Jul 05, 2014 Jul 02, 2014 Jun 27, 2014 Jun 23, 2014 Jun 18, 2014 Jun 16, 2014 Jun 13, 2014 Jun 11, 2014 Jun 09, 2014 Jun 05, 2014 Jun 01, 2014 May 28, 2014 May 26, 2014 May 23, 2014 May 22, 2014 May 20, 2014 May 16, 2014 May 13, 2014 May 10, 2014 May 07, 2014 |
Al día siguiente, por la tarde, los gemelos volvieron. Don Gregorio sirvió té y continuó su relato.-Pocos días después el prometido de Lila llegó. Era un muchacho llamado Louis. Cuando don Jeremías se enteró del compromiso de Lila pusó el grito en el cielo, pero no abandonó su idea de pasar una noche con la muchacha.'Mientras tanto, ajena al plan de su patrón, Lila presumía a su prometido paseando con él por todo el pueblo. Las muchachas se morían por la envidia y todos cuchicheaban a sus espaldas, pero ellos seguían su camino sin importarles las habladurías de la gente.-Me preguntó que tanto dirán- dijo Louis un día cuando pasaron por la iglesia y vieron a un grupo de gente secretearse.Lila se encogió de hombros y dijo:-Malas vibras, seguramente. No les hagas caso, cielo.-¿Así son todas las personas?-La mayoría.En ese momento Sebastián Rosas vio a la pareja y comenzó a seguirlos insistentemente. A donde iban ellos, él los acompañaba inadvertidamente.'Una noche, cuando Lila volvía a casa sucedió todo. Esa noche ella iba caminando, ya que su bicicleta se había averiado.-¿Cómo puede averiarse una bicicleta?- preguntó Bety, confundida.-Puede zafarsele la cadena, caerse una rueda o algo así- dijo Beto.Don Gregorio asintió y dijo:-Así es. Pero en el caso de Lila había sido distinto: alguien le había cortado los frenos, y a ella no le pareció seguro llevarsela así. Y tampoco quiso que nadie le acompañara por la noche. Fue una mala decisión.'Don Jeremías se le apareció por detrás, la llevó a una calleja oscura y ahí trató de abusar de ella. Le rasgó la ropa y la manoseó hasta que ella pudo zafarse de él y salir corriendo hasta su casa.-¡Que bandido!- exclamó Bety.-Y que aventado- comentó Beto-. Mira que intentar eso a su edad... tuvo suerte de que no le diera un infarto ahí mismito.-No sea irrespetuoso con los muertos, chamaco- le rependió el cuidador-. Es de mal agüero insultar a los difuntos por estos rumbos, por muy merecidos que los tengan.Beto se encogio de hombro y dijo:-Yo nomás decía, pues.Bety le dirigió una mirada molesta a su hermano.-¿Y qué paso después, don Gregorio?- preguntó.El anciano tomó algo de té y prosiguió su relato:-Cuando Lila llegó a casa, ocultó lo mejor que pudo lo que había pasado. Se tapó la ropa desgarrada con un sueter y se fue directamente a su cuarto sin hablar con nadie. Al día siguiente fue a trabajar como si nada hubiese pasado, y don Jeremías actuó distante, como siempre que ella se presentaba a trabajar. Pero ella le pidió a su prometido que pasara por ella, y todas las noches él la recogía hasta que recuperó su bicicleta.'Hubo un momento en que Lila se dio cuenta de que don Jeremías se cobraba su rechazo por medio de la deuda que tenía su familia. Y en ese mismo instante se enteró de un plan que cambiaría todo. -La llegada de Lila a la mansión Rosas coincidió con la llegada de los dos hijos del patrón: Sebastián y Jorge- siguió su relato el anciano Gregorio.Los gemelos lo miraban embobados. Seguro de no tener más interrupciones, el anciano continuó.-Al igual que Lila, Sebastián y Jorge habían estudiado en el extranjero. Cuando volvieron, inmediatamente trabajaron en la mansión, reformandola y rodeandola de plantas. Y Lila, obviamente, se hizo cargo también de esas plantas. Por ahora, todo bien.'El problema vino cuando don Jeremías y su hijo Sebastián comenzaron a interesarse en Lila. Todos los días ambos acosaban a la pobre muchacha con regalos y atenciones inocentes. Un día, Sebastián se armó de valor y le pidió a Lila salir con él.-Por favor- le dijo-. Será algo corto, lo prometo. Podríamos incluso caminar por la mansión.-Qué no, Sebastián- negó Lila-. Ya te lo dije: tengo demasiado trabajo.Y con esa excusa lo dejaba parado y decaído. Claro que ella no le mentía, pasaba todo el día metida en los cultivos hasta el anochecer, cuando volvía a casa.Lo que ella y su familia no querían decir era que la joven ya estaba comprometida con un muchacho que había conocido en el extranjero, y que el susodicho vendría al pueblo en unos pocos días. Nadie supó nunca por que lo mantuvieron en secreto, pero así fue.Un día, de repente, don Jeremías mandó llamar a Lila, y cuando ella se presentó, le dijo:-A partir de mañana quiero que laves los trastes de la cocina.Lila parpadeó por la sorpresa y preguntó:-¿Por qué?-Por qué yo lo digo- le respondio el señor con malas pulgas.Gregorio hizo una pausa para beber té y continuó:-He de aclararles algo sobre Lila. Ella tenía un cáracter del demonio y odiaba por sobre todas las cosas que se le impusieran cosas fuera de sus responsabilidades y sin razón aparente, por lo que las palabras de don Jeremías le sentaron mal. Sin embargo, tuvo que morderse la lengua y aceptar el mandato de su jefe.'A partir del día siguiente Lila pasaba las tardes oyendo música con esos aparatitos que les encantan a los jóvenes mientras lavaba los trastes. Y todos los días, sin que nadie lo notara, don Jeremías espiaba a la muchacha; mientras en su mente se fraguaba un plan para poseerla.Hasta aquí terminó la narración de don Gregorio. Los gemelos lo miraron y Bety preguntó:-¿Qué pasó?-Empieza a anochecer y aún tengo deberes por cumplir- dijo el cuidador-. Vuelvan mañana por la tarde y les seguiré contando.Los gemelos sabían por experiencia que cuando don Gregorio tomaba una decisión, ni siquiera el Papa bailando la conga le convencería de cambiarla, así que no les quedó más remedio que volver a casa. -Jeremías Rosas era un hombre sumamente viejo. Y sumamente rico. Por eso su asesinato causó revuelo en este pueblo.Así comenzó su historia el viejo cuidador del cementerio de Witchita Cafel, una ciudad fundada por gringos al noroeste de Tabasco. Quienes le escuchaban eran dos hermanos: dos gemelos adolescentes llamados Bety y Beto, cuyo pasatiempo preferido era escuchar las historias del anciano Gregorio, el cuidador del cementerio. El hombre se había acostumbrado tanto a las visitas de los gemelos que en cuanto los veía venir dejaba sus deberes y se sentaba con ellos en su choza, cercana al cementerio, a tomar té mientras les contaba una historia.Bety pregunto con curiosidad:-¿Cómo murió?-¿Lo mató su mujer?- preguntó Beto.Gregorio se echó a reír y dijo:-Eso es lo interesante. Para llegar a eso debo contarles la historia de una muchachita llamada Lila Rodríguez.El anciano cuidador fijó la vista en el horizonte y comenzó su relato:-Lila era una muchacha muy bonita, y lo que tenía de bonita lo tenía de inteligente, la condenada, tanto así que consiguió una beca para estudiar en el extranjero.'Cuando volvió, encontró a su familia hasta el cuello de deudas, todas con don Jeremías. Y él era un tipo con el corazón de piedra que exigía el pago a tiempo o cobraba con grandes intereses.