Después me dirigí al dormitorio de las monjas, no me atreví a esculcar las maletas ni los armarios de las monjas. Tenía que pasar por un largo corredor en cuyas paredes estaban las fotos de muchas religiosas, entre otras, la de la madre Hortensia, que siendo rectora del colegio en los tiempos del Libertador, se le recuerda hoy por su extremado silencio sepulcral lo cual me impresionó, porque mientras la observaba, escuchaba repetidas voces lejanas que me decían: “Te espero en la noche” Pasé varias veces por delante de la foto, la miraba y se repetían las voces. Volví al dormitorio de las monjas, y dejando de lado el miedo, me atreví a observar el orden como ellas guardaban su ropa, sus zapatos, sus medias, sus uniformes. También, en el dormitorio de ellas se percibía cierto mal olor, como a mentol revuelto con otros olores. Tenían camándulas, estatuas de la virgen del Carmen, de la virgen de Guadalupe, de la virgen de las Mercedes. La más joven y bonita de las monjas ―La hermana Amparo― tenía al pie de su cama una estatua de San Antonio. Yo pensaba… ¿será que esta monjita quiere novio y le reza a la estatua para que se le conceda? ¡Oh sí! el padre que celebra diariamente la eucaristía, mira con cierta coquetería a la hermana Amparo y ella, con cierto disimulo le corresponde. Es notoria la forma como el padre coloca la hostia en los labios de la monjita. ¡Oh no!, ¡qué pecadora soy! ¿Tratando de calumniar a la pobre monja?, ―Bueno, sólo es en pensamiento―, que Dios me perdone “En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo amén”. Me disfracé con los hábitos de la hermana Amparo, me miré al espejo, me lucía ese disfraz. Vanidosa me asomé a la ventana que dejaba ver la calle, vi que venía un apuesto joven, no me miraba, así que tosí para llamar su atención, y lo logré, me miró, me le insinué haciendo alarde de coquetería. “Adiós, cristiano vanidoso” ―le dije―. Lo dejé inmóvil y asombrado. ¡Vaya sorpresa! Es el hermano de Isabel. Soltó la risa cuando me reconoció. ―Celina, ¿Qué haces así, vestida de monja? ―Quiero hacer saber que las monjas también coquetean. ―Cuídate Celina, Te acusaré ante la madre superiora. De inmediato cerré la ventana y entré preocupada, recordando que soy la preferida de la madre Enriqueta ―la madre superiora― ¡Tantas veces! ella ha perdonado mis travesuras. Recuerdo la vez aquella que encerré a la hermana Amparo toda una noche en un baño, por haberme hecho trotar todo el día, y ella, la madre Enriqueta, como siempre, justificando y perdonando mis comportamientos. Ahora estoy arrepentida. Me quité los hábitos de la hermana, los dejé en su sitio y me puse el uniforme del colegio. Regresaron las niñas y las monjas del desfile. Me encerré en un baño y no se dieron cuenta de mi ausencia. Cayó la noche, encendieron las luces, nos vestimos para dormir. Todas las niñas se acostaron y apagaron las luces. Cuando calculé que todas dormían, cuidadosamente me bajé de mi cama, salí del dormitorio, con mucho cuidado, pisando pasito, para que no chirrearan los pisos, hasta llegar al lugar donde estaba la foto de la madre Hortensia. Sí, Ella estaba allí, ¡increíble! la vi en persona, frente a la foto, casi me desmayo del susto, sin embargo, la llamé con voz baja: Madre, madre, la llamé varias veces y viendo que no se movía, le toqué un hombro, sentí que me congelaba, no sé cómo tuve valor para tocar su otro hombro, y su cuerpo cayó al piso convertido en bloques de hielo, que poco a poco desaparecían y luego, volvía a verse normal la foto de la madre. Busqué a la hermana Amparo, encargada esa noche de velar el sueño de las alumnas, le conté lo ocurrido y no me creyó. Al día siguiente, la hermana Amparo me ordenó que fuera a la Secretaría, porque la madre Enriqueta me iba a reprender por suplantar a una religiosa, y así fue, la madre me castigó y me amenazó con una exhaustiva investigación. La madre Enriqueta tampoco creyó que yo había visto a la madre Hortensia en persona. Pasaban noches y noches, las niñas y las monjas dormían y dormían. Yo continuaba en las noches viendo inmóvil y en persona a la madre Hortensia, frente a la foto. Sabía que no la podía tocar, simplemente me limitaba a hablar en voz baja con ella. Le contaba lo que hice durante el desfile. Bien sabía ella todas mis travesuras. Yo le pedía perdón. Ya no me asustaba su foto, no me inquietaba su presencia, porque se había convertido en mi confidente, aquella, que con paciencia me escuchaba, me bendecía, y luego volvía a su cuadro donde estaba la foto. Siempre que mis compañeras querían travesuras pensaban en mí, porque les gustaba que las hiciera reír, especialmente Gloria, que era mi mejor amiga. Un día ella me dijo que había visto llegar al colegio una lujosa camioneta, que habían recogido a cuatro monjas y se habían alejado. Supuestamente estarían invitadas a almorzar, por ser las doce de medio día. Aprovechando tal circunstancia, Gloria propuso que nos voláramos del colegio por un rato, con la tranquilidad de que no habría monja que nos controlara, y acepté. Salimos a la calle, dispuestas a divertirnos, con la idea de que pidiéramos cada una un deseo, que se nos cumpliría cuando viéramos pasar a veinte personas con gafas. Paseábamos felices por la calle, contando las personas con gafas, recordando y riéndonos de aquel día que vi sobre la camisa blanca del profesor Antonio un piojo negro que le rodeaba el cuello, y que cuando vi que se le iba a meter no pude contener mi angustia y grité: “Se va a meter, se va a meter” estando en plena clase, y el profesor me regañaba, mandaba que me saliera del salón, pero mi angustia seguía hasta cuando vi que el piojo se le metió por el cuello de la camisa, y no pude menos que gritar repetidas veces “se metió, se metió” ¿Qué se metió? ―preguntaba el profesor― ¿te acuerdas? claro que me acuerdo y que tú no te atrevías a decir, pero, que ante tantas preguntas, ―de manera burlona―, no te quedó más remedio que decir “Profesor: por el blanco cuello de su camisa vi correr un atrevido piojo negro, que por su cuello se metió” no aguanté mis nervios y por eso grité. ¡Qué gran chiste el tuyo!, nos hiciste reír. A, sí, todas nos reíamos, pero el furioso profesor, no me agradeció, sino, que me castigó ¿recuerdas? Claro que sí, cómo voy a olvidar semejante episodio. Bueno, habíamos contado con mi amiga diez y siete personas con gafas, y nos reíamos a carcajadas recordando lo del piojo, cuando al momento de doblar una esquina, vimos otra persona con gafas. Lamentablemente, esa persona era la madre Enriqueta, ella se enojó y nos castigó durante ocho días, sin recreo ¿te acuerdas? a sí, pero nos divertimos. Se acumulaban mis faltas disciplinarias, sin que fueran tan graves. La madre Enriqueta, constantemente me mandaba llamar, para dialogar sobre mis comportamientos, me hacía muchas preguntas: ―Celina, te veo rara ¿por qué te peinas con varias colitas? ―Madre, porque me gusta hacer reír a mis compañeras, ellas dicen que así me veo chistosa. ―Celina, ¿es verdad que has irrespetado al profesor Antonio? ―No madre, es todo lo contrario, le hice el favor un día de avisarle que se le iba a meter un piojo por el cuello de la camisa, y él, en vez de agradecerme me castigó. ― ¿Por qué inventaste que veías en vivo a la madre Hortensia? ―Madre, le juro que es verdad, la he visto muchas veces. ―Explícame ¿Cómo la ves? La primera vez vi a la madre Hortensia, en persona, frente a la foto, y el cuadro se veía vacío me asusté, luego fui al baño y la volví a ver. Me acerqué al cuerpo de la madre, la llamé varias veces, y como no respondía, me atreví a tocar su hombro, mi mano quedó congelada, y sin saber de dónde sacar más valor, no sé cómo me atreví a tocar su otro hombro, y su cuerpo cayó al piso convertido en bloques de hielo, que poco a poco desaparecían, y volvía ella a ocupar su lugar en la foto. Varias noches la he visto en vivo. Me acostumbré a verla frente a la foto, ya no la toco. Ella no habla, sólo escucha todo cuanto le hablo. Sé que es el espíritu de una santa. Ya no me da miedo, ella ilumina mi alma cuando llegan mis penas, y me bendice cuando en las noches la visito. Ella se ha convertido en mi confidente. ―Celina, creo que tienes en tu cabeza una fantasía. ―Dices, que el espíritu de ella te ilumina cuando a tu alma llegan penas. ― ¿Me podrías comentar alguna de tus penas? ―Sí madre, cuando la vida es injusta, cuando mis compañeras me ofenden, cuando los profesores me castigan, cuando mis padres no me visitan, más otras penas que son de mi privacidad. ― ¿Cómo vas en el estudio? ―Bien madre, ocupo el segundo lugar entre mis treinta compañeras. ― ¿Es verdad que te gusta escribir poesías? ―Sí, es vedad, me inspiro con las actitudes de los profesores, de mis compañeras, principalmente, el aislamiento de mis padres, y mi felicidad cuando ellos me visitan. He querido agregar a mis poemas, música de fondo, he ensayado en el piano, con buenos resultados. ―Pues dile al profesor de piano que te oriente. Me parece interesante que compongas música para tus poesías. Y tus compañeras ¿qué opinan de tus poesías? Mis compañeras aprovechan mi gusto por la escritura, para pedirme que escriba poemas y acrósticos con los nombres de los novios de ellas, así que he escrito poemas y acrósticos para novios que no son los míos. A ellas les molesta que mis poesías sean románticas, quieren que sean eróticas, pero a mí sólo me gusta la poesía romántica, la narrativa y onírica. ―Te felicito, Celina. La hermana Amparo comenta que ha leído dos de tus poesías: “Caminos de la vida” y “El viento” que le han parecido excelentes poesías. Ojalá sigas por el camino de la literatura y que algún día triunfes como escritora. ―Gracias, madre Enriqueta. Ella ordenó que siguiera a mi salón de clase, y me dijo: “Tendrás que dejar de ser tan indisciplinada, he recibido quejas de tus travesuras, cuídate, no sea que te ganes más castigos”. “Gracias madre, trataré de cambiar”. El viernes en la mañana, nos reunieron a todas las alumnas en el inmenso patio del colegio donde siempre orábamos antes de empezar las clases. La madre Enriqueta se había enterado de mis travesuras por el hermano de Isabel. La madre estaba acompañada por todo el cuerpo de profesores, Monseñor Peñuela, los padres de familia y entre ellos mis padres. La madre Enriqueta, se dirigió a todos los presentes con las siguientes palabras: “Se me destroza el corazón al tener que expulsar públicamente de este plantel a la más querida e inteligente de mis alumnas, es inevitable, porque Celina ha irrespetado nuestros hábitos” Mis padres lloraban avergonzados, mis compañeras y profesores me miraban con desprecio. Yo sentía que el hielo me penetraba y a la vez que el espíritu de la madre Hortensia iluminaba mi pensamiento. Entonces, vistiéndome de valor, de manera respetuosa solicité a las directivas que me permitieran pronunciar mi defensa. Me fue permitida. Se escuchaba el murmullo de la muchedumbre; a todos los miré fijamente hasta lograr que no se escuchara ni el más mínimo ruido y dije: No me da miedo hablar. No me da miedo decir la verdad. Y que tiemblen las autoras de las cartas guardadas en baúles, porque entre el cielo y la tierra nada se puede esconder. Miedo me daría aislarme, para callar la verdad, y no relatar las increíbles historias que guardan paredes y baúles. Fue interrumpida mi defensa por el profesor de ética, quien impidió que continuara, y, sin lograr exponer todos mis descubrimientos, fui expulsada del colegio bajo el cargo de inmoralidad y calumnia. Hoy, con dos hijos maduros y un compañero que a sus 84 años, todavía recuerda con alegría el día que nos vimos en la ventana del colegio, vivo alumbrada por los tibios rayos del sol, que descongelan el hielo en las nubes y me guían feliz hacia el único destino. EN EL PATIO DE MI CASA Resulté en el patio de mi casa rodeada de mucha gente artista, músicos, cantantes, bailarines, pero ningún artista colombiano, ni Chaquira, ni Carlos Vives, ni Andrés Cepeda; toda una sorpresa, quizá por ser mis cumpleaños. No sé a qué hora llegaron los artistas, ni porqué, sospeché que era idea de mis hijos, pero el caso es que me contagié de alegría con música flamenca. Yo resulté con mi guitarra en mano, porque como todos los asistentes cantaban yo también tenía que participar, pero me equivoqué y mi guitarra no era guitarra era una bandola, yo no sabía tocar ese instrumento, no obstante, anunciaban que me correspondía el siguiente turno, tenía que interpretar una canción flamenca, sin yo saber cantar, entonces solicité que me permitieran interpretar un tango con mi acordeón, que es lo que sé tocar, pero no se respetaba mi turno, otros bailaban, con vestidos especiales, luego un señor anciano y una señora anciana cantaban bellísimo, mientras, mi corazón palpitaba creyendo que por fin seguía mi turno, adelanté unos pasos, comencé a tocar “La comparsita” llegué hasta la primera parte y no pude continuar, porque desperté en mi cama que desde las siete de la mañana había empezado a ver en un canal de televisión un programa llamado “TENDERETE”, el programa terminó a los tres minutos de haberme despertado. Y colorín colorado el cuento ha terminado. HUÉRFANOS, SOLOS Y LIBRES El silencio despierta mi silencio, las nubes grises, como hilos de hielo penetran nuestra soledad, cubren el vacío del cuerpo helado, que en su lecho frío dejó nuestra mamá al marchar para siempre al cielo. Y nuestro padre ¿Dónde está? , otro sol, otra luna, otro cielo cubren la tibieza de otro hogar, ¿tendré más hermanos? No lo sé. La distancia, el olvido y el abandono de nuestro padre, “solos y libres nos dejó”, a mi hermanita Anita, a mi hermanito Eduardo, a Mario, a mí y a la bebita que sin nombre quedó. Veo desde mi ventana, garzas blancas posar sobre las ramas de los árboles de las calles. ¿Qué será de nuestra vida? Si fuésemos como aves que vuelan libremente hasta el cielo y luego descansan en los árboles agrupadas, bajo el calor de sus hermanas, pero, nosotros cinco, no somos aves, somos niños, bañados en frío y hambre, la bebita sin tetero llora y llora… quién quita, que como en los cuentos, Ada Madrina aparezca y nos proteja. El corazón de mi hermanita Anita golpea fuerte sobre su débil cuerpecito, es tristeza, por la ausencia de papá y mamá. Mis hermanitos Eduardo y Mario creen que nuestros padres regresarán. Uno de ellos sueña con ser soldado, marcha de un lugar a otro y con sus pequeñas baquetas elevadas con estilo, hace sonar sus pequeños tambores, el otro hermano sueña con ser bailarín y al son de las notas se desplaza por el espacioso patio de nuestra casa, bailando y cantando esa canción rondalla, que mi madre siempre escuchaba. Y, a la bebita sin nombre ¿quién la bautizará? Y ¿qué será de mi vida? Soy la mayor de mis hermanos y buen ejemplo les debo dar, tengo once años, no sé qué hacer, tal vez trabajar, pero en qué, si nada sé, sólo se me ocurre, con ayuda de la nevera hacer helados, publicar mis ventas en Facebook y vender helados, mientras esa hermosa Hada, como mariposa de ojos azules, aparezca en nuestras vidas y nos regale un nuevo mundo. LRN. NAVIDAD. vuenos días niño dios, mi mamá me dijo que antes de escriVir deVo estar limpia, ya me Vañé, me peine y me vesti con el mejor vestido rosado con florecitas azules y tenis blancos. Niño dios nosotros somos felices porque somos pobrew como tu lo eras antes de naser, mi mama y mi papá cuentan que tus padres eran pobres pero que te acomodaron una umilde cunita y ay nasiste y que fueron felises, pero ahora tu eres rico, tienes plata para darnos regalos a todos los niños, entonces yo te pido juguetes, muñecas,ollitas de varro como las que venden en el pequeño pueblo en que vivimos, pero niño dios no me regales ropa, esa me la regalan en mis cumpleaños, te mando la lista de los regalos que quiero muñecas, estufita para cosinar alimento a mis muñecas, pulseritas, collarellares, carteritas de juguete para mis muñecas, a mi hermana rosita regalale juguetes pero a ella si dale unos zapatos porque los que tiene ya se ven rotos, se le meten piedritas cuando caminamos asta la escuela regalanos un hermanito nosotras somos dos niñas rosita y yo y queremos tener un hermanito, a mis papás si regalales ropa, casocillos a mi papa, y a mimama una camándula para que rece por su hermana ester que hace tiempo se perdió y ella vive triste ni siquiera quiere hacer pesebre, también hay un niño vecino que quiere tener triciclo regalale ese regalo. Bueno niño dios faltan muchos días para recibir regalos, pero el 24 me acostare temprano para que me visites a media noche y coloques mis regalos devajo de mi amuada, igual a mi hermanita, Soy rosita tengo siete años Y medio mi mamá me peina con trensas, manda que me bañe los dientes pero se me han caído dos dientes, ya lei la carta que mi hermanita Tatiana de seis añitos le escribió al niño dios, me gusto, pero me preocupa que mi mamá no quiera acer un pesebre, pues mi hermanita y yo lo aremos, Tatiana agamos las dos el pesebre, cubramos esas cajas con esa tela que parece pasto, que quede como montañitas, pongamos paticos, gallinas, burritos y esas casitas que mi mama tiene guardadas cuando hacia pesebres, bueno listo quedo echo el pesebre, pero faltan panderetas, maracas para cantar los vellansicos, mi mama esta haciendo tamales y mi papa hace chocolate son las ocho ya tenemos que arreglarnos, dice mi mama que mas tardecito viene la comadre alejandrina y que viene con sus ijas y dos personas mas, Tatiana abra la puerta que ya llegaron, ola Tatiana mire que una de esas señoras viene vestida con una bata larga roja y un sombrero verde, trae un talego grande que traerá en ese talego, parecen cosas envueltas en papel regalo. Ola mire con disimulo a ver que trae esa señora. }Mi mamá abraza a esa señora, las dos lloran de felicidad, es nuestra tía ester la hermana de mi mama la que estaba perdida, yupi… ya apareció, la tia, ester nos abraza nos besa y nos entrega muchos regalitos. Dicen que nos quedo lindo el pesebre que las estrellitas que pegamos en el papel azul que parece cielo mi hermana Tatiana las pudo hacer, rezamos la novena, cantamos los villancicos sin panderetas ni maracas ni pitos solo con palmas de nuestras manos acompañamos a la nanita nana, vamos pastores vamos, noches de paz, ven mi niño adorado anton piruliruliru anton pirulilula jesus al pesebre vamos a cantar. Mi papa y mi mama sacaron esa mesa larga de madera en la que tiene maquina de coswer y muchas cosas mas la desocupan la traen a la cosina sirven el chocolate y los tamales, todos senamos felices por estar completa la familia con la comadre y dos vecinas mas, suena la música del radio se oyen cansines navideñas, bailamos y luego nos mandan a acostar porque faltan veine minutos para las doce, nos acostamos felices esperando que el niño dios nos deje los regalos debajo de la almuada, nos corremmos bien a un lado dejando espacio entre la almuada y la cavesa para que quepan los regalos y a dormir… PAZ Llevo en mi alma Una bandera blanca De pureza y orgullo Eres mi tesoro Llenas mi ser de paz y alegría Jamás me dejes bandera mía Sin ti, mi paz no existiría Bandera blanca De pureza y orgullo Ocupa corazones vacíos Llénalos de paz y alegría No soy única merecedora Comparte tu bandera blanca Al mundo entero. VIENTO Cuando el viento arrastra mis recuerdos Quedo casi sin palabras Las letras de mi pasado se dispersan en el aire Ya no son frases, ya no son oraciones Unas suben hasta el firmamento Otras quedan en el piso El bendito ventarrón Pasa violento sin compasión Tumba puertas, tumba tejas Arranca ramas de los árboles Su silbido anuncia su recorrido Va dejando doloroso vendaval Construcciones destruidas Polvo, arena y cemento dispersos Nada de literatura Qué cuentos ni qué poesías Qué rima, ni que estilo Que estructura, ni qué belleza Mis letras van del vacío a la nada Ruego al viento Que vuelva a unir las letras de mis recuerdos Pero como bien dice Enrique González Matas Reconstruir el pasado No vuelve a ser lo mismo BULLYNG El profesor dijo: La tarea para mañana es tema libre, es decir lo que cada uno de ustedes quiera expresar, puede ser un dibujo, un poema, un cuento, un paseo, en fin lo que a cada uno se le ocurra. Niños ¿entendieron? Sí profe. Al día siguiente todos los alumnos de cuarto de primaria se apresuraban a mostrar su tarea. Manuel: Mostró un cuadro con un gatito pintado. Es el gato de mi casa, todos lo queremos mucho. Jairo escribió: Muere el día, nace la noche, muere un año, nace otro año y yo como un bobo nada hago. Quise escribir un poema, pero no sé cómo se hace, sólo escribí lo que se me ocurrió. Santiago estuve de paseo viajando en tren, observé paisajes, edificios, parques, transportes, carreteras, gente, animales, pasé, de clima frío a clima templado y clima caliente. Imaginar ese paseo me resultó casi verídico, me divertí y deseo hacer en verdad ese paseo. Jaime: Dibujó un cuadro vacío, el profesor preguntó: Jaime, ¿qué es ese cuadro vacío? Jaime respondió: Es el salón de clase. El profe: ‘Y ¿dónde están los alumnos, dónde están los pupitres, el tablero y el material didáctico que está en la pared? Jaime responde Los compañeros salimos al patio era hora del recreo, los pupitres, el tablero y el material didáctico están en el patio, porque están pintando de blanco el salón. Todos los alumnos y el profe se rieron. Todos los alumnos hicieron el trabajo y fueron aplaudidos, menos Eduardo: Yo no hice la tarea, porque estuve triste porque mis padres no me regalan celular, y veo que todos tienen celular menos yo. Mis padres dicen que cuando pase a bachillerato o sea en dos años me compran un celular. Las burlas de los compañeros no se hicieron esperar. ¡Ay, pobrecito! Yo te regalo uno de tantos que tengo, eres el pobre del salón, Pide limosna y compras un celular, le hacen fieros, eres ignorante, no puedes jugar, no puedes investigar, no puedes tomar fotos, le ponen apodos, lo llaman el pobre cocodrilo, le cantan: “Pobrecito cocodrilo de hambre te vas a morir”. Ya las horas de recreo para Eduardo son un martirio, de nada valen las defensa del profesor. Eduardo no quiere seguir en el colegio, los padres dicen: que antes de los doce años los niños no deben usar Tablet ni celulares, porque se dedican al juego, descuidan el estudio, no atienden a la formación del hogar, se envician desde temprano, que el uso de celular y tablet debe ser cuando empiecen el bachillerato. Si el niño se retira del colegio ¿qué pueden hace los padres? Y ¿Cómo borrar de la mente del niño esos recuerdos de bullyng recibidos por sus compañeros en el colegio? INOLVIDABLES RECUERDOS Germán Valencia, confundía la amabilidad con la coquetería, se sentía muy macho pregonando en alta voz que muchas mujeres le coqueteaban, se sentía feliz diciendo que ha sido amante de madres, hijas y nietas, más las vecinas de su barrio, tal fama lo llevó a que las chicas se cuidaran, no fueran amables ni coquetas, varias dejaron de saludarlo para evitar ser calumniadas, sin embargo, una que otra si eran coquetas y fáciles. Fanny Gómez era la única mujer de la que nadie hablaba en el barrio Restrepo, pasaba por desapercibida, era bonita y déspota, a nadie saludaba, tal comportamiento le atraía a Germán y quería convertirla en su esposa, pero ella no respondía a sus saludos, entonces Germán resolvió buscar amistad con los padres de Fanny, se desvivía en atenciones, pero la madre de la chica fue franca con Germán, así le dijo: tengo miedo de responder a tu saludo, porque yo soy amable y generosa con todas las personas, he ganado el cariño de mucha gente, pero temo que confundas mi amabilidad con mujer fácil; mi hija es diferente no es amable y tiene novio, pronto se van a casar, así que no pierdas tu tiempo pretendiendo a nuestra hija, gracias por las atenciones y el día que diferencies la amabilidad de la coquetería puedes contar con nuestra amistad. Pasó mucho tiempo sin saberse nada de Germán, Fanny contrajo matrimonio con su novio Ariel, tuvieron tres hijos, dos varones y una hembra, los tres hijos llegaron a ser importantes profesionales, formaron sus hogares, Ariel y Fanny se convirtieron en abuelos que adoraban a sus nietos. Como el tiempo pasa volando, la única nieta de Alirio y Fanny contrajo matrimonio con un oficial de la marina, él y su familia vivían en otro país, pero el día de la boda se conocieron las familias y vaya sorpresa El novio era nieto de Germán Valencia y la novia nieta de Fanny Gómez, tal circunstancia los llevó a recordar tiempos de juventud de los abuelos. El mundo es un pañuelo. NI UNA MUÑECA Ni una muñeca, ni una flor, ni un manjar, ni aguas transparentes llegan al sensible corazón de Laurita, sólo navega entre nubes, entre astros del universo, movimientos de satélites, son sueños que dan vuelta a su vivir, queriendo ver a su papá que hace seis meses se distanció. Hay una niña en casa, suplicando a la mamá que la lleve a ese mundo del universo, sin que la mamá pueda arrimar su niña a la luz del cielo. Pero tengo guitarra, tengo voz y así puedo cantar a mi niña de cinco años: “A qué lejano camino me invitas” Es una ruta a la deriva, quiero que sepas que muero de dolor de no poderte llevar mi linda niña. Escucha la melodía de mi voz con ritmo de vaivén, como vals que nos desliza sobre los aires. Escucha esta hermosa melodía y duerme, duerme mi linda chiquita, mañana será otro día. El despertar de la niña, con su alma en la habitación y el palpitar de su corazón, dice a mamá: “ya no me tienes que llevar al universo”. Anoche viajé durante seis meses en la Etación espacial acompañando a mi papá, estaba con otras cuatro personas, sin día ni noche, nos deslizábamos de un lado a otro, nada de caminar ni correr, avanzábamos por los lados de Medellín, veíamos la tierra desde arriba, vi la distancia que nos alejaba, sin importar el tiempo, regresé en cohete a mi tierra. Ahora los veo a los dos, mi papá y mi mamá. Juego en el jardín de mi casa con mi muñeca y mis juguetes, veo barcos en las aguas limpias del mar, sólo faltaba ver a mi papá al pie de mi mamá, para disfrutar la vida. CRITICONA La criticona no es perfecta, ha sido criticada, lo que le da derecho a criticar todo aquello que le fastidia, sin ningún orden especial, es decir en desorden y … sabiendo que le criticarán sus críticas, las que serán aceptadas. La moda me incomoda. Ver a las personas vestidas con yines rotos en la rodilla, nada elegante. Ver damas con exagerados descotes, casi llegan hasta el ombligo, sería mejor que diseñen un botón de seguridad antes del ombligo, para que no sigan bajando lo que quieren mostrar, se notan las grandes siliconas, las cuales, no emocionan. Igualmente, que no suban más las minifaldas, para no acabar con las cortinas de emociones. Me sorprende y no entiendo, que personas se sometan a dolorosos piercings en la lengua, ¡qué incomodidad!, en el ombligo, en los labios, y peor aún tatuajes dolorosos en distintas partes del cuerpo. Algo más no entiendo: aquella artista que, habiendo ganado en concurso, como la mejor cola, se haya mandado hacer cirugía para aumentar su tamaño y dañar su propia belleza, ¡Qué ambiciosa! Me fastidian algunos periodistas entrevistadores o presentadores de radio y televisión ¿Por qué? Porque están invadidos de odio. He visto en entrevista de televisión, a una periodista entrevistando a uno de los personajes más inteligentes del país y, faltaba que le mandara cachetadas o, mejor si se las mandaba en ofensas, mentiras, calumnias, manoteos, como si ese personaje la hubiese violado o secuestrado o hubiese matado a alguno de sus familiares, cuya finalidad es influir en un público, para que se multipliquen los odios, quizá, la periodista convencida, de las malas estrategias de dañar imágenes injustamente, sigue cabalgando con fusta en mano, sin compasión y lo peor