El mundo está en blanco, el solo gira entorno a él y así el espacio se hace inmenso, como este centro, estamos parado uno al frente del otro, pero con miles de kilométros en medio, si pudiera regalarte el cielo para que allí te encuentres, para que tomes tus penas y las encierras en una cajita, que tomarás tus sonrisas y me las dieras con palomas mensajeras. Nos hemos salido de lo ordinario y, nos sometimos a lo especial, en hacer cada momento sencillo en algo extraordinario, ahora, ¿serías capaz de retroceder las caídas y llevarme de nuevo al cielo? -Se siente cansada, despertar entre la monotonía del mundo en que está, sabe que este no se detiene, que debe levantarse y enfrentarse, en luchar como una guerrera contra todos los monstruos de su infancia, de los de cara espeluznante que yacen bajo su cama, hasta los que se esconden en el armario, pero sabe que cruzando la calle, allí se encuentran los peores. Le estamos temiendo al mundo y a su vez le tememos a las cosas que nos hacen feliz.-
Cariño, tu sonrisa se tiñe de negro, desde nuestras ultimas cartas, el invierno ha llegado muy rápido. "El viento cubre mi rostro, el amanecer me ha perseguido y unos pequeños caracoles rodean mis zapatos, me he puesto a pensar en todas las cosas que he perdido, pero no puedo detenerme en lo que mi cabeza ya ha dejado ir, no sé que hora es, que la marea ya comienza a subir, el cielo aún está rojo, los colores no están siguiendo el protocolo de los días, ya no llevo mis zapatos, la arena parece ser tan suave ¿Por qué el mar me parece tan hermoso? este silencio, en donde solo se adueña este sonido, nada interrumpe su sincronía, miro hacia atrás y mis huellas parecen alejarse cada vez más, no estoy triste por ello, por haber avanzado más que nuestro amor, haberme alejado lento, sin consciencia del sufrimiento. Llevo un libro en mi mano izquierda, sé que si lo comienzo a leer, llegaré al final de él y necesito que dure, que aunque la historia sea predecible, que los diálogos sean intensos, pasará y llegará a su fin, como nuestra historia. No quiero que pase, que el tiempo parezca detenerse unos breves instantes y luego todo marche a prisa". Cierro los ojos, te estoy viendo caminar, caminar de la mano con alguien más, a decir verdad, no estoy en el mar, sino, en el trabajo, no puedo concentrarme en el informe que debo entregar, ni dedico suficiente tiempo a mis libros, ni a mi gato, tengo miedo de que ellos también se olviden de mi.