-¿Y sí no tenían dinero?- preguntó Beto.-Se cobraba con trabajo-respondio el anciano-. Exigía que un miembro de la familia, o el mismo que le debía, fuera a trabajar a su mansión, construida sobre un gran terreno agrícola donde tenía cultivos de maíz y caña. En estos tiempos cultivar esto es siempre ir a lo seguro para varios aquí.'Pues bien, la pobre Lila se vio obligada a trabajar para don Jeremías, lo que le venía como anillo al dedo, ya que ella había estudiado ciencias agrícolas. El primer día se le dejó claro todo: trabajaría para pagar la deuda de su familia, por tanto, no recibiría pago alguno. Ni siquiera para el pesero que la llevaba de su casa a la mansión. Lila era una chica ingeniosa y consiguió una bicicleta para sus transportes. Ella se encargaría unicamente de los cultivos. Al principio. Después se encargó de algunos deberes de la casa, y a partir de ahí se desató el acabose.Los gemelos lo miraron extrañados.-¿Pues que pasó?- preguntaron al unísono.El anciano sonrió y dijo:-Ahora les contaré sobre la muerte de don Jeremías y los hechos que le sucederieron. Dentro le esperaba su familia, con las maletas hechas.-Nos vamos- le dijo su madre-. Volveremos a nuestra bonita vida en Edimburgo.Drew los observó a todos, con desconcierto. Como siempre, Thalia estaba con su celular, ajena a todo; Jonathan recorría el lugar con la mirada y sus padres tenían la vista fija en él. Estuvo a punto de aceptar el ineroxable destino que le esperaba, pero pensó de golpe en todo lo que había conseguido en pocos días y lo que le esperaba si volvia a Escocia. Entonces miró a su madre y dijo: -No. Yo no voy a volver.Thalía levantó la vista, sorprendida, y Jonathan sonrió. Marissa miró a su hijo desconcertada y preguntó, como si no le entendiera.-¿Qué tratas de decir?Drew respiró hondo y dijo:-Quiero quedarme aquí, mamá. Me gusta esta ciudad. Conseguí cosas grandiosas en poco tiempo y no renunciaré a ellas, ni a la vida que puedo tener aquí. -¡Tu vida no esta aquí!- exclamó Marissa-. Tú vendrás conmigo a Escocia y harás una bonita y brillante...Drew le interrumpió:-¡Ya basta, madre! Has planeado mi vida para mantenerme siempre a tu lado pero ya no más. Conseguí un trabajo por mi cuenta donde me contrataron por mi mérito y no por ser familiar del dueño, tengo amigos que me aprecian como soy y salí con una linda chica que me quiere por mí y no por mi familia. ¡Así que no me voy a ir!Marissa palideció de golpe. Miró a su esposo y dijo:-Greg, dile algo.-Dejalo, Marissa- dijo el aludido con una sonrisa-. Si tu hijo quiere abrirse paso en la vida por su cuenta, hay que respetar su decisión.Marissa dirigió una mirada a sus otros hijos. Thalía la miro y le dijo:-A mí no me mires, esto me vale.Pero levantó un pulgar en dirección a Drew, quien lo tomó como una señal de apoyo, y volvió a su celular. Por su parte, Jonathan sacó un juego de llaves de la bolsa de su chaqueta y se acercó con expresión seria a su hermano. Le entregó las llaves y le dijo:-La casa es tuya si quieres.Drew parpadeó por la sorpresa. Un segundo después sonrió ampliamente y dijo:-Gracias, hermano.Jonathan le guiño un ojo y le dio un abrazo. Al verse sin el apoyo de su familia, Marissa salió hecha una furia. Greg se acercó a Drew y le dijo:-Mañana a primera hora nos iremos. Eres libre de venir a despedirnos.Y, para sorpresa del joven, su padre le dio un somero abrazo y salio detrás de su mujer. Thalía se acercó y dijo:-Buena jugada, mapache.Y salio acompañada por Jonathan. Drew fue al aeropuerto a despedir a su familia. Como él esperaba, su madre pasó de largo sin dirigirle la palabra. Su padre solo le puso una mano en el hombro y dijo:-Adiós, hijo.Thalía solo le guiño un ojo y se fue. Jonathan le dio un fuerte abrazo y le dijo:-Suerte en tu nueva vida, hermano. Estaremos en contacto.-Hasta pronto- dijo Drew-. Oye, quería preguntarte algo.-Tú dirás- dijo Jonathan.-Tú sabías que esto pasaría, ¿cierto? Por eso me impulsaste...-Oye, oye. Tranquilo. Yo solo te impulse a hablarle a la chica. Lo demás lo conseguiste tú solito. Siéntete orgulloso de ello.Jonathan se fue y Drew salió del aeropuerto. Tenía muchas cosas que hacer. Semanas después, la banda Fortuna se dirigió a un bar, donde tenían un concierto. Era el primero con Lara y Drew en la alineación, por lo que estaban muy nerviosos.-Este concierto es importante- dijo Mercedes-. Hay que esforzarse al máximo.-Ya lo sabemos- replicó Santiago, mientras afinaba una guitarra-. No tienes que decirnoslo.-Y no hay que preocuparse- comentó Aurora.Luego de unos minutos se dirigieron al escenario y el concierto comenzó.Al salir del escenario sonrieron con satisfacción: el concierto había sido un éxito total.Drew llevó a Lara a su casa y luego se dirigió a la suya. La había amueblado sin importarle si todo combinaba o no. Se dirigió a la cocina y pusó un plato de pasta a calentar en el horno mientras encendia su laptop. Navegó por Internet y luego le mandó un correo a su hermano, diciendole:"El concierto estuvo increíble. Todo nos va genial".Luego apagó la laptop y se dispusó a cenar. Decididamente, todo le iba bien.Por fin había conseguido lo que tanto quería. Finalmente, llegó el sábado. El día de la cita con Lara.Solo había un problema: la hora de la cita se acercaba y Drew aún no salía del trabajo. -Así pasa- le dijo Daniel-. La nómina de pago siempre la hacen desde en la mañana y terminan pagando más tarde.-Rayos- soltó Drew, y llamó a Lara.-Hola- dijo ella-. Estaba a punto de llamarte. Aún no salgo del trabajo y tardaré un poco.-¿De verdad?- inquirió Drew-. Yo iba a decirte lo mismo. Iré por tí en cuanto salga.-De acuerdo. Aquí te espero.Ambos colgaron. Daniel lo miró con una sonrisa burlona y le preguntó:-¿Tenías una cita?-Aún la tengo- respondio Drew.Media hora después, ambos recibieron su pago y Drew salió prácticamente volando a la dirección que Lara le diera días antes. Llegó a un empaque de fruta y esperó hasta que Lara salió.-Hola- dijo ella.-Hola- respondio él-. Vamos.Ambos se dirigieron a una cafetería cercana. Pidieron sus cafés y se sentaron en una mesa. Mientras bebían, Drew le preguntó a Lara:-¿Te gusta la música?Lara respondio lo mismo que él le había dicho a Daniel:-Claro que sí. ¿A que clase de snob no le gusta la música?Ambos se echaron a reír.-Te tengo una sorpresa- le dijo Drew a Lara.Terminaron los cafés. Drew llevó a Lara a donde la banda ensayaba y Mercedes los recibió.-Solo esperamos a Daniel- dijo a modo de explicación-. Los sábados siempre llega tarde.Cuando llegó Daniel y las presentaciones se efectuaron, comenzaron a tocar. Lara se adecuaba perfectamente al estilo de la banda, y luego de ver los horarios de todos pudieron establecer los días que podrían ensayar.