sin razón. Está bien hacer preguntas que presionen a sacar verdades cuando se trata de delincuentes y corruptos que todo lo niegan Admiro al periodista que logra descubrir verdades. Bueno, no solamente es una periodista, también hombres presentadores de noticias, desprestigiando y ofendiendo con preguntas agresivas, como si se tratara de desahogar venganza, odian a los valientes que destapan ollas podridas, nada de ética profesional, crean entrevistas para defender corruptos y desprestigiar a honestos, es política ¡qué horror! Por desgracia a los periodistas honestos les queda difícil mostrar la corrupción, porque exponen a desgracias a sus familias y así mismos. “Este mundo es al revés” Quienes destapan la corrupción, son amenazados a muerte. Otros periodistas reciben un contrato como trabajadores de radio o televisión, pero lo que hacen es invitar a entrevistas a los personajes de sus mismas ideas, que sean agresivos para que digan lo que ellos quieren decir, es decir están engañando a quienes los contratan, no con la filosofía de los contratantes, sino la de ellos mismos y es por eso que cuando se dan cuenta quienes los contratan los sacan de sus programas. Hay entrevistadores honestos, hacen interesantes sus programas por su buen sentido del humor, pero… corren peligro. Fastidian los entrevistadores que interrumpen, he visto a una gorda periodista interrumpiendo a un famoso médico que explica maravillosamente un tema muy importante de salud, es preciso que cuando se quiere saber la explicación completa, interrumpe la periodista con ignorante opinión, eso produce ira en los televidentes. Está bien que los periodistas den opiniones de lo que saben bien, pero sin interrumpir, sin cortar el final de las explicaciones. También, crítico, a quienes se creen sabiondos o sabiondas, que dicen haber leído muchos libros y no han leído nada y contradicen todo, no alcanzan a escuchar completo un concepto, cuando ya están contradiciendo, y se tienen que callar, porque no pueden argumentar. Me gusta observar a los que saben, porque aprendo, pero me preocupa cuando no están de acuerdo en sus argumentos hay contradicciones, a veces se molestan, se enojan, se sonrojan, eso sí, sin que termine la amistad, porque, alguno tiene la razón. Hay mucho por criticar: los que fuman, los alcohólicos, los drogadictos, los sucios, los calumniadores, los delincuentes, los malos, los creídos, los pendejos etc. Etc. . Los cambios de costumbres en esta pandemia, nos convierte en nuevos creadores buscando formas de convivencia, de trabajos, de comunicación, con ayuda de las redes que facilitan expresar nuestras nuevas actitudes, por ejemplo, comunicarnos y vernos por zoom y otras redes, con noticias de todos los países, actividades artísticas, entrevistas. Nuestra costumbre de celebrar los cumpleaños con fiestas, viajes y homenajes se logran de manera virtual. Hace unos días una de mis nietas cumplió años, nos reunimos por zoom, la felicitamos con cariñosos mensajes, poesía y mi hijo Juan Francisco le compuso una bella melodía en dos guitarras, pero no sabía titular el obsequio, ella se emocionó mucho y le dio nombre al título de 63 Strings https://youtu.be/pju8o3mgkb8. Los invito a que vean y escuchen la composición de Juan Francisco mediante el ling. Reconocer y estimular. Agradezco a TEXTALE, el espacio que nos ofrece de escribir libremente. Cuando encontré a TEXTALE, lo primero que admiré fue la portada, un joven lector bordeado de libros por montón, obras literarias de todo género para un mundo interesado en la literatura. Me inscribí, alegre, ilusionada, con la esperanza de conocer escritores y de expresar mis pensamientos en variadas categorías, como las de los aquí registrados En este portal tenemos amigos, y tener amigos es poder compartir alegrías, tristezas, problemas, proyectos, aprendizajes, reconocimientos, estímulos, sin necesidad de ser reconocidos poetas o escritores a nivel mundial. Lo bueno es escribir lo que se siente, lo que se piensa, lo que se critica, cada uno con su propio lenguaje ya sea perfecto o no el estilo literario, pero con educación, respeto, sinceridad, ayuda, solidaridad, sentido común. Así lo he vivido y lo he sentido con los amigos virtuales de este portal. Siento como si estuviésemos reunidos en nuestros hogares en visita. ¿Por qué no desahogar lo que se siente? ¿Por qué no pedir un consejo? ¿por qué no poder contar sufrimientos alegrías y problemas, si somos amigos? No estamos compitiendo con nadie. No somos perfectos, no falta el que escribe: “que no halla, en vez de que no haya”, que sobren o falten comas, que sobren espacios, que no se tengan en cuenta todas las reglas de ortografía. La mayoría escriben perfecto, intachables, otros como yo, incurrimos en alguna puntuación. No siempre escribimos bien, a veces es muy interesante, otras veces no, y es normal. Para mí lo importante es el tema, la historia, lo que se enseña y se aprende, las reflexiones y conceptos que se despiertan. Todo esto en calidad de amigos que amamos la literatura, diferente a ser sólo dedicados a escribir lo que nos parece, pues así ya va la crítica, el comentario, la opinión el concepto, lo bueno lo malo y lo feo que se puede interpretar como constructores humanos, representando obras literarias. De cada amigo virtual he recibido estímulos, reconocimientos, agradecimientos. Todos me parecen inteligentes, sinceros, escriben lindo e interesante según sus profesiones. El médico conocedor de la parte interna y externa del cuerpo humano llega a reconocer realidades de nuestra conformación corporal y mental, es así como profundizan como diagnosticar, aconsejar, ordenar, elaborar y crear obras interesantes no sólo sobre medicina, sino que se extienden a la amplitud de otros campos reales, igual lo experimenta cada profesional en su conocimiento y experiencia. He admirado en mis compañeros de éste portal, poesías filosóficas, románticas, políticas, líricas, dramática, poesías en versos libres, historias y relatos escritos en prosa de quienes conformamos de manera mínima obras existentes. He podido conocer la creatividad expuestas en novelas, cuentos, ensayos, historias, ficción, artículos, relatos poesías, comentarios. Es así como he completado la felicidad en mi veda. Gracias a todos y todas. Lucy SIGNOS LUMINOSOS LUCY REYES DEDICATORIA A TODOS MIS AMIGOS VIRTUALES DEL PORTAL TEXTALE. AGRADECIMIENTOS A los fundadores del portal Textale, por darnos la libertad de exponer libremente nuestros pensamientos, y por poder presentar obras literarias. A los amigos virtuales de éste portal, por regalarme minutos de tiempo, para leer y comentar mis textos, dejando en mi mente felicidad, sorpresas, enseñanzas e impulso para seguir escribiendo. Igualmente, me agrada mucho leer y comentar las poesías de excelentes poetas, las historias, relatos, ensayos y pensamientos de admirables escritores. PERSONAJES Adriana Holguín, protagonista Julián Gonzáles, protagonista Lola Forero, abuela Jesús Holguín, abuelo Luciana Holguín, hermana Dora Holguín, hermana Laura Holguín, hermana Teodoro Holguín, hermano Gerardo Holguín, padre Sofía de Olguín, madre Nicolás, niño amigo de Jesús Gina, rival de Adriana PRESENTACIÓN He dedicado un tiempo para atreverme a escribir por primera vez una novela, por insinuación de unos amigos virtuales, quienes conocen mi estilo, mis ideas y varios textos que he expuesto en el portal Textale. Sé que la importancia de las novelas son los conflictos, la profundidad y las sorprendentes soluciones, como se aprecia en diversas novelas. Para empezar, propongo conflictos amorosos ocurridos en el desarrollo de la historia, dando como referencia realidades de la vida cotidiana. SIGNOS LUMINOSOS -Abuela, ¿por qué no te gusta mi novio? Si no lo conoces. -Porque tu mamá me ha dicho que Julián era compañero tuyo en la universidad, dejó el estudio de ingeniería de sistemas, por negociar con limosinas. No me gusta que haya cambiado la carrera por negocio. Adriana, quiero que me visites para que me cuentes detalladamente como es Julián. Tú eres mi nieta preferida, quiero lo mejor de la vida para ti y que seas feliz. -Listo abuela, mañana te visito y te cuento todo lo que quieras y, además, entender por qué a mi abuelo si le gusta que mi novio sea un empresario. Bueno, lo que pasa es que mi abuela es temperamental, le gusta dar consejos. Todos los días escribe su diario en francés y signos de taquigrafía, que aprendió cuando era joven, talvez, para esconder sus secretos. Yo adoro a mi abuela, vivo más con mis abuelos, que con mis padres. A mi abuelo Jesús también lo quiero mucho, él es de buen genio, sabe mucha historia, la gente que le hace consultas lo llama “Biblioteca ambulante” El abuelo tiene caprichos, siempre compra vestidos del mismo color (café) usa sombreros, le fascinan los caramelos, lee sin gafas, le gusta viajar. Los niños lo quieren mucho, porque responde a todas las preguntas que le hacen. La abuela Lola, es alta, delgada, no le gusta los peinados de moña, no le gusta tener las canas, le gusta usar ropa clásica. Pelea con mi madre, dice que ella nos alcahuetea todo lo malo, que es muy pendeja con mi padre, sumisa, aguantadora y cariñosa. De mi padre dice: Gerardo es machista, bebe con los amigos, es mujerero, juega en los casinos y pierde mucho dinero, es generoso con extraños y tacaño con la familia. De mi hermano Teo dice que por haber prestado servicio militar se disciplinó, se volvió agresivo y heredó del padre el machismo. De mi hermana Dora, dice que es creída, que siendo fea se cree linda, que siendo bruta se cree inteligente, que siendo mala se cree buena; de Luciana –mi hermana menor- dice que es vanidosa y exigente y de Laura dice que es bonita, pero difícil entenderla, porque es callada, no protesta con palabras, se defiende con hechos y mirada penetrante. Mañana visito a mis abuelos. CAPÍTULO 2 El abuelo Jesús dialogando con un niño. Como todas las mañanas el abuelo Jesús sale al parque, que queda frente a la casa de la familia, ocupa una de las bancas de madera, frente a grandes árboles. Poco a poco llegan niños a charlar con el viejo, que a veces les ofrece colombinas o galletas. -Uno de esos niños, pidió permiso al abuelo de llamarlo “Amigo Chuchis”. El abuelo acepta y le pregunta: ¿cómo te llamas? -Me llamo Nicolás (cierra los ojos y frota sus manos) ¿Permites que te llame, “Amigo Nico”? –Claro que sí, amigo Chuchis, ¿tu nombre es como el del niño Jesús? –Sí, amigo Nico. ¿Tu mamá se llama María? No amigo, mi mamá se llamaba Ofelia, ella ya murió, está en el cielo. ¿Con Dios y la virgen? Sí con ellos. _Amigo Chuchis, ¿Por qué tienes barba blanca y larga como papá Noel? –Por anciano, salen canas y dejo que crezca la barba ¿Y por qué los pelos de la cabeza y barba es lo que más crece del cuerpo? ¡Uy! Amigo, no sé, pero voy a averiguar y te cuento -Pero, amigo chuchis, dicen que tú, todo lo sabes, No amigo Nico, no soy Dios, que es el que todo lo sabe -Pero, cuando pregunto cosas a mis padres dicen que no saben, que le pregunte al abuelo Jesús, que es inteligente y sabe mucho, verdad amigo chuchis ¿eres inteligente? -Soy inteligente, no obstante, lo que sé es porque fui buen estudiante, en el colegio y en la universidad, porque leo muchos libros, porque viajo, porque aprendo de otras personas, porque investigo. -Amigo chuchis, yo quiero ser alguien muy importante, trataré de imitarte, pero no esperar hasta ser más grande, ya… -Amigo Nico, eres muy inteligente y si adquieres conocimientos desde ya, lograrás lo que quieres. -A bueno amigo, Chuchis, te dejo una tarea, que averigües lo que te pregunté y me digas en la próxima vez que nos veamos. -Yo también te dejo una tarea, haz un dibujo de lo que quieras y me lo muestras la próxima vez que nos veamos. -Bueno amigo. CAPÍTULO 3 Adriana visita a la abuela Lola Hemos degustado las uvas que trajiste, has contado muchas cosas, pero nada dices sobre Julián, pues abuela, antes de retirarse Julián de la universidad, demostraba que estaba enamorado de mí, era muy detallista, yo también estaba enamorada de él, sufrí cuando se retiró, ya no iba a mi casa a estudiar los dos, pero nuestra amistad continua, nos visita, es detallista con mis padres y hermanos. Julián se dedicó a organizar eventos sociales, como grados, cumpleaños, matrimonios, despedidas… ganaba buen dinero. Sus clientes le manifestaban que soñaban con que los eventos fueran mejorados con paseos y traslados de un lugar a otro en limosinas, entonces, Julián se entusiasmó, compró una limosina negra y, resultó ser buen negocio, hasta el punto de que personajes como funcionarios del gobierno formaban parte de sus clientes. Siendo así compró otra limosina blanca. Precisamente el mismo día de mi grado, Luciana cumplía quince años Ese día Julián nos invitó a conocer su blanca limosina, además para celebrar mi grado como también, aprovechar que Luciana cumplía quince años y soñaba con invitar a sus amigos a recorrer las calles de Usaquén en limosina. Este era un sueño muy costoso, pero Julián obsequió ese paseo por las calles del norte de Bogotá. Luciana lució un vestido color rosado, una rosa rosada adornó su cabello, llevaba en sus manos una pequeña muñeca vestida y peinada como ella. La recibió un conductor con quepis, vestido de corte inglés y guantes blancos, la condujo hasta subir a la limosina, luego a todos los invitados nos daba la mano para subir al auto. El grupo lo conformábamos la familia y los 10 amigos invitados por Luciana. El interior de la limosina se veía grande, luz de neón de colores, nos acomodaron en los asientos, todo era de lujo, bares fabricados en palo de rosa, era como una discoteca en cuatro ruedas. Obsequiaban champaña, brindábamos por mi grado y los quince años de mi hermana. Se veía videos de artistas, películas, la Tele Letal, tomábamos fotos, se escuchaba reguetón o música al gusto de familiares y amigos. Luciana cumplió su sueño, agradeció a Julián, me abrazó y felicitó por ser amiga de tan amable admirador. Yo abracé a Julián para agradecer el obsequio, Julián me abrazó fuertemente me besó en los labios y, al oído me dijo: ¿quieres ser mi novia? Me emocioné, acepté con las palabras que mi corazón me dictó: -Sí, te amo-. Desde ese día nació la historia de nuestro amor. -Abuela, ¿No te agrada esta hermosa historia? -Adriana, no te conviene un novio muy comprometido con personajes políticos, artistas, gente adinerada, porque poco se preocupará de ti. -No abuela, Julián me ama, es generoso y tiene buenos sentimientos. -Nunca repito mis consejos, haz lo que quieras. -Perdón abuela, procuraré seguir tus consejos. -Nunca demuestres demasiado amor. -No expongas lo que te critiquen. -Se firme en tus decisiones. -Gracias abuela. -Adriana, es mejor saber a tiempo si Julián te conviene o no, invítalo a tomar té, mañana a las cuatro de la tarde, para conocerlo más de cerca. Listo abuela, ya mismo lo invito. Haló, Hola Julián, mi abuela, quiere invitarte a tomar el té, espero que vengas mañana a las cuatro de la tarde. Anota la dirección, sí en el barrio Palermo -Gracias amor ¿algún motivo especial? -No amor. -Mañana estaré en la casa de tu abuela a las cuatro de la tarde. -Listo amor, te esperamos. -Abuela, Julián aceptó la invitación, así que ponte bonita mañana. ¡Cómo crees que a los ochenta años me vea bonita!, lo fui cuando joven, ya las arrugas y las canas destruyen la belleza de la juventud. Abuela, yo te veo bonita, las canas te lucen, mereces respeto y admiración, por tus pensamientos y consejos. -No seas aduladora. -Claro que no, abuela, el reconocimiento de la verdad, no es adulación. -Bueno Adriana, en vez de hablar bobadas, busque a María, dile que aliste la vajilla del té y que compre lo necesario para el plato frío y las galletas acompañantes. -Bueno abuela. Esta noche duermo aquí. -Sí claro, mañana vas a degustar un delicioso desayuno. -Adriana, que tal noche pasaste. -Uy abuela dormí bien, soñé que Julián, no llegaba, que tú estabas enojada, que yo lloraba, y desperté. El desayuno estuvo deliciosa y, ahora el almuerzo está abundante, me ha dado sueño. Pues duerme un ratico. Bueno abuela, gracias. Julián llegó. CAPÍTULO 4 Lo que pasó con Luciana. Ella cursaba décimo año de bachillerato, era buena alumna, los profesores la estimaban y admiraban, algunas compañeras también la apreciaban, otras le tenían envidia y buscaban formas de hacerla sufrir. Después de haber celebrado sus quince años, dos de las amigas que fueron invitadas a pasear en la limosina se burlaban de Luciana, la calumniaban y lo peor que sucedió, fue aquel día que le escondieron el trabajo de historia, que bien había hecho Luciana para obtener la nota final. Luciana lloraba, buscaba desesperada su trabajo, pedía ayuda al profesor para que investigara quien tenía el trabajo, todas negaban, se llegó el momento de la entrega de trabajos, sin que Luciana pudiera cumplir. Pacho era compañero de Luciana, estaba enamorado de ella, no soportaba la ira de ver a su compañera llorando, era testigo de que Luciana se había esmerado mucho para presentar un buen trabajo. Ella no aceptaba asistir a grados, ni a fiestas, ni a cine, sólo dedicaba su tiempo en investigación de datos históricos para presentar buen trabajo. “Esa maldad no puede quedar oculta” –pensaba Pacho- tendré que descubrir quien hizo la maldad, sospechaba de las que se burlaban y calumniaban a Luciana, -fue Diana o Mireya-. Acercó su amistad con ellas dos, las visitaba, las invitaba a cine, comentaba con ellas sobre el sufrimiento de Luciana, notaba que Diana guardaba silencio mientras Mireya se reía. Pacho pensaba: “es indudable que una de esas dos es la culpable, “sabré como descubrir”. Esperó que llegara la noche y por WhatsApp escribió a Diana este mensaje: “tu amiga Mireya me ha confesado que tú escondiste el trabajo de Luciana, mañana te acusaré ante el profesorado del colegio”, Diana respondió: Pacho “No me calumnies, yo no fui, fue Mireya” ¡No niegues Diana! No calumnies a tu amiga. Yo no fui, mira Pacho lo que pasó fue que Diana me dijo que guardara el trabajo en mi casa, porque Luciana la visita con frecuencia y era peligroso que la descubriera. –Ya veo Diana, además de que eres cómplice, tienes el trabajo escondido, estás en la obligación de aclarar la verdad a los profesores. -Pero Pacho, ya para qué si lo que pasó ya pasó, Luciana tiene que habilitar la materia. Diana, eres mala, eso no se le hace a nadie, ni siquiera estás arrepentida. Diana llamó por celular a Mireya, la insultó, la trató de traicionera, pero ella no entendía el enojo de su compañera, se complicó la amistad de ellas dos, sin descubrir la estrategia de Pacho, se convirtieron en enemigas, las dos sufrieron severo castigo del colegio cuando Pacho las acusó, aunque Luciana ya había habilitado la materia con otro trabajo, pero se supo la verdad. CAPÍTULO 5 Curiosidad de la abuela Lola, Después de ofrecer el té a Julián, la abuela le hizo varias preguntas a Julián, queriendo descubrir su personalidad, dudaba, no creía que fuera excelente persona, habría que esperar más tiempo para conocerlo mejor, le pareció bien presentado, muy hablador, buen sentido del humor, pero fastidiaba verlo molestándose la nariz. Adriana estaba nerviosa de ver a la abuela haciendo tantas preguntas, algunas indiscretas, hasta cuando Julián se despidió agradeciendo el té e insinuando que lo volvieran a invitar. -Abuela, ¿qué concepto te merece Julián? -El tipo me parece exagerado en sus proyectos, de mirada un poco rara, como de no confiar de todo lo dicho. Quiere demostrar que es adinerado, que es muy importante. Bueno Adriana ya te di mi concepto, ahora cuénteme ¿es verdad que Luciana tiene novio? Sí abuela, ella se enamoró de Pacho, un compañero del colegio que está enamorado dice que la ama y ella está muy agradecida porque él la defiende de las maldades que le hacen las compañeras envidiosas. -Pero Luciana está muy joven, primero debe terminar bachillerato, estudiar en la universidad y luego sí tener novio. -Así debería ser, pero están enamorados. Abuela, me gusta mucho estar en esta casa, disfrutar de ese inmenso patio adornado de flores y árboles frutales, brevas, moras, fresas, duraznos y tu huerta casera, ese hermoso jardín de margaritas, rosas de colores, claveles, violetas, sándalo… Abuela cuando me case quiero celebrar mi matrimonio en esta casa. –No, es mejor en un Club, se brega menos y se goza más. Pero abuela esta casa es mejor que un club, tiene grandes salas, bellos jardines, buen sitio, buen ambiente. -Bueno Adriana, pero cuando consigas un novio mejor que Julián. ¡Ay, abuela amo a Julián! Él es cariñoso, me llama “corazoncito” y yo lo llamo “carajito”. -Pero tú tan esbelta y tan bella mereces mejor novio. -Abuela, ¿No sabes qué es estar enamorada? -No, jamás me he enamorado. -Y ¿entonces cómo es que te casaste, sin estar enamorada? Me casé obligada por mis padres, era costumbre en ese tiempo. ¡Uy, abuela!, qué costumbre más triste. Bueno abuela mis padres deben estar preocupados de mi demora, hasta pronto abuela. CAPÍTULO 6 Adriana y Julián se casan. Después de un año de noviazgo Julián y Adriana resolvieron contraer matrimonio por lo civil. Como en la mayoría de matrimonios la celebración fue en un Club. Los invitados, elegantemente vestidos, buena cena, videos, fotos, rifa del ramo y la liga, música, baile. Luna de miel en Islas Margaritas. Después, crítica de algunas personas: la novia muy alta y el novio bajito, demasiado ponqué, vestidos corto y largo, mala cara de la abuela Lola, críticas por la lluvia de sobres, coqueterías del novio con invitadas, críticas por carteras grandes, por peinados extravagantes… Sofía y Gerardo –padres de la novia- estaban alegres, soñando con tener nietos, a los padres del novio, poco les interesa tener nietos, estaban de acuerdo en que la pareja fuera feliz. La abuela hacía mala cara, en nada estaba de acuerdo, contradecía, satirizaba, se aislaba, sufría por el matrimonio de su nieta preferida. Pasaron dos años de matrimonio, sin la ilusión de embarazo. La pareja vivía en el apartamento que el abuelo había regalado a su nieta Adriana, ubicado en un barrio al norte de Bogotá. Julián quería comprar un apartamento, pero Adriana no quería, estaban en desacuerdo, sin embargo los dos recorrían varios lugares viendo apartamentos. Entre tantos, vieron uno que a Julián le encantó, por el sitio, el estilo antiguo, rústico, patio grande, un par de escaleras, amplio, altillo, piso adoquinado, doble garaje, independiente, sin conjunto cerrado. Pero Adriana quería seguir en su apartamento, le gusta que todo sea moderno, nada rústico, sin escaleras, pisos modernos, cocina amplia, bello jardín exterior, no tan amplio, garaje, depósito para guardar el árbol de navidad y los cacharros que estorban, conjunto cerrado, vigilancia y administración. ¡Qué problema!, Julián compró el apartamento que le gustó, se siente feliz con la mudanza, Adriana se siente triste por el cambio, añora su anterior apartamento. Cada día se siente desesperada subiendo y bajando escaleras, la vecina pidiendo favores, sin celaduría ni administración. Pasaron tres meses del cambio. –Pensé: “Hay que buscar solución al problema”, -Cada uno tenemos derecho a vivir donde más nos guste- así que mañana mismo vuelvo a mi apartamento. Julián quiere seguir en el apartamento comprado. Dejaré todo en el apartamento de Julián, sólo llevaré mi ropa y mis libros. Ya compré dos camas, una doble y otra semidoble, dos sillas, pequeña mesa de comedor, una hamaca, dos televisores, media bajilla de loza, tres vasos, cubiertos, lo necesario para dos personas. Rogué a Julián que me acompañara a dormir en mi apartamento y, que él permanezca durante el día en el apartamento que compró, Julián aceptó. Ver ahora mi apartamento casi desocupado con lo poco que tengo, se siente respirar aire fresco sin tantas cosas, se ve amplio y bonito. Empezó mi cambio inesperado. Jamás me había dedicado a cocinar, entonces busco en google cómo preparar las comidas que me apetecen. Compré elementos de aseo y todos los días limpio muy bien el apartamento, lo tengo como un espejo. No quiero tener empleada de servicio como antes, merco lo que quiero y necesito. Organizo mi tiempo por horas. Una hora en la mañana para trabajar en Internet, como bien se trabaja ahora desde la casa con computadoras. En dos horas hago aseo y cocino, almuerzo sola, escucho una o dos horas música antigua, la que acostumbré a escuchar con mis padres: Tito Schipa, Alfonso Ortiz Tirado, Pavarotti, Mario Lanza, música clásica Sigo trabajando en mi computador, descanso un rato, luego preparo algún exquisito plato, para compartir con mi esposo, pero, él a veces llega tarde o no llega. Nos levantamos temprano, nos duchamos, tomamos café. Julián hace el desayuno para los dos, desayunamos, luego Julián sale a su apartamento. Julián trasladó su oficina al apartamento, allí atiende sus clientes. Alquila las limosinas para eventos especiales, el trabajo se ha extendido a otras ciudades, viaja mucho. En la empresa trabajan, Dora, la secretaria, (mi hermana), dos vendedoras, cuatro conductores, dos aseadoras, la empleada que ofrece café o bebidas y un mensajero. Me gusta la soledad, no tengo amistades, sólo me trato con mis padres, mis hermanos y algunos familiares En las noches, cuando llega Julián, nos abrazamos, nos besamos, contamos lo que nos ocurre en el día, pasamos amorosas noches, así ya llevamos dos años y medio de matrimonio. La abuela Lola me visita con frecuencia, cuenta repetidas veces la misma historia de su juventud. “Como te parece que cuando Jesús fue a pedir mi mano en matrimonio a mis padres, ellos me dijeron que me arreglara muy bien, así lo hice, en ese tiempo se usaban vestidos, nada de yines ni pantalón largo, me vestí con una bata de paño gris y una chaqueta azul, collar, pulsera, aretes y anillos. Mi madre me dijo: “hija se te ve una media de nylon rota”, en ese preciso momento llegó Jesús, me afané, tenía que cambiarme de medias, me quité rápido las que tenía, las metí en un bolsillo de mi chaqueta y me puse otras medias, salí a la sala, estaba la madre de Jesús y él, nos saludamos, ellos tomaron asiento, yo de pie, pregunté por la hermana menor de Jesús, metí mi mano derecha en el bolsillo de mi chaqueta, se enredó mi anillo con las medias, saqué mi mano y pregunté: ¿Qué tan alta está Amparito? La media subió con mi mano ¡Qué vergüenza! Y Jesús que es burlón, colocó la mano debajo de su nariz y dijo: Ya me da por aquí, todos se rieron, yo salí corriendo a mi alcoba, lloraba, no quería volver a la sala, mis padres suplicaban que volviera a salir, no quise, tomaron las onces sin mí y no hubo pedida de mano, hasta cuando pasó un mes volvieron, Jesús pidió mi mano, hice mala cara quedé triste con el compromiso de casarme en tres meses, en agosto”. -Jajajaja, abuela, ¡qué recuerdo tan chistoso el de las medias! Y ¡qué triste tener que casarte presionada, sin amor! -Abuela, me encanta dialogar contigo -Falta que escuches mis consejos. -Adelante abuela, te escucho. -Cómo se te ocurre vivir separada de tu esposo, él puede abusar de la libertad que le dejas. -Mi familia opina igual que tú, pero yo me siento segura, da lo mismo, antes él salía temprano a su oficina, yo pasaba el día sólo con la empleada de servicio y por la noche Julián regresaba, veíamos televisión y a dormir, igual que ahora, con la diferencia de que cada uno vivimos felices donde estamos. -De todas maneras dejas libre a tu esposo. Tú veras. CAPÍTULO 7 Mi madre y mi hermana también quieren aconsejar. Ellas, a veces me visitan, siempre traen en sus manos algún detalle, algo les ofrezco, café, jugo, onces. Mi madre pregunta sobre mi situación en este apartamento y las diferencias. Laura poco habla, mueve la cabeza, ¡Qué ocurrencia! Un