• Marlene Zabala
MeySolari
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  • País: Argentina
 
Sentada en mi butaca tomé el libro dispuesta a leerlo. Ya en mis manos, su cubierta de oro me cortó profundamente el pulgar y mi sangre comenzó a brotar por la herida. Tuve la urgente necesidad de succionarla, sentir su salino sabor en mi garganta, pero el sol se asomaba por detrás de las montañas. Afligida no tuve más alternativa que volver a mi ataúd.
Microrrelato I
Autor: Marlene Zabala  159 Lecturas
Nació una tarde y estrenaba el año. El calor que se sentía hacía las cosas el triple de insoportables, pero eso no era responsabilidad suya. Dos personas así lo habían elegido.Decidieron cómo iba a llamarse y, tal como curioseó, a pesar de la corta edad de sus progenitores, su nacimiento no fue un imprevisto. Vino a este mundo a darle solidez a un amor que sus abuelos catalogaban de erróneo, absurdo, imposible. Parece que el vientre del que provenía no era digno de ese hombre, por eso se hizo cuanto estuvo a disposición para intentar separarlos. Sin embargo, esa nueva creación les sirvió para abandonar sus respectivos nidos e ir formando el suyo. Los recuerdos del fruto se hicieron nítidos y claros a partir de su duodécima primavera. De sucesos anteriores puede recordar poco y nada: algún juguete que amaba demasiado, el día en que su madre le cortó asesinamente el pelo tan largo y lacio que tenía, alguna ropita linda, cómo le decían que tenían que sentarse las señoritas, como lloraba cuando no podía ir a la escuela, alguna cachetada que cruzaba dolorosamente su rostro... Cuando comenzó a desarrollarse mentalmente, cambió su mirada hacia todas las cosas y personas que la rodeaban. Se dio cuenta de que una etapa valiosa se estaba perdiendo, pero que en cambio ganaba en descubrir qué significaba elegir, qué era sentirse decepcionada, triste, rebosante de felicidad, ser solitaria, limitarse en determinadas cosas, tener en cuenta la mirada del otro. Cuando ese amor que ella había venido a afianzar y prometía eternidad se terminó, vio claramente la cara de superioridad y regocijo que su abuela no podía disimular. Será por eso que ahí mismo decidió que una distancia atroz se iba a interponer entre ellas, que esa mujer no iba a ser jamás un modelo en su vida.Su mamá no era muy diferente, pero rompiendo con la racha de las mujeres de su familia, implícitamente sí se convirtió en diferentes modelos a seguir: qué ser y hacer, qué no ser y no hacer. Tal vez por sufrir el violento desenlace de la alianza de sus padres, estructuró su vida alrededor de una convicción: jamás tener que depender de ningún hombre, nunca dejar que sus días giren alrededor de otra persona, sino de si misma, su trabajo, su capacidad, formación, principios, valores, ideologías, pensamientos. Será por eso mismo que tiene la certeza de que nunca sintió pleno amor por otra persona. Seguramente sí se lo hayan profesado, pero para ella no fue suficiente. Lo que hoy si sabe es qué significa en su ser la palabra amor: sentir admiración por otra persona, dejarla crecer, ayudarla, eliminar cualquier límite, respetarla, expandirla, desarrollarla, mirarla y sentir como se hincha el interior con el beso más fugaz. También quizás es que eso espera que hagan con ella misma. Sin embargo, contrariamente a lo anterior escrito, ha dicho te amo una vez. En una única oportunidad pensando que así era en realidad, pero cuando se terminó esa etapa se sintió falsa, mentirosa. Y no pudo evitar sentir eso por todos, vio como la gente se llena de palabras que tal vez no perduren en el tiempo, vio como hay quienes toman situaciones y dichos tan a la ligera, sin tener en cuenta siquiera su importancia. Ella está segura de que la sofisticación más grande de una persona es la sencillez, la humildad, la generosidad y todavía no se ha topado con esa combinación. Y aunque estas características sean tímidas y no afloren, están en su interior. Lo que ocurre es que no le gusta quedar al descubierto delante de cualquier persona. Hoy escribe porque siempre consideró que se defendía mejor así, seguro por eso rotundamente supo que se iba a inclinar por las letras, la lectura, las producciones escritas, historias, autores. No se jacta de hacerlo bien, solo dice que lo hace. Además también sirve este ejercicio para el autoreconocimiento y el que provenga de los demás. Ella es enteramente un producto de la mirada ajena. Ella ES porque hay otros que la piensan de una determinada manera y la configuran a su antojo.
Cuando yo si, vos no. Y viceversa.Que enredo deliciosamente sensual.
Embrollos y fatos
Autor: Marlene Zabala  156 Lecturas
Estrené el amor con vos, ese que nadie podía suscitar.Lo tuviste todo, puro y completo, pero no lo supiste manejar.Me quemaste la cabeza, me llenaste de sermones,obligaste a mi boca a hablar, aún cuando ella quería escapar.Me tapaste de sin sentidos que acabaron con mis luces,me torturaste hasta hacerme creer que toda mía era la culpa.Hoy me distancio y estudio el asunto con detenimiento.Veo con claridad cuanto me duele alejarme,pero entiendo que es lo mejor que puedo hacer hoyy estoy segura de que jamás voy a lamentar mi labor.  
Fin.
Autor: Marlene Zabala  154 Lecturas
xxxxxxxx 
Destellos
Autor: Marlene Zabala  152 Lecturas
Soy un ser imperfecto en un universo perfecto.Soy un ser finito en un universo infinito.Soy un ser mortal, lleno de angustias y miedos.Soy un ser simbólico que a pesar de conocer su finitud busca ser recordada en su paso fugaz por la existencia.Soy un ser que manifiesta pensamiento y albedrío, que se permite dudar y cuestionar aquello que le muestran como absoluto.Soy un ser autónomo. Siempre pensada, jamás interpretada.Soy propietaria. Mis ideas son mías y las comparto. No las regalo, no las descuido, ni las olvido.Soy una realidad concreta, aquí y ahora. Puedo observarme, puedo reconocerme, puedo diferenciarme.Me aparto de la manada y pertenezco a mi misma.Esta soy. Incomprendida, sobreestimada, perfeccionista, subestimada y tildada de complicada.¿Y vos quién sos?
De mi Pueblo me gusta el otoño,el asado de los domingos,el almacén, los pasajes de tierra,las sombras y el andén.De mi Pueblo me enamoran sus aromas,su oscuridad, su genealogía,sus murmullos y sembrados.De mi Pueblo me deleita su espesura, su calidez,sus tradiciones y sencillez.A mi Pueblo lo admiro con ojos inquietos, soñadores.Lo transito con paso tenue, lo atesoro en el recuerdoy lo torno lo más preciado.
Cortinez
Autor: Marlene Zabala  141 Lecturas

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