En una carreteradonde el asfaltono pareciera tener fin,el aire del desiertoespanta a una iguanaque dormía solazada en su vera,El desierto en sus costadosimanta con su magia de la ausencia.Metálicos colores del atardecercubren los cerrosy los cactusque parecen dedosrasgan el cieloy auguran la huida final.En el sur también existe el desierto.La vacuidad extrema,que los ojos llegan a herirpara alcanzar el horizonte.Allí un zorro te mirasoslayando lo que escondes en secreto.Y el frío bajo cero de sus nocheshielan hasta las esperanzas.Huyo en ti,detrás de una camioneta,abrigada de tu aliento.me dejo atrapar en esta velocidad.El fuego de la huida nos alberga.
Maribel
hace mucho... Creo que ya era
hora de dartelo a saber..
Saludos cordiales.