-Nos vemos mañana por la tarde- dijo Mercedes.Todos se despidieron y se fueron. Lara y Drew iban caminando por la calle cuando comenzó a llover con fuerza. Corrieron y se refugiaron debajo de un puente. Al cabo de unos minutos, Drew le preguntó a Lara:-¿Quieres esperar un poco a que baje la lluvia?Lara observó el cielo y dijo:-No. Vamonos ya, igual me toca mojarme.Salieron de su refugio, quedando completamente empapados y corrieron hasta llegar a la calle donde vivía Lara. -Hay que salir otro día- dijo Lara-. De preferencia cuando no este lloviendo.-Claro- coincidió Drew-. Ahora que nos veremos más seguido podremos ponernos de acuerdo en eso.Lara le sonrió y se dio la vuelta para irse, pero Drew la sujetó del brazo.-Espera- dijo.Ambos se miraron por un momento, sin importar la lluvia torrencial que les caía encima.Entonces, Drew atrajó a Lara hacia sí y le dio un beso al que ella correspondió, echandole los brazos al cuello.Después se separaron y Drew vio a Lara dirigirse a su casa. Mientras caminaba, Drew se sentia flotar. Había sido un día maravilloso y se sentía grandioso.Pero, al entrar a su casa, ese sentimiento se desvanecio. Drew llegó puntual a su trabajo. Al momento, Daniel le mostró lo que debían hacer. Algunas horas después, habían adelantado bastante entre los dos.-Eres realmente bueno- dijo Daniel.-Gracias- dijo Drew.Al mediodía, salieron a comer. La empresa tenía una cafetería incluida y luego de recibir su comida se sentaron en una mesa.-Te daré un consejo- dijo Daniel de repente-. Mejor no divulgues que trabajas como independiente o te comerán vivo.Drew lo miró extrañado pero no dijo nada. Al cabo de un rato, Daniel le preguntó:-¿Te gusta la música?-Claro- respondió Drew-. ¿A qué clase de snob no le gustaría?Daniel se echó a reír.-Tú sí que eres raro, compadre- comentó-. Tengo una banda y me preguntaba si querrías ser el vocalista.Drew abrió los ojos de par en par.-¿De verdad? Claro que me encantaría.-Qué bien. Solo nos falta una vocalista mujer y ya.Drew sonrió.-Creo tener a alguien en mente- dijo.Y le contó sobre Lara. Daniel reflexionó un poco y dijo:-Podría funcionar. El sábado por la tarde tenemos ensayo. Llevala y veremos que tal.-De acuerdo- dijo Drew.Terminaron de comer y volvieron a trabajar. A las cuatro en punto Drew salio de su trabajo y volvio a casa. Le sorprendió ver que Jonathan aún no se había instalado y esta vez le pareció extraño, pero no pensó mucho en ello.En ese momento sonó su celular. Drew contestó rápidamente.-¿Bueno?-Drew, ¿podrías venir al hotel, cariño?- dijo su madre-. Vamos a ir al parque y queremos que vengas con nosotros.-Sí, de acuerdo. Voy para allá.Drew salió de la casa. Era un buen momento de pedirle una explicación a Jonathan. Drew se encontró con su familia en el vestíbulo del hotel. Su mamá lo abrazó comó si llevara años sin verlo, pero su atención estaba centrada en su hermano. -¿Qué te parece la casa?- preguntó Jonathan.-Un poco vacía- respondió Drew.Jonathan se rió y dijo:-Estoy buscando muebles."Sí, claro", pensó Drew. "Y yo soy una musaraña". Se dirigieron al parque y siguieron el recorrido, luego se dirigieron a comer.Mientras comían, Drew recibió una llamada de Daniel.-Oye, espero que no te moleste, pero la banda quiere conocerte- dijo-. ¿Crees que puedas venir?Drew dudó por un instante.-Claro. Dime donde nos vemos.Daniel le dio una dirección en el centro y colgó. Drew terminó su comida y se levantó.-¿A donde vas?- le preguntó Marissa.-Ah...trabajo- dijo Drew.Sus padres lo miraron estupefactos.-¿Conseguiste trabajo?- preguntaron ambos al unísono.-Es posible- dijo Drew sin dar detalles y se fue.Jonathan sonrió, Thalia observó a sus padres: Greg estaba sorprendido y Marissa molesta.-No significa nada- dijo Marissa al ver la sonrisa de su hijo-. Él no se quedará. Verá que no le conviene.-Madre, a mi no me engañas- replicó Jonathan-. Tú planeas hacerle chantaje enocional a Drew para que ceda a tus exigencias y eso es algo muy bajo. Como aquella vez que lo manipulaste para que no hiciera un posgrado en Sussex.-O la vez que rechazó a Laurie por que a ti no te agradaba- dijo Thalía concentrandose en su comida. Marissa no dijo nada. Drew llegó al sitio indicado al mismo tiempo que Daniel. Este lo llevó a una casa cerca de un colegio y tocó la puerta. Una chica delgaducha y pálida, de piel marmoréa y cabello ondulado y naranja abrió la puerta.-Hola. Pasen.Ambos entraron a la casa. Mientras caminaban la chica se presentó:-Me llamo Mercedes. Tú debes ser Drew.Drew solo asintió con la cabeza.-Llegan temprano- dijo Mercedes.Llegaron a un sotáno donde había una gran cantidad de instrumentos y aparatos de sonido.-Vaya- dijo Drew.-Bueno, aquí ensayamos- dijo Mercedes-. Yo soy la baterista de la banda, y Daniel es el bajista.-¿Y como se llama la banda?- preguntó Drew.-Fortuna- dijo Daniel.En ese momento entró un chico, de piel blanca y cabello rojo, con ropa de motociclista.-Buenas- dijo a manera de saludo. Se dirigió a Drew y dijo-: Me llamo Santiago. Toco la guitarra.A los pocos minutos llegaron dos muchachas, una blanca y la otra morena. La blanca tenía el pelo lacio y rubio, con rayitos azules y verdes; la otra chica tenía el cabello morado. La primera se presentó como Aurora y la segunda como Adela.-Yo tocó la guitarra, como Santiago- dijo Adela.-Yo soy la multiusos- bromeó Aurora.-¿Multiusos?- preguntó Drew.-Toco varios instrumentos- explicó Aurora.-Ah.Mercedes le entregó varias hojas a Drew, explicandole:-Son nuestras canciones. Tocaremos algunas para ver que tal cantas.Comenzaron a tocar y Drew cantó, adecuandose al ritmo. Luego de varias canciones, lo aceptaron como miembro de Fortuna. El día siguiente le trajó una sorpresa a Drew: una llamada de la empresa a la que había ido. Le pedían presentarse a la brevedad posible. Cuando le dijo a su hermano lo que iba a hacer, este dijo:-Anda, ve. Yo llevaré tus cosas.Drew le tomó la palabra a Jonathan y salió disparado hacia la empresa. Se sentía emocionado. Lo condujeron con el hombre del día anterior, él lo miró y dijo:-Andrew, seré sincero contigo. Tu desempeño en la prueba de ayer fue excelente, ya que fuiste el mejor. El problema es que ya tengo a alguien trabajando en el área donde podría contratarte.Drew sintió una fuerte opresión en el estómago. -Entiendo- dijo."Adiós al empleo", pensó apesadumbrado.-Lo que puedo hacer es lo siguiente- dijo-. El chico que tengo tiene mucho trabajo y no puede ponerlo todo al día, así que te ofreceré un contrato como independiente.-¿Independiente?- repitió Drew, animandose.-Así es. Lo que significa que pondras tus propios horarios y tendrás una paga un poco más elevada que el resto. ¿Qué dices? ¿Aceptas?-Sí- dijo Drew-. Claro que acepto. ¿Cuando empiezo?