Poco a poco me estoy dando cuenta de que a la única persona que engaño cuando no digo la verdad es a mi misma, intentando hacer desaparecer las cosas que rodean mi vida. Todavía vomito de vez en cuando, y he tenido muchos pensamientos suicidas, pienso en dejar de comer día sí día también. He estado apunto de recaer en los cortes miles de veces y me he contenido por mis padres, porque no quiero que lo pasen mal viendo como su hija se autodestruye. No estoy bien. Hay veces que no es que esté triste o contenta, básicamente es que me siento vacía, y es una sensación un tanto desagradable. Ver como nada te hace ilusión, que tus amigas salgan a la calle y tu prefieras estar estirada en la cama es muy frustrante. A veces deseo volver a ser la misma niña de hace unos tres años, que estaba feliz, agusto con su vida, con sus buenos y malos días, pero al fin y al cabo agusto. He intentado llegar a la conclusión de porqué a mi falta de autoestima, si al fin y al cabo no soy tan fea, ni soy tan gorda, porque aunque suene mal, sí, hay gente peor, pero yo noto que cada gramo de comida que pasa por mi esófago se convierte en 20 kilos de grasa. Sí, soy consciente de que tengo alguna que otra cosa buena. Soy bastante ordenada, perfeccionista, no me considero desagradable, y soy amable e inteligente. Pero cuando pienso en todo esto también llego a la conclusión de que soy fea, gorda, no soy cariñosa, que siento que no valgo para ayudar a los demás, que si saco menos nota de la normal siento que mi vida está decayendo aún más, que a veces me da la sensación de que sobro en este mundo, que soy muy pesimista...No voy a decir que no puedo mirarme al espejo, porque no es cierto, pero reconozco que muchas veces he llorado ante el espejo como una tonta, me he mirado los cortes miles de veces y me los he pellizcado sin saber un por qué, he intentado mirar desde varias perspectivas la manera de verme más delgada, y me he sacado defectos automáticamente. Todavía me sigo sacando defectos después de tanto tiempo de sufrimiento. Hay veces que no puedo ni llorar, y lo único que me ayuda es leer para calmarme, hablar con alguien, ver la tele o escuchar música; hasta hacer deberes. Lo mínimo para distraer mi atención.También me pasa que intento ocultar lo máximo mis sentimientos, y lo hago con tanta fuerza que a los dos días me entra un bajón impresionante. Y la gente me dice que soy bipolar, que sólo quiero llamar la atención, cuando realmente no saben lo que estoy pasando. Se creen que cortarse es algo normal, que pensar cada día en suicidarme es algo normal; total, es la edad del pavo y todos los adolescentes pasan por esto. Pero no pasan por tiempos de: me corto tan profundo que quiero llegar a rozar mis venas, me tomo pastillas para matarme aunque salga mal, me intento ahogar, me intento desangrar en la ducha, me quemo los nudillos frotando y frotando, intento matarme vomitando, dejando de comer durante 3 días o tomándome 20 laxantes, a ver si se me destruye algún órgano y por suerte estoy muerta. Probablemente mucha gente va a pasar por alguna cosa parecida, pero ¿con 15 años? Bueno, estas cosas me pasan desde los 13, no sé qué es peor, y empecé a dejar de comer a los 9 o 10 años, ya he perdido la cuenta. Ojalá hubiera una poción de la felicidad, que llenara mis carencias emocionales y pueda ser la chica que quiero y siempre he querido ser.