Hay tantas cosas que se podrían calificar de "placenteras", que parecería difícil resumirlas en una sola palabra, y por muy vanal que parezca, y con el conocimiento de que no soy el indicado para generalizar sobre algo tan delicado como lo son los placeres del ser humano... Me siento casi que obligado, empujado a redirigir cualquier palabra que se relacione con el placer, la noche; ¿y cómo no? Si sólo con relacionarla con el periodo de sueño (algo muy relativo) ya no tendría necesidad de algún otro argumento, pero es que una cosa tan sublime cómo el periodo comprendido entre el crepúsculo y el alba no sólo puede ser catalogado cómo la hora del sueño.Continuará...