-Mañana mismo. Hoy arreglaremos tu contrato y tus horarios, si te parece.Drew asintió con la cabeza. Estableció tener un horario corrido con una hora para comer de siete de la mañana a cuatro de la tarde. Luego le presentaron a su compañero. Era un muchacho de complexión menuda, piel pálida y cabello negro que se presentó como Daniel.Cuando salio de ahí, se dirigio a la casa. Se sorprendió de ver solo sus cosas dentro de la casa. Al instante recibió un mensaje de texto de su hermano que decía: "Instalate tú primero. Yo tardaré un poco". Le pareció raro pero tampoco le pareció extraordinario. Era típico de su hermano.Recorrió la casa, buscando el cuarto que sería el suyo y escogió el que tenía una ventana que daba a la calle. Ahí llevó sus cosas."Lo único que faltan son los muebles", pensó mirando la estancia desprovista de mobiliario. Luego se imaginó vivendo ahí, permanentemente.Igual que el día anterior, comenzó a llover. Drew buscó su chaqueta entre su ropa, se la puso y salio a la calle.Uno de sus pasatiempos era caminar bajo la lluvia. Lo que comenzó como una llovizna pronto se volvió una tormenta, pero eso no le importó a Drew, que disfrutaba del agua y del paseo por las calles desiertas de la ciudad. Al pasar por una calle, oyó una voz, al parecer, alguien cantaba.Intrigado, Drew siguió el sonido de la voz hasta llegar a una casa con una fachada café, y al asomarse por la puerta de la cochera, vio a Lara. Ella cantaba mientras lavaba platos. Cada tanto daba alguna vuelta, un ligeto salto o bailaba, a veces se quedaba quieta o se balanceaba ligeramente sin interrumpir su labor y sin importarle la lluvia.Drew la observó fascinado durante un tiempo, luego siguió su camino. Después volvió a casa y se cambió de ropa. Al día siguiente, Jonathan le dijo a Drew durante el desayuno:-Creo que encontré una casa ideal. Iré a verla y te mandaré la dirección al rato.-De acuerdo- dijo Drew, y terminó su desayuno.Luego se fue.-Drew, espera- dijo Marissa.Pero Drew no le hizo caso y salio del restaurante.-Ah, le diremos luego- dijo Greg.-¿Decirle qué?- preguntó Jonathan. Algo no le olía bien.Su madre le miró y dijo:-Volveremos a Edimburgo.-¿Qué?- dijeron al unísono Jonathan y Thalía.-Mi asunto de negocios terminó antes de lo esperado- dijo Greg-. Ya no tenemos nada más que hacer aquí.-¿Y si Drew quiere quedarse aquí?- inquirió Jonathan.Greg se echó a reir y Marissa dijo:-No. Él volverá a casa, trabajara en la empresa del abuelo y se casará con Aline, que es una muchacha muy mona.-Para que él se quede aquí tendría que conseguir un trabajo- dijo Greg-, lo cual es poco probable.Jonathan frunció el ceño y Thalía, para su sorpresa, dijo sin apartar la vista de su celular:-Deberías dejar que lo decida él, mamá.-Bien- dijo Marissa-. Así verán que él vendrá sin rechistar.Drew paseaba por el centro de la ciudad. Llamó a Lara, pero ella no respondía. Suspiró."Demasiado bueno para ser verdad", pensó. Entonces, vio algo que le llamó la atención: en un edificio había un cartel pegado que decía: "prueba de equipo para personal". Entró.Una recepcionista lo recibió y lo guió hasta dejarlo frente a una computadora. Le entregó una solicitud de empleo y se fue. Luego llegó un hombre y dijo:-Buenos días a todos. Esta es una sencilla prueba de rendimiento y rapidez. Tienen 10 minutos para llenar la solicitud que acaban de recibir y hacer una lista de pedidos que se han descargado en su computadora.Drew llenó la solicitud y luego observó la lista. Era pan comido. Realizó todo en ocho minutos, entregó la solicitud a la recepcionista y se fue. Ahí cayó en la cuenta de que probablemente esa era una entrevista de trabajo.En ese momento recibió un mensaje de su hermano, con la dirección de la casa a la que iba. Pidió instrucciones y tomó un camión que lo dejó cerca, luego comenzó a caminar. Entonces vio frente a él a una muchacha de largo cabello castaño que caminaba, con una bolsa colgada al hombro y un abrigo atado a la cintura.Con una corazonada, Drew sacó su celular y marcó un número. La chica frente a él contestó:-¿Hola?-Hola Lara. Soy Drew, nos conocimos ayer y...-Sí, te recuerdo. Disculpa si no te conteste, estaba en el trabajo y acabo de salir.-No hay problema. ¿Podrías mirar hacia atrás?Lara se detuvo en seco y volteó. Vio a Drew caminando hacia ella con una sonrisa y ambos colgaron. Lara esperó a que Drew le alcanzara y le preguntó:-¿Qué haces por aquí? ¿Acaso estás siguiendome?Drew negó con la cabeza.-Mi hermano me citó cerca de aquí. Va a mostrarme una casa.Lara arqueó una ceja, esceptica.-¿En donde?- preguntó.Drew le dijo la dirección. Lara se echó a reír.-Eso esta algo cerca de mi casa. Te acompañaré.-De acuerdo.Ambos echaron a andar. Al cabo de un rato, Lara dijo:-Tú no eres de por aquí. ¿Vives en otro estado?-En otro país, de hecho- dijo Drew-. Soy de Escocia.-Vaya. ¿Y qué haces tan lejos de casa?-Eres muy curiosa.De repente, comenzó a lloviznar. A Drew le encantaba la lluvia; miró a Lara y ella le sonrió.-Espero que no hayas venido escapando de la lluvia- comentó-. Es temporada lluviosa aquí.-¿No te molesta?- preguntó Drew.Lara se encogio de hombros.-Solo si no es un diluvio torrencial.Esta vez fue Drew quien sonrió. Siguieron platicando de otras cosas hasta que llegaron a una estetica que estaba en la esquina de una privada.-Aquí nos despedimos- dijo Lara-. Sigue dos cuadras derecho y la casa que buscas esta en la esquina del lado derecho.-Gracias- dijo Drew.Observó a Lara alejarse y le preguntó de repente:-¿Te gustaría ir a tomar un café conmigo mañana?Lara se dio media vuelta para mirarlo y dijo:-Mañana no puedo. Pero tengo libre el sabado. ¿A las 4:30 te parece bien?-De acuerdo. Dime donde trabajas y pasaré por tí.Lara le dio la dirección y se fue. Drew siguió sus indicaciones y llegó a la casa, donde Jonathan lo esperaba. Ambos vieron la casa y decidieron vivir ahí. Mientras volvían al hotel, Drew le contó a Jonathan lo del trabajo.-Suena a una oportunidad genial- dijo Jonathan.-¿Y si no me llaman?- inquirió Drew.-Si no lo hacen es por que son unos estúpidos. Eres el mejor programador que jamás van a encontrar. Hay que empacar todo hoy, así la mudanza será más fácil.-De acuerdo.Cambiando de tema, Jonathan preguntó:-¿Y llamaste a la chica?-No fue necesario- dijo Drew-. La vi hoy.-Woooow. Es una señal del destino- bromeó Jonathan.Pero por dentro bailaba la conga. Lo que su hermano no había conseguido en Escocia por años lo estaba consiguiendo aquí en pocos días.Por su parte, Drew pensaba lo mismo.-Tal vez tengas razón- dijo, pensativo. La familia Farlane llegó a México dos semanas después, y permanecerían ahí un mes. Se dirigieron al estado de Michoacán.Hicieron escala por varios municipios hasta que llegaron a la ciudad de Uruapan, donde residirían.La llegada fue un caos total, pero luego de varias horas todos estaban instalados en su respectivas habitaciones de hotel.-No me gustan los hoteles- dijo Jonathan mientras acomodaba sus cosas-. Debería decirle a papá que me deje rentar una casa.-No creo que esté de acuerdo- dijo Drew, que estaba sentado en el borde de la cama.-Sí, tienes razón. ¿Sabes qué? Que se vaya al diablo. Compraré una casa y tú y yo viviremos ahí.Drew le dirigió una mirada sorprendida a su hermano.-¿Yo?- preguntó, como si no hubiera oído bien.-Sí, tú. Mamá te dejará venir conmigo si tú aceptas venir.Drew se encogió de hombros. Seguía dandole lo mismo.Durante la comida, Jonathan expusó lo que iba a hacer:-Compraré una casa y Drew y yo viviremos ahí.