apartamento sin sala, sin estudio, sin alfombras, sin…, mi madre mira a mi hermana con ojos de reproche. -Bueno hija, todos los días hablamos por teléfono, pero quiero que me cuentes personalmente como va tu matrimonio, cómo se porta Julián, y qué haces tan sola ¿Te sientes bien? - Sí madre, vamos bien, aunque últimamente Julián sólo viene los fines de semana, dice que tiene que viajar mucho. ¿Sabes sobre los problemas que tiene Julián con la empresa? -No, ¿qué problemas? -Por una parte, está arrepentido de haber aceptado un socio en la empresa, porque es tramposo con las cuentas, dominante, poco correcto. Por otra parte le preocupa que compraron otra limosina, pagaron la mitad, con el compromiso de inmediata entrega y a tres meses el saldo, han pasado siete meses y no entregan el auto. Está en curso una demanda, pero a largo tiempo finaliza el proceso. Lo raro es que el socio no se interesa, cambia de conversación. Es difícil desenredar ese rollo. ¿Por qué Julián no me ha comentado? ¿Tiene un socio? ¿Quién es? Esta noche le pregunto. -No hija, me odiará por chismosa, espera un tiempo, tendrá que comentarte muchas cosas. ¿Muchas cosas? ¿Qué cosas? -Pues todo lo que ha dejado de contarte. -Madre me dejas intrigada, cuéntame lo que sepas- -No sé ¿Cómo supiste de los problemas con la limosina? -Tú sabes que tu hermana Dora es la secretaria, ella cuenta algunas cosas. CAPÍTULO 8 -Vuelven los diálogos entre Jesús y Nicolás Hola, amigo Chuchis, ayer vine a visitarte, pero no estabas en el parque, te traje el dibujo, es el gato de mi casa. -Amigo Nico, qué gusto verte, te felicito, dibujaste muy bien el gato, hoy te traigo caramelos ayer si vine, pero por la tarde. _Ayer te iba a preguntar, sobre los movimientos de la tierra, pero la profe de mi colegio duró mucho tiempo explicándome con una naranja y no le alcancé a preguntar algo, hoy te pregunto a ti, amigo Chuchis, ¿Qué es una guerra? -Amigo Nico, una guerra es un conflicto prolongado entre dos o más naciones o simplemente entre dos personas, cuando hay violencia. Hay diferentes clases de guerras: mundial, civil, guerras santas, guerra fría, guerra militar… ¿Guerras santas?, suena raro . -Son por conflictos religiosos, como las cruzadas, eran una serie de guerras religiosas para recuperar tierra santa. Cuando avancen tus estudios vas a saber mucho sobre guerras, pero las versiones serán diversas, porque las historias las cambian según las conveniencias. -Y las guerras mundiales ¿por qué son? _Esas guerras son por poder, por división de tierras, Ha habido dos guerras mundiales. ¿Tú, estuviste en esas guerras? -En la primera guerra mundial yo no había nacido, esa guerra duró cuatro años. En la segunda guerra mundial, yo ya había nacido, pero no la sentí, porque Colombia en ese tiempo, era apenas, como un punto en el mapa, casi no nos conocían. -Amigo Chuchis, dicen que estamos en guerra, ¿es verdad? Y ¿por qué es la guerra? -Sí, amigo Nico, estamos en guerra y en proceso de finalizar los conflictos con la guerrilla de las Farc. El origen de esta guerrilla es político, por causas de defensa y de venganza. La guerrilla del ELN, es de origen político, se formó por estudiantes de universidades con el fin de lograr cambios gubernamentales. Tendremos que tener paciencia por mucho tiempo porque la posguerra trae conflictos. ¿No has visto en televisión temas de la guerra armada desde hace más de 50 años? Si he visto videos que dan miedo, matan, tatata..., secuestran, ponen bombas destructivas, riegan petróleo, y ¿todo eso se llama guerra? Claro que sí es guerra, por las guerrillas de extrema izquierda, los grupos paramilitares de extrema derecha, los carteles de la droga y las bandas criminales emergentes. Desgraciadamente es difícil acabar con todo esto, pero bueno, por lo menos los guerrilleros de las Farc, están en proceso de entrega de armas, dejaron de ser guerrilleros, ya no secuestran, no matan, no siembras minas, no mandan bombas, ha sido un alivio, por parte de ellos hay paz, pero quedan, la guerrilla del ELN, los paramilitares, los narcotraficantes, ojalá ellos dejen las armas, cambien la guerra por paz. CAPÍTULO 9 -Adriana está nerviosa, quiere comentar a la abuela los problemas. Buenas tardes abuela, te veo muy ocupada tejiendo un bonito sweater, ¿Para quién? -Para Laura, acuérdate que cuando viniste con ella me dijo que quería que le tejiera un sweater. -No me di cuenta. Abuela, deja de tejer, concéntrate en lo que te voy a contar. -Te escucho: -Estoy desesperada sin saber los misterios que están pasando con Julián, con la empresa, problemas, que ni mi madre, ni Dora, ni nadie me quieren contar, sólo me dan a entender, no aclaran, me dejan intrigada, me reprochan por vivir sola en mi apartamento. Mi padre y mi madre dicen que debo volver al apartamento de Julián, aunque me duela. No sé qué hacer abuela. -Estoy de acuerdo con tus padres debes regresar al apartamento de Julián, sea por lo que sea, es conveniente. En el matrimonio no se puede hacer todo lo que se quiere, sino todo lo que se debe. -Bueno abuela, pero ¿tú tienes idea de lo que está pasando? -Claro que sí, tú sabes que todo lo investigo, y existe una persona que me informa, todo está escrito en mi libreta de diario y nadie sabrá los secretos que guardo, están plasmados en taquigrafía y francés- -Abuela, ¿quién es la persona que todo te informa? Es un secreto, no lo puedo divulgar. -Pero abuela, tú también me dejas intrigada, sufriendo. -Todo lo sabrás, pero no por mí. Lo que vaya sucediendo te irá guiando. Todo tiene un comienzo y por el camino se va descubriendo. Abuela, ¿crees que a Julián le guste que yo vuelva a su apartamento? Gústele o no, debes volver. Abuela, si es verdad que me quieres cuéntame todo, no me dejes en incertidumbre -Ya te dije que no lo sabrás por mí. Gracias abuela, y adiós. CAPÍTULO 10 Dora demuestra su modo de pensar. Dora es imperdonable que seas amiga de esa mujer que acosa a Julián a que se separe de tu hermana. -Pero mamá, Gina es mi mejor amiga, me hace invitaciones a fiestas, a cine, me quiere, me regala lindas cosas, ella es mejor que Adriana, hace buenos negocios, no se deja tumbar, una vez logró que alguien le devolviera una deuda a Julián Es sociable, inteligente, generosa, con ella gozamos de buenas distracciones; en cambio, Adriana es boba, sola en un apartamento, escuchando música aburridora, trapeando pisos, cocinando y trabajando en Internet, sin amistades, ¿de qué sirve que sea bonita? Si no sabe disfrutar la vida, pero bueno madre mañana le cuento a mi hermana que Julián está enamorado de Gina… ¡Ay hija!, no sé, si se le dice sufrirá mucho y si no se le dice puede pasar buen tiempo sin sufrir…, --Pues que sufra, quien le manda ser boba, además Julián está encaprichado con Gina y ama a Adriana, el sufre por ese problema, luego no todo está perdido. -Bueno hija, esperemos que Adriana vuelva al apartamento de Julián, si él la ama, puede que se arregle el problema. -Bueno mamá como tú y mi papá opinen. CAPÍTULO 11 Adriana quiere descubrir los problemas Carajito, ¿cómo va tu trabajo? Te extrañé toda la semana, es una lástima que no vengas todas las noches -Tú sabe que el trabajo se ha extendido a otras ciudades, tengo que viajar. -Carajito, quiero que me cuentes paso a paso los cambios del trabajo. -Pero corazoncito, estoy cansado, tengo sueño, mañana hablamos, y por favor, mañana haz tú el desayuno. -Buenos días carajito, recibe el desayuno que te hice, con ingredientes de amor. -Gracias amor, eres muy linda. Después del desayuno veamos una película que traje. -Claro que sí. ¡Qué buena película!, me pareció interesante. -Corazoncito, después de almuerzo vamos a visitar a mis padres ¿bueno? -Claro que sí carajito, vamos. -Tus padres están bien, y qué bien nos recibieron, estaban deliciosas las onces que nos brindaron, además nos invitaron a cenar el próximo viernes. Pasamos una buena tarde, pero ya es hora de dormir, salvo que por fin me quieras comentar lo de tu trabajo. -Corazón, ¿no has oído comentar que el trabajo no se debe llevar a casa? -Eso se dice, pero yo quiero colaborar en algo en tu trabajo. -Nada mi amor, tú, a tu trabajo y yo al mío “independientes”. -Mañana tengo que madrugar, voy a Barranquilla, debo estar en el aeropuerto a las 5.45. Así que, hasta la próxima semana corazoncito. No soporto las dudas, voy de visita a casa de mis padres, quiero hablar con Dora, saludo a papá y mamá, espero que llegue Dora del trabajo. Dora saluda déspota, cambia un poco cuando recibe un obsequio que le traje. Hablamos del mal transporte, de los cambios climáticos, algo de modas, luego pido a Dora que me cuente cómo va el trabajo con las limosinas, Dora no responde la pregunta, se dedica a criticar. “Hermana, usted es muy bruta, cómo se le ocurre vivir sola en un apartamento y Julián en otro”, ¿ya va a decir que fue de común acuerdo?, ¿qué así son felices?, ¿no importa lo que pueda pasar con el tiempo? ¿Ya va decir?, nos amamos. Madre, ¿tú crees que tengo razón?, padre, tú, ¿qué opinas?, Opino que Dora tiene razón, Sofía y yo hemos deseado que vuelvas al apartamento de Julián, aunque no te guste, es mejor compartir todo con el esposo. -Pero, aquí hay gato encerrado, ¿por qué no aclaran qué es lo que está pasando? Ya mi madre dijo que hay problemas en la empresa, Dora, por favor, dime ¿qué problemas hay? - No puedo comentar sobre problemas de la empresa, puedo perder mi trabajo y no quiero problemas con mi mejor amiga. ¿Quién es tu mejor amiga? -Usted no la conoce. ¿Trabaja en la empresa? -A veces. ¿Qué relación hay entre tu amiga y el trabajo? -Algún día lo sabrás. -Está bien, me despido de mi familia, muy desilusionada, ¡Qué falta de sinceridad! Nadie es capaz de aclarar la verdad, nada les importa que yo me vaya intrigada, amargada y desolada. No volveré a visitarlos, adiós CAPÍTULO12 Adriana quiere vivir en el apartamento de Julián Carajito, quiero vivir en tu apartamento, me siento sola y aburrida. -¿No dices que no te gusta mi apartamento? –Lo importante no es el apartamento, me importas tú, tenerte más cerca ¿Por qué no lo pensaste antes? -Porque tu ausencia hizo ver la falta que haces. -Entonces tendremos que poner en renta o en venta tu apartamento. -Claro que sí carajito, mañana mismo, venderé mis muebles. -Corazoncito, será mejor arrendar o vender el apartamento amoblado. -Buena idea, mi amor, sólo llevaré mi ropa a tu apartamento. -Vas a descansar corazoncito, por la empleada del servicio. -Es verdad, y podré rendir más con mi trabajo, hasta podré ayudar en tu trabajo. -Bueno, se hizo tarde, no nos hemos duchado, ni hemos desayunado. -Vamos a la panadería carajito, allí venden desayunos deliciosos, tamal y chocolate o huevos, o caldo de costilla, frutas o jugo. Qué feliz me siento Julián, pensé que me dirías que me quedara en mi apartamento. No amor, cómo se te ocurre. CAPÍTULO 13 Julián no dormía en toda la noche, pensando: qué pasará, Adriana puede darse cuenta de las llamadas y visitas de Gina, ¡Qué problema! Buscaré la forma de pelearle a Gina, lo puedo hacer, con justa razón; hablaré mal de su hermano Humberto, por ser el socio de la empresa, que me engaña, que me roba, que no acepta razones. Si, mañana mismo invito a Gina a almorzar al restaurante que siempre vamos. Gina se presenta vestida con minifalda y blusa muy descotada, abraza fuertemente a Julián lo besa prolongadamente y sigue besándolo, Julián siente fastidio, se retira, pero difícilmente puede alejarse. Gina pide un almuerzo costoso, Julián, sólo un jugo. -Hola Gina, ¿te gustó el almuerzo? -Claro que sí gordito el almuerzo estuvo delicioso. -Pero tengo que decirte algo. ¿Qué me tienes que decir? -Que tu hermano Humberto es deshonesto y que no quiero que siga siendo mi socio en la empresa. -Gordito, cuida tus palabras, me estas ofendiendo, ¿mi hermano deshonesto, por qué? -Tu hermano pasa el tiempo invitando a sus amigas, amigos y familiares a pasear gratis en las limosinas, sin mi permiso. Obliga a los conductores a que hagan lo que él mande. Si se dañan las limosinas no paga, lo hago yo, le reclamo y dice que él como socio hace lo que quiera, por tal razón la empresa va en quiebra, lo demandé, pero esos procesos son muy lentos y él aprovecha para seguir gozando de las limosinas hasta cuando se llegue la liquidación de la sociedad, mientras yo tengo que responder con los clientes, he tenido que ser incumplido. Humberto engaña a los clientes, les cobra anticipado y no cumple; por su deshonestidad he sido víctima de amenazas, me culpan de lo malo que Humberto hace. ¿Me entiendes Gina? -Yo no tengo culpa de eso, no soy Humberto, además no entiendo por qué te has dejado engañar, debiste dejar la sociedad desde el momento en que te diste cuenta de la actitud de mi hermano. -sí, he querido sacarlo a patadas, o golpearlo fuerte, hasta matarlo, pero no lo he hecho porque me da pesar contigo. -Si el amor que dices tenerme es verdadero, no debes cambiar nuestra relación, ya demandaste a mi hermano, pues cambia las chapas de tu apartamento y el número telefónico. -Humberto tiene teléfonos de los clientes y no los puedo borrar, ha dañado la imagen de la empresa. ¡Estoy desesperado!, no aguanto más, ya no te quiero, ni a tu familia, amo a mi esposa y quiero pedirle perdón por mi infidelidad. Yo estaba confundido, lo que por ti sentía, sólo era un capricho, por lo sexi que eres y por tus acosos, pero ya no te deseo ni poquito, así que ya renuncio a ti y a toda tu familia. -No me dejarás, ni al hijo que tú y yo estamos esperando. No puede ser, no creo, es tu estrategia para continuar la relación. Si no crees, mira estos resultados y las órdenes del médico. -por qué nada me dijiste, por qué hasta hoy? Precisamente, hoy te quería dar esa feliz noticia. Creo que debemos vivir en una casa grande, para que el niño tenga donde jugar. No puede ser, tú sabes que soy casado, amo a mi esposa y ella, mañana vuelve a mi apartamento. -Pero ella no te ha dado un hijo, entonces, más merezco yo vivir contigo, tienes más obligaciones conmigo que con ella. Mañana mismo buscaremos un apartamento para vivir los dos. -No quiero vivir contigo, quiero vivir con mi esposa -Es urgente conseguir el apartamento, porque mis padres no aceptan mi estado, me han dado una semana de plazo para que me vaya de mi casa. -Tu hermano tiene en quiebra la empresa ¿de dónde saco dinero para pagar un apartamento para ti sola? -No sé de donde sacarás dinero, pero es tu obligación. No soy culpable del comportamiento de Humberto. -Qué desgracia la mía. CAPÍTULO 14 Adriana volvió a vivir en el apartamento de Julián. Abuela, yo estaba sentida contigo por ocultar los problemas que sabes, pero te quiero, te perdono y vengo a contarte que hace un mes estoy viviendo en el apartamento de Julián ¿Y cómo te sientes, Julián qué dice? Julián es cariñoso, me ama, me ha invitado a que viajemos a París, pero noto misterios ¿Qué misterios, qué notas de raro? -Noto, secretos, con Dora, Julián está muy pensativo, mantiene peleando con el socio, no me cuenta qué es lo que pasa con la empresa, falta de dinero, una clienta lo llama mucho, creo que tiene problemas con ella. -Abuela, creo que tanta preocupación e incertidumbre me tiene enferma. ¿Enferma? ¿Qué sientes? -Siento deseos de vomitar, rebote, mareos, desaliento, pereza de visitar al médico. -Tienes que visitar al médico, noto en tus ojos que estás embarazada. ¿Embarazada? ¡Qué felicidad abuela! Ojalá no te equivoques, gran emoción para Julián, para toda la familia, mañana mismo visito al médico. -Claro, tienes que visitarlo y darle la buena noticia a Julián. -Abuela, ¿cómo notas que estoy embarazada? -Te brillan los ojos, estás pálida y ojerosa. -Abuela, serás bisabuela. Mañana te llamo y te cuento qué dijo el médico. Abuela, ¿será malo viajar estando embarazada? No creo, pregúntale al médico CAPÍTULO 15 La abuela Lola está preocupada Jesús, apague ese radio, estoy muy preocupada. ¿Qué pasa? -Adriana está embarazada. ¡Qué felicidad! Tendremos bisnieto ¿qué te preocupa? -Me preocupa el problema que vendrá cuando Adriana se entere de la infidelidad de Julián. -Estoy poco enterado, aclárame lo de la infidelidad de Julián. -Por ahora es un secreto, te cuento, pero debes guardar silencio. Resulta que Julián tiene amante y ella ha resultado con el cuento de que también está embarazada. ¿Quién es ella y cómo es? - E s una chica que usa ropa descotada hasta el ombligo, minifalda que parece un ancho cinturón, pesados aretes que casi arrancan la orejas, maquillaje exagerado y peinado alborotado. Es vendedora de productos de aseo, tiene 28 años, es amiga de Dora, se llama Gina, es coqueta. Yo dudo de ese embarazo, sólo salió con ese cuento cuando Julián la despidió, creo que miente para no perder a Julián o el embarazo es con otro, porque, según me informan ella tiene un enamorado que pasa mucho tiempo en bares bailando con ella y paseando días enteros. ¡Mujer, eres criticona y maliciosa! No juzgues sin seguridad. Claro que es una vaina esa muchacha que puede dañar el matrimonio de nuestra nieta Adriana. Parece increíble que Julián sea infiel con una esposa tan perfecta. ¿Y cuánto tiempo de amores lleva con esa mujer? -Ya no te cuento más, son secretos. CAPÍTULO 16 Gina será sorprendida por Dora ¿Aló?, Hola amiga Dora ¿qué te parece todo lo que le dije ayer a Julián? -Me parece bien, pero no creo que Julián quiera vivir contigo, él ama a Adriana, -Amiga ayúdame. -Tengo una sorpresa para ti. Me vas a agradecer toda la vida- -Dime ¿de qué se trata? -Adriana desocupó el apartamento hace unos meses, yo mandé sacar copia de las llaves del apartamento para que mañana mismo ocupes ese apartamento. ¿De verdad?, ¿lo ocupo yo?, ¿y a ti que te pasará?, Y, ¿Julián qué Hará? -Fresca amiga ellos casi no van, este es el momento preciso, aprovecha que Julián y Adriana viajan mañana a Europa, creo que regresan en un mes. ¿Listo amiga Dora, vamos mañana al apartamento? -Claro, procura llevar algunas cosas, yo te ayudo. ¡Qué lindo apartamento!, ¿Podremos vivir aquí las dos? -Cómo se te ocurre, vivirás aquí con Julián y el bebé. -Pero… ¿El apartamento es de Adriana o de Julián? -Es de Adriana, mi abuelo Jesús se lo regaló. -Si es de Adriana, ella nos sacará de aquí -Pero será muy difícil sacarte si no tienes voluntad de salir del apartamento -Y si me demandan -Debes convencer a Julián que por el bebé deben vivir aquí. -Y si Julián no quiere, tú has dicho que él ama a la esposa -Tú no te dejes sacar. Yo te ayudo como sea -Gracias amiga, entonces mañana mismo me paso al apartamento -Sí, de una. CAPÍTULO 17 -Julián se entera del embarazo de Adriana Han regresado del viaje por Europa Muchas gracias carajito, por el paseo a Europa, estuvimos felices. -Gracias a ti mi corazón por la mejor noticia de mi vida, tu embarazo, seremos padres ¡qué felicidad! -Carajito, ya tengo el nombre de nuestro hijo, se llamará como tú y como mi abuelo JJ Julián Jesús. -Corazoncito, deja el nombre de tu abuelo, porque no combina con el mío, si es niña se llamará Rocío, pero puede que después cambie de idea. Carajito, han pasado tres meses y no hemos tratado de vender ni de arrendar mi apartamento. -Es verdad mi amor, vamos ya mismo. -Me imagino que con el abandono debe estar el apartamento sucio, descuidado. Debemos buscar un servicio de aseo, que lo pinten y hagan aseo, después publicamos la renta, por ahora no quiero vender mi apartamento. - Mi amor, ¿con quién dejaste las llaves de tu apartamento? -Las dejé con mi hermana Dora. ¡Oh!, no debiste, Dora es irresponsable. -Si Dora es irresponsable, ¿por qué es tu secretaria? -Por ser tú hermana, por ayudarla, así como le di gusto a Luciana. -No debiste, no es un favor para mí, es un perjuicio para ti. -Tienes razón, me equivoqué y me arrepiento, pero bueno mi amor creí lograr el cariño de tu familia, en fin, olvidémonos de eso y vamos en tu auto al apartamento. -Listo carajito. -Manejas muy rápido, para, ya llegamos al apartamento. ¿Estás viendo lo que yo veo? -Sí… cortinas en las ventanas, como si estuviera ocupado. Toquemos la puerta. -Gina, ¿qué haces aquí? -No te hagas el bobo Julián, cuando supiste de mi embarazo, me prometiste vivir conmigo y el bebé. -Eres una arpía, diciendo mentiras para dañar mi matrimonio. A la única mujer que yo amo de verdad es a mi esposa. ¿Qué haces viviendo abusivamente en el apartamento de mi esposa? ¿Cómo pudiste entrar? Desaloja ya mismo este apartamento. -Nadie me podrá sacar de aquí, por estar en embarazo. -Te sacará la policía, como delincuente que eres, tomaré acción penal en tu contra. -Adriana, Adrianaaaa, para, frena, espérame, por favor, no te alejes. -Maldita Gina, si pierdo a mi esposa por tu culpa, tomaré la peor de las venganzas. CAPÍTULO 18 Julián no sabe cómo lograr el perdón El desespero de Julián lo conduce a la casa de la abuela Lola, sin lograr ver a la abuela ni a Adriana. El abuelo Jesús, no deja hablar a Julián, muchas veces le repite que se retire, que no insista, que jamás vuelva a buscar a ninguno de la familia, que si sigue acosando, llamará la policía. Julián no tuvo más remedio que retirarse, pero siguió a la casa de los padres de Adriana, ellos, inmediatamente lo vieron le voltearon la espalda y no escucharon sus palabras. Julián se retiró, siguió a su apartamento y enojado habló con Dora, la trató de mujer mala, capaz de dañar el matrimonio de su propia hermana, la despidió del trabajo, por traicionera, por preferir a Gina que a la hermana, la amenazó con interponer denuncia penal por el abuso de entregar las llaves del apartamento a Gina. Dora, sin reparo, insiste en la infidelidad de Julián, lo culpa de la desgracia de Adriana, repite que Gina es mejor que Adriana, le recuerda la generosidad de Gina: las invitaciones a los mejores restaurantes, a cine, a obras de teatro, a paseos, su estado de embarazo dice que amará más al bebé de Gina que al de Adriana. Julián reprocha la actitud de Dora, las mentiras sobre invitaciones a restaurantes, a cine a paseos, nada de eso es verdad. Gina es amiga de Dora y la generosidad sólo era con Dora, que se dejaba comprar con atenciones, traicionando a su propia hermana. Julián quiere pedir perdón a su esposa, aclarar que solo fue un capricho, porque su verdadero amor es por Adriana. Julián llama por celular a Luciana para comentar lo ocurrido, Luciana recordó la felicidad que recibió de Julián el día que cumplió quince años, también recordó bellos detalles de Julián hacia Adriana y toda la familia, ya se había ganado el cariño de todos, parecía imposible que todo se derrumbara en un momento. -Es muy doloroso para mi hermana y para toda la familia. -Luciana, te suplico, ayuda a que Adriana me perdone. -Pero ese engaño es imperdonable, no seas descarado. -Luciana, estoy desesperado, arrepentido. -A mí no me importas tú, me duele el dolor de mi hermana, no mereces el amor ni el perdón. -Luciana, por favor, te suplico ayuda, piensa que si Adriana me perdona y luego soy el esposo perfecto los dos seremos felices. Pues Julián de mi parte tendré que olvidar el pasado, vivir el presente y apoyar a mi hermana, será muy triste guardar en silencio la realidad. -Oh, por Dios Luciana, siento que se destroza mi alma, te suplico que me ayudes a buscar a mi esposa para pedirle perdón, demostrarle mi amor y mi promesa de hacerla feliz para siempre, sabiendo que el camino es difícil, tendré que luchar demasiado, con la duda de ser perdonado. -Está bien Julián, entiendo tu dolor, te ayudaré, tendré que proceder en contra de mi familia. -Gracias Luciana CAPÍTULO 19 Jesús descubre que el apartamento de su nieta está desocupado El abuelo pasa al apartamento de su nieta Adriana, acompañado de dos agentes de policía, pero llegado el momento de inspeccionar, el apartamento se halla desocupado. Los vecinos del apartamento aseguran que hace dos días observaron un trasteo, que dejaron las puertas abiertas y que un vecino se encargó de cerrar la puerta del apartamento. El abuelo, de inmediato llama a Dora para que explique lo sucedido con Gina, y la respuesta es que Julián la obligó a desalojar el apartamento bajo la amenaza de que si se negaba, la denunciaba penalmente por ser cómplice de los hurtos de Humberto descubiertos por Julián en su empresa, con pruebas contundentes. Gina no quería desalojar el apartamento, Julián los denunció penalmente, a Humberto y a Gina CAPÍTULO 20 Dora visita a Gina Dora va a casa de los padres de Gina ¿Qué hace aquí? Por su culpa iré a la cárcel, usted me engañó, prometió que todo saldría bien, es usted la que merece cárcel, pero fue a mí y a Humberto a quienes Julián nos denunció penalmente, usted fue la que me convenció de vivir en casa de su hermana, usted es mala hermana y mala amiga. -No Gina no soy mala amiga, yo quería lo mejor para usted, pero no se dieron las cosas, usted no merece amor de Julián, usted lo engañaba con Hugo, a usted le interesan los hombres de plata, usted es una prostituta. Auxilio…Gina… no me golpee -Quiero matarla a usted y a Julián -Intente, yo le reviento la cara, grite, grite más, levántese del piso, no escandalice, sólo le reventé la nariz, cállese, escandalosa. Mire… llegó la policía… ¿Cuál de las dos es la señorita Gina? -Es ella, señor agente. ¿Qué pasa? ¿Por qué sangran las dos? -Señor agente, ella me insultó me pegó sin considerar mi embarazo y yo me defendí, ella vino a mi casa a insultarme. Señor agente, yo vine a defender a mi hermana de las maldades de esta mujer. -Hay orden de captura para la señorita Gina y el señor Humberto, los dos van a la cárcel. -Señores agentes, llévenme a mí, pero no a mi hermana por respeto a su embarazo. Lo sentimos señor Humberto, no podemos conceder preferencias, los dos van a la cárcel y déjense esposar, vamos a la patrulla. CAPÍTULO 21 Adriana y la abuela desaparecieron, el abuelo regresó a su casa, buscó a Lola para relatarle lo ocurrido, pero la abuela, ni Adriana estaban en la casa, Jesús llamó por teléfono a Sofía, sin que ella diera razón, se preocupó, tampoco sabía dónde encontrarlas. Jesús buscó la libreta de diarios de la abuela, pero nada entendía, solo eran signos de taquigrafía y algunas palabras en francés, el abuelo, desesperado llamó por teléfono a familiares, estaba narrando lo ocurrido, cuando, de pronto vio un papel con letra de la abuela, se despidió del familiar y leyó: “Jesús, Adriana estaba desesperada, quería alejarse sola, no permití, la estoy acompañando, le contaré lo que acontezca”. Los padres de Adriana se desesperaron, no sabían que hacer, preguntaban muchas cosas a Dora, ella se negaba a responder. Julián llamó al abuelo para contarle que había sacado a Gina del apartamento, y que denunció penalmente a Humberto y a Gina, el abuelo respondió: ya sé, lo grave es que Lola y Adriana desaparecieron de la casa y nada se sabe de ellas. El abuelo sí sabía dónde estaban, porque Lola lo llamaba diariamente y le contaba algo de lo que ocurría, Jesús guardaba silencio, nada comunicaba de lo que sabía, porque Julián no merecía la verdad y debía sufrir, por engañar a la nieta. El abuelo sabía que Lola regresaría en dos días. Luciana pasaba todos los días por la casa del abuelo, preguntaba que estaba sucediendo, el abuelo contaba a su nieta lo que Lola le contaba, sin imaginar que ella estaba dispuesta a ayudar a Julián y a Adriana para que Julián fuera perdonado y logren ser un matrimonio feliz. -Aló, ¿Julián? Hola, ¿cómo vas? Te llamo para contarte que el abuelo sabe dónde están la abuela y Adriana ¡Qué bien! Y ¿dónde están? Agradezco tu llamada Luciana. -El abuelo dice que la abuela no ha dicho en qué lugar están, pero que la abuela regresa en dos días. -Luciana, ¿te parece bien que yo visite a la abuela cuando regrese? -No, absolutamente no, tú sólo espera que yo te llame y te vaya contando lo que sé y que ojalá nadie se entere de que yo te ayudo -Pero, pensarán que no amo a mi esposa. -Tranquilo Julián, vamos poco a poco, hasta cuando sea oportuno, justo y necesario. -Gracias Luciana, confío en tu sinceridad y ayuda. -perdón Luciana, siento ruidos y voces, después te llamo. Pasó mucho tiempo sin que Julián llamara a Luciana, sin embargo, ella seguía pensando en ayudar, llamaba y buscaba a Julián, pero nadie daba razón. CAPÍTULO 22 Nació el bebé de Gina. En la cárcel “El Buen Pastor” Gina dio a luz un bebé, nadie la visitaba, pasaba el tiempo pidiendo ayuda a las compañeras de prisión, tenía que vivir con su hijo, alimentarse mal. No había especialistas que atendieran a los bebés. No era la única madre viviendo con otras reclusas, también había muchas madres viviendo esa pesadilla con sus bebés. El abogado de oficio que correspondió a Gina investigó la historia de ella, se enteró que era cómplice del hermano en hurtos, visitó a los padres de Gina y Humberto, ellos vivían tristes, por la situación, no era fácil visitarlos en la cárcel. El abogado seguía investigando la historia de Gina, quería ayudarla, era difícil, sin embargo, ser cómplice de un hermano por presión, por no tener antecedentes, por bienestar del bebé y por el derecho que tiene todo delincuente de ser defendido por un abogado, hizo una extensa defensa muy bien sustentada en la que pidió rebaja de pena y casa por cárcel. Pasaron varios meses y al fin se logró la casa por cárcel. Gina volvió a su casa, sus padres la recibieron, pero ella no quería tener al bebé, pidió a su madre que entregara el hijo a los padres de Julián por ser ellos los abuelos del bebé. No dudaron los padres de Gina en salir del bebé y lo entregaron a los padres de Julián, quienes rechazaron la actitud de esa familia y recibieron al bebé. Lo primero que hicieron Mario y Marina (padres de Julián) fue proponer que el bebé fuera llevado nuevamente al hogar de Gina, sin embargo, Marina sintió compasión por el bebé y lo recibió, contradiciendo a Mario y ocasionando disgustos. Marina de sus ahorros se dedicó a comprar la cuna, ropa, la bañera, leche S26, teteros, cobijas y lo más necesario, ella trataba al bebé como si fuera su propio hijo, lo hizo registrar con el nombre de Julián, con la nostalgia de no saber nada sobre el paradero de su hijo Julián. El niño crecía en medio del amor de la familia, hasta Mario había cambiado y consentía al niño. Pasaron tres años, sin que Julián supiera esta historia, por estar desaparecido. Gina tuvo el descaro de demandar a Julián por alimentos. Mario y Marina respondían por las cuotas alimentarias, mientras aparecía Julián que tristemente, nada se sabía de él. CAPÍTULO 23 Sofía aterrada preguntaba a su hija Laura ¿qué haces así vestida? bata verde adornada de plumas rojas y amarillas, tenis rojos, cabello pintado de azul y ese adorno en la cabeza, pareces un loro… -Mamá, no me compares con animales, me visto así para cumplir con mis proyectos. ¿Qué proyectos? -Pienso viajar por todo Suramérica, llevando mensajes positivos, alegrar a los niños con mis canciones navideñas en este mes de diciembre, igualmente alegrar a los ancianos. ¿Cuentas con dinero para tus proyectos? -Muy poco dinero, pero, tú sabes que mi hermano Teo, como piloto de aviación gana buen sueldo, él me ha prometido ayudarme con algo de dinero, dice que debo luchar, esforzarme, le gusta mis ideas, dice, que si me va bien, después tendré oportunidad de viajar en avión y conocer más países. Teo dice que quiere celebrar los 40 años de matrimonio de ustedes con un viaje por Europa. -Muy bien, que mis hijos progresen. Lo raro es que Teo, sólo se comunica contigo, a tu papá y a mí nos manda mensajes por WhatsApp, pero, no nos visita, ni nos llama por teléfono. -No te preocupes madre, Teo los ama mucho, a él le parece suficientes los mensajes. -Cuándo inicias tus viajes y en qué te transportarás? -Viajaré en moto, con mi guitarra y mi maleta. ¿Viajando en moto así vestida? -No, claro que usaré pantalón, suéter, chaqueta, casco, como se exige a los motociclistas, me vestiré como hoy, cuando haga presentaciones en plazas calles y donde sea posible estar. -Hija, Gerardo y yo te deseamos muchos éxitos, y que se cumplan tus buenos proyectos. CAPÍTULO 24 Luciana querían saber la fecha de nacimiento del bebé de Adriana, si era varón o hembra, dónde vivía, qué pensaba Adriana, si estaba bien o afectada, si regresaría a casa de los abuelos o, a su apartamento, era muy difícil saber, porque la abuela a su regreso poco contaba, se le preguntaba y respondía que algún día sabrían todo lo que querían saber. El abuelo trataba de descubrir las frases en francés, pero los signos de taquigrafía era imposible entenderlos, sin embargo, Luciana recordaba que la abuela, alguna vez le había explicado que esos signo eran como una bola, que la curva de arriba de la bola significaba M, que la curva de debajo de la bola significaba N, que bien reteñida, significaba Ñ, que la bola estaba dividida en cruz, que la línea vertical sobre la línea horizontal de la mitad, significaba: T bien reteñida significaba D, que la línea horizontal significaba C, K, Q. Luciana sólo recordaba dos de las vocales: <= a > <= e. El abuelo Jesús, sentía enojo con la abuela por no relatar todo, por limitarse a contar únicamente que descubrieron un lindo lugar en Boyacá, de camino difícil. Era un caserío como de cien casas habitadas por personas mayores, amables y solidarias La entrada se veía hermosa, un largo camino de piso adoquinado, un lado estaba sembrado en pequeñas flores de diferentes colores, al otro lado, sembrado de árboles frutales, un pequeño lago con unos patos, al fondo una pared decorada con pinturas de aves de bellos colores, una puerta de madera que da entrada a un patio equipado con parasoles y asientos, un salón comunal. La abuela y Adriana fueron invitadas a vivir en dichas casas. Los habitantes del caserío están felices con el futuro nacimiento del bebé de Adriana, ella está muy bien atendida, nadie quiere que se aleje del sitio. “Eso fue todo lo que la abuela contó, callando los inconvenientes, las aventuras durante el trayecto, los miedos, las incertidumbres, las luces para descubrir ese camino que las condujo al caserío, porque la abuela no quería que Julián supiera. Luciana solicitaba al abuelo que mostrara las frases que entendía en francés, para combinarlas con los signos de taquigrafía que Luciana entiende, con el propósito de descubrir todo lo que desean saber. Jesús ya tenía traducidas al español algunas palabras: “AN JOUR = UN DÍA, ELLE A PEUR=ELLA TIENE MIEDO, JE VOUDRAIS ALLER A=QUIERO IR A, CHAMBRE=CAMA, SIX HEURES CUARANTE-CINQ= SEIS Y CUARENTA Y CINCO, MATAN=MAÑANA, DU SOIR= DE LA NOCHE, VOUS ALLEZ CHEZ LE MEDECIN= ¿VA AL MÉDICO?, JE SUIS FATIGUÉE=ESTOY FATIGADA, CA FAIT MAL DUELE MUCHO, SAVOIR COMMENT QUELQ´UN VA=SABER CÓMO ESTÁ ALGUIEN, LE BEBE EST NÉ HIER=EL BEBÉ NACIÓ AYER, EST UNE FILLE=ES UNA NIÑA. Luciana se ha dedicado a mezclar los signos de taquigrafía con las frases en francés y ha descubierto, lo difícil que fue para Adriana y la abuela transitar por caminos desconocidos agradeciendo a los conductores de camiones que las orientaba, sintiendo miedo en la oscuridad, el ladrido de los perros, desconfianza con las personas que ofrecían ayuda, equivocaciones haciendo mal los cruces en el camino, lágrimas de Adriana, disgustos de la abuela, lluvias, indecisiones y todo aquello que conducía a incertidumbre. CAPÍTULO 25 Julián sorprende a Luciana Aló, Luciana, ¿Julián?, sí, soy yo. ¡Qué milagro! Han pasado cuatro años sin saber nada de ti. -Es una triste historia. Recuerdas que la última vez que hablamos por teléfono me despedí por ruidos y voces ¿recuerdas? Si. Ese día, un grupo de delincuentes me atacaron, perdí el sentido, me llevaron a un lugar desconocido, cuando desperté me dijeron: “por no reconocer al hijo de Gina como hijo suyo, tendrá que permanecer aquí secuestrado, hasta cuando acepte que ese niño es suyo”, quedé mudo, no podía hablar, trataba de decir algo, pero no, imposible, así que duré casi tres años secuestrado, sufriendo hambre, maltrato y desesperación. -Y, ¿Qué pasó con la empresa? -Afortunadamente, mi hermano Ricardo se encargó de la empresa, mientras yo me recuperaba de mi enfermedad de nervios en una clínica de reposo. Mi hermano ha manejado la empresa mejor que yo. ¿Qué hacías en tu encierro? -Escribía en mi pequeña agenda poesías de amor a Adriana, poesías, con errores, otros ratos dormía, me llevaban de comida una sopa espesa y fea, al desayuno agua de panela, sin pan, me torturaban a golpes en la cabeza para que aceptara ser padre de ese hijo. Yo prefería morir antes que aceptar, No sé cuánto tiempo duré inconsciente, cuando desperté estaba en una clínica de reposo y hasta hace una semana, el médico dijo que ya estaba mejorando y me dio de alta, entonces me animé a llamarte, porque me siento desesperado sin saber nada de Adriana. No te imaginas la gran sorpresa de mi vida. ¡Qué sorpresa! -La descarada de Gina tuvo bebé en la cárcel, el abogado logró darle casa por cárcel, los padres de ella la recibieron, pero Gina no quiso tener al niño y lo entregaron a mis padres. ¿Cuánto tiempo hace que tus padres tienen al niño? -Hace tres años ¿Tus padres aman al niño? -Sí lo quieren y lo consienten, pero dicen que en nada se parece a mí, que nació con seis deditos en una mano, y que Gina dejó al niño y no va a verlo, ni pregunta por él. -Pero ya conseguí el abogado que me va a defender. ¿De qué te defiende? -Dora me contaba que Gina tenía un pretendiente que pasaba mucho tiempo con Gina, bailando en bares y parece que Dora le alcahueteaba, y da a entender que sospecha que el embarazo no es conmigo, así que falta averiguar, si es verdad, será lo mejor que me pueda pasar. -Ojalá sea verdad. Con la prueba de ADN se sabe con seguridad, como lo indica la ley 721 de 2001. -Así es, el abogado ya empezó el trámite de la prueba, es costosa y se puede demorar ¿Cuánto tiempo puede demorar el proceso judicial? -La prueba de ADN es cosa de ocho o diez días, pero el proceso judicial, dice el abogado que según lo que se presente, si llega a segunda instancia, puede demorar mucho tiempo. También te cuento que Humberto ya está pagando cárcel por hurto. Devolvió elementos de la empresa que tenía guardados dispuestos a vender. Ya sin Humberto, y con la ayuda de mi hermano, afortunadamente la empresa marcha mejor, muchos artistas y personajes importantes solicitan los servicios de la limosina, principalmente en Barranquilla y Bogotá. CAPÍTULO 26 -Julián cuéntame, han pasado dos años, ¿qué ha pasado con el proceso de impugnación paternal? El abogado llevó el caso hasta el final, fue muy complicado, pasaron dos años en el proceso judicial contra Gina, como bien se sabe la corrupción acaba con todo. Humberto y Gina pagaron buenas sumas de dinero a empleados del juzgado para que dilataran el proceso, mientras mis padres pagaban las cuotas alimentarias exigidas por el juez. Afortunadamente el abogado interpuso recurso de apelación y en segunda instancia se confirmó que el bebé, NO ES MÍO. ¡Qué felicidad! ¿Y qué pasó con el niño? -Mis padres entregaron el niño, eso fue algo conmovedor, puesto que el niño era muy consentido y separarse de ellos era doloroso, igualmente mis padres amaban al niño, les dio mucha tristeza que ese inocente niño quedara bajo el cuidado de Bienestar Familiar, porque a Gina, por su mala conducta y malos antecedentes no le concedieron la custodia del niño, a mí tampoco, por la prueba de ADN determinar que Hugo es el padre. ¿Quiénes te secuestraron? -Hasta el momento no se sabe, los encargados de la fiscalía están investigando, pero deben ser familiares o amigos de Gina y Humberto. ¿Y qué pasó con Gina? -Ella tiene que pagar pena durante cuatro años en la cárcel El Buen Pastor. ¿Reembolsarán las cuotas alimentarias a tus padres? -La verdad, no nos interesa, por lo menos el niño permaneció bajo la custodia de mis padres, me agrada que estuviera bien alimentado. Pobrecito él niño no es culpable de nada y no se sabe cuál será su destino en el futuro. ¿Qué planes tienes? -Saber dónde está Adriana, saber cómo le fue en el embarazo y conocer a mi hijo o hija. Lucharé hasta lo indecible por reconquistar a mi esposa, desde luego con tu gran ayuda. -Bueno Luciana, ya te he contado parte de lo ocurrido, espero comentar lo que falta cuando nos veamos, ahora quiero que me comentes qué ha dicho la abuela Lola. -Es muy poco lo que cuenta la abuela, todo lo escribe en su libreta de diario, bien sabes que ella escribe signos de taquigrafía y algo en francés. El abuelo ya escribió las frases que entiende en francés, por mi parte me he esforzado mucho tiempo armando ese rompecabezas de signos con frases en francés y ya te tengo noticias, que te contaré cuando nos veamos. -Luciana, quiero verte ya. -Mañana nos vemos en el apartamento de Pacho. -Bueno Luciana. CAPÍTULO 27 Julián llegó al apartamento de Pacho, gran sorpresa se llevó al saber que Luciana y Pacho estaban casados por lo civil, que son felices con sus dos hijitos gemelos. Julián observaba bellos cuadros que adornaban el apartamento. Sobre la mesa del comedor estaban en desorden varias hojas con los escritos de la abuela en francés y taquigrafía más otros papeles en los que Luciana armaba los signos con las frases, como si fuese un rompecabezas, que finalmente pudo descubrir varias cosas. Los niños gemelos sólo querían que los consintieran, que les jugaran, interrumpían los diálogos, Pacho contaba las travesuras de sus hijitos, Julián escuchaba, estaba inquieto quería que Luciana relatara todo cuanto ha ocurrido, Pacho resolvió llevar a los niños al parque para que Luciana pudiera hablar tranquila y así fue, ella dijo: Julián hay tres sorpresas: la primera y la mejor es que tu bebé es una hermosa niña, registrada con el nombre de Valeria, el rostro de Julián enrojeció, brillaban sus ojos de felicidad, quería hablar, pero Juliana le decía: “para, para”, espera que te diga las otras dos sorpresas y después hablas, la segunda sorpresa es que te he defendido al máximo ante Adriana le he manifestado que tú la amas y la tercera sorpresa es que la abuela Lola y el abuelo Jesús quieren que todos nos reunamos en la casa de ellos dentro de un mes, quieren armar una especie de escenario en la amplia sala de la casa de ellos, tienen megáfono, micrófono y parlantes para que todos y cada uno nos presentemos y expongamos, pensamientos, anécdotas y lo que hemos vivido en el tiempo que no nos hemos vuelto a ver y que estemos todos los familiares, que los que estén lejos viajen y vengan, que no falte ningún familiar. Julián preguntó, que si ya podía hablar, y pudo preguntar que si Adriana lo habría perdonado, Luciana le dijo que no se hiciera ilusiones, que esperara la reunión programada en la que, seguramente, Adriana dirá lo que siente por ti, te presentara a Valeria y no sé más, tú también contarás lo que has vivido. Mis abuelos me han prohibido que me adelante a contar lo que sé, debo esperar la reunión. Julián quedó en incertidumbre, desesperado por saber todo, un mes le parecía un siglo, preguntaba a Luciana lo que debía hacer, si colaborar con algo para la reunión, no, decía Luciana, sólo se requiere la presencia de todos y nada más. Los abuelos tienen contratados banqueteros y músicos para alegrar el ambiente, así que nos veremos en casa de los abuelos el 20 de noviembre a las tres de la tarde. Julián agradeció a Luciana y se despidió, pero Luciana pidió que esperara a Pacho y a los niños, mientras tanto le sirvió un café a Julián, a los cinco minutos llegó Pacho con los niños y traían una torta que fue repartida para todos, después Julián se despidió. CAPÍTULO 28 NOVIEMBRE 20, Llegó la fecha de la reunión en casa de los abuelos. Julián se reunió con Pacho, Luciana y los niños para llegar al mismo tiempo, fueron los primeros en llegar, en seguida llegaron Laura y su compañero Ernesto, Teo, la esposa y tres pequeños hijos, Gerardo, Sofía y Dora, dos hermanos de Gerardo con sus esposas y cuatro hijos, tres hermanas solteras de Sofía y una casada, el esposo y dos hijos, primos y primas, sobrinos y sobrinas, nietos y nietas, todos los familiares que sumaban un total de 60 personas Los abuelos, Adriana y Valeria recibieron a los invitados en la inmensa sala alfombrada, adornada con fotos de personajes importantes, un piano, cómodas sillas y al fondo una especie de escenario, bien acomodado, micrófono, parlantes, parecía una sala de cine. En piano y violín los músicos interpretaban “Momento musical en fa menor. Terminada la interpretación se escuchaban aplausos. La abuela pasó al escenario, tomó el micrófono en sus manos para dirigirse a los invitados. Hoy, es un día especial e inolvidable. Mis primeras palabras son para agradecer la presencia de la familia, muchos vienen de otros países, es muy grato estar todos reunidos. El propósito de esta reunión es para acercarnos más, para conocer familiares, que por distancia no nos conocíamos, y, a través de éste micrófono, todos y cada uno presentarse con su nombre, familiaridad y lo que libremente quieran decir. Bien saben todos que soy la abuela Lola Forero y mi esposo el abuelo Jesús Holguín, a nuestro lado la nieta Adriana y nuestra bisnieta Valeria. De común acuerdo queremos dar la palabra, primero, a nuestros invitados, los que quieran pasar van levantando la mano y vienen al escenario a presentarse. El primero en levantar la mano fue Gerardo, quien pasó al escenario, tomó el micrófono en su mano y dijo: Soy Gerardo Holguín Forero, hijo mayor de mis padres, Lola y Jesús. Me casé con Sofía Parra García, hace cuarenta años, somos padres de cuatro hijos: Teodoro, Adriana, Laura, Dora y Luciana. Creo que todos tenemos importantes historias de vida, considero que somos muchos, y que los familiares que han venido de otros países se presenten primero y después los que vivimos en Bogotá, no sin antes agradecer a mis padres ese hermoso gesto de querer reunir a toda la familia e iniciar con tan bella interpretación musical. Desfilaban por el escenario muchos familiares, niños, chicas jóvenes, ancianos y ancianas, todos se presentaban, contaban anécdotas, lo más gracioso era escuchar a los pequeños niños y niñas, unas decían ser las más bonitas, otros, los más inteligentes, una pequeñita pasó al micrófono y dijo: ¿por qué no nos dan galletas y dulces? Otro niño dijo: ¿por qué no nos cuentan cuentos, en vez de pasar a decir bobadas? La más pequeñita dijo que quería declamar una poesía y sorprendió con la bella poesía “Un cuento a Margarita”, luego Valeria sin entender los turnos pasó al micrófono y dijo: quiero bailar un vals, los músicos tocaron Danubio Azul y la niña danzaba perfectamente, se escuchaban aplausos. Los banqueteros servían la cena, se escuchaba música clásica y un descanso de quince minutos. Llegó el turno de los bogotanos: Mi nombre es Laura Holguín Parra no soy casada, pero cuento con mi compañero Ernesto. Mi vida ha sido aventurera, mis padres me criticaban por ser callada, pero cuando decidí luchar por mis anhelos conocí necesidades de niños y ancianos, recorrí pueblos y veredas por Sur América, y esa Laura que no hablaba en casa resultó hablando, cantando, tocando guitarra, componiendo canciones alegres con mensajes necesarios, no tenía dinero para ofrecer y ayudar, sólo mis ideas y presentaciones, siempre vestida como un loro según decía mi madre, eran mis ofertas, igualmente recibí aplausos, agradecimientos y mucha gente me ofrecía hospedaje, sin embargo, recién llegué cansada a Chile, tuve que dormir en un aeropuerto. Hoy día vivo feliz en Bogotá con mi compañero Ernesto. -Me llamo Teodoro Holguín Parra, me dicen “Teo” Presté servicio militar, soy piloto de aviación, me casé con Olga Riveros y tenemos tres hijos. Son muchas las historias que podría contar, pero más me interesa la historia de mis familiares y hermanas, así que adelante Dora. Mi nombre es Dora Holguín Parra, soy la ovejita negra de la familia, me place darme gusto a mí misma sin que me importen los demás, he gozado de fiestas, novios, amigos, he sido traicionera, mentirosa, me quieren las amigas que son parecidas a mí, creo que mi familia no me quiere y nada me importa, a veces nos va mejor a las que somos así que a las ovejitas mansas, he dicho. Mi nombre es Luciana Holguín Parra, hija menor, de la familia Holguín Parra, he sido muy consentida, amo a mi familia, a mi esposo Pacho, adoro a mis hijos gemelos. Los sufrimientos de mis hermanos los siento como si fueran mis propios sufrimientos. No olvido mi felicidad, cuando cumplí mis quince años, los disfruté con mis familiares y amigos, paseando por las calles de Bogotá en una limosina, fue obsequio de Julián, un admirador de mi hermana Adriana, ese mismo día Julián y Adriana confesaron su mutuo amor y se hicieron novios, más tarde contrajeron matrimonio. Al principio fueron felices, pero no falta la mala yerba que destruye matrimonios, dejando herida el alma de mi hermana Adriana quien se aisló de Bogotá sin pronunciar palabra alguna, sin querer que supiéramos de ella, quería estar sola, mi abuela era la única que todo lo sabía y lo anotaba con frases en francés y signos de taquigrafía. Julián sufría mucho por perder a mi hermana, yo sabía que él la amaba, que sólo fue un capricho inducido por una mala mujer que lo engañaba. No justifico el proceder de Julián, pero comprendo lo que siente, lo que sufre, lo que desea, he querido ayudarlo a saber dónde está Adriana, que piensa, si lo perdonará, he luchado mucho tratando de saber de mi hermana con los signos y frases en francés escritos por mi abuela, difícilmente he podido descubrir lo principal, siendo lógico que sea mi hermana Adriana quien decida lo que ha de suceder, adelante hermana. Soy Adriana Holguín Parra, la segunda hermana, soy sincera, valiente y pensante, he pasado por los mismos acontecimientos de otras mujeres, que han recibido grandes desilusiones, que han sido engañadas por el esposo a quien se le ha amado, se le ha sido fiel y buena esposa. Al enterarme de la infidelidad de mi esposo, monté en mi carro, sin pronunciar palabra alguna, sin discusiones, sin reclamos, sin ofensas, llegué a casa de mis padres, alisté maleta tomé camino a casa de los abuelos, como nadie me había contado lo de mi esposo quise aislarme sola, pero mi abuela me detuvo, yo no quería contagiar a mi familia de mi sufrimiento, no obstante, era un misterio que todos sabían menos yo. La abuela me preguntó a donde iba, le comenté que en el departamento de Boyacá había muchos pueblos pequeños y bellos, ella me insistió que me quedara en casa de ellos, yo no quería, pensaba que un cambio de vida aliviaría mi sufrimiento. La abuela decidió acompañarme, tomamos camino a un pueblo de Boyacá, no conocíamos a nadie, seguí conduciendo por un estrecho y desconocido camino, hasta llegar a un hermoso caserío, en el que tuvimos la suerte de ser bien recibidas, de lograr hospedaje con gente increíblemente buena, inteligente ingeniosa. Mi abuela quedó tranquila por el buen recibimiento y a los dos días regresó a su hogar y como de costumbre se dedicó a escribir lo ocurrido en francés y taquigrafía. A propósito mi hermana Luciana y mi abuelo luchaban con el francés y los signos tratando de descubrir lo que me pasaba, aunque la abuela había relatado como era el lugar donde me quedé por muchos meses. Lo que no se sabía era la forma como me preparé para recibir mi bebé, pues, con ayuda de los habitantes del caserío, es decir mis mejores amigos, todos alistamos lo necesario para la llegada de mi bebé. Al momento del parto me llevaron a la mejor clínica de la ciudad de Tunja. Nació mi bella hijita a la que registré con el nombre de Valeria. Nadie podrá imaginar la felicidad que ha representado mi hija para mí y para los habitantes de ese hermoso caserío. Todos se sienten familiares nos adoran, nos ayudan, nos acompañan a todas partes. En la medida que fue creciendo Valeria disfrutaba de clases de piano y de danzas que dictaban en un jardín escolar, que queda muy cerca al caserío, fuimos muy felices, muy bien atendidas, pero terminado el estudio de Valeria en el jardín. Resolví volver a Bogotá, sin participar a nadie el lugar de mi ubicación, sólo a mi abuela y a mis amigos del caserío, no obstante, aprovechando esta reunión, me permito notificar mi dirección a toda mi familia. Estoy convencida de que un hombre no es el complemento de mi felicidad, lo es mi hija, mi abuela, mi familia, especialmente Luciana, que me ha contado todo cuanto piensa Julián y todo cuánto ha sufrido, pero no ofrezco lástimas ni conveniencias… Julián subió al escenario, tomó el micrófono en sus manos y dijo: Mi nombre es Julián González, mi vida fue feliz amando a mi esposa y a su familia, desgraciadamente, y con mucha vergüenza confieso que incurrí en grave error con mi esposa, que sólo merece felicidad. No encuentro palabras para justificar mi mal proceder, pero he quedado arrepentido, rogando que se me conceda el perdón y ofrecerle mi verdadero propósito de hacer felices a mi esposa y a mi hija Valeria, procuraré ser excelente padre y esposo. Terminadas dichas palabras, se acercó a Valeria le dio un beso, se arrodilló a los pies de Adriana, con lágrimas en sus ojos pidió perdón a su amada, “Adriana, quiero hacerte feliz para siempre a ti y a mi hija Valeria”. Adriana con dulce voz dijo: levántate Julián, no te arrodilles, creo que amarás a tu hija y que Valeria puede ser feliz contando con su papá, podrás visitarla cuando quieras, los dos talvez lleguemos a ser amigos, pero tu esposa, jamás, el mejor camino es el divorcio, así seremos libres. Julián quedó destrozado, disimuló, pensó que quizá con su buen comportamiento logrará por el camino reconquistar el cariño de Adriana, el cariño de su hija, aunque tuviera que conceder el divorcio. Abrazó a la niña de cuatro años, la besó en la frente y le dijo: quiero que seas feliz toda la vida, que sepas que tienes un papá que te adora, que viviré pendiente de ti procurando tu felicidad, quiero merecer tu cariño y que cuentes conmigo para todo lo que quieras. Bien, y ahora quiero que sellemos nuestro feliz encuentro bailando los dos el vals Danubio azul. Así terminó la reunión familiar y la historia de esta novela. Muchas letras de canciones parecen historia de mi vida. Tengo mi guitarra en mano, afino las cuerdas, confirmo que ya hay afinación. Inicio tocando en mi guitarra la introducción de la canción, que hace historia de la vida, y comienzo a cantar esta canción dedicada a un amor oculto. “Me gusta todo lo tuyo Todo me gusta de ti” La historia nace de un amor platónico. Mi amor platónico era el novio de una amiga, pero sin recurrir a la deslealtad de la amistad con mi amiga. Yo me conformaba con convertir a ese ser, en mi príncipe azul “Invisible”, a quien dedicaba horas de mi pensamiento, y cantaba para él las canciones que iban con mi sentimiento. Yo comentaba a mi amiga sobre mi príncipe azul invisible, sin que ella sospechara de quien se trataba. Qué iba a imaginar mi amiga, que mis besos espirituales, mis caricias, mis deseos sexuales, yo, con ella los compartía, hacia el mismo ser. Tampoco imaginaría, que cantando quería decirle a su novio, lo mucho que me gustaba.Inocente el novio de mi amiga, sin saber que mis canciones yo le dedicaba, él me acompañaba, cantando en dúo las canciones y, con su guitarra, también me acompañaba. ¿Cómo no iba yo a amar a mi príncipe azul?, si él y yo gozábamos de los mismos gustos, la música, la poesía, la moda, las creencias, los conceptos, mientras mi amiga difería de nuestros gustos, pues dicen “que las parejas disparejas son más felices” Asistí al matrimonio de mi amiga con mi príncipe azul, los acompañé al aeropuerto a tomar el avión que los conducíría a España donde iniciarían su nuevo hogar. Quedó mi vida vacía, sin volver a ver a mi Príncipe Azul y, sin saber si un día lo podría olvidar. CAMPAÑAS POLÍTICAS De mentira en mentira se forma la montaña, rodeada de nubes, odio, calumnias, truenos, relámpagos, rayos, lluvias, granizo, borrascas, son campañas políticas, empapadas de engaños y promesas marcadas de inútiles discursos, estrategias retorcidas y sucias que doblan las campañas. Ecos de voces, aturdidas de sonidos, rechazan las benditas campañas, pero ingenuos, ignorando y creyendo en falsas ofertas y estrategias, elevan sus voces gritando vivas a candidatos corruptos. Colores descoloridos, identifican a políticos corruptos, quienes se desplazan por pueblos y veredas, engañando a la gente, con cerveza, tamales y lechona, asegurando que de no votar por ellos, nuestro país quedará convertido igual a otros países en desgracia. ¡Vaya ridiculez! ¿Qué país es igual a otro? Deshonestos medios de comunicación, presionados por poderosos ricos, destruyen a honestos candidatos presidenciales. Tanta corrupción arranca la confianza, deja incertidumbre¿En qué se puede confiar?