Jun 16, 2011 Jun 14, 2011 Jul 21, 2010 May 05, 2010 Yamil agregó un nuevo comentario al texto sda May 03, 2010 Yamil agregó un nuevo comentario al texto ds |
Quizá comenzó como una simple búsqueda de un nuevo y fresco capricho. Capital mayúscula comienzo de aquel amor, una carrera de a dos con nuestras calles como pista y la esquina como línea de meta. Y de premio la luna, tan hermosa e histerica como la mujer que es, que ni siquiera se presentó aquella noche. Una excusa de danzas y lluvias para llevar a cabo aquel inicio tan mágico e irreal, terminó siendo un clásico y un hito en la historia de nuestros corazones, o al menos el mío. Y nuestras manos que se encontraron y nuestros brazos que no podían soltarse y nuestras bocas enfadadas con el reloj que te llamaba a tu rutina y anulado mi sentido de supervivencia, me separé de vos olvidandome una parte de mi ser que al final jamás pude recuperar. Luego fue tiempo, fueron meses, fue pasión, fue pelea, fue amor y desamor y no tanto amor, y amor de veras, y amor de mentira, y amor que era odio y odio que nunca era amor, cartas y otra carta, y amor que existió y no existió. Luego montaña rusa, vacaciones, amor, menos amor, pelea, cuervos y buitres y drogas y mujeres y hombres. Y mucha locura y entrega, descubrimiento, perdon, mas odio que nunca. Menos amor que jamás, mas amor que el de dos humanos, menos que el de dos infelices. Y el dolor, tanto que no se puede explicar. Y la verdad, tanta que no se puede reproducir. Y el odio, tanto que no lo puedo entender. Antiguos habían predicho, sabios lo habían confirmado y luego un mentiroso se llenó de dinero con aquel veintiuno que fue fin de un mundo al menos. Y el rencor no vino a cenar ni se quedó a dormir, y Barrett que suena en unos auriculares, lejos de aquellas miradas que no sirven en la vida real ¿Real? ¿Vida? Qué conceptos che, qué conceptos que manejamos con tanta soltura que cualquiera podría adivinar que sabemos de qué carajo estamos hablando. O quizá muerte e impuestos y cornamentas, tan inevitables como una mermelada untada en un pan y aplastada contra el suelo, luego de una vil caida seguida por un giro que indudablemente había sido pronosticado por la ley de la mala onda. Pero es mas facil, siempre será mas facil hablar de muerte en lugar de vida. Es decir, ¿Qué tan facil es vivir? ¿Qué tan facil es morir? Nada facil, demasiado facil en respectivo orden. Uno necesita solo de un gatillo, una cuerda, una pastilla de más, un salto, un filo. El otro precisa de tiempo, de amor, de amigos, de enemigos, de familia, de ganas, de sexo, de dinero, de alimento, de música, de cine, teatro, agua, celulares y falsa conciencia burguesa de pantuflas y café caliente. Y la desición esta vez, fue terminar con muerte y no con vida. Era mas eficiente y menos confuso. Tan lineal como tremendo, un puf! y a otra cosa mariposa. - Ya que voy a perder el tiempo, voy a tratar de ser original e ilustrativo, para variar digamos. Antes que nada, me gustaría comunicarles que me considero una contradicción; y confiando en que no van a marcharse justo ahora y mucho menos, sentirse estafados por quien tiene el honor de encontrarse frente a ustedes hoy, mis estimadísimos, me limitaré a proceder como es debido y sin prisa ni letargo, explicarles a que me refiero específicamente con la sentencia que hice recaer sobre mi persona momentos.Mi frente, que siempre tan alto me esmeré en llevar, hoy reza "inocente" de lado a lado. Los hechos de la pasada noche fueron solamente una serie de inconvenientes endulzados y aderezados por mala suerte y una pizca de fatalidad. Espero que su señoría se encuentre ansioso de escuchar mi versión de la historia, "la pasada noche narrada por el supuesto criminal" (lejos de mí aceptar tales acusaciones que se han hecho en mi contra) mas allá de las supuestas y rotundas pruebas con la que cuenta el señor fiscal. Asi que, con su aprobación, empezaría con mi defensa, en primer lugar, exponiendo que...- No a lugar.- Interrumpió, entre bostezos, el Juez. Y el silencio a continuación solo fue turbado por el filo cortando el aire, haciendose paso entre la carne para reunirse con el sordo y contradictoriamente sonoro ruido del impacto con la madera. Un celular. Un celular que ahora se estrella con la pared y se desarma. Entonces tenemos, un celular que se estrella contra la pared, se desarma y se rompe. ¿Y ahora? Un frasco. Un frasco que se cae al piso y vuela en mil pedazos. Y el florero. El florero que hace equilibrio sobre el celular que esta apoyado en el frasco. ¿Vas entendiendo? Si, si. Estoy tomando nota. Entonces, un celular que se estrella contra la pared, se desarma y se rompe, por otro lado el frasco y ahora el florero. Florero que hace equilibrio sobre el celular. Y el agua del florero. El agua que se derrama sobre el celular que deja de funcionar. Huellas, hay huellas en el piso, huellas de barro, huellas de botas con barro. Hay barro y huellas y el celular. Celular que se estrella contra la pared, se desarma y se rompe. Deja de funcionar. Ahora no puedo llamar ¿A quién querías llamar? A nadie, a nadie en particular, pero me gustaría tener el poder de llamar si asi lo quisiese. Ok, no importa. Ahora ruidos, ruidos de motores, muchos. Muchos motores de motocicletas, motocicletas que esperan en la calle, en la vereda. Cuero, cuero en las camperas, huellas en la casa. Entonces tenemos un frasco, un frasco que cae al piso cuando llegan los motoqueros. Motoqueros con botas. Botas, barro, huellas. Motos, motos que hacen ruido. Golpean la puerta, tiembla la mesita. Mesita, mesita y florero, y frasco, frasco que se cae al piso y vuela en mil pedazos. El frasco está en la mesita. El florero está en la mesita. El celular está en la mesita. Golpean la puerta y la puerta tiembla. El frasco cae al piso y vuela en mil pedazos, el florero pierde el equilibrio y derrama su agua sobre el celular. Tiran la puerta, hombres en mi casa, huellas en mi alfombra, huellas de barro y botas. Quieren llamar, tratan de usar mi celular, mi celular no anda, el agua del florero se encargó de silenciarlo para siempre. Motoquero, motoquero grande y cabrón que arroja el celular contra la pared. Se desarma y se rompe. Motoquero se va, sus amigos se van y quedo solo. Con huellas en los pasillos y mi frasco roto. Está todo roto y sucio, no puedo escribir. Me cuesta escribir nervioso. Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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