-Ni de chiste- dijo su madre, Marissa.-Dejalos, mujer- dijo su esposo Greg-. Qué hagan lo que quieran. No podemos obligarlos a quedarse aquí o las vacaciones serán un suplicio para ambos.-Pero...-Mamá, esta bien- dijo Drew-. Quiero ir con Jonathan.-De acuerdo- cedió Marissa, no muy convencida.Luego de comer, cada quien se dirigió a distintos lugares. Drew se dirigió a un centro comercial donde se dedicó a curiosear entre libros y objetos eléctronicos. Ahí se encontró a Jonathan.-¿Qué haces aquí?- le preguntó.-Curiosear, como tú- le respondió-. Acabo de encontrar...Jonathan se detuvo al percatarse de que su hermano no le prestaba atención. Y un segundo después vio por que.En la sección donde se exhibían los comics una chica buscaba algo con determinación. Era alta, de piel morena y largo cabello castaño.-Lo veo y no lo creo- dijo Jonathan-: una chica en la sección de comics.Drew no le hizo caso. Miraba embobado a la muchacha.Jonathan le dio un codazo y dijo:-Ve a hablarle.Drew negó con la cabeza y replicó:-Ni lo sueñes.En ese momento la chica dejó de buscar y se fue, frustrada al no encontrar lo que quería. Los dos hermanos siguieron curioseando por la tienda y salieron. Para sorpresa de ambos, la chica estaba sentada en una banca frente a ellos.-Ve a hablarle- repitió Jonathan.Esta vez, Drew no dijo nada. Comenzó a plantearse la posibilidad de hacerle caso a su hermano y decirle algo a la chica.Pero al sentarse junto a ella, las palabras se le atoraron en la garganta. Pasó un camión y ella se levantó para subir. Rápidamente Jonathan jaló del brazo a Drew y le dijo:-Es el nuestro. Vamos.Los dos subieron detrás de la chica. El camión estaba a tope y casi no había asientos libres. Ella caminó hasta encontrar un asiento vacío y se sentó, recorriendose para quedar junto a la ventana.Jonathan le dio un empujón a Drew, quien volvió a sentarse junto a ella. Esta vez consiguió decir algo:-Hola.La muchacha se volteó hacia él y dijo:-Hola. ¿Qué tal?Los ojos de Drew se clavaron en los de la chica. Eran grises, luminosos.-Tienes unos lindos ojos- dijo.La chica se sonrojó y dijo:-Gracias. Tus ojos también son lindos.Ella se había quedado impactada al ver sus ojos verdes surcados por unas oscuras ojeras. Este chico, de cabello negro y piel blanca le resultaba extraño y un poco misterioso. Él sonrió y extendió la mano.-Me llamo Drew- dijo.Ella le estrechó la mano y dijo:-Soy Lara. Es un placer conocerte.-El placer es todo mío.Después, hablaron de comics. Al cabo de un rato, Lara dijo:-Aquí me bajo. Me dio gusto platicar contigo.Drew se levantó para dejarla pasar y le preguntó:-¿Podrías darme tu número de telefono?-Claro- dijo Lara, y se lo recitó.Luego bajó del transporte. Drew se recorrió al asiento que ocupaba Lara y Jonathan se sentó a su lado.-Vaya- dijo-. Por fin conseguiste hablarle.Drew no dijo nada. Sacó su celular y guardó el número de Lara.Drew y Jonathan pasaron el resto de la tarde viendo casas sin que ninguna les gustara por completo. Decidieron intentarlo al día siguiente y volver al hotel.Mientras subían a la habitación, Jonathan le decía a Drew:-Llamale.Y Drew respondía:-No.Entraron a la habitación que compartían y Jonathan le preguntó:-¿Para que le pediste su telefono si no le vas a llamar?-Sí voy a llamarle- dijo Drew-. Solo que no hoy.-¿Y cuando, entonces? ¿Cuando nos vayamos?-Escucha, la última vez que hice las cosas a tu modo, me quedé sin chica. Dejame llevar las cosas a mi ritmo ahora.Jonathan suspiró.-De acuerdo. Pero no tardes semanas, ¿quieres?-Te lo prometo- dijo Drew mientras salía de nuevo.-¿A donde vas?-Afuera.Necesitaba un poco de soledad para creerse el hecho de una chica le había dado su telefono. Drew salio de la habitación y se dirigió a la piscina. Andrew Farlane era raro incluso dentro de su propia familia, o al menos, esa era la percepción que tenía de sí mismo.Drew, como gustaba que lo llamaran, era un chico dulce y bien parecido, aunque un poco tímido y retraído. Vivía en la ciudad de Edimburgo, en Escocia, donde su familia era de las más respetadas de la comunidad.Tenía dos hermanos: el mayor, Jonathan, era alegre y energico. La menor, Thalía, vivia encerrada en sí misma. Sus padres le consentían hasta el más minimo capricho y la habían vuelto egoísta y egocentrica.Él, en cambio, recibió un trato dispar. Su padre lo trataba con indiferencia, y para compensar esa falta de cariño su madre lo mimaba en exceso.Drew había estudiado informatica en la Universidad de Edimburgo. Era el único que se había interesado en ello: su padre era empresario, su madre era sociológa, su hermano era contador y su hermana estudiaba psiquiatría. Y él era experto en tecnología de la información.Con 24 años y un titulo universitario tenía un buen futuro...y sin embargo, él sentía que algo le hacía falta, sin sospechar que lo encontraría en otro país.Por lo pronto, regresaba a casa luego de un desastre total. Había ido a una entrevista de trabajo en una empresa que resultó era de su abuelo y después había salido con una linda chica llamada Aline, con quien no tenía nada en común.Fue a la sala y se dejó caer pesadamente en un sillón al lado de Thalía, quien leía un libro.-¿Cómo te fue?- le preguntó.Drew no respondio. Conocía a su hermana lo suficiente para saber que no le prestaría atención. Y si lo hacía, se burlaría de él.Por la noche, en la cena, su madre le preguntó lo mismo:-¿Qué tal te fue, cielo?Para evitar responder, Drew se concentró en su cena.-Un poco más y hundiras la cara en el pavo- dijo Jonathan-. Levanta la cara, hermano."Lo que quiero es que me trague la tierra", pensó Drew mientras levantaba el rostro. "Quiero que se abra un gran boquete y caer dentro de él ahora mismo".-Tengo un anuncio que hacerles- dijo su padre.Todos dejaron lo que hacían y prestaron atención.-Tengo que ir a México a un asunto de negocios, y se me ocurrió que podríamos tomar unas vacaciones ahí.-¿De verdad?- preguntó Thalía.-Siempre quise conocer México- dijo Jonathan-. Es un lugar tan pintoresco.-¿Tú que piensas, ojos de mapache?- dijo Thalía, dirigiendose a Drew.La expresión "ojos de mapache" hacía referencia a las ojeras que surcaban los ojos de Drew, resaltando sus ojos verdes y su mirada ausente.-No digas eso- la reprendió su madre.-México...vaya- dijo Drew-. Suena bien.La verdad era que le daba igual. Jonathan observó a su hermano. Era algo huraño, y la melancolía se notaba en sus ojos. Ciertamente, no era feliz allí. Y se le ocurrió que eso podría cambiar en México.La cena terminó y Drew se recluyó en su habitación. Sentía que el mundo se le caía encima. Tenía un año y medio sin conseguir empleo y a veces sentía que era controlado, y esa sensación efa algo que odiaba. No quería que nadie le dijera que hacer, con quien salir, que decir. Quería coseguir las cosas por sí mismo. Quería libertad.En ese momento decidió hacer lo que fuera necesario para conseguir la libertad que deseaba con vehemencia. Sin importar que, él conseguiría su propia vida. Ahora, tocaba el turno de Julieta. Al verme, preguntó:-¿Qué le hiciste a Brady?La solté y la arrastré del pelo hasta la habitación contigua, donde el cuerpo de su prometido ardía.