¿Que se derrumbe la montaña?, ¿que tiemble la tierra y que llore la gente?. SILENCIO EN EL ALMA Cuántas veces el alma quiere gritar Cuántas veces el alma debe callar Silencio que arrulla el dolor Sin que nadie deba saber Ocultar el sollozo del llanto O, sonreír sin querer Amar sin ser amado Recordar, sin poder olvidar Dignidad se quiere mostrar Sin que el alma deba gritar. DOS CARTAS. Carta a mi hermano Lucas. Bogotá, 26/02/19 Lucas Castañeda Puerto Inírida. Querido hermano Lucas: No dejo de extrañar el silencio de tu ausencia, pasan días monótonos, sin la luz de tus palabras, sin saber nada de tu pasado, sin imaginar tu decisión de aislamiento sorpresivo, ¿acaso los espectáculos del circo te decepcionaron?, o ¿el maltrato y las pésimas actitudes del dueño del circo “WW”, Pepe Yepes, te dejaron sin voz?, ¿sin palabras?, ¿sin dolor de abandonar a nuestra madre y hermanos? Tremenda incertidumbre nos acompaña, sin descanso hemos investigado tu lugar de estadía y, por fortuna, el bendito día de ayer supimos que te encuentras en Puerto Inírida. Hoy, acompañada del fresco aire de la mañana, de escasos rayos de sol, del viento que mueve ramas de árboles, de suave armonía musical; en éste nuevo amanecer, AÑORO la respuesta a las letras de mi pluma, que imagino, me harán saber todo cuanto ignoro de tus vivencias en el Circo WW, algo estoy enterada, tu sabes que en el ambiente social no faltan los rumores y chismes, no sé si en algo me adelanto al comentarte que, según las malas lenguas, se rumora que fuiste maltratado por el dueño del Circo “WW” Hermano Lucas, es hora de que me cuentes detalladamente tus problemas en ese bendito circo, sabrás que aún sin saber mayor cosa, mi familia, amigos y gente desconocida, comentan detalles molestos de ese circo, bien se dice: “Entre el cielo y la tierra nada está oculto”. Puedes estar seguro de que toda la familia y amigos, queremos saber qué te pasa, cómo te sientes, qué estás viviendo, por favor querido hermano, responde lo más pronto posible, mientras tanto recibe nuestros cariñosos abrazos, nuestros deseos de tu bienestar, de tu buena salud y de tus proyectos. Espero tu pronta respuesta. Un abrazo querido hermano de tu hermana mayor. Margarita. Respuesta de Lucas Puerto Inírida, 03/03/19 Margarita Castañeda Bogotá Querida hermana Margarita: En éste momento siento como si estuviese en una biblioteca, rodeado de tantos libros, sin encontrar el preciso que me indique por dónde empezar a relatar una triste historia, es como si tomara un libro en mis manos, pasando lentamente hojas y hojas, sin dedicarme de manera concentrada a leer. No sé cómo empezar a contarte tantas calamidades sufridas en el circo “WW”. Pues bien, empezaré por reconocer que por desgracia fui víctima del dueño de los dos circos, señor, Pepe Yepes, éste infeliz me tenía de títere, es decir totalmente sometido a él, no quiere decir, que, por faltarme inteligencia, no, sólo por miedo, por evitar venganzas, por temor a que hiciera daño a mi familia si no obedecía sus órdenes, siendo esa su costumbre con los empleados desobedientes. Por cierto, no fui yo única víctima, muchos más empleados del circo sufrieron más que yo. El tal Pepe analiza, minuciosamente el perfil de cada uno de sus empleados; encontró en mí un carácter amable, es decir, débil, simpático, inteligente, buen lenguaje, carismático, exitoso, era yo el preciso capaz de celebrar buenos contratos en diferentes países y ciudades para presentar los espectáculos de los dos circos: el que es con animales salvajes y, el que es con artistas humanos. Al principio, yo me sentía orgulloso de ser elegido como contratista, de recibir atenciones, obsequios y homenajes del dueño de los circos, mi familia y yo agradecíamos y sentíamos felicidad, ¿recuerdas? pero, a medida que pasaba el tiempo me daba cuenta de las maldades de mi jefe, además, que mis compañeros cada día me comentaban sobre las amenazas que recibían de Pepe si no obedecían, las venganzas serían contra familias de ellos Empezó mi miedo, procuraba obedecer en todo, deseaba dejar de trabajar, pero era peligroso. Pepe aprovechaba la humildad y el miedo que despertaban algunos de sus empleados, les ordenaba entrenar a los animales, les amenazaba con castigos crueles si no cumplían bien con el trabajo. ¡Qué doloroso era ver el maltrato a los animales, torturas, golpes, sevicia, crueldad, aguantadas de hambre de los elefantes, los tigres, los osos, los camellos, en fin, los animales salvajes que tenían que lucir sus actitudes artísticas en todos los espectáculos presentados en tantos lugares! Si fallaba o se accidentaba algún animal, el entrenador era castigado por el malvado Luis, hermano de Pepe, quien castigaba de la misma manera cruel con que trataban a los animales. Igualmente, cuando los artistas del circo de seres humanos se accidentaban, se equivocaban o no obedecían, el señor Pepe ordenaba a su hermano Luis, que tratara a los seres humanos de la misma manera cruel, como entrenaban a los animales. Todo lo anterior, no es lo peor. Pepe Yepes tiene varios empleados a los que obliga a ejercer el delito del proxenetismo en circunstancias de agravación punitiva. Supongo Margarita, que no tienes idea de que trata este delito; pues mira: ese delito consiste en que la persona, que con ánimo de lucrarse para si mismo o para otro, induzca al comercio carnal o a la prostitución a persona honesta, y se agrava el delito cuando se trata de menor de 14 años. Pues bien, Por orden de Pepe Yepes, los empleados empiezan por preparar a las pequeñas niñas bonitas y talentosas en actividades artísticas para presentaciones en espectáculos de circos. Unos de los empleados se encargan de ofrecer a los padres de familia de las niñas, excelentes oportunidades de convertir a las niñas en famosas y grandes artistas, que ganarán mucho dinero y viajarán por todo el mundo con sus presentaciones artísticas, mas no son simples propuestas a los padres de las niñas, los empleados se presentan elegantemente vestidos, educados, amables e invitaban a los padres a elegantes y reconocidos salones de té, mantienen sus charlas con buen léxico, así los padres de las niñas, se entusiasman y aceptan, condicionalmente, con la esperanza y creencia de que sus hijas viajan bien controladas, bien tratadas y que sólo es por un tiempo de seis meses. Por desgracia las niñas son llevadas a otros países, engañadas, mal tratadas y obligadas a prestar servicios sexuales, las mantienen reunidas en una casa, las alimentan, les dan buena ropa, ellas tienen que cobrar altas sumas de dinero por el trabajo, pero, para ellas, ni un peso. Los empleados solo reciben el costo de los viajes, las ropas y la estadía, pero ni un peso libre para ellos, tienen que entregar el producto de las ganancias del trabajo de las niñas al maldito Pepe. Llegados los seis meses, los padres de las niñas menores de edad, empiezan a reclamar la presencia de sus hijas, pero en la medida que luchan por verlas, los empleados de Pepe tienen que secuestrarlos o matarlos y, empleado que no obedezca ordenes de Pepe, sus familias se convierten en víctimas de lesiones, secuestro o muerte. Lo increíble es que Pepe Yepes aparenta ser buena persona, es amable y generoso, con quienes le conviene, se hace el furibundo con los empleados que cometen esos delitos, ruega a las autoridades policivas y a los jueces que castiguen severamente a los empleados que incurran en esos crímenes, pero, a los delincuentes de sus familiares o amigos todo se les debe perdonar a cambio de dinero o amenazas a las autoridades. Pepe tiene buena pinta y carisma, por eso mucha gente lo admira y respeta, sin el análisis profundo de sus actitudes, aún, sabiendo sus fechorías, lo alaban y lo bendicen. Su desbordante inteligencia le sirve para lograr lo que quiere y que sus maldades jamás sean descubiertas. Cuando se acercan posibilidades de ser descubiertos inventa algún tremendo acontecimiento, como cortina de humo para desviar el problema y que todo le resulte bien, sin embargo, ya empiezan rumores de que Pepe y su hermano son malos. Muchos anhelamos, que esos corruptos sean descubiertos. Así es la vida de injusta para mis compañeros de trabajo, pagando penas en prisión, ellos cuentan a las autoridades las perversidades de Pepe, sin que crean nada; toda respuesta de las autoridades, son a favor de Pepe y en contra de los inocentes empleados, nada, Pepe, es inteligente, transparente, las pruebas presentadas por ustedes son falsas, los criminales son ustedes. Yo no tuve que desempeñarme en ese trabajo de entrenador, sólo hacía contratos en diferentes lugares, para presentación de espectáculos, Pepe ya me trataba mal, me exigía más de lo que yo podía hacer y casi nunca me pagaba mis trabajos. No me atreví a renunciar por miedo, sólo busqué un lugar a donde llegar, sin que se sospechara mi lugar de estadía y con la esperanza de que llegue el día en que todo el mundo sepa las maldades de Pepe y su hermano Luis, puede que se extiendan rumores, por cuanto quienes visitan a los presos, poco a poco se van enterando de las maldades de Pepe y Luis. Me imagino que los vecinos y los de tiendas cercanas ya saben y es por eso que tú dices que algo saben algunas personas de los maltratos que he sufrido, no obstante, dudo de que Pepe sea investigado, sabiendo que con su mucho dinero compra testigos, jueces, magistrados y así con amenazas iguales a las que hace a los empleados, logra callar sus fechorías. Bueno Margarita, no quiero seguirte atormentando, porque después de mis graves sufrimientos, empieza mi paz, mi tranquilidad al descubrir un lugar poco conocido. No te puedes imaginar las bellezas de puerto Inírida, es un municipio de Colombia, es la capital del departamento de Guainía, que así se llama por la abundancia de sus aguas, es clima cálido, bellos paisajes, cerros, lindas artesanías, pureza del agua. Cuando llegué a este puerto vi mariposas amarillas, en las orillas de los ríos, recordé parte del relato de cien años de soledad, vi la flor de Inírida, a la orilla, de los dos grandes ríos, el Guainía y el río Inírida, esas flores son de dos tipos: la de verano y la de invierno, nunca mueren y cuando destiñen sus colores quedan listas para pintarlas de otros colores. La mayoría de los habitantes son indígenas, es muy interesante conocer sus artesanías, su cultura, sus costumbres, sus lenguajes, los colores de las aguas de los ríos, ver los delfines. Aquí veo motos, moto-carro, porque aquí es el único transporte dentro del puerto, no hay buses, sólo el que transporta a los estudiantes, vi la estrella fluvial de oriente, donde se encuentran tres ríos y forman la estrella fluvial. La amabilidad de la gente es más que en cualquier parte de Colombia. Veo la laguna de las brujas, veo el hermoso atardecer, bellos paisajes, lindos pájaros de colores. Me encanta la belleza de los ríos, son anchos, inmensos. Quisiera describirte las bellezas de este lugar, pero mejor será que algún día mi familia conozca este bello puerto. Hasta aquí todo va bien, he trabajado con los indígenas, ayudando a elaborar artesanías, pero ya es hora de regresar a Bogotá, reunirnos para viajar fuera de Colombia, es difícil, tendremos que pensar bastante, Pepe no se cansará de buscarnos para hacernos daño, por yo haber desaparecido del trabajo sin aviso, Aquí, he descansado, he pasado feliz, pero mi familia y yo tendremos que descubrir un nuevo destino, en un lugar lejano. Pronto nos veremos Margarita, abrazos y saludos a toda mi familia y a ti un abrazo y un beso. LUCAS. GEMELOS Ya era hora de buscar arreglo al deteriorado matrimonio de Antonio y Maruja, quienes después de pasar varios años de convivencia se sentían aburridos de la rutina, monotonía, celos de Antonio, malos genios, con sus tres hijos, mayores de diez años, más la diaria cantaleta de Maruja. Parecía insólito arreglar el problema matrimonial con un nuevo embarazo ¿otro hijo? Sí, otro hijo, por consejo de la psicóloga y, se cumplió con gran sorpresa. Sí, Antonio y Maruja tuvieron hijos gemelos. ¿Completaron cinco hijos? Así fue y termino el problema matrimonial, dando giro a una nueva vida, con más hijos, no más rutina ni cantaleta, por el contrario, se despertaron nuevos sueños, amor, ilusión, sufrimientos, sorpresas y nuevas actividades. Antonio tenía que ayudar a quitar y poner pañales, Maruja se confundía dando teteros, no recordaba a cuál de los bebés le había dado el tetero, dejaba a uno con hambre y al otro lleno. Los otros hijos también ayudaban a arrullar a los bebes, jugaban, peleaban por llevar los coches, les daba asco ver las cacas, se burlaban de ver a la madre enfriando teteros y confundida. Mucha alegría despertaba en la familia los avances de los bebes, cuando empezaron a ver, hablar, gatear, caminar, a ser graciosos. En época navideña, todos eran felices comprando juguetes, ropa, curiosidades, se ilusionaban llenando el árbol de luces, guirnaldas, bolas brillantes de colores, adornos y regalos. Disfrute de exquisitas comidas, cantando villancicos, tocando panderetas, maracas, pitos, mucha alegría, reparto de regalos, destaparlos, verlos y disfrutarlos Pero, desde el nacimiento unos bebes nacen con estrellas, otros nacen estrellados, por desgracia esa diferencia se marcó en los dos bebes gemelos. Uno de ellos recibía menos teteros que el otro. Al momento del bautizo el preferido fue bautizado con un buen nombre, le llamaron Andrés, mientras al bebé que menos tetero le daban, lo bautizaron con el feo nombre de “Pío” Todos consentían más a Andrés, se burlaban de Pío por ser más delgado, menos gracioso, pasaba por desapercibido, además lo apodaban como “El Pío bobo”. Llegado el tiempo de ser estudiantes al par de gemelos les ocurría lo mismo que en el hogar, el consentido era Andrés y, del “Pío bobo” se burlaban, cosa que le molestaba a su hermano Andrés y lo defendía, Pío agradecía las defensas de su hermano tanto en el colegio como en el hogar, sólo contaba con el cariño de su hermano Andrés- Antonio se sentía avergonzado de tener un hijo bobo, pasaba su insomnio planeando la forma de deshacerse de ese hijo, que ya lo llamaban “El bobo Pío del pueblo” causando gran molestia a la familia. Andrés lloraba por las injusticias y burlas que recibía su hermano Pío, sin que nadie se diera cuenta de sus cualidades: ser útil, obediente, mandadero, a veces sorprendía con actitudes inexplicables, por ejemplo: cuando terminaba la noche buena y el año nuevo, madrugaba Pío a ver las calles sucias con papeles de regalo rotos, cenizas y pedazos de pólvora, tenía la paciencia de recoger tanta basura y dejarla en las canecas, luego permanecía unos minutos sentado o recostado en el piso frente a la iglesia del pueblo Paipa. Mientras doblaban las campanas de la iglesia, Pío lloraba, limpiaba sus abundantes lágrimas con las puntas de su camisa, su hermano Andrés lo consolaba, lo invitaba a jugar, pero Antonio, además de maltratar y gritar a su hijo Pío, de no permitir que le regalaran juguetes, lo vivía castigando porque le fastidiaba verlo como bobo recogiendo basuras de la calle y, a punta de rejo lo conducía a la casa. Andrés suplicaba que lo dejara jugar con su hermano Pío, pero, sólo era posible cuando Antonio salía de trabajo a la carpintería. Los gemelos jugaban con cualquier cosa. Pío inventaba figuras con palitos, con papeles, hacía barquitos de papel, dibujaba muñecos desnudos con un ombligo grande Andrés, también tomaba granos de fríjoles de maíz y lentejas para formar caminitos y figuras, se divertían, sin juguetes, a veces, Andrés le prestaba a escondidas sus juguetes a Pío. La mamá sentía lástima del chico por el maltrato que recibía del papá, le preparaba de vez en cuando algún delicioso platillo y le daba palmaditas en la espalda. Las injusticias con Pío le dolían más a Andrés, que al mismo Pío, porque quería mucho a su hermano gemelo. Cuando Pío veía a la mamá muy cansada, con dolor en la cintura de tanto hacer oficio, Pío, en voz baja, como tímido, pedía a su madre que se acostara y descansara, Maruja se acostaba, dormía y Pío arreglaba la casa, cocinaba y lavaba la ropa, sentía felicidad de ver descansando a la mamá, Pero el papá lo trataba de nena, repetía que ese oficio era para mujeres o para bobos como él… Antonio observaba el firmamento, veía que cuando las grises nubes desaparecían, aparecía el brillante sol, cuando desaparecía la lluvia nocturna, asomaban los astros, brillaba la luna y las estrellas. Igual pasa cuando desaparecen los seres malos y bobos, aparecen los buenos y los inteligentes, concentraba su pensamiento en la palabra “Desaparecer” Un día desapareció el “Bobo Pío del barrio” sin saberse su rumbo, Andrés lloraba la ausencia de su hermano, Maruja se mantenía atrapada en montañas que desmoronaban recuerdos, tropezaba contra el aire que la seguía, llovían lágrimas de sus ojos, martillaban golpes en su corazón, por remordimientos, por recordar las ayudas de su hijo cuando estaba cansada, los maltratos de Antonio y la tristeza de no haber sido cariñosa con su hijo, tal vez, en un lugar oculto de su corazón guardaba amor por Pío, qué injusta he sido al no valorar a Pío. Los otros tres hermanos mayores nadaban en indiferencia, sonreían recordando al hermano Pío, Andrés reprochaba la actitud de los hermanos y los miraba con desprecio. Antonio se mantenía fresco, aliviado, alegre, enterrando pecados en el jardín de la casa, creyéndose muy inteligente, hábil, prudente, seguro de que todo aquello quedaría oculto, nadie descubriría aquel día domingo en que Maruja y los hijos estaban en misa, mientras él había cumplido su plan ¿cómo fue ese plan? Aprovechó que Pío no fue a misa, lo invitó a pasear, subieron con Pío a una flota que transportaba pasajeros a distintos pueblos y ciudades, se acomodaron bien en la silla de atrás. El papá dijo al hijo la mentira de que iba a comprar mecato para evitar hambre en el camino. Pasaron más de cinco minutos y el conductor del bus arrancó, sin detenerse ante las suplicas de Pío para que esperara al papá. El bus siguió a mucha velocidad y, no se supo que pasó con Pío en su soledad. Antonio se devolvió a casa, sin arrepentimiento, sin lástima feliz de cumplir con su deseo de deshacerse de su hijo, Antonio tuvo suerte de llegar a casa, antes que los que estaban en misa y, con gran desfachatez, armaba escándalo, preguntando por qué no regresaron de la misa con Pío? Maruja y los hijos decían que Pío no había ido a misa, que se había quedado en la casa. Antonio fingía estar enojado y preocupado, siendo la verdad que estaba feliz pensando: brilla el sol, las estrellas, se deslizan bloques de felicidad, la angustia desaparece “bendita sea la desaparición” Andrés recordaba ese muñeco desnudo, con el ombligo grande y cuadrado, pintado por su hermano Pío. Era una de las fantasías de Pío, reformar partes del cuerpo humano, pintaba manos con seis dedos, ojos de diferente color, un brazo negro, otro blanco, una oreja pequeña, otra grande, sus dibujos eran fantásticos, originales, increíbles, despertaban en Andrés el deseo de ver un poco más concretos dichos dibujos y en sus ratos libres, tomaba plastilinas de colores y hacía figuras, de acuerdo a los dibujos de Pío, sentía felicidad de sus obras esculturales. Un sábado en hora matutina mientras Andrés se duchaba, sintió algo raro en su ombligo, ¿dolor? No. ¿Piquiña? No. ¿calor? No. ¿cosquilleo? Si…, hasta le producía risa. Nunca había sentido algo así, como tampoco había sentido curiosidad de mirar su ombligo (…) ¡Cómo! Agachó su cabeza, miró su ombligo y… ¡Vaya sorpresa! Su ombligo también era grande y cuadrado, igual al muñeco pintado por Pío, Andrés sonreía no lo podía creer, tocaba su ombligo y sentía cosquilleo. Por durar tanto tiempo duchándose y riendo, Maruja estaba preocupada, repetidas veces llamaba Andrés, Andrés, Andrés y nada no respondía sólo se reía, la mamá golpeaba fuerte en la puerta del baño, Andrés sintiéndose asustado, no quería contar su descubrimiento, pensando en que despertaba burlas, era mejor guardar el secreto, se cubrió con la toalla, se secó, abrió la puerta, vio llorar a la madre ¿por qué lloras, mamá? Pues hijo estaba angustiada por tu demora ¿y de qué te reías? Andrés no sabía que responder, sólo decía, no sé, espera que me vista, tal vez, después me acuerde, luego pensó: mi madre debe saber lo del ombligo, claro que sí, como no, si ella nos bañaba nos vestía y nos conoce como somos, es decir puedo contarle el motivo de mi risa, después de vestirme, contaré a mi madre que me reía por acabar de descubrir la forma de mi ombligo, que el bobo soy yo y no mi hermano Pío que dibujaba muñecos con ombligos como los nuestros. ¿Por qué seremos así? Preguntaba Andrés a la mamá. No lo sé, era la respuesta de Maruja. Pasaron cinco años. Quizás por aquello de la telepatía, Andrés sentía que Pío estaba cerca a Paipa, -el pueblo en que vivían- y, como por fuerza de atracción Andrés viajó al pueblo de Ráquira, no estaba equivocado, es el pueblo más lindo de Boyacá, es famoso por sus artesanías elaboradas en arcilla, fabrican ollas, jarrones, figuras decorativas. Cuando Andrés llegó a Ráquira, observó gran cantidad de artesanías hechas en barro. En una de esas tiendas de figuras variadas vio un aviso que decía “EL OMBLIGO QUE HACE REÍR” Andrés se sorprendió tanto, que no podía caminar ni hablar, sólo pensaba “Aquí está mi hermano” ¡qué felicidad!, difícilmente podía caminar, poco a poco avanzaba hacia la tienda, muchos autos estaban estacionados frente a la tienda y mucha gente en el almacén, gran sorpresa, Andrés y Pío se encontraron, se abrazaron, lloraron de emoción, Pío dijo a los vendedores: juicio, mañana nos vemos, invitó a su hermano a tomar unas cervezas para celebrar el feliz encuentro. Andrés repetía una y otra vez: hermano casi no te reconozco, has cambiado mucho, te veo alto y gordo, pareces feliz (…) no te equivocas Andrés soy feliz, sufrí mucho en mi niñez ¿Recuerdas que tú eras el único que me quería? ¿Recuerdas mis hambres, las humillaciones y maltrato que mi padre me daba? mi padre me odiaba, me engañó me invitó a pasear y me dejó solo a la deriva ¿Cómo? No entiendo, ¿nuestro padre te dejó sólo? Cuéntame todo. Tomaban cerveza lentamente, Pío contaba el miedo que sintió cuando el bus arrancó después de haber esperado que volviera el papá y no volvió. Al conductor del bus no le importo, arrancó, siguió la marcha con mucha velocidad, yo lloraba, gritaba papá, papá, hasta que un señor gordo, de rostro colorado, labios gruesos, nariz achatada, bien vestido, pantalón negro, camisa blanca, chaqueta azul y sombrero negro, me dijo: no llore niño, tranquilo cuenta con mi ayuda ¿Dónde vives? El llanto no me permitía responder, el señor esperó que yo calmara mi llanto y me hizo preguntas, mi nombre, mi edad, el nombre de mis padres, le conté que tenía un hermano gemelo, que era el único de mi familia que me quería, que mi papá me odiaba, le conté que yo jugaba con mi hermano y que vivía triste, que lloraba mi desgracia cerca a la iglesia del pueblo. Después de contarle todo, el señor me dijo: “No hay mal que por bien no venga” no vale la pena tu regreso a ese hogar, conocerás conmigo y mi familia la paz y el amor que mereces. Le pregunté, usted ¿dónde vive? me contó que vivía en Ráquira, que a ese pueblo me llevaba, que conocería a la familia y que viviría con ellos y que nada me faltaría, yo le decía que bueno, pero sentía tristeza de no volverte a ver, ni a mi mamá, bueno hermano…para, para… después me sigues contando, “mi papá es mucho desgraciado” ¿dejarte solo? Y como si fuera poco culpar a mi mamá y a nosotros de tu desaparición, mi mamá si ha sufrido mucho tu ausencia, yo también, ¡Qué felicidad este encuentro parece un milagro!, bueno sígueme contando. El señor me llevó a su pueblo, a su casa, me presentó su familia, les contó lo que yo le conté y esa familia de cuatro hijos, dos chicas y dos chicos me brindaban mucho cariñom, exquisita alimentación, me hacían muchas preguntas no sabían qué hacer para tenerme feliz, me preguntaban qué me gustaba, yo les mostraba mis dibujos y les contaba que tú hacías esculturas en plastilina con los dibujos que yo hacía. El señor se llama Vicente, a él le encantan mis dibujos, se ríe mucho de los muñecos con el ombligo grande y cuadrado. Don Vicente tenía dos fábricas de artesanías hechas en barro, me enseñaba la forma como se moldeaban jarrones, masetas, platos, pocillos, adornos como animales, perros, gatos, viejitos, niños, una vez que todo estaba moldeado pasaba a hornos de alta temperatura y todo quedaba lindo. Empezó mi felicidad, me acordé de todo lo que hacías en plastilina con mis dibujos, entonces empecé a hacerlos en barro, los moldeaba como me enseñó don Vicente y el me permitía el horno para lograr figuras en muñecos con el ombligo como el de nosotros y muchas figuras más que me inventaba, quedaban tan lindas que las lucíamos en la fábrica. Se volvió famoso el muñeco de ombligo como el de nosotros, pero don Vicente pensó que mis inventos debían ser exhibidos en una fábrica de mi propiedad, me ayudó a conseguir un local, me regaló uno de sus hornos, logramos completar todo lo que hacía falta, trabajé día y noche para surtir mi fábrica, me ha ido muy bien, pues ya soy dueño de varios almacenes de curiosidades elaboradas en barro, el nombre de los almacenes es “El ombligo que hace reír”. Muchos turistas quedan encantados al ver los muñecos de ombligo grande y cuadrado, tanto así que he sido entrevistado en emisoras, causa curiosidad a los turistas la historia de nuestro ombligo, hasta el punto de que los guías incluyen en la historia del pueblo que en realidad el dueño de las tiendas tiene el ombligo igual a los muñecos. He tenido que mostrar a algunos turistas mi ombligo, cuando lo toco el cosquilleo me produce mucha risa y los turistas compran montones de muñecos para recordar y regalar a sus familiares y amigos. A propósito, hermano, ¿a ti también te produce cosquilleo y risa cuando te tocas el ombligo? Claro que sí hermano, pero tarde me di cuenta, bueno, sígueme contando. No me vas a creer, un tipo hizo muñecos en caucho igual a los que hago, con la diferencia de que el tipo logró adaptar mucha risa al tocar el ombligo del muñeco, es como esos muñecos bebes que los tocan y lloran, pero los muñecos del tipo ríen a carcajada, y ese tipo se volvió rico vendiendo esos muñecos. Una pregunta hermano, ¿no te molesta mostrar tu ombligo? Si me siento incómodo, pero gracias a la incomodidad se multiplicaron las ventas de los muñecos en muchas partes donde quiera que se han distribuido. Pero, Pio ese tipo plagió tu invento, debes acusarlo, no Andrés no importa, prefiero la