Tiempo al tiempo, dale al lamento, que de la oscuridad surgió. Clavado en tu mirada no lo quise ver cuando me vino convencer. Por eso ahora, pienso sentado como me lamento. Del olvido que sentí al ver a tus ojos ir en aquel oscuro venir. En aquella noche sin luna no lo vi venir lo que ahora lamento. Lamento no haberte mirado, lamento no haberte escuchado, lamento no haberte besado, lamento no haberte deseado, pero sobre todo lamento, no haber luchado, por esas miradas, por esas caricias, Y por esos beso que podrían haber sido para mí.