-Miralo por tí misma- dije.Julieta soltó un alarido al ver lo que había hecho.-Y eso es nada comparado a lo que tengo planeado para tí- susurré.Sentí como el cuerpo de Julieta temblaba. La arrastré de vuelta a la habitación y la arrojé al suelo. Le rompí una pierna antes de que se levantara y luego le di un puñetazo que le rompió la nariz. La golpee repetidamente mientras ella se arrastraba por el suelo intentando huir. Entonces tomé un bate de aluminio y le rompí la espalda. Julieta aulló de dolor, pero aún no había terminado. Tomé un trozo de soga y lo enrollé en su cuello. Lo anudé fuertemente, y mientras ella se asfixiaba lentamente yo me entretuve quitandole la piel a tiras. Antes de que muriera, le quité la soga y la observé. No podría moverse ni presentarse en público jamás; para una adicta a la vida de calle como ella eso era suficiente castigo.Acababa de tomar la decisión de dejarla con vida cuando ella cometió un error: llamarme por mi antiguo nombre.-Danielle...-musitó.-No- dije. Volteé a verla y añadí-: No Danielle. Eivana.Me agache junto a ella y le saqué los ojos, encendí su rostro en llamas y, cuando estas se consumieron, le abrí el pecho y le saqué el corazón.Una vez, en vida, fui una aspirante a biológa llamada Danielle. Fui arrancada de la vida de una forma cruel e inhumana, traicionada por gente en la que había confiado.Ahora soy Eivana, el Ángel de la Muerte. Tenía 23 años el día que la muerte me alcanzó.Mi nombre en vida era Danielle. Era estudiante de biología y cursaba el último semestre de la universidad. Trabajaba en un centro de investigación de la vida marina y estaba a nada de obtener mi titulo universitario.Un futuro brillante se abría ante mí...hasta la última vez que fui a una fiesta.Mi amiga Julieta había pasado por mí y me convenció de acompañarla a una pequeña reunión.-Anda, vamos- dijo-. Será divertido.Ojala la hubiese ignorado, pero accedí y llegamos a un salón pequeño con varias personas y música a buen volumen.Nos divertimos, no voy a negar eso. Nos divertimos tanto que cuando el novio de Julieta, Brady, nos propusó ir a su casa, acepté casi de inmediato. Así que fuimos, y ahí encontré la muerte.En el funeral, mi ataúd permaneció cerrado, ya que mi rostro había quedado desfigurado hasta límites inimaginables. Fue una sensación espantosa presenciar el sufrimiento de mis seres queridos desde la oscuridad del más allá. Y me llené de rabia al ver a mis asesinos con mis padres, fingiendo una tristeza que no sentían.Entonces, de la nada, una fuerza invisible me jaló lejos de ahí y llegué a un recinto en penumbra. Cuando mi vista se acostumbró a la tenue iluminación, vi a una anciana sentada frente a un escritorio. Escribía en un pergamino con la vista fija en él.-¿Cúal es tu nombre?- preguntó.-Danielle- respondí.-Pues ya no más. Ahora serás Eivana, el ángel de la muerte.-¿Qué?La anciana levantó el rostro y me miró con severidad.-Eres la parca, niña. Acostumbrate a ello. -Pero acabo de llegar, ¿cómo se supone que haga eso?-Eres joven y bella. Puedes volver al mundo de los vivos con un aspecto diferente y matar a unas cuantas personas hasta que aprendas por completo el proceso de la muerte. Yo seré tu guía.No podía dar crédito a lo que oía. ¿Es posible aprender a ser la muerte?-Lo primero que debes hacer es presenciar tu propia muerte. Mirarla en el papel de espectador.Después de estas palabras, la anciana se levantó y tuvo la decencia de presentarse:-Mi nombre es Cerilia- dijo-. Ven conmigo.Se dirigió a un hueco en la pared, y yo seguí tras ella. Cap. 20Hoy estoy en una cita triple. Otro descanso de la investigación, ya que de nuevo nos estancamos.Sebastian pasa por mí a la casa y nos vamos al parque, donde nos esperan Sandra, Chris, Crackret y Daniel. La expresión de Sandra oscila entre el enfado y la alegría. Sebastian se acerca a saludar a su amigo y yo le digo a Crackret:-Tú sí que eres valiente.Crackret se echó a reír y Daniel le dió un beso.-¿Y qué haremos ahora?- preguntó Chris.-Vayamos al lago- sugirió Sandra.Todos estuvimos de acuerdo y fuimos al lago a pescar. Luegos fuimos al cine, y mientras hacíamos fila para comprar los boletos le pregunté a Crackret por Marshall.-Esta de antisocial- dijo Crackret-. Ya que la chica que le gusta se esfumó, esta trabajando en eso de la genealogía.De repente, se escuchó un grito de terror. Crackret y yo salimos y nos encontramos un escenario de pesadilla.-¿Qué demonios...?- soltó Crackret.Por todas partes había hiedras infernales y los demonios del Achked correteaban por todos lados, sin atacar a nadie. De repente, aparecieron varios demonios del Limbo, correteando. Volvió a oirse el grito de terror.-Por aquí- dijo Crackret, sujetandome del brazo.Corrimos hasta el origen del grito: una hiedra infernal trataba de arrastrar a Sandra consigo. Chris y Sebastian la sujetaban mientras Daniel trataba de soltar a su hermana de la planta. Los demonios del Limbo se dirigieron a nosotros y yo los repelí mientras Crackret ayudaba a Daniel.La hiedra jaló con más fuerza y ambos soltaron a Sandra. Crackret y yo logramos sujetarla antes de que cayera al hoyo. Entonces, los demonios del Ackhed saltaron sobre nosotras. De repente, Marshall apareció.Hubo un gran destello de luz, todo y todos saltamos por los aires. Cuando el destello desapareció, los demonios se habían esfumado, y Sandra con ellos.-¿Donde está Sandra?- preguntó Daniel, al borde de la histeria-. ¿Donde está mi hermana?Ninguno de nosotros dijo nada. Ninguno de nosotros tenía una respuesta.Marshall se acercó a mí y dijo en un susurro:-Vine lo más rápido que pude, pero no fue suficiente.Crackret y Sebastian se habían acercado. Yo le pregunté a Marshall:-¿Qué quieres decir?Marshall soltó un suspiro melancolico y dijo:-Terminé la línea genealógica. Sandra es descendiente del cuarto sirviente. Es la cuarta víctima del ritual de sacrificio. Cap. 19Por la tarde voy a casa y me conecto a Internet con la esperanza de que Marshall este usando el chat. Y lo encuentro. Le pregunto si puede venir a casa y me dice que sí.Media hora después, toca la ventana de mi cuarto.-¿Por qué no tocas la puerta?- le pregunto divertida.-Por que quería asegurarme de que si estuvieras- dijo-. Ya que estoy aquí, ¿me dejas pasar?Abro la ventana y lo dejo entrar.-¿Y...querías decirme algo?- preguntó.-Sip. Algo relacionado a nuestro misterio.Marshall sonrío y dijo:-Ah, claro. También encontré algo. Dime tú primero.