felicidad del tipo antes que el sufrimiento, uyy hermano tienes corazón de oro, mereces felicidad, ¿Qué más te hará feliz? La familia de don Vicente me adora y estoy felizmente casado con Anita, una de las hijas de don Vicente. Fíjate Andrés, conseguí la felicidad con amor y paz. Sí hermano Pío, felicidad es lo que mereces y tienes la buena vida que no tuviste en tu niñez, yo sufría por todo ello, pero ya comparto tu felicidad. Hermano te invito a mi casa, quiero que conozcas a mi esposa y a candelita, nuestra mascota. También que conozcas mis fábricas y, que mi mamá, mi papá y mis hermanos me visiten, quiero verlos. ¿A mi papá también lo quieres ver? Si creo que ya no se avergüenza de mí, creo que se siente orgulloso de un hijo que lo perdona y que no es “el bobo del pueblo” Es la felicidad que quieres agregar en mí, mas no es completa mi felicidad, falta tu felicidad y la de toda mi familia. Sí hermano, cuando estemos reunidos en familia, compartiendo la felicidad. MÁS ALLÁ DEL PINCEL Lucy Reyes de Lozano (Única autora) Tito estaba dibujando un acuario con pescaditos, cuando su amigo Jaime lo interrumpió, lo saludó, le comentó que estaba triste, estresado, solitario. Acababa de enterarse de que la novia le es infiel, pero él, tanto la quiere, que ha guardado silencio para no perderla, procurando que ella no se entere de que sabe la verdad. Hermano, creo que poco valgo, no tengo dignidad ni orgullo, todo esto me estresa. Amigo acompáñame al bar de las estrellas, te invito a tomar unos tragos. Tengo “tusa” como llaman este sentimiento en mi tierra colombiana. Amigo Tito, gracias por tu tiempo en el bar. Tus consejos son válidos, tienen sentido común, pero es el resultado de una cabeza fría que no siente lo que yo estoy sintiendo, ¿Qué la olvide, que la deje, que la desprecie, que consiga otra, que ocupe mi pensamiento en otras cosas? ¿Cómo? No puedo, sí amigo seguiré compartiendo ese amor con otro. Amigo Jaime te invito a mi mini museo de arte para que te distraigas un rato. Gracias hermano, vamos. Amigo Tito veo muchos cuadros pintados al óleo, ¿Quiénes los pintan? Amigo, soy el único que los pinta. ¿Ese arte te produce dinero? No, me producen interrogantes y conclusiones. ¿Ves el segundo cuadro? Sí, es un anciano tratando de enhebrar una aguja, si, ¿qué piensas de ese cuadro? Pienso que ese viejo ya no ve. Cada persona que lo observa da un concepto diferente. Mira el siguiente cuadro, una mujer embarazada, ¿qué te parece? La veo con cara triste, pienso que está arrepentida. El siguiente cuadro: Un niño sonriente con los brazos abiertos, ¿qué te parece? Creo que ve que viene la mamá. El siguiente cuadro una mujer semidesnuda levantando una copa ¿Qué te parece? Es una prostituta. Amigo Tito, veo muchos cuadros, una chica paseando con su perro mascota por el parque, varios perros en una calle, un árbol rodeado de pajaritos, un niño sucio comiendo pasta que se le escurre la salsa por la boca y los dedos de las manos, una muñeca hecha con frutas, un campo de nudistas, una iglesia y muchos cuadros más y ¿me vas a pedir concepto de todos esos cuadros? No amigo, ya no te seguiré cansando a ti, seguiré con otras personas, preguntando lo mismo, me interesa mucho. De cada cuadro he escrito los conceptos dejados por los observadores y, de tantos que han observado, sólo siete han descubierto mis conceptos en cada cuadro, sin que quiera decir que son los mejores conceptos, nada, hay muchos conceptos muy interesantes, que llegan a desilusionarme de mi mismo. Amigo Jaime, ¿de algo te ha servido observar los cuadros? Sí, amigo mío me he distraído y he olvidado en estos momentos mi maldita tusa. ¡Ves que si se puede ocupar el pensamiento en otras cosas! Que se puede cambiar de ambiente, que se puede pensar en otras personas. Amigo, el tiempo, las distracciones y los cambios se encargarán de arreglar tu problema con esa novia infiel. Gracias Tito, ahora quiero saber de tu vida ¿Estás enamorado? ¿Tienes pareja? Amigo Jaime, no tengo pareja, nunca me he enamorado de mujeres ni de hombres, no siento deseos sexuales, me gusta viajar, la lectura, leer, investigar. Tengo muchos amigos y amigas, todos me quieren, me hacen invitaciones, me obsequian muchas cosas, me invitan a fiestas y paseos, me hacen la misma pregunta que tú me acabas de hacer y me preguntan si me siento anormal por mi condición indiferente con el sexo, pero la verdad es que vivo enamorado de todo lo que hago, a nadie envidio, vivo solo, admiro a grandes pintores, como Leonardo Da vinci, Rafael, Miguel Ángel, Vincent Van Gogh… Mi familia me visita y me quiere. No conozco desilusiones amorosas, nada de tusas, nada de celos, nada de infidelidades, vivo ocupado y muy tranquilo. Te entiendo amigo Tito, y creo que nunca te puedes poner en los zapatos de los enamorados. Cambiando el tema amigo, sólo quiero saber al menos, un concepto de tus cuadros, del primero que me mostraste, del anciano tratando de enhebrar una aguja ¿Cuál es el concepto de ese cuadro que pintaste? Mi concepto fue la complejidad de la vida. Amigo Tito, te felicito, por ese mini museo que representa miles de conceptos. También te felicito, por tus amistades, por tus viajes y paseos. Me suena lo de la complejidad de la vida, ¿cuántos compliques tendrá mi novia con su comportamiento? ¿Qué desenlace quedará al aguantar una infidelidad? ¿Qué sorpresas llegarán a mi vida? ¿Qué cambios se sufrirán durante el camino de la vida? Esperaré y veré. ¡Vaya amigo Tito! No me había fijado en el último cuadro de tu exposición, ¡increíble! Esa bella mujer desnuda, descansando en la playa, es Clemencia, mi novia. ¡Oh! Qué sorpresa, Clemencia es modelo de pintores y de revistas, es la amante del director de la revista “OJOS DESPIERTOS” Lamento mucho darte esta noticia, pero es importante saber la verdad. Gracias amigo mío. Siento como una puñalada que baja del corazón a la nada. Esa mujer para mí se convertirá en un objeto desechable, gracias a tus pinturas, ya puedo declarar nulo el amor por esa mujer. TERCERA Y ÚLTIMA PARTE DE LA NOVELA EDUARDO Personajes de la novela Eduardo: Josefina (Pepita) madre de Eduardo Eduardo hijo de Pepita Sofía, vecina que ayudó a Pepita Marcela, señora que llevó a Pepita a vivir en su casa Juanita, amiga de Pepita y la que le fiaba los mercados Mario, esposo de Juanita Clímaco, amigo de Eduardo Padre Reynoso, sacerdote que aconsejó a Pepita Carmen, enfermera y compañera de Eduardo Milena, madre de Pepita. Se inició la novela en Bogotá, con Pepita como madre de Eduardo y su triste vida en la niñez. Se conocieron los buenos comportamientos de Eduardo, su deseo de ser presidente, el apoyo de la madre y de muchas personas que los conocieron en viajes. Cuando se proyectaba continuar con campañas presidenciales, todo se interrumpió con la presencia de “Corona virus”, empezó el cambio de costumbres, de pensamientos, de actitudes y mucho más. La novela dio otro rumbo diferente, adecuarse a la realidad. Se presentó problema por decisión absurda de Pepita, Eduardo fue expulsado de su propio hogar -decisión dolorosa- A partir de la ausencia de Eduardo se desarrollaron otras historias contadas en la segunda y tercera y última parte de la novela. Así reaccionó Pepita ante su injusta decisión: ¡Oh, Eduardo! Hijo mío, ¿dónde estás? han pasado mis noches en desvelo, pensando en ti, recorriendo nuestros pasos desde tu nacimiento ¡Cuánto amor, cuánta paz, cuántas ilusiones! ¿Cómo pude derrumbar tanta felicidad? ¿Cómo puedo recuperar la paz si de nada ha servido pedir ayuda a las autoridades, a las redes, a los medios de comunicación?: A nadie le importa mi vida, abunda el individualismo, estoy sola, abandonada y triste, deseosa de recuperar a mi hijo. ¡Oh Dios mío! Eres mi única esperanza, ayúdame, protege a mi hijo, perdónalo, está equivocado, pero tú sabes que él es bueno, tú le regalaste bellos sentimientos y comportamientos sanos, honestos, inteligentes, pero como todo ser humano comete errores y los errores se pueden corregir. Ilumíname la forma de corregirlo cuando regrese. En mis reflexiones he recordado ésta frase de mi hijo: “Si nos vamos a respetar mutuamente, no habrá problema” Es una solución, pero creo que debo inducirlo a la religión católica, es mi deber como madre, no sé qué hacer, necesito la ayuda de un sacerdote, llamaré al celular del padre Reinoso de mi parroquia, para que me aconseje lo que debo hacer. No lo intentaré más tarde, ya mismo. Después de tan prolongadas reflexiones con el padre Reinoso entendí mis errores como madre y me arrepiento. El padre Reinoso dijo: La Carta Magna de nuestro país acepta la libertad de cultos, aunque mejor sería creer en Dios, no se le puede obligar. Lo importante de toda la historia que cuentas con tu hijo, es que él es buena persona, a nadie hace mal. No debiste pedirle que se fuera, habiendo podido dialogar y llegar a un acuerdo. Te felicito por amar a Dios, pero en ningún caso se debe llegar al fanatismo. ¡Qué mala fui! No debí hacer escándalo por su cambio, no despedirlo, no embriagarme, haber agradecido su cariño, su protección. El padre dijo que cambiar de opinión no es pecado, yo creía que era pecado,[LRdL1] [LRdL2] que mi hijo se había convertido en un demonio. Recuerdo que muchas veces cuando iba a la tienda de Juanita ella decía que los ateos eran demonios, insistía en las alabanzas que debemos a Dios, me aconsejaba que me aislara de los ateos y de otras religiones que no son la católica. Siendo ella mi mejor amiga, yo la acompañaba a grupos de oración, allí se hacían rituales cuando aparecía la virgen a las cinco de la tarde. Juanita, es mi paño de lágrimas, todas las veces que me veía llorando al contarle mi pasado me obsequiaba dos tragos de aguardiente, para calmar mis malos recuerdos, ella nunca me dio más de dos tragos, decía que después de beberlos, entre risa y llanto, yo maldecía, con groserías a los que me violaron, le gusta verme reír, me obsequiaba un tamal, panela o pan. Con ella y el esposo desahogaba mis penas, pero nunca le conté a Eduardo la forma como me desahogaba con mis amigos. Yo fingía ante mi hijo tranquilidad, alegría y muchas veces en mi insomnio nocturno añoraba un traguito de aguardiente, no, aguardiente no, mi hijo dice que cambie el aguardiente por vino o whisky, pero no más de dos tragos. Han pasado más de cuatro días, sigue mi malestar, tristeza, llanto…no quiero desayunar. El dinero se agota, la nevera vacía, nada para comer, sólo lentejas fríjol y arroz, pero voy perdiendo apetito. Me espanta mi presencia en el espejo. Quisiera beber más y más, pero nada hay de licor, solo agua de panela. Si Eduardo no regresa moriré de tristeza. Ya no quiero tejer, no mirar por la ventana, no ver televisión. Eduardo siempre decía, que yo era la mejor mamá del mundo, talvez silenciaba mis defectos. Creo que no he sido tan buena madre. No lo dejaba escuchar la música que le gusta, no lo dejaba ver en televisión el programa “Cosmos” que tanto le gusta, lo obligaba a rezar el rosario, lo obligaba a que me acompañara a las cinco de la tarde a mirar a la virgen que me manda escarcha verde desde el cielo, aunque él decía no ver la escarcha, lo interrumpía cuando trabajaba en su computadora, le mandaba que sacara la basura, que hiciera los mandados, que pagara los servicios, que no se demorara tanto hablando por teléfono, que se vistiera como yo quería a pesar de darme cuenta que lo molestaba. Cuando era niño lo obligaba a que se bañara con agua fría, a que no trajera amigos a la casa, no lo dejaba descansar, lo quería ver ocupado a toda hora. Yo creía que lo estaba educando muy bien, con todo el cariño que por él siento. El padre Reinoso y Eduardo han dicho que soy fanática, pero nadie me ha explicado qué es ser fanática, Bueno, no todo lo que hice es malo, lo enseñé a ser disciplinado, respetuoso, apoyé su campaña política con responsabilidad, trabajé bastante para pagar sus estudios. Cada día me siento más desesperada sin mi hijo. Mis amigos Juana y Mario, me llaman, me consuelan, me ayudan a investigar sobre el paradero de Eduardo. Ella dice, que tenga paciencia, que siga orando y alabando a Dios que en algún momento hará que aparezca Eduardo. Pasan los días, sin saber nada de mi hijo. Ya estoy desesperada, ya no me importa la cuarentena, saldré a la calle mal vestida despeinada, buscaré por todas partes a Eduardo, si no lo encuentro me uniré a los indigentes, sin que importe enfermarme y morir pronto. Juanita se enojó cuando le dije todo esto, dice que pienso como loca, que espere, que es posible darme la sorpresa de decirme un día el lugar de asilo de Eduardo, me canso de suplicarle que me aclare lo que me acaba de decir, pero me dice: espere con paciencia. ¿paciencia? La gente entiende los sufrimientos cuando los tienen en sangre propia. Juana y Mario, han averiguado en las inspecciones de policía el paradero de Eduardo, no han logrado nada, porque hay muchos nombres repetidos, pero un agente de la Inspección se dio cuenta de que otro ciudadano, también lo busca, se comunicaron con él, quien resultó ser Clímaco el amigo de Eduardo. Juanita preguntó el número del móvil de Clímaco y lo agregó en su whatsapp, para comunicarse. Clímaco relató a los amigos de Pepita lo ocurrido la noche que Eduardo quiso aceptar la invitación a que pasara unos días en su casa, les contó todo cuanto ocurrió esa noche, Igualmente, los amigos le contaron a Clímaco la situación en que se encuentra la madre de Eduardo. Permanecieron mucho tiempo buscando soluciones. Clímaco ofreció ir personalmente a la Inspección de policía a solicitar ayuda para encontrar a su amigo. Al día siguiente, pudo ir a la Inspección de policía, el inspector llamó a algunos hospitales, dio el nombre y datos de Eduardo, efectivamente estaba en un lejano hospital, Clímaco agradeció al Inspector y se dirigió a dicho hospital. En información buscaron las características de Eduardo, y una enfermera que se hallaba presente, invitó a Clímaco a que se retirara un poco del lugar, dijo tener en una carpeta la historia de un paciente que encontraron en una calle, estaba herido, sangraba su cabeza, su cara y su cuello. Antes de ingresarlo a un hospital, el paciente, así, adolorido relató hasta donde pudo su triste historia, que fue grabada e impresa, por quien lo recogió, luego fue recibido en el hospital para valorar su mal estado de salud, su escalofrío y su llanto. Gracias enfermera, por favor, dígame quien entregó esa carpeta, No lo puedo revelar en este momento, ni puedo entregar la carpeta, si quiere, puedo leer el relato del paciente, claro que sí El relato dice: La noche que fui obligado por un tipo a subir a un auto, comenzó mi calvario. El hombre, mostró su arma, me amenazó si protestaba, luego siguió a mucha velocidad por rutas desconocidas, pregunté qué es esto, ¿qué quiere de mí? Respondió: cállese, le dije que no proteste o le disparo… No estoy protestando estoy preguntando. El hombre pidió que le entregara mi celular, mi maleta con ropa, mi computador, mi dinero, mi billetera, mis llaves y me sacó a golpes del auto, me dejó tirado en esta calle, no sé dónde estoy, no sé más, estoy mal, Me llamo Eduardo… Clímaco pregunta a la enfermera si Eduardo resultó positivo del virus, pero la enfermera se niega a informar el estado de Eduardo, aunque Clímaco le suplica que le informe; unos agentes de policía ordenan a Clímaco que se retire, la enfermera le entrega una tarjeta con su número de celular y su nombre, para que la llame y ella va informando el estado de salud del paciente. El detalle de la enfermera lo tranquiliza un poco. Clímaco sigue rumbo a su casa, comenta con su familia lo ocurrido, llama a los amigos de Pepita, les cuenta todo. Juanita se desespera llora, Eduardo debe estar grave no se sabe si estará vivo o muerto. Clímaco marca el celular de la enfermera, “correo de voz”. Cada hora vuelve y marca el celular de la enfermera por fin ella responde, no informa el estado de Eduardo, se limita a preguntarle el nombre, si es familiar, a qué se debe el interés de saber el estado de Eduardo, Clímaco responde a todas las preguntas que hace la enfermera. Desesperado de no lograr saber el estado de su amigo le pide a la enfermera que por lo menos le diga si su amigo está vivo, ella dice que sí está vivo, pero que por ahora no puede dar informes, que la siga llamando y que cuando sea posible le va informando. Él le da las gracias y se despide. Clímaco está indeciso, no sabe si llamar a la madre de Eduardo y contarle, consulta a los amigos de ella si es prudente contar todo o parte de lo ocurrido. Juanita dice, digamos la verdad, Mario cree que mejor es decirle que está vivo y que se está recuperando en un buen hospital, piensa que es mejor visitar a Pepita, pero no se puede dice Juanita, porque están prohibidas las visitas, tocará llamarla al celular, ella está desesperada, Clímaco opina que es mejor tranquilizarla tal como piensa Mario. Pero si Pepita pregunta si Eduardo está afectado por el virus, ¿qué decimos? Pues la verdad es que no sabemos nada del accidente ni del robo, sólo que la enfermera nos va informando, sí es lo mejor, termina el diálogo. Juanita llama a Pepita, ella responde con voz desalentada. Hola Pepita, tengo buenas noticias ¿verdad? ¡donde está Eduardo? Está en un hospital, lo están valorando, aún no se sabe qué le pasa, pero una enfermera dice que se está recuperando y nos va informando sobre la salud de Eduardo, que permanezcamos en casa. Juanita quiero hablar personalmente con la enfermera y usted, no se puede, la enfermera dice que ella informa para que no salgamos de la casa, pero las dos somos vecinas, nos podemos ver, espéreme en la portería, bueno, pero con careta, tapabocas, guantes, ¿y guantes para qué?, para tocar el botón del ascensor, no, bajo por la escalera. Hola Pepita, por fin nos vemos, casi no la conozco esta distinta, cabello corto y rubio, si… nada importa cómo me vea. Todo está bien Pepita, no se preocupe. Permanecieron más de una hora hablando, Juanita relató lo que le pareció importante, se despidieron. Pepita regresó a su apartamento, gracias a mis amigos, me ayudan, me aconsejan, quiero orar y pedir a Dios que mi hijo se recupere, que no lo afecte ese maldito virus. El cuarto día Clímaco se comunica con la enfermera. Señorita Carmen, por favor, dígame ¿cómo está Eduardo? Va mejorando, ya abre los ojos, pronuncia unas palabras, ¿Qué palabras?, madrecita, madrecita…permanece conectado con suero, pero, ¿está contagiado “de corona, virus?” Creo que no, no estoy segura está sin oxígeno, bien cuidado, señorita ¿Cuándo le dan de alta a Eduardo? Cuando se recupere, ¿lo podemos visitar? No, imposible, pero si me llama le voy informando, me deja usted más tranquilo, seguiré llamando. -Listo. Clímaco llama a Juanita y le cuenta lo que dijo la enfermera, Juanita se tranquiliza, agradece y dice que de inmediato llama a Pepita, ya la llamé, -dice Clímaco- está enojada conmigo[LRdL3] no me quiso escuchar, cuéntele usted lo que dijo la enfermera. Eduardo pregunta a la enfermera ¿dónde estoy? ¿qué tengo en la nariz? Enfermera, qué me pasa, ella responde: Eduardo hace días está aquí, usted estaba inconsciente, pero ya se va recuperando, ¿qué hospital es este? Este es el hospital Carmen, ha estado muy bien cuidado, pero he tenido mucha pesadilla ¿si? Como qué, pues que hay un virus que produce una enfermedad muy grave que mata a muchas personas. No es una pesadilla, es vedad[LRdL4] ,[LRdL5] ¿yo tengo ese virus? No, está bastante mejor ¿qué tengo en la nariz y en la mano? En la nariz nada y en la mano suero[LRdL6] . Usted está muy débil, Tómese este caldo de pollo, gracias enfermera. Usted ha sido excelente enfermera, me cuida como nadie, pero no entiendo, pasan días y más días, sin que nadie más me cuide ¿por qué usted hace todo sola? Me da los alimentos, me aplica el suero, arregla mi cama, toma mi temperatura, dialoga, me cuenta lo que sucede para distraerme, me prende la televisión, me hace preguntas y no veo médicos ni otras enfermeras. Bueno Eduardo, como usted ya está consciente, casi recuperado no dudo en contarle lo ocurrido: Un día, como a las seis de la mañana, iba yo en mi auto hacia el hospital donde trabajo, pero en el camino vi a un hombre sangrando y quejándose, me acerqué, pregunté, señor, ¿Qué le pasa? No respondía, sangraba por varias partes del cuerpo, sentí mucha lástima, insistí que me contara. Con mucho desaliento y dificultad me contó lo del ladrón que lo golpeó, no pudo seguir hablando, yo grabé en mi celular su relato, traté de alzarlo, llevarlo a mi auto, no podía, lo arrastré, con todas mis fuerzas lo llevé a mi auto, luego al hospital donde trabajo, allí lo examinaron, requería un nivel de atención especial, pero no lo hospitalizaron. Viendo yo que no hablaba y que no sabía a dónde llevarlo, resolví traerlo a mi apartamento, como enfermera que soy, podía atenderlo, como ve ya lleva más de un mes viviendo aquí. En horas nocturnas yo cocinaba lo del día siguiente, preparaba sus medicamentos, le aplicaba suero para su recuperación, la empleada que hace el aseo de este apartamento ayudaba a cuidarlo mientras yo trabajaba. ¿Entonces no estoy en el hospital Carmen? Jajaja…Así le dije, porque me llamo Carmen, me puedes llamar Carmita y tratarnos de tú, ¿te parece? Claro que si Carmita y a mí me puedes llamar Edu, siii, me gusta. Bueno te sigo contando la preocupación de tu amigo Clímaco, me llama con frecuencia para saber cómo va tu salud, él piensa que estás en el hospital donde trabajo. Verás Carmita: Él era mi mejor amigo, me invitó a vivir en su apartamento cuando le conté el problema con mi mamá, me insistió que fuera, aunque era tarde y no me abrió la puerta, no me recibió y por eso me pasó lo del ladrón, debe estar arrepentido de no recibirme, es mejor que le digas que ya casi me dan de alta. A propósito ¿cuándo me das de alta? Cuando estés perfectamente recuperado, estás débil, falta más reposo, unos veinte días más. ¿Me puedes contar el problema que tuviste con tu mamá? Claro que sí, no solo te contaré el problema, sino lo que ha sido mi vida y la de mi madre y tú también cuéntame de tu vida. Pasaron veinte días, contamos nuestras historias, Carmen quedó muy conmovida con la historia de mi madre, ha llorado, ha reflexionado, dice que quiere conocerla, quererla, servirle en lo que necesita, porque merece mucho cariño. Carmen opina, que el gran disgusto de mi madre al enterarse de que soy ateo, debió ser por influencia de la amiga al decirle que los ateos son demonios. Pobrecita, es de admirar la forma como se porta como persona, como madre, como amiga, tal vez otra se hubiera vuelto drogadicta y mala persona, ella con sólo dos traguitos de aguardiente y la ayuda de Juanita y Mario, ha vivido dignamente. Al escuchar yo, las reflexiones, sentimientos y comportamientos de Carmen, siento mucho agradecimiento con ella, me parece que es una chica hermosa, bondadosa, inteligente, instruida, despierta confianza: -Qué pena Carmen-. No sé de qué manera puedo pagar tanto trabajo, tanta, bondad, escuchar mi historia de vida, querer apoyar y querer a mi madre, es algo maravilloso, tanta paciencia suya conmigo. Quisiera regalarle el universo que tanto admira, regalarle mi corazón, jamás la olvidaré. Mañana mismo vuelvo a donde mi madre, supongo que mucho ha sufrido por mi ausencia, ella es noble, estará feliz cuando mi presencia la sorprenda. ¡Vaya Eduardo¡, no pensé que se quisieras ir mañana mismo, me da mucha tristeza su ausencia… deme tu mano… déjeme darte un abrazo, abundan lágrimas en sus mejillas. Carmen, diga todo lo que siente y lo que quiere. ¿La verdad? Sí, la verdad. Me he encariñado con usted, he pasado buen tiempo acompañada, pero no puedo pedirle que se quede conmigo y no con su[LRdL7] [LRdL8] madre que tanto lo necesita. ¡Qué linda, qué emoción! Bella princesa. -Sus miradas de enamorados, son incontenibles- Ahora va mi verdad Carmen: No he conocido una chica mejor que tú, eres increíble, te amo, estoy enamorado, deseo abrazarte y besarte, pero no pretendo presionarte a eso, Yo…yo, sí te presiono, lo abraza, se besan apasionadamente, son felices, pero ¿cómo separarnos así tan enamorados? –dice Eduardo-algo debemos hacer, si, algo –dice Carmen-. Tú vives sola y mi madre también, te propongo que nos casemos y vivamos donde mi madre, No te precipites, eres ateo y yo, casi lo soy, no practico la religión católica, sí, creo en Dios. No es necesario casarnos, simplemente vivir juntos, me parece perfecto, pero mi madre no aceptará si no nos casamos por lo católico, bueno, como quiera tu mamá, pero viviremos en mi apartamento, sería perfecto, pero para mi madre, no sé lo que dirá. ¿Por qué no la llamas?, ya te dije, que quiero sorprenderla, entonces ¿qué hacemos? Ya sé, -dice Carmen- mañana o cuando quieras la sorprendemos los dos, quiero conocerla y que me conozca, muy buena idea mi amor, así será. ¿Mañana? Cuando tú quieras amor. Sí mañana, ya la gente sale a todas partes, cumplimos con el protocolo, quiero llevarle flores a tu mamá, gracias amor, eres la mujer más linda y más buena del mundo, gracias amor. Pepita invita a Juanita a ir al hospital y saber cómo está Eduardo. Juanita, Nooo, cómo se le ocurre Pepita, ¿no ha visto en las noticias que, por rebajar un día impuesto, la gente se derrumbó, como se derrumba la tierra? No hubo organización, han debido ordenar que primero se hicieran las compras sólo por Internet y no así a la loca, en centros comerciales. por eso ha aumentado el número de contagiados. La gente es rara se quejan de pobreza, pero en vez de comprar alimentos, compran electrodomésticos, sin aislamiento, acumulados. No juanita no vi eso en la televisión sólo miro entrevistas y quiero sorprender, con una entrevista que vi de un buen periodista. Creo que entrevistó a mi madre: una señora que fue bailarina que tuvo una hija que no conoce porque desde muy pequeña la entregó a la madre de un capitán de la marina que es el padre de esa niña, que por su trabajo no podía vivir con ella, por muchos viajes y presentaciones. La señora ya tiene sesenta años y vive triste pensando que cómo será la vida de esa niña, no sabe su nombre, nada de ella, si vive o no, tampoco sabe nada de la mamá del marinero. Añora saber de su hija, ahora que vive sola y siempre piensa en esa hija ¡Vaya, Pepita!, qué sorpresa. ¿Y por qué la entrevistan? Porque ella tiene una academia de baile importante, ¿y cómo se llama? El periodista la presentó como Milena Acuña y la Academia se llama “Danzas Milena”. ¿Qué piensa hacer? Quiero conseguir el número de teléfono del canal donde hicieron la entrevista, lo difícil es que es en el extranjero ¿en qué País? En Argentina, no se preocupe Pepita, Mario sabe mucho de informática, le diré que averigüe. Bueno, si le interesa, claro que sí, es mi madre ¡cómo no querer conocerla! Ojalá Mario me haga ese gran favor, si encuentro a Eduardo él me ayuda, también saber bastante de Internet, he intentado preguntar por google, pero muestran otras academias de baile, no la de Milena. Pepita hemos dialogado bastante, es hora de almuerzo, le comentaré a Mario y después te llamo, bueno Juanita, Gracias. Yo quería morir, estoy desesperada por no ver a mi hijo, pero la entrevista del periodista a esa señora Milena, ha cambiado mi vida, ya, no sólo pienso en mi hijo, también en mi madre, los dos ocupan mis pensamientos. Deseo de todo corazón recuperar a mi hijo, también conocer a mi madre, podernos encontrar, saber de la vida de ella y contarle mis penas. Creo que Dios y la virgen están fortaleciendo mi espíritu, es un verdadero milagro haber podido ver la entrevista del periodista y Milena, si, ella es mi madre, es un verdadero milagro que apareciera en estos momentos de angustia y, que se abran puertas de esperanza, de ilusión y de paz. Juanita