Que te cambien la vida, puede ser sencillo. Para aquellos poderosos rayos que van dirigidos al mas allá contaminado por suelos grisáceos y malditos, llenos de oros. Más sencillo pudo ser para aquel que acabo con tirar al cielo, lo que el suelo no recibió y el mismo cielo se hizo cargo de acabar con la vida como si fuera un papel que a llama lenta se pierde en sí mismo.