-Bien, encontré algo sobre el plan de venganza de Darksomer- dije-. Para que él pueda pasar permanentemente a nuestro mundo, debe abrirse un portal demonico-vampirico donde la hija que dejó tomara posesión del Achked, y en ese momento el Achked se fusionara con el Limbo creando un solo infierno. En el ritual se sacrificaran cuatro personas: dos relacionadas al lado demoníaco y dos relacionadas al lado vampiríco. Su sangre alimentara a la nueva reina y le dará el poder suficiente para rasgar el velo que separa a Darksomer de este mundo.Marshall se quedó en silencio, confundido. Luego dijo:-Las relaciones demonico-vampiricas son muy poderosas. Es posible que eso funcione. Aunque no entiendo que tiene que ver con...Se detiene de golpe. Me mira con los ojos como platos y dice:-Alina y Dick están del lado demoníaco.-Y Emily del lado vampirico- dije yo.-¡Claro!- exclama Marshall de repente-. Ahora todo concuerda. Se trata de descendencia.Ahora quien esta confundida soy yo.-¿Qué quieres decir?- pregunto.Marshall se pusó a flotar por toda la habitación mientras me decía:-Logré encontrar los nombres de los siervos que traicionaron a Darksomer. Sebastian y yo seguimos la línea genealógica de tres de ellos y resultó que sus descendientes directos son Alina, Emily y Dick. Si logramos descifrar la línea genealógica del cuarto sirviente...-¡Sabremos quien será el proximo en desaparecer!- Eureka. Pero eso no es todo.Marshall dejó de flotar y se sentó en el borde de mi cama.-La hija de Darksomer tiene su propia línea genealógica. Crackret y yo la estamos rastreando, por que es muy posible que su descendiente directo pronto se vea acosado por demonios.-Así que todo se trata de descendencia...-Qué loco, ¿no crees?-Un poco. ¿Supiste de los ataques del Limbo?-Sí. Todo el mundo esta desconcertado. Los demonios del Limbo son pacíficos en comparación a todos, así que es raro que ataquen a otros.-Y es más desconcertante aún que solo ataquen a magos adaptativos.-Sí que lo es. Bueno, me voy. Nos vemos.Marshall salió por la ventana y se fue. Yo volví al Internet y comencé a buscar. Si todo era por descendencia debía encontrar a un último descendiente directo.Pasé horas navegando entre textos digitalizados de literatura estelar buscando el nombre del mago que venció a Darksomer sin éxito. Me sentí tan frustrada que bajé a cenar desquitandome prácticamente con todo lo que se pusiera enfrente.Por su parte, Tom, Chris y Jeremy platicaban entre sí sin prestarme atención, lo cual estaba bien ya que no tenía forma de explicar mi enfurruñamiento. Estaba apuñalando con fuerza innecesaria mi pedazo de carne cuando oí a Chris decirle a Tom:-Todo esta listo para la reunión. Solo debemos determinar la hora.Yo fingí seguir enfurruñada y mantuve la vista fija en mi cena.-Debe ser por la noche, para que todos los miembros puedan asistir- dijo Tom.-La orden puede encargarse de eso- intervinó Jeremy.Yo deje de apuñalar mi carne y empecé a comer mientras los oía discutir de otras cosas.Mi hermano y sus amigos eran miembros de una orden. ¿Qué clase de orden? Cap. 18Al día siguiente, durante una hora libre, busco a Marshall y Crackret. Necesito un punto de vista vampiríco sobre lo que encontré ayer.Todos los estudiantes tienen expresiones que van desde la preocupación hasta el espanto. Veo a Marshall sentado junto a un roble y me acercó a él.-¿Pasó algo?- pregunté.-Dick Greyson desapareció y su prima fue asesinada- dijo Marshall-. Todo el mundo esta asustado, y no es para menos.Dick Greyson... Otro relacionado con demonios.-Voy a preguntarte esto una sola vez- dijo Marshall-: ¿Tú sabías que Crackret anda con Daniel Radcliffe?-Tenia la ligera sospecha de que así era- dije-. Y no te dije nada por que quera comprobarlo primero. A todo esto, ¿quién te lo dijo?-Sandra. Llegó a casa hecha una furia y dijo, y lo cito: "Dile a tu hermana que deje en paz a mi hermano o le atravesare el corazón con una estaca". Me gustaría poder ver eso.En ese momento llegaron Crackret y Sebastian.-¿Ver qué?- preguntó Crackret.-Ver a Sandra Radcliffe intentar asesinarte- dijo Marshall.Entonces comenzaron a discutir. Sebastian se sentó a mi lado y preguntó:-¿De qué se trata todo esto?-Cosas de hermanos- dije, y le di un beso.En ese momento Melinda Bluemerry apareció y gritó, señalandome:-¡Ella es la culpable de todo!Inmediatamente, todos se voltearon a verla a ella, y a mí.-¿De qué hablas?- pregunté, y me levanté.-Los demonios me lo dijeron- dijo en tono conspiratorio-. ¡Todos ellos te buscan! ¡Tú serás su maldita reina soñada!No puedo evitar sentir escalofríos con sus palabras. Melinda dirigió la mirada a Sebastian y le dijo, señalandolo:-Y tú, debes alejarte de ella. ¡Moira será tu perdición, Sebastian Stan!Los presentes comenzaron a murmurar. Era evidente que Melinda había perdido la cordura, y me sentí ligeramente culpable por ello. Melinda intentó acercarse y, al hacerlo, trastabilló. Entonces se acercó un chico y se la llevó de ahí.-Vaya loca- dijo Marshall.Yo volví a mi lugar y enterré la cara en mis manos. Al poco tiempo, la multitud se disolvió.Marshall y Crackret reanudaron su discusión y yo recordé la razón por la que buscaba a Marshall, pero él estaba tan ocupado con su hermana que ni me peló, así qus volvimos a clase sin que pudiera decirle nada. Cap. 17Luego de desayunar, Sebastian me llevó a casa.-Fue una linda noche- dijo.-Muy linda- coincidí.La puerta se abrió y Tom se asomó con expresión seria.-Buenos días- dijo.-Nos vemos mañana- me dijo Sebastian.Me dio un beso y se despidió de Tom, luego se fue. Yo compuse mi expresión más inocente y entré a la casa. Tom cerró la puerta y luego dijo:-Pudiste al menos avisarme.-Lo lamento- dije-. De verdad.Tom sonrió y dijo algo que me sorprendió:-Empieza a agradarme ese muchacho.-¿En serio?- pregunté.Tom abrió la boca para responder, pero de repente Chris gritó:-¡Tom!-¡Ven acá y ayudanos con esto!- gritó a su vez Jeremy.Tom se dirigió a la sala y yo fui a mi cuarto, donde Nighrmare reposaba sobre un cojín transformado en conejo. Abrió los ojos en cuanto cerré la puerta y dijo:-Hueles a sexo. Debí imaginarlo cuando no llegaste anoche. Y cuando no me dejaste acompañarte.-Cierra el pico, conejo- dije.Nightmare se transformó en gato y bufó.-Hallaron algo importante- dijo.Esa era una buena noticia.-Sueltalo. ¿Qué encontraron?-Al parecer las desapariciones coinciden con un ritual de liberación demonico-vampiro. Jeremy cree que intentan liberar a un demonio poderoso.-Darksomer- dije.Nightmare volvió a bufar y dijo:-Puede ser. Pero hay algo más en juego: el Limbo.El Limbo, a diferencia de lo que se cree, es el infierno más despiadado con las almas de los que llegan ahí, ya que las corrompe y les otorga una forma reptante y aterradora.-¿Qué tiene que ver el Limbo en todo esto?- preguntó.-Los demonios del Limbo han atacado a magos y brujas adaptativos. Tu novio debería tener cuidado. Asiento con la cabeza sin decir nada y recuerdo algo: Alina Montgomery estaba relacionada con los demonios, y Emily Thornabow era vampira. Busco mi laptop y me conecto a Internet.-¿Qué piensas hacer?- preguntó Nightmare.