llama a Pepita, quiere darle la sorpresa de que Mario ya consiguió el teléfono del periodista y el de Milena, la llama, le cuenta, Pepita se emociona, quiere llamar ya mismo a Milena, Agradece mucho a Juanita, se despide y llama a Milena. ¡Aló, quien habla! Habla Milena, yo con ¿quién hablo? Habla Josefina, me dicen Pepita, creo ser la hija que usted abandonó y me dejó donde mi abuela paterna, ¡Queee! ¿Cómo? No puede ser, quién le dio mi número de teléfono, ya le cuento: En estos momentos de pandemia y cuarentena, me ha gustado ver entrevistas en televisión, vi, cuando un periodista la entrevistó, todo me hizo pensar que usted es mi madre, entonces unos amigos averiguaron el teléfono del periodista y el suyo ¿qué opina? Será la felicidad más grande de mi vida, sería la realidad con la que vivo soñando, Te quiero visitar ya ¿Dónde vives? Vivo en Bogotá carrera 23 No. 69- 23 Qué bueno vivimos cerca, yo vivo en Chapinero, estamos en cuarentena, prohíben las visitas, pero diré que soy tu madre, así me dejan pasar, si Milena la espero ansiosa, ojalá no me diga Milena, sino mamá cuando estemos convencidas de que somos madre e hija, bueno ya mismo tomo mi auto y te visito. Juanita y Mario llamaron a Pepita, ella respondió: no saben cuánto les agradezco estoy feliz con mi madre, ya sabemos que somos madre e hija, cuando le conté todo lo que mi abuela me contó. No he dejado que mi madre regrese a su casa, le suplico que me acompañe, le he contado mis sufrimientos, ella también me ha contado los de ella, hemos llorado, ya nunca más nos separaremos, lo que falta para mi felicidad es que regrese Eduardo, conozca a su abuela, la quiera y que seamos felices. Llegó el día en que Eduardo y Carmen resolvieron sorprender a Pepita con su buena salud y con su novia, con la que quiere que sea su compañera de toda la vida. ¡Vaya sorpresa! Amalia abrió la puerta de entrada al apartamento de Pepita, les dijo qué necesitan, si vienen de visita, perdón, pero está prohibido, no pueden entrar, déjanos hablar replicó Eduardo, ¿quién es usted? -Preguntó Amalia-, venimos a vernos con mi madre ¿Quién es su madre? –preguntó Milena- Mi madre es la señora Pepita, y ¿usted quién es? -preguntó Eduardo-¿Ustedes son hijos de Pepita? Yo, si, ella es mi novia. Pepita, vio a su hijo, olvidó lo del aislamiento social, lo abrazo, lo besó y lloró de felicidad. Todos estaban extrañados, Eduardo pregunta: mamá, ¿Quién es esa señora? Ella es mi madre, tu abuela, ¿tu madre? ¿mi abuela? No entiendo. Sí hijo por fin tengo la dicha de conocer a mi madre, pero ¿quién es la señorita que viene contigo? Es mi novia. Bueno, calma, sigan y tomen asiento, ya les cuento cómo descubrí que Milena es mi madre, se calmaron, pasaron día y noche aclarando historias, sorpresas, angustias ocurridas en tristes momentos y sentimientos producidos por la pandemia. Me dediqué a ver entrevistas y tuvo la suerte de encontrar a mi madre. Milena, relató la entrevista tal cual, Pepita interrumpió y siguió contando lo que sufrió, la ayuda de los amigos la tristeza de que faltaba recuperar a su hijo. Ya todos reunidos contaban y comentaban sus historias y los problemas actuales sobre la pandemia que sorprendió al planeta tierra. Eduardo preguntaba a cada uno ¿Cómo les parece la cuarentena? Pepita dijo, para mí la cuarentena es positiva, evita el contagio, he sufrido, pero ni comparable con lo que sufrí en mi niñez. Milena dijo: una cosa es la pandemia y otra la cuarentena. La pandemia es como un monstruo que estruja y asusta al mundo entero, por no saber en qué terminará esta desgracia. La cuarentena es prevención, evitar contagio, para cada familia es distinto, para unas es positivo, para otras es insoportable el encierro, los problemas familiares, la difícil convivencia, el cambio de costumbres, para mí es la felicidad más grande de mi vida haber sido entrevistada por un periodista y haber encontrado a mi hija, ¡que viva la cuarentena! Eduardo dijo: esta pandemia es una dolorosa sorpresa universal, tanta gente enferma, cuántos muertos en este mundo, cuánto cambio, unos positivos otros negativos, valoro lo que tengo, no deseo tener lo que sobra, sólo lo necesario, deseo ser solidario, no pensar sólo en mí, sino en otras personas que sufren y ayudarlas. La cuarentena para mí fue negativa en parte por el problema de salir regañado de mi casa, pero, he encontrado la felicidad más grande, estar unido a Carmen, quien recuperó perfectamente mi estado de salud, nos enamoramos, nos amamos y queremos ser compañeros eternos. También mucha felicidad conocer a mi abuela, estar de acuerdo todos con que mi madre viva acompañada de mi abuela y Carmen y yo nos casemos como mi madre propuso “por lo católico”. Carmen dijo: Para mí la pandemia, es algo terrible, de acuerdo con lo que dice Eduardo, pero también hay algo positivo, el cambio de costumbres puede ser positivo, quizá nos volvamos más conscientes, más solidarios, más justos, menos vanidad, más realidad y en cuanto a la cuarentena a nivel mundial ha sido positivo, menos contaminación del aire, más unión familiar, más creatividad, no obstante, lo malo es la desobediencia de quienes no creen y no cumplen con los protocolos, pero lo peor, lo más triste y doloroso es cuando se enferman nuestros familiares de “corona virus”, no poder visitarlos, no poder ayudarlos, dejarlos en circunstancias desconocidas, no poderlos ver ni aliviarlos con palabras de amor, ni abrazarlos ni consolarlos y peor cuando mueren y no podemos asistir al entierro ni que los despidamos, que no recibamos la compañía de quienes nos quieren consolar, dejar en otras manos a nuestros seres queridos. Tanto diálogo, tanta historia y tanta sorpresa tuvo despierta a la familia, sin deseos de dormir, aunque sí todos con mucha hambre Eduardo y Carmen abrazaron a Pepita y a la abuela, se despidieron y prometieron darles nietos y bisnietos, visitarlos, integrarnos en todo, querernos y amarnos para siempre. FIN [LRdL1] [LRdL2] [LRdL3] [LRdL4] [LRdL5] [LRdL6] [LRdL7] [LRdL8] Monólogo Nada ni nadie te hizo cambiar ¡Oh, amiga Mía! Cuántas veces reproché tu altanería Cuántas veces critiqué tus injusticias Decías, ser yo tu mejor amiga Pero a mí también me ofendías Aprovechabas el alto cargo que ocupabas Para humillar y maltratar a tus empleados ¡Pobres empleados tuyos! Trabajaban bajo la sombra de tu poder Acaso, amiga mía Tu indomable genio, ¿sólo era con trabajadores? No amiga, no, también con familiares y amigos ¡Oh, qué horror! Te obedecían por miedo, mas no por respeto Eres variable, a veces cariñosa, a veces ofensiva Crees que nadie te quiere, reniegas y ofendes Inventas ser víctima de maldades de la gente Tomas venganzas injustas con seres inocentes ¡Oh, amiga mía! Cuántas veces se pierden tus objetos y joyas Cuántas veces culpas de robos a inocentes Cuántas veces encuentras todo lo perdido Cuántas veces te arrepientes, sin pedir perdón. Repites que eres generosa con familiares y amigos Pero sufres cada vez que disminuye tu dinero Recuerdas a cada momento el obsequio que diste ¿Serás tacaña? ¿Serás generosa? Jamás reconoces tus errores, ni ofensas Los culpables son tus empleados, familiares y amigos Crees que eres perfecta, que nadie te iguala Tus momentos felices son la danza y el canto. ¡Oh, amiga mía! Recuerdo aquel día que fuiste amenazada de muerte Fuiste amparada por, algunos guarda espaldas Y era yo quien tu auto conducía para hacerte compañía¡Oh amiga mía, tal desgracia imprevista me dolía! No soportabas la compañía de quienes te protegían “Vayan al diablo, que ni al baño me dejan ir sola” –les decía Los pobres, guarda espaldas ni sabían qué hacer Yo aceleraba el auto, por nervios y tú te enojabas. ¡Oh amiga mía qué necia eres! Recuerdo a Roberto, aquel que tanto te amaba Tú también lo amabas, pero no le demostrabas Él te alegraba con canciones versos y poemas Tú criticabas, rechazabas, aunque sí te gustaba Te compró un anillo de diamante, de compromiso En lo profundo de su alma, deseaba hacerte su esposa Inclinó su talle ante ti, entregó el anillo y propuso matrimonio Y, tú altiva y orgullosa, rechazaste la propuesta Perdiste el gran amor de tu vida ¡Ya no llores amiga, ya no te arrepientas! De nada te sirvió pedir perdón, de nada. Roberto ya no te ama, te olvidó. ¡Oh amiga mía! Se cumplió tu siclo laboral Dejaste de ser aquella dama poderosa La vejez te agobia, pero nada te cambia Maltratas a tus familiares y conocidos ¡Oh amiga mía! Cerraste las puertas de nuestra amistad Te enojó mi matrimonio y mi familia Yo te considero, sigo tu amistad en pensamiento ¡Oh amiga mía! Las enfermedades te conducen a la tristeza y soledad Quiero consolarte, recordando tus momentos felices Bailabas “La danza ritual del fuego” “La leyenda del beso” Te aplaudían, te admiraban, te elogiaban, te hacían invitaciones.> Recuerda ese tour que recorrimos Gozaste de playas y bellos paisajes Compraste hermosas artesanías>. Te obsequiaban arreglos florales y joyas No faltaban los agradecidos por tu labor Y, tuviste muchos admiradores> Amiga mía, te mando por escrito estos reconocimientos Me hubiera gustado hacerlo personalmente. Pero cerraste las puertas de nuestra amistad. Tienes sesenta años y mucho por hacer, aún eres joven. ¡Oh, amiga mía! Te quiero, te perdono y no te olvido. SI Y NO Ese día sábado, Pablo y su esposa Inés, desde la puerta de su casa observaron con dificultad a los vecinos de la cuadra de enfrente, difícil, por los fuertes rayos del sol, pero poco a poco, al desaparecer el sol, se veía al vecino bebiendo licor, ¿será aguardiente? -Preguntó Pablo a su esposa- No Pablo, el color del aguardiente es transparente, claro puro, parece ser ron con Coca-Cola, por el color, ¿Has bebido ron alguna vez? No, pero me gustaría probar. Sin esperar un minuto, Pablo hizo señas al vecino de querer probar ese licor, -no que pena dijo Inés- La esposa del vecino hizo mala cara. No obstante, el vecino entendió a Pablo y con su mano hizo señal de espera, atravesó la calle, caminando con cierto desequilibrio hasta llegar frente a Pablo, lo saludó, lo invitó a su casa, a tomar la bebida, que si era ron con Coca-Cola. También invitó a Inés, ella no aceptó al ver muy enojada a la esposa del vecino cruzando la cuadra sin saber a dónde iba. Preocupada Inés, resolvió buscarla, caminó unas cuantas cuadras, la vio cuando entraba a la iglesia, la alcanzó, la saludó, pidió disculpas por la imprudencia de Pablo. Salieron de la iglesia, “nada las callaba”, Inés justificó el enojo de la vecina; hablaron contra los borrachos: “Son como cerdos, beben y beben, no son responsables, son capaces de manejar auto, así embriagados, no les importa la prohibición por norma de no manejar alicorados, saben que pueden ocasionar accidentes y muertes sin que les importe. Esos delitos deberían ser considerados, no como culpa, sino como dolo, porque de antemano saben que manejar embriagados pueden ocasionar muertes, sin embargo, lo hacen, entonces hay intención de causar lesiones y muertes, merecen cárcel”. La vecina dijo: Inés, crees que justificaría separarnos de ellos ¿verdad? Sí y no vecina, -dijo Inés- los borrachos son insoportables en esos momentos merecen ser penalizados, pero en su estado normal tienen cualidades y defectos, no todos son iguales, en mi esposo pesan más sus bondades que sus borracheras que no son tan frecuentes, además lo amo y yo no soy perfecta, no resisto una separación, no quiero ser “una separada más” No quiero que nuestros tres hijos sean pobreteados por no tener un hogar feliz. Opino lo contrario –dijo la vecina- yo soy perfecta- excelente esposa, excelente madre, merezco un mejor esposo, no ese cerdo, ese mal amigo que quiere que todos sean borrachos e irresponsables como él, merece ir a la cárcel, pero los amigos no entienden, creen que la invitación a emborracharse es tener el mejor amigo, ¡qué ingenuos! ¿verdad? Si, tienes razón, si tú eres perfecta y tu esposo un cerdo incorregible, se justifica la separación y mereces un buen compañero, si gracias Inés, quedar separada es ganar libertad, tranquilidad, paz ilusión… No me importa el qué dirán, mis hijos estarán felices sin el miedo de tener que soportar a un borracho que da mal ejemplo, aunque mi hijo menor se divierte viendo al papá diciendo: vengo del cielo, todo azul, pasé por el infierno, todo negro, que viva yo, abajo los bobos que no beben, carajo, quiten, quiten voy pal baño o me adelanto, sonríe, con voz resbalada dice: viejas mojigatas, se ríen de sus picardías. Saca dinero de sus bolsillos, ahí les tiro el dinero al piso es lo de los gastos. Sigue con más ridiculeces, luego mi hijo lo imita y se divierte inventando chistes. Por tan interesante charla, las vecinas casi sin darse cuenta llegaron a la casa. Pablo y el vecino estaban abrazados hablando incoherencias, el vecino al ver a la esposa de él, ordenó que les preparara una picada: palomitas, papa criolla, chorizo… Ella no obedeció, entonces Inés suplicó al esposo que se despidiera, que se disculpara. ¡Vaya, Qué vergüenza Inés! No quiero que se vayan, quiero aprovechar sus presencias para pedir a mi esposo el divorcio, el vecino dijo: ¿el divorcio? Jajaja, ya mismo, lárguese con sus dos hijos y no vuelva más. Pablo reaccionó, el impacto despertó su borrachera, pidió disculpas a la esposa del vecino, dio palmadas en el hombro del vecino haciéndole ver su mal comportamiento con la esposa, pero el vecino, recostado en un sillón quedó dormido. A Pablo e Inés no les quedó más remedio que despedirse, pero Inés pensó en ayudar a los vecinos mediante una invitación a su casa y propuso: el siguiente sábado los invito a todos, a tomar onces, dialogar sobre el divorcio, poner los puntos sobre la i, y resolver problemas, a la vecina le gustó la propuesta de Inés, aceptó, agradeció y se comprometió a convencer al esposo de asistir a la invitación. Llegado el sábado de la invitación, Inés preparó deliciosas onces, con ayuda de Pablo y sus tres hijos. Los vecinos llegaron puntuales con sus dos hijos, se presentaron con los hijos de Pablo, elogiaron la decoración de la casa, escucharon música. Inés sirvió las onces y los invitó a pasar a la mesa. Todos degustaron esas delicias, agradecieron, pasaron a la sala, hablaron sobre problemas económicos, Parecía difícil entrar al tema del divorcio, hasta que Pablo se atrevió a preguntar al vecino la opinión sobre el divorcio, -el vecino respondió- pues sí, mi esposa no me quiere, mis hijos tampoco, nos debemos divorciar. -Inés dijo- creo que hay otras soluciones, de acuerdo -dijo Pablo, lo mismo dijeron los tres hijos de Pablo y los dos hijos de los vecinos- ¿Qué soluciones? -preguntaron los vecinos- Inés respondió: como reconocer sinceramente los errores, corregirlos y cambiar las actitudes con mejores reflexiones; si dijo Pablo, estoy de acuerdo, distraerse más, viajar, reconocer las cualidades de cada uno, corregir los errores, procurar dejar de beber mucho licor, poco en reuniones o cuando se desea sin exceder la cantidad. siiiiiiii -decían los hijos de los vecinos-, que juguemos todos, que aprendamos a tocar algún instrumento, que cantemos, que bailemos. No dijo la mujer del vecino, no, también dijo el vecino, no nos amamos, a mi esposa e hijos les fastidia todo lo que hago ¿verdad? Es verdad dijo la vecina, y sus hijos ¿qué opinan? El mayor dijo: si se cumpliera lo que proponen Pablo e Inés sería perfecto un cambio de vida, pero si no hay voluntad de los dos de reconocer errores, corregir, viajar y cambiar costumbres de vida entonces tristemente, la separación. El hijo menor preguntó: papá ¿puedes dejar de tratar mal a mi mamá y a nosotros? ¿puedes dejar de emborracharte? Me divierten tus borracheras, pero, ¿A caso no será mejor que viajemos, juguemos, bailemos? ¿Qué dice mi mamá? Digo qué no es fácil cambiar de un momento a otro. Inés Pablo y los hijos hicieron varias reflexiones sobre lo positivo de cambiar de actitudes y comentaron que sería bien que resolvieran con ayuda profesional. Los vecinos quedaron pensativos, agradecieron y se despidieron. Después de una semana buscaron la ayuda de un profesional, viajaron, pasaron una feliz temporada. Una vez regresaron a casa el vecino dijo a la esposa: “Es como si el bombillo estuviera apagado y se prendiera la luz” Yo lo veo de otro modo -dijo la esposa- “Es como haber sufrido un vendaval y de repente, el sol, el viento, la frescura vegetal, dejara plena calma. Los hijos dijeron: “Es como haber despertado de una pesadilla e iniciar un camino que conduce a la paz”. La esposa del vecino propuso, ahora seamos nosotros quienes invitamos a Pablo y a Inés, el próximo sábado, a manifestar nuestros agradecimientos y a contarles que iniciamos una nueva vida plena de ilusiones y positivismo, dicho esto todos prometieron ayudar a preparar las onces para el sábado… GOZAR Y SUFRIR. Aquel día de mi cumpleaños recibí de mis seres queridos bellos arreglos florales, tarjetas de felicitación y un transparente globo salpicado de puntos dorados. Dentro del globo cuatro globitos más dorados, letras que decían: “TE DESEAMOS LO MEJOR DE LA VIDA”. Han pasado meses y meses, el globo sigue igual, las veces que paso por su lado, recuerdo y agradezco el detalle de mis seres queridos. Una vez en mi sueño nocturno, ese globo transparente se convirtió en mi cielo, al que llegué premiada por ser noble y justa. ¿Cómo vi ese cielo? Azul, extenso, libre, los puntos dorados del globo eran brillantes estrellas con visos de colores, los cuatro pequeños globos eran: Venus, Marte, Júpiter y Saturno. El piso era de figuras geométricas de distintos colores. Me veía sentada en una silla en forma de media luna, nubecillas blancas, rotando lentamente sobre mi cabeza, a un lado dos ángeles y al otro lado, la virgen con el niño Dios en sus brazos. Una dulce voz me preguntaba ¿qué más deseas ver en el cielo? Junté mis manos y supliqué: Dios mío déjame ver aquí a mis tres seres queridos ya fallecidos, mis padres y un hermano, sé que aquí están por ser buenos. Y si, emocionada los vi, quería abrazarlos, pero desperté, ¡Bueno, los pude ver! -Yo quería contar mi sueño a todo el mundo siendo imposible, quedé pensando en el letrero del globo “LO MEJOR DE LA VIDA”. Cada vez que vuelvo a pasar por el globo, recuerdo mi sueño tal cual. Luego, se despertó mi deseo de recorrer algunos caminos de mi vida, desde mi niñez. De niña consentida, mimada de mis padres y familias, pasé a un mundo nuevo, el del colegio, donde todo era nuevo, inmensos patios, salones, plenos de mesitas de colores, tableros, afiches, materiales didácticos, profesores, niñas de mi edad, luciendo uniformes iguales, aprendiendo rondas infantiles, llenando hojas de puntos, líneas, pintando mamarrachos, recibiendo aplausos y estímulos de profesores por nuestras actitudes de niñas tranquilas, mientras consolaban el llanto de otras niñas molestas por no estar en sus casas con sus padres. Mis padres llevaban todo lo necesario al colegio, mi madre llenaba mi lonchera de jugos, frutas, galletas y otros comestibles. Yo, ni cuenta me daba de sus sacrificios ni de sus madrugadas a alistarme para esperar la ruta que me llevaba al colegio. Además, no probaba lo de mi lonchera, repartía para otras niñas y ellas también ofrecían lo que no les gustaba. Antes de ir al colegio ya mis padres y mi hermano me habían enseñado a distinguir los colores, a contar los dedos de mis manos y mis pies. Me decían “vas a conocer muchas niñas, algunas de ellas serán tus amigas, aprenderás a distinguir lo bueno de lo malo, descubrirás bellezas, será tu primer paso para llenarte de conocimientos en la medida que avances de cursos y te intereses”. Fue así como aprobando cada curso de primaria aprendí bases de matemáticas, de geografía, de historia patria, de ciencias naturales, de historia sagrada, de geometría y de dibujo. En esta etapa recordaba comentarios de mis padres como estos: 1. Gozar y sufrir es el vibrar de la vida, 2. De todo hay en la viña del señor, gente buena, regular y mala, 3. La honestidad deja paz. Fue así como viví la primaria, gocé, bailé, canté, jugué, fui a piñatas, conseguí amigas, fui a paseos con mis padres y mi hermano, asistí a los circos, a los parques, a restaurantes… Igualmente, lloré, peleé, entendí injusticias, preferencias, envidias, odios, desilusiones y más. La suma de todo esto me dejó comprender los comentarios de mis padres: “La mezcla de todo lo bueno y lo malo es producto de lo que hace que seamos felices, porque vibramos la vida”. Mi segunda etapa fue distinta, empecé estudios de bachillerato, perdí el primer año. Mi vergüenza fue peor que el castigo de mis padres. Me cambiaron de colegio, fue un cambio negativo, al comparar con la primaria. Profesores, serios, exigentes, algunos injustos por sus preferencias. Nuestras edades entre 11 y 12 años, eran algo complicadas, con nuevos pensamientos, nuevas ilusiones, vanidades, rebeldías, enamoramientos, competencias entre unos y otros, envidas, amores, interés por el sexo. Pero en la medida que avanzaba los cursos, el estudio era más interesante, era notorio distinguir entre buenos alumnos, regulares y malos. Se formaban algunas parejas de novios, ciertas niñas se enamoraban de los profesores, pero finalmente se lograba el grado con éxito. No pude entregar mi diploma de grado a mis padres, ellos y mi hermano fallecieron en un accidente sufrido en el auto contra un bus. ME ENTRIZTECÍA VER QUE MIS COMPAÑERAS SI TENÍAN VIVOS A SUS PADRES. Mi tercera etapa, en la universidad Nacional, estudiando Administración de Empresas era muy diferente a los estudios de primaria y bachillerato, más responsabilidad, más concentración, más investigación, más interesante. Todo era maravilloso hasta el día en que me enamoré de uno de los profesores y, él de mí, nos hicimos novios, sentí gran felicidad, yo lo amaba, íbamos a cine, a paseos, a fiestas. De tanta emoción nacían poesías de mi alma enamorada. Mi novio quería que nos casáramos después de mi grado, acepté feliz, “Mi profe” como yo le decía, me regalaba flores, muchos obsequios. La víspera del matrimonio me dio una linda serenata. Al día siguiente me vestí de novia, mi tío Ángel entró conmigo a la iglesia, mi novio no me estaba esperando, los invitados aterrados, mi tía Carmen, esposa de mi tío Ángel lo llamó al teléfono y la respuesta fue que había salido del país, por tal noticia me desmayé, me hospitalizaron, cuando desperté, estaba rodeada de mi familia, no sabían qué hacer. Quise que me llevaran a mi casa, encerrarme en mi alcoba a llorar, estar sola, no quería preguntas, ni lástimas, ni saber nada del profe, lo odiaba. Pasaba el tiempo y no superaba mi dolor, intenté el suicidio, pero la familia me vigilaba, me convencieron de tomar un tratamiento profesional. Una excelente psicóloga trataba mi dolor y así fui superando el sufrimiento. Recordaba a mi madre, lo que en vida decía: “El tiempo y la reflexión normalizan la situación” y así a los seis meses superé el dolor, me dediqué a otras actividades, aprendí a tocar piano, a cantar, al deporte del tenis. Ya no me importó saber que el profe era homosexual. Ejercí mi profesión de administradora de empresas con gran éxito, he viajado por muchos países. Conocí a mi príncipe azul, dejé en el archivo del olvido mi primera historia de amor. La ilusión muerta renació, con mi verdadero amor, quien me ha hecho muy feliz. Recorrimos un camino de variedades, que nos hizo descubrir cuanto nos amábamos. Organizamos un feliz hogar, fuimos premiados con el nacimiento de nuestros dos hijos, un niño y una niña, son nuestra razón de vivir. La felicidad es el amor, las ilusiones, los reconocimientos, los estímulos a nuestros éxitos, mi príncipe azul y mis hijos, los mejores del mundo. Hoy día pienso: Qué tal si me hubiese suicidado, miren de cuánta felicidad me hubiese perdido. Aquellos tristes episodios, otros felices vividos en el camino de mi vida con mi familia, con mis estudios, con mis éxitos, con mis amistades, con mis viajes, con mis actividades, con mi príncipe azul y mis hijos, “con ese valioso sueño” que me dejó ver a mis seres queridos. He quedado convencida de las reflexiones de mis padres. “La mezcla de todo lo bueno y lo malo es producto de lo que hace que seamos felices, porque vibramos la vida”. Breve Relato Cuando yo era niña, me molestaba mucho que me interrumpieran cuando hablaba, que otros hablaran y no me dejaran terminar, que quedaran inconclusos los pensamientos que quería exponer. Quise terminar el problema escribiendo en vez de hablar, así encontré plena libertad de exponer mis pensamientos, pero no escribía cuentos, nada que fuera ficción, simplemente opinaba sobre lo que me parecía bien o lo que me parecía mal, criticaba y elogiaba a mi familia, a mis profesores, a mis compañeras, a mis amigas, a los discursos, a los noticieros… Permanecí mucho tiempo escribiendo, rompiendo las hojas escritas después de leerlas y luego votarlas a la basura. La primera vez que escribí cuentos fue hasta cuando tuve tres pequeñas nietas, de tres, cinco y siete años de edad. A la hora de almuerzo les proponía que escribiéramos cuentos sobre cualquier cosa que ellas quisieran, entonces una de ellas propuso hacer un cuento sobre una cuchara sopera, cada una dábamos ideas cumpliendo con los requisitos exigidos en los cuentos, y fue ese el primer cuento, seguimos escribiendo más cuentos a la hora del almuerzo, luego cada una individualmente hacíamos cuentos. Seguí con la obsesión de escribir cuentos y fábulas, cuando completé más de 35 textos sentí que cada cuento era como un hijo mío, me parecía que los tenía desnudos, descuidados, quería verlos vestirlos, adornados, bien presentados. Empecé a mostrar mis cuentos a mis hijos, ellos me estimulaban, sugerían que hiciera un libro de cuentos. Viendo que mi hijo mayor –padre de mis nietas- pintaba cuadros al óleo, le comenté que yo quería ordenar y vestir bien mis textos, le pedí el favor de que pintara la carátula del libro, me preguntó que cómo la quería yo le dije que se vieran la luna y el sol vestidos de novios, por ser uno de mis cuentos, referente a un romance de la luna y el sol, mi hijo pintó el romance en un eclipse de sol, me gustó mucho, formamos el libro, di a mi libro el nombre de “CUENTOS LÚDICOS” Me sentí feliz, mandé hacer 200 ejemplares, obsequié 50 a mis familiares y otros a algunas personas, regalé a la Fundación Cardio-Infantil 60 ejemplares para que los vendieran o los regalaran a los niños en navidad, así que éste fue el primer libro que escribí y es el que exhibo en mi perfil. ARREPENTIMIENTO. Soy el consentido de mi abuela, por ser el menor de los nietos, tengo seis años, ella me consiente mucho, pero, no me gusta que me llame pingüinito, mi nombre es Miguelito, no me gusta que ella crea que soy bobo y me haga tontas preguntas. Un día me dijo: Pingüinito, adivina o calcula ¿cuántos años tengo?, yo le dije: abuela, no soy adivino, ni calculo, pero las abuelas deben tener más de sesenta años, mi papá si sabe calcular, siempre le oigo decir: “esa vieja ya es abuela, tiene arrugas, mínimo tiene sesenta años”. Mi abuela se enoja ¡Qué estupidez! fui abuela a los 45 años, yo le dije: abuela, ¿dónde esconde las arrugas?, ella me respondió, -bobo, yo no escondo nada-, se enojó, le duró todo el día y cuando llegaron mis padres del trabajo les dio quejas, ellos me castigaron, no me dejaron ver televisión, pero no entendí cuál fue mi mal comportamiento (…) ¡me dio rabia! ¿Me castigaron sin saber por qué? Pues ahora grito…, hago pataleta. Agarré la puerta del baño a patadas, grité con más fuerza y, es así cuando se preocupan, me dicen: “Cálmate Miguelito, no llores mi amor, Cuanto más me consienten más grito, mi papá se hace el bobo, mi mamá me sigue consintiendo y yo sigo llorando, aprovecho para decirles que si no me compran un carrito de