Hoy te dejé ir , en contra de lo que siempre pensaba, porque reconocí al amor de nuevo. Admito haber sentido nostalgia cuando sin entender cómo de mis labios nacieron palabras que creí vectores de único sentido. Fluyeron cuando entre sus brazos el sudor provocó fríos que arrinconó nuestras almas; sin preámbulos mientras mi cabello jugaba entre sus dedos y la sonrisa se dibujó espontánea.Tú, testigo silencioso, te soltaste del abrazo débil que mantuvimos para festejar desde donde latirás siempre, en ese espacio privado que ocupas como un centinela fiel que ya no cobra sueldos. Sabes que esta vez mi corazón no miente porque lees la historia nueva que escribo sin tantos adjetivos y por mi letra tranquila adivinas esperanzas en los párrafos lentos. Hoy me sueltas y te dejo ir porque comprendí que no existe vida sin lágrimas.