A través de la piel de la memoria,de los vientos alisiosque empujan la historia,nos llegan a las manos blancos narcisos.Blancos narcisos empapados en sangreque nunca seca,legendaria maldad de lo que ardeen fría estepa...el corazón del hombrey su creador miserable. 25 de octubre de 2012. Carla J. Mumbrú.
Apenas un mareoy nada más que un mareo,al principio,unos instantes en que duda el cuerpo,luego la normalidad llegacon todas sus luces.Apenas un cuerpo socialpadece un escalofrío,y un forastero es golpeado.Solo ha sido uno y en un lugar concreto,tras esto seguimos andando.Apenas solo un pequeño partidoque nace entre ignorantes y resabiados,pero con cuanto dinero cuentan!para expandir su racismo envenenado.No nos preocupamos: Son cuatro animales,decimos.Pero en cada familia habitauno de estos fantoches.Y así...sin querer darnos cuenta, haciendo ver que dormimos,siguiendo abiertos y progresistas,con amigos de todos los colores y tierras,en Francia expulsan a gitanos rumanos,en España a subsaharianos,en Italia los lombardos no escondensu xenofobia desde hace años,en mi tierra siempre se despreció a los castellanos...En Europa soplan nuevos vientosdecimos,y asombrados nos quedamosante asesinatos en las tierras nórdicas,las que tenemos como más avanzadas,cuando en Grecia surge con la violencia del nazismoel grupo de matones Alba Doradaque a sus votos añaden armas. Apenas un mareo,un mareo en el principio...y ahora ya padecemos ese vértigo asquerosode la historia que nos revuelve. 22 de octubre. Carla Mumbrú.
Como todo hombre busqué la verdad, Sin encontrar nada. Luché toda mi vida por verla; Pero me di cuenta que nada es mío. Emprendí un viaje, Basándome en mis deseos. Sufrí desprecios, hambre y sed; En lucha comprendí que nada es mío. Busqué un corazón que me Diera la emoción que quería, Lo encontré, lo tuve y lo tiré, Y comprendí que nada puede ser mío. Al verme solo y sin nada En mis manos, lloré, Como niño Lloré, y comprendí que nada es mío. Singer...
Me has dado lo que era mío al ser tuyo,senda de estrellas caídas al mar. Has abierto mi ruborcon el fino cincel de tu lengua maestra en oficios.Y la noche viaja en tus dedoscomo una galana sumisa abrazada a su dueño,eres todo color, todo colores de terciopelosalvaje y deliciosamente alambicado, mi señor.
Me han lijado ahí abajopara que los chicos de los coches de coloresno se acerquen a nuestra vieja mansión.Les echamos a los perros, más ellosno se asustaron y me siguieron buscando.Papá vio un gran problema, pues ni siquierasu hermano que tuvo un derrame de pequeñoy es tan solo un demediado lograba con sus gritosenloquecidos asustar a esos muchachosatrevidos y con ropa italiana, elegantes,deportivos, botarates...Y a nosotros, por nuestras condiciones,nos urge vivir lejos de las ciudades, en puntosque no salen en los mapas y siempre al amparode los bosques.Ahora, estoy raspada, me lo han quitado todo,y paseo con las piernas arqueadas de la mano del titito Floro,es una delicia el verle sonreir y como la saliva se le escapaentre sus labios desajustados y de color morado...
He nacido sobre la cama,pasó ese viento rojo de madrugada,dicen que muchos murieron,las calles quizás estén desiertas,yo acaricio el hueco que tú has dejadoen mi tierna almohada.Me pregunto si me follaste,si me la metiste hasta el fondodel alma de mi vagina escarchada,no sé si te he soñado,si por ti me masturbéy luego me quedé dormidacon las puntas de los dedos,con sus yemas tan suaves,tocando mis pezones morados.Pasó el viento rojo de la madrugada,mi arma del deseo, ¿tú que me estabas haciendocuando el mundo salió ardiendo?
No puedes ser más frío, más lejano,el sol tiene miedo de venir a posar sus rayosen tu piel, piel de tundra, corazón nevado.Marfil de hermosa senda,la que marca el diablo de los bosques,ni acercarse a ti se atreveel lobo más osadode toda la manada... eres un agujero,un cuerpo requisado por aquéllos que al amormataron y al senso mantienen encerrado.