bomberos me da vómito, mi mamá se enoja, me toma de la mano, me lleva al baño y me dice: “vomita”, se aleja, me deja sólo, nadie me habla ni me consiente, me callo, busco a mi papá, no me mira, busco a mi mamá, tampoco me mira, busco a mi abuela, tampoco me mira… no sé qué hacer, no sé. Dejé de llorar, dejé la pataleta y me volvieron a consentir, pero no me compraron el carrito de bomberos. Mis otros dos hermanos, Mario y Margarita, viven con mi otra abuela, -la mamá de mi papá, me gustaría que mis hermanos vivieran aquí, pero mis padres trabajan todo el día y a veces se quedan donde la otra abuela y otras veces se quedan aquí. La abuela que me cuida es como si fuera mi mamá, yo la quiero, pero no le doy besos, ni la abrazo, el cariño que por ella siento está escondido en mi alma, YO SI ESCONDO, “MI ABUELA DICE QUE NADA ESCONDE” Cuando ella alista mi lonchera, me consiente, me da alimentos ricos, me compra juguetes, casi me atrevo a decirle que la quiero, pero no, ella debe creer que no conozco el cariño a pesar de que ya tengo nueve años. En el colegio mis profesoras y compañeros me admiran, dicen que soy inteligente y muy chistoso, porque cambio el sentido de las palabras o frases y resultan ser chistes. Ayer mi abuela se sintió enferma, con mucha tos y fiebre, el médico ordenó que la hospitalizaran, por tener neumonía, mis padres se afanaron, quedé sólo con la empleada de servicio, a los ocho días se recuperó mi abuela, pero sigue con mucho desaliento y sin apetito y así permaneció más de quince días. Un día creí que mi abuela dormía muy bien porque eran las nueve de la mañana y no despertaba, hasta que la empleada se preocupó, llamó a mis padres ellos vinieron de inmediato, mi abuela no respiraba, llamaron al médico, desgraciadamente mi abuela murió por apnea. Todos lloramos mucho, me llevaron a vivir a donde mi otra abuela y mis hermanos. Todo era diferente, otras costumbres, mis hermanos muy unidos, a mí me miraban como si fuera un extraño, me sentí demasiado triste, muy sólo. Mi mayor dolor que me afecta todos los días es, NO HABERME ATREVIDO JAMÁS A DECIRLE A MI ABUELA QUE YO LA QUERÍA MUCHO. EN EL RINCÓN DE MIS REFLEXIONES Cuando por vez primera vi en mi nuevo computador videos, que mostraban diferentes opiniones, plenas de libertad de expresión, como fotos, contradicciones, noticias, campañas políticas, memes, estrategias, todo aquello me gustaba, entonces, abrí un rinconcito en mi mente para mis reflexiones y poder expresar libremente mis pensamientos. Empecé por hacer elogios a candidatos a la presidencia, no a todos, sólo al que mejor me parecía, pero… faltaba información, conocimiento, convicción, no debía ser lo primero que se me ocurriera sin antes investigar. Pensé en la democracia en mi país, por ningún lado la veía, siempre hay polarización política, resolví buscar la biografía de cada candidato en google, ¡Vaya sorpresa! La mayoría de candidatos acomodan su inteligencia a sus intereses particulares, nada por amor a la patria, no obstante, hay excepciones, por lo menos no pesa en sus vidas la carga de organización criminal. Tenía en mi mente tres candidatos honestos por quienes votar, estaba indecisa, en fin, elegí al que mejor me parecía y escribí en Facebook las cualidades del elegido, sin entrar al mundo de los fanáticos, puesto que ninguno es perfecto, por malos que sean los candidatos, algo tienen de bueno, a veces exponen razones en las que estoy de acuerdo, igual los candidatos honestos, por buenos que sean, algo tienen de malo, a veces exponen razones en las que no estoy de acuerdo. Los fanáticos no analizan, hacen campañas con odio, con memes groseros, (bueno, algunos son chistosos.) Lo mejor sería que de manera calmada y razonable se argumentara, sin calumnias, sin acabar con la imagen de los honestos, sin mentiras, sin amenazas de muerte a quienes dicen la verdad, que los almuerzos no sean para perder tiempo, que sean soluciones que mejoren las necesidades del pueblo, pero esto es apenas mi sueño, imposible de cumplir. En el transcurso del tiempo las ofensas, las discusiones, la grosería, las amenazas me estresan, me molestan, ver memes demasiado ofensivos y lenguajes groseros, agresivos y vulgares, de nada sirven, ¿para qué estresarme? ¿Para qué enfermarme?, nada gano, sólo resultan enemigos, ni siquiera gana el candidato que elijo. En conclusión: Es mejor vivir tranquila pase lo que pase, en mis manos no está arreglar un país destrozado. Creo que para participar y lograr convencer al pueblo de lo que mejor convenga, se debe estar totalmente empapado de cómo funcionan las actitudes gubernamentales, sus fallas, aciertos, sus errores, lo que callan, quienes son, si tiene antecedentes desconfiables, si hacen montajes, si son honestos, si son deshonestos, no es fácil saberlo, pero poco a poco algunos van descubriendo, no yo. Habrá otras personas jóvenes, con buenas oportunidades de investigar y destapar ollas podridas. Por mi parte cumpliré con investigar a los candidatos y dar mi voto por el mejor. Por ahora pienso que la guerra es guerra y todos son iguales. Bien dicen “Que el pueblo merece el gobierno que tiene.” Otros temas llegarán al rincón de mis reflexiones, como reconocer que no todos en mi país son personas malas, hay mucha gente buena, inteligente, exitosa, maravillosa, son la gran mayoría, gente que son orgullo de la patria, sobre los cuales me referiré en otros textos. Por ahora será esperar que no vuelvan trices los acuerdos de paz, que los inteligentes, que son bastantes lo impidan. Lejos de la justicia Pasará mucho tiempo viviendo injusticias ¿por qué? Porque los delincuentes de cuello blanco se deben favores unos a otros, entonces los agradecimientos entre ellos ponen en peligro el bienestar social, se desliza la corrupción, permanece el silencio y la justificación de la corrupción. Todo funciona con venta de imágenes mentirosas, eso sí que lo hacen bien, contando con ayuda de inocentes o ignorantes, o que saben cómo funciona el sistema de nuestro país, pero se hacen los bobos, porque si destapan las ollas de corrupción corren peligro de muerte con sus familias, o los desplazan, los calumnian para que sean odiados. Parece mentira que existan verdaderos artistas, capaces de vender imágenes mentirosas, lo hacen con tanta perfección que logran dominar y engañar a la gente con amenazas que no son verdad y lo peor es que el poder, lo da el dinero que roban. Es claro que con el dinero compran algunos medios de comunicación, cuyo compromiso es justificar, callar, ponderar a los corruptos con calificativos como, “el fulanito es transparente, es inteligente, no roba, no manda matar, no paga por su auto-secuestro”. Debe ser que pagan bien. Los delincuentes de cuello blanco no son muchos, son más los delincuentes comunes, pero muchísimos más somos los honestos, hay muchos colombianos sobresalientes, inteligentes, capaces de transformar el régimen, pero, por no ser adinerados, pasan por desapercibidos. Lo triste es que mucha gente cree sólo en lo que dicen los medios de comunicación, creen en esas imagines mentirosas inventadas y regalan sus votos, para después sufrir las consecuencias. Por desgracia falta reflexión e investigación, como también ser conscientes de la realidad. En Cuarentena Cambio total, sin empleada del servicio, sin visitas de familiares ni amigos, sin ir a la calle. ¿Qué hacemos? Nos levantamos temprano, exprimimos un limón en un vaso con agua y lo bebemos. Mi esposo hace el desayuno, yo hago aseo en el apartamento, con agua y jabón, limpio los muebles con alcohol, enjabonamos las manos y juagamos. Nos duchamos, vemos un rato tv. Recibimos y enviamos muchos mensajes en WhastApp. Alistamos vino y los ingredientes para hacer el almuerzo, mi esposo ve programas de historia, yo repaso en Duolingo idiomas, francés, inglés e italiano. A las 11 am empezamos a cocinar el almuerzo, todo compartido entre los dos: él hace sopa de avena y prepara pollo para mí y pescado para él, yo hago arroz, ensalada de lechuga con fruta picada, manzana, o durazno, o mora, bajos en nivel de potasio, los niveles altos hacen daño a mi esposo, entonces todo equilibrado. Una harina, verdura caliente y fría. Miramos en Googol la manera de cocinar, estábamos acostumbrados a visitar buenos restaurantes. Almorzamos, reposamos un buen rato. Edilberto lee bastante, yo un poco menos, más me gusta escribir, voy con dos temas, uno me está resultando extenso, otro corto. Caminamos por el apartamento más o menos media hora, hablamos sobre el tema de corona virus, hablamos por teléfono con familiares y amigos. Edilberto hace una hora de ejercicio, escuchando música clásica. Él es diabético, Epoc, hipertensión pulmonar. Se cuida muy bien, es alegre, le gusta la broma. A mí me da pereza hacer ejercicio, sólo sufro de hipotiroidismo, pero controlado y osteoporosis, nada más, me mantengo tranquila y en paz, adorando a mi esposo, mis hijos, mis nietas, mis nueras y queriendo a mis amigos. Valoro mucho lo que podía hacer antes del virus, pienso en los cambios, en los cuidados, en la economía, en los países afectados, en sometimientos tristes cuando fallezcan las personas, pero no todo ha de ser triste, hay que ocuparnos, distraernos y cumplir con los protocolos. Bueno ya les conté algo, espero que ustedes también cuenten, quizá sirva para aprender. Un abrazo para todos mis amigos virtuales. Lucy JABÓN Bendito jabón, eres destructor del corona virus matón Bendito jabón, eres salva vidas de humanos a montón Bendito jabón, eres aroma espuma y fragancia Bendito jabón, yo quisiera ser el mejor poeta, para escribir a ti el mejor poema Bendito jabón, vives continuo en manos de humanos Bendito jabón, te presentas en forma líquida, barra y espuma Bendito jabón, nadar y descansar en tu abundante espuma es gran sensación Bendito jabón, bañar el cuerpo sin ti, es como limpiar el cuerpo sin agua Bendito jabón, eres enemigo de la mugre, limpias ropa y todo lo sucio Bendito jabón, eres esperanza, ilusión y amor Bendito jabón, mereces agradecimiento, reconocimiento y amor Bendito jabón vive siempre, no resbales en protegernos Bendito jabón, te queremos, te necesitamos y te deseamos Bendito jabón, gracias, gracias, gracias mil. << Inicio < Ant.
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Fin >> Una nueva oportunidades una puerta abierta al futuro,una luz de amanecer,un día recien estrenadopara comenzar de nuevo. Imaginar un proyectode posible realización;iniciar la marchahasta el lugar deseadoes la ilusión del camino. La nueva oportunidadnos permite elegir,imaginar, crear, vivir,superar obstáculos,ponernos a prueba. Una nueva oportunidades la apertura a desarrollarla fuerza de voluntadque nos ayuda a sermejor de lo que fuimos. E.G.M. Sobre el blanco papelse expresan con letras diversasrazones y sentimientosde un ser del presenteque sueña futuros. Cuántos latidos vividos,suspiros al aire,anhelos soñados,luces de esperanzasdel ayer perdido. Cuántos fervoresde amor encendidoy gozo de besosen fugaz alientoy adioses malditos. Y cuántos sufrimientos y lágrimas negrasque hundieron al almaen las noches tristesque duraron siglos... Sobre el blanco papelcuántos latidos escritos,con dolor o gozo,en lejanos recuerdosde aquellos que se fueron. E.G.M. Abiertos están los caminospara poder elegir tu senda,y, aunque limitados por milcircunstancias adversas,siempre quedará un horizonteposible con el que soñar. Es cierto que elegir es privilegiode los que gozan de libertady que las alas del deseonecesitan un amplio cielopara poder volar. Pero siempre queda un aire,un paisaje extensoen los espacios del alma para salir de la cárcelque aprisiona los sueños,porque siempre es nuestroel reino sagrado de la libertaddonde nadie, nadiepuede encadenar los pensamientos. E.G.M. Tu sombra -siempre blanca- baila conmigo justo donde el mar se hace cielo, ahí donde posibles e imposibles fabrican los milagros y lo real no importa ser real; en donde las miradas son verdaderos versos y el punto ya no existe como punto final. La vida en si misma es un musical !! pero que importante es la nota en la que la debemos de cantar ¡¡sean vivencias de alegria en altas, o en bajas de tristeza y amargo dolor,debemos interpretar cada tema siempre, poniendo en nuestras almas la misma pasion...La vida por si misma ,como dije,...es una rapsodia escrita en versos de una cancionpero lo que nunca, nunca nos ha de importar, es si tenemos buena o mala afinacion...... ---------Democles------------- Paco Rubiales sintió tanta urgencia por acudir a la cita del dentista que se olvidó cerrar la puerta de su vivienda. El dolor de muelas estaba haciendo estragos en su cerebro. Así que, una vez que regresó al hogar, rápidamente supuso que alguien podría haber aprovechado la ocasión y entrar a desvalijarle todo lo que tuviera algo de valor. Sí. Alguien había entrado sin su permiso, pero encontró todo debidamente en orden y tal como él lo había dejado. Solamente supo que una persona extraña había penetrado en su bien ordenada casa, pues Paco era muy meticuloso ante el orden y la limpieza, por una nota escrita que encontró sobre el televisor. Tomó la hoja entre sus manos y leyó en voz alta ya que le gustaba mucho oírse a sí mismo para mejorar su tono de voz puesto que era vendedor profesional. - Gracias por haberme dejado entrar en tu santuario. Me llamo Rosa Morena y quisiera poder conocerte. Te propongo que nos veamos esta noche, a las diez, en el Restaurante "La Ocasión" porque quiero invitarte a cenar si es que no estás comprometido con nadie. Cuando me conozcas no te vas a arrepentir y perdona por mi atrevimiento. Aquella nota de una tal Rosa Morena que tanto ansiaba conocerle personalmente le dejó perplejo, por unos largos segundos, a Paco Rubiales que, de repente, comenzó a hacerse una idea propia de aquella situación tan singularmente rara. - Supongo que será alguna broma pesada de algunas de mis vecinas que saben que soy solterón empedernido y que no deseo formalizar ninguna relación con nadie porque soy huidizo y prefiero la paz interior antes que andar de aventura en aventura. Siempre he sabido que las rondas no son buenas y terminas por llorar. En un principio pensó romper la hoja y tirarla al cubo de la basura pero dudó y volvió a leerla. - ¡Caramba! ¡No parece ninguna broma pesada! Y lo que más me llama la atención es que me pregunte si estoy o no estoy comprometido con alguien. Se sentó en el sofá de la espaciosa sala-comedor y, en contra incluso de su propia voluntad, comenzó a imaginar cómo sería aquella persona que se llamaba Rosa Morena. Su primer impulso le guió a imaginarse una flamenca, una sevillana o una malagueña, amante de las bulerías y los fandangos. Su segundo impulso fue descartar cualquier supuesto y olvidarla. Pero el tercer impulso fue mucho más poderoso; así que se abrigó con su trinchera de color caqui y salió caminando hasta el cercano Restaurante "La Ocasión". Llegó una hora antes de las diez de la noche y, para que el tiempo pasara sin ponerse nervioso, después de que le sirvieran la copa de coñac que había pedido, comenzó a razonar a manera de filósofo existencial puesto que la filosofía y la existencia eran dos temas apasionantes para sus reflexiones diarias. - El miedo a perder en los asuntos amorosos son, en realidad, los grilletes de mis pensamientos. Recordó rápidamente a Epicuro: "El cuerpo, en los lances de amor, es parte indispensable del alma". ¡El cuerpo! ¡El alma! ¿Cómo sería la mujer que le estaba haciendo recordar que un cuerpo sin alma es lo más parecido a un vacío insustancial? ¿Sería lo insustancial el problema verdadero de su soltería a pesar de que estaba a punto de cumplir los 36 años de edad? También recordó una frase que había leído en alguna ocasión aunque no supo responder en dónde: "Nadie puede ser perfecto, y siempre cometeremos errores, así que si tus exigencias están muy elevadas, el problema no es el amor sino tú". Se asombró verse a sí mismo como personaje diletante puesto que siempre había cultivado, acerca del amor, una actividad de manera superficial o esporádica. ¿Sería aquella desconocida que estaba a punto de conocer la causa primordial de un cambio en su vida? Paco Rubiales no era rubio, tal como parecía suponerse conociendo su primer apellido, sino de cabello muy negro ya que era un nativo de Guinea Ecuatorial que se había instalado en Carmona con su negocio de venta de automóviles. En la ciudad de Carmona, en aquella Sevilla alegre y pìntoresca, él era un hombre de piel negra que se sentía satisfecho con su soledad. ¿Admitiría por mucho más tiempo aquella soledad antes de llegar a la significativa situación de convertirse en cuarentón sin descendencia alguna? Estaba meditando en estas cuestiones cuando entró en "La Ocasión" una mujer de cabello rubio platino, y piel tan blanca como el mármol, que se acercó a su mesa. - ¿Eres tú Paco Rubiales? El sorprendido solterón de orígenes africanos quedó estupefacto. - ¿Eres tú Rosa Morena? - Me ves tal como soy. Una islandesa que busca el calor de algún ser humano que suspire por la valquirias. - Reconozco que no eres lo que yo pensaba pero sí... yo soy Paco Rubiales... Ella se sentó frente a él y sonrió antes de hablar. - Reconozco que he sido muy atrevida, demasiado atrevida, porque siempre he creído que el amor está por encima de cualquiera de nuestras previsiones. - Lo que no comprendo, a primera vista, es que te hayas decidido por mí... - Escucha, Rubiales. No soy producto de mis circunstancias, soy producto de mis decisiones tal como dijo Stephen Covey. - ¿El licenciado, escritor, conferenciante, religioso y profesor estadounidense? - Sí. Y supongo que no serás de esos misóginos que tienen miedo a las mujeres intelectuales. - Yo sólo vendo ocasiones... - ¿En forma de oportunidades? - Sí. Pero sólo son automóviles nada más. - ¿Y podrías darte una oportunidad de no vender sentimientos sino de apropiarte de uno de ellos para un futuro total? El ecuatoguineano Paco Rubiales supo, rápidamente, que aquella mujer no solo había entrado sin permiso en su vivienda sino que también lo había hecho en su corazón. Voló la palabra aleteando buscando dueño, filtrándose en mentes pensadoras, cada intelecto estaba anegado, sin asimilarlas, las desconocían y las apartaban presurosos como si fueran moscas o algo contagioso. algunos las acariciaban guardándolas, olvidadas en un cajón, otras fueron dormidas en bibliotecas, algunas fueron depositada al borde de una ventana, saliendo despedidas por el viento. Así llegaron a un lugar remoto perdido entre montañas y lagos, al fin encontró quien las apreciara y las tomara prestadas, esparciéndolas por todo el universo, ahora es de todos y de nadie, salvo un escrito que creemos nuestra propiedad, despertando intelectualidad en quien las necesite. Personas de todas las edades transitaban las calles de un pueblo bastante atractivo y pacífico como mar con olas ausentes; excepto los fines de semana, esas 48 horas sí que son agitadas. Unos pasos más, otros menos; risas, comentarios, quejas y llantos de infantiles; el sonido de los buses y su música parlante, el tubo de escape resonando por doquier; un día que se convirtió en víctima del sol radiante y una suave brisa… Así transcurría un domingo para una joven universitaria que, mientras la mayoría disfrutaba de un paseo, ella construía sus minutos laborando en una tienda de zapatos. Ese día para ella era como un panadero en diciembre: no paraba de trabajar. Su jornada de medio día se tornó llena de clientes en busca de algo que adquirir, sí, porque muchos se iban con las manos vacías luego de hacer correr como ratón a su vendedora; eran pocos los que compraban el calzado ideal que cubriera sus expectativas o necesidades. Lo cierto es que el domingo laboral para esta chica terminó de una manera asombrosa, desde la visión de su propio mundo. El miércoles que precedió a ese fin de semana, la adolescente de cabellos castaños pidió permiso a su jefe para comprar la merienda en un sitio aledaño a su zona de trabajo. Segundos antes de pisar la entrada del establecimiento, bajó su mirada rápidamente para admirar a un perro de pelaje canela que se encontraba reposando en la acera; tenía aspecto de obrero después de haber trabajado bajo el sol. No era para menos, su lengua expresaba cansancio, otorgaba - a cualquiera que lo mirara - indicios de dolor; jadeaba sin parar. Cuando los ojos nobles de la fémina ven tal aspecto, tardó solo segundos en recorrer el cuerpo del canino en búsqueda de lo anormal, momento en el cual descubre con desdicha que una de sus patitas rogaba ser curada: sus almohadillas grises se hallaban desprendidas, mostrando el color rojo del interior. Con la mente perturbada, entró a comprar su tentempié recorriendo los pasillos y anaqueles con aquella imagen que quedó grabada en sus entrañas. Su cariño por los animales es inmenso, y situaciones como ésas la desconsolaban. Al salir del supermercado, parece haber atado sus párpados a su frente. No bajó la mirada para evitar chocarla con la lesión del desamparado. Después de varias lunas, esta delgada mujer logró olvidar temporalmente esa amarga experiencia; pero llegó aquel domingo soleado y lleno de trabajo, día en el cual, justo en la acera de la tienda, se posó aquel canino tal cual escultura esperando ser admirada, aunque lo que llamaba la atención de los transeúntes era su herida, no su imagen. Este fue el momento que la chica decidió sacar del dolor al animal de cuatro patas, bueno, de tres para ese instante… No pudo contener que algún integrante de la sociedad no ayudara al indefenso en esos cuatro días que pasaron; otra razón más para asistir al peludo. Era hora de actuar: aun dentro de su horario de trabajo, llamó a un representante de alguna fundación animal, un hombre ya de canas y aspecto de papá cuidando su hogar, pero no era así, también socorría a los animales en situaciones críticas; esto era parte de su vida. Todo parecía fácil, pero dentro de la solución nació un inconveniente. La moza debía llevarse al perro hasta su casa, y ¡vaya que era grande!… no era un pinscher como para trasladarlo en un bolso, o en el regazo. El señor de 57 años podía atenderlo pasado el mediodía (tiempo en el cual ya la muchacha desesperada no estaría en la tienda). Pero esto no era problema para esta animalista, ella sin pensarlo dirigió sus pasos a una charcutería y, emocionada por ayudar al can, compró suficiente jamón con la intención que el perro se fuera tras ella, y así fue… Se aproximaba la hora de cierre, y con ella la angustia de trasladar al herido varias cuadras más adelante, con un sol que amenazaba a aquél que no escogiera la sombra como el mejor lugar para caminar en esa fracción del día. Se cerraron los locales y empezó para esta chica el rol de rescatista. Antes de abandonar el lugar de trabajo, el hijo de su jefe le gritó desesperadamente a cierta distancia y con mucho afán que nombrara a este bello animal “Yoker”, y así fue bautizado. El niño estaba maravillado con sólo saber que alguien ayudaría al pobre animalito. Comenzó la travesía, los dos recorrían poco a poco las calles, atrapando la mirada de aquellos que veían ese tipo de acciones poco comunes, que muchos admiran pero se cuentan quienes se atreven a realizarlas. Fueron minutos de resistencia para el peludo color canela, su pata ya figuraba el tamaño de una manzana; la inflamación y el dolor hacían vida en ella; esto hacía que la mantuviera al aire y en consecuencia nunca la afincó durante el camino. El jamón era su motivación, era su foco para seguir; acompañado de caricias y buenos gestos que generaban confianza en él para seguir con la joven bondadosa. Al fin llegaron a casa Yoker y su salvadora. Cansados por el sol de mediodía, se sentaron juntos en la acera del frente, refugiados en una buena sombra para esperar al cortés hombre que curaría la herida. Cuando llegó, pudo con la chica tratar al canino y aplicar todo lo necesario para su cura. Apenas terminaron, Yoker se tendió por completo en el cemento y sólo su imagen reflejaba tranquilidad, una armonía que le había sido arrebatada a causa de la fuerte lesión que puso sede en una de sus patas. Luego de unos minutos, el perro se marchó con la gratitud en la frente y un andar pausado, ya no agotado como un obrero. Las cosas surgieron maravillosamente, como si se hubiesen planeado. El perro fue curado y su prolongado sufrimiento exterminado; la impotencia ante tal situación fue derrotada y tres corazones experimentaron elevada dosis de alegría. El representante de la fundación cumplió con su trabajo, la chica gozó de dicha al ver el cambio de ánimo del canino y, el perro, irradiaba con sus ojos una inmensa gratitud por quienes lo socorrieron. Días después, estos dos individuos se encontraron para curar por segunda vez al canino, resultó un éxito. Y así fueron las siguientes curas. No fue fácil para ellos encontrar al perro cada vez; primero la chica debía ir y comprar algo de comida para ganar la cercanía de Yoker y, posteriormente, poder aplicar el tratamiento junto al cincuentón animalista. La felicidad se apoderó de esta chica al darse cuenta que desde un principio su destino era ayudar al can, sólo faltaba una señal para darse cuenta que se convertiría en la heroína de este bello animal. Aquel domingo el perro la buscó, y se posó en su frente para decir que aun seguía luchando por su existencia; sólo esperaba que le tendieran una mano. Hoy por hoy, Yoker hace vida en una esquina donde venden comida. Parece que desde un principio el canino ha sabido escoger el lugar... Tierras. Nubes. Océanos. El intenso clamor de un cielo azul limpio y descontaminado. La belleza de la vida con todo su misterio penetrando en la intensa atmósfera de la luz. Sueños. Hay algo en el planeta terrenal que nos acerca a todos los seres humanos para alcanzar la utopía de la victoria que nos convierta en hermanos de una sola patria. La naturaleza humana se empeña en batallar contra los imposibles. Las guerras -esas nefastas guerras de la historia del pasado y del presente- deben ser ya pesadillas enterradas en el olvido. Debemos dejar que el sentimiento racional nos convierta en los heroicos herederos de un paraíso cuyas sombras nos cobijen y nos unan de corazón a corazón. Podríamos hasta escribir una oda para gritar que sí podemos entendernos porque hay un idioma universal que nos nace dentro del alma y nos guía a las lágrimas y el dolor, pero también a la alegría y la felicidad. Solo necesitamos entrar en el epicentro de nuestros corazones para sentirnos, ya definitivamente, hombres y mujeres con la belleza de un solo canto: escucha hermano y hermana la canción del nuevo día en que todos seremos humanos. Busquemos ese nuevo día y quizás logremos entendernos al concentrarnos en un solo y cercano planeta universal donde todos vivamos con la esperanza de un mundo mejor. Cuando comprobé que no existen aves guías inmortales creí haber elegido ser un pájaro huérfano que con las alas plegadas se dejaba caer. El tiempo me enseñó que no existen pájaros sin lastimaduras y que los que realizan los mejores vuelos son los que aprenden a llevar consigo el dolor sin darle combate. Me enseñó también que en los puentes de salvación siempre existen tablas sueltas y que el único soldado que las puede reconocer es uno mismo.Dejé de necesitar hacer pie en la fragilidad de otro y salvarlo para comprobar mi propia capacidad de resistencia ante la adversidad porque mostrarme débil ya no me importa.Solté el afán absurdo de ser una semirrecta impaciente con vocación de empuje y resistencia desde que comprendí que soy un punto en la grandeza de la vida, un punto que puede detenerse y que detenerse no es necesariamente morir. << Inicio < Ant.
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