-Algo- dije en tono misterioso.Busqué en Internet literatura estelar y luego busqué referencias a Darksomer, el Limbo y el Achked. Lo que encontré me estremeció hasta lo más profundo de mi ser. Cap. 16Es sábado por la noche. Pasó una semana de la desaparición de Emily Thornabow y no hay nada. Nosotros tampoco hemos averiguado mucho, así que decidimos darnos una pausa.Marshall salió con sus amigos vampiros, Crackret fue al cine con Daniel, y yo estoy en una linda cena con Sebastian en su departamento. Deje a Nightmare espiando en la casa a Tom, Chris y Jeremy para que no me moleste y pasar un rato agradable.-¿Quieres un poco de vino?- me pregunta Sebastian.-Solo si estás cocinando pasta- dije.-Que selectiva eres.-Es una costumbre familiar: solo se bebe vino con pasta.Sebastian se acerca a mí y me abraza. Siento su cálido aliento en mi oreja cuando me susurra:-En ese caso, me alegra haber cocinado pasta.Sonrío con picardía y le doy un beso. Luego, nos sentamos a cenar. Al terminar lavo los platos mientras él y yo platicamos.-¿Qué hora es?- pregunté.-Ya es tarde- dijo Sebastian-. Puedo acompañarte a casa, o...podrías quedarte aquí.Esta preocupado y lo comprendo, la última vez que me fui sola a casa de noche terminé con la cabeza abierta. Quizá no sea seguro salir para los demonios.-Bueno- dije-. Supongo que podría quedarme aquí, ya que así lo quieres. Pero tengo que avisarle a Tom, no quiero que se preocupe. Aunque, pensandolo bien...Sebastian me da un beso. Yo le correspondo y siento sus dedos entre mi pelo.De repente, siento sus manos recorriendo mi espalda.-Vamos a mi habitación- me susurra.Yo solo digo que sí con la cabeza. El fuego brilla a lo lejos. Veo a alguien acercarse a mi, pero su forma es difusa.-Es hora de que tomes tu lugar entre los nuestros-dijo.Miles de manos me jalan y me arrastran sin cesar. Entonces, un objeto luminoso aparece y me atraviesa el corazón.Abro los ojos de golpe. Hasta ahí llegó el momento romántico.Me levanto con cuidado para no despertar a Sebastian y me envuelvo en una sábana tirada en el suelo. Salgo del cuarto y voy a la sala, una vez ahí me tiro en el sillón.-Malditas pesadillas que no ayudan nada- dije.Luego sonrio para mí. Las imagenes pesadillescas son reemplazadas por los recuerdos de la noche que acabo de pasar. Me levanto del sillón y vuelvo a la cama, pero no me duermo. Creo que ahora temo dormir. Cap. 15Pasé por el parque mientras me dirigía a casa de Marshall. Me fui de ahí lo más rápido posible y llegué a mi destino. Crackret abrió la puerta con cara de pocos amigos.-Pasa- dijo.-¿Qué pasó?- pregunté.-Sandra estuvo aquí.Decidí no decir nada.-¿Y Marshall?-Fue a buscar a Sebastian. Al parecer, olvidó como llegar a la casa.Entramos y fuimos a la sala.-Mientras ellos llegan te diré lo que encontramos- sugirió Crackret.-De acuerdo- dije, y me senté.Crackret abrió un libro y dijo:-Encontré algo de tu criatura aquí, en literatura estelar.-Ah, si- dije-. Su nombre es Darksomer. La profesora Frightning nos habló de él.-Pues bien, aquí en este libro hay una leyenda. Habla de cuatro sirvientes que traicionaron a Darksomer entregandolo a un mago de magia adaptativa, quien lo desterró de este mundo. Darksomer, como es lógico, juró vengarse de ellos.-¿Y cómo lo haría?- pregunté.-No lo sé- dijo Crackret-. Hasta ahí llega la información. Al menos la que yo tengo.-¿Y qué es la magia adaptativa?- pregunté.Crackret se echó a reír y respondió:-El nombre lo dice: el mago adapta su magia a lo que necesite. Deberías saberlo, tu novio maneja esa magia.Yo iba a decir algo pero en ese momento Marshall entró a la sala, seguido por Sebastian. Ambos tenían una expresión seria.Para mi sorpresa, Nightmare venía posado en el hombro de Sebastian.-Es tan adorable- decía Sebastian, acariciando al cuervo-. ¿Por qué lo odias?-Por que es horrendo- dijo Marshall.Carraspeé. Nighmare voló y se posó en el respaldo del sillón donde estaba.-Hubo otra desaparición- dijo Marshall.-¿Qué?- pregunté.-¿Quién fue esta vez?- preguntó Crackret.Cómo Marshall no dijo nada, fue Sebastian quien respondió:-Emily Thornabow.-Que mal- dijo Crackret-. Esa chica me caía bien.-El caso va lento- dijo Nightmare-. No han hallado a ningún responsable, pero han comprobado que un demonio tiene algo que ver.Eso es una mala noticia. Crackret miró a su hermano y dijo:-Deberías traer lo que encontraste.Marshall, que tenía cara de atontado, dio un respingo y salió de la sala. Luego de unos minutos regresó con un libro.Mientras hojeaba las páginas buscando algo dijo:-Doy por supuesto que Crackret te contó lo que halló. Pues bien, yo encontré la forma que Darksomer ideó para vengarse, y mi amigo aquí presente halló algo igual de interesante. Diles.Sebastian observó a Marshall un momento y dijo:-Lo que sé es esto: hubo cuatro sirvientes que conocían la forma de derrotar a su amo, y le dijeron a un mago adaptativo como hacerlo. Este se enfrentó al demonio y lo venció, desterrandolo a un limbo espacial, donde perdió todo contacto con el Achked y sus demonios. Sin su dirigente, los demonios se recluyeron en su infierno e idearon una forma de ayudar a su señor a salir del abismo en que había caído.-¿Encontraron una forma?- pregunté.-Sí, pero no fue permanente.Iba a preguntar algo más, pero Marshall se anticipó.-Aquí esta- dijo-. Darksomer solo pudo permanecer en este mundo solo una noche, por lo que ideó un plan: dejar a alguien aquí con la posibilidad de dirigir a sus demonios y abrir un portal permanente para que él pudiera ir y venir a su antojo.-¿A quién dejó?- quisó saber Crackret.-A una hija.En ese momento, Nightmare comenzó a graznar sin parar. Yo traté de calmarlo, sin éxito. Marshall abrió la ventana de la sala y Nightmare salió volando.-¿Había hecho eso antes?- preguntó Sebastian.-No- dije-. Qué extraño.Los cuatro nos quedamos en silencio. Cap. 14Dos semanas después, vuelvo a la escuela. No era parte de mi plan pasar el resto de mis vacaciones en el hospital, pero nimodo.Entro a la plaza y nadie se fija en mí. Ah, bendito anonimato. Mi primera clase es Rituales Demonico-vampiricos, por lo que me encuentro a Crackret.-Investigué sobre lo que quedamos- dijo.Durante las dos semanas en el hospital Marshall, Crackret y yo discutimos sobre la criatura de mi sueño. Crackret había investigado en la biblioteca sin hallar nada y Marshall, por otra parte, nos contaba de lo que oía sobre la investigación de Alina. Al parecer, no había muchas pistas y el caso avanzaba lento.-¿Qué encontraste?- pregunté.-Nada. Esa cosa parece que no existe en ningún lado.-Pero tiene que existir- insistí.Crackret iba a decir algo pero en ese momento llegó la profesora Billingash.-Buenos días, clase- dijo-. Hoy hablaremos de las criaturas del umbral.Se acercó al pizarrón y, mientras escribía algo, explicó:-Las criaturas del umbral son las únicas que tanto demonios como vampiros pueden conjurar. Son seres eteréos que dificilmente...-¿Y has averiguado que caso investiga ese amigo sexy de tu hermano?- susurró Crackret.-Aún no- susurré-. Pero puedo pedirle a Nightmare que se cuele e investigue. Si Jeremy esta investigando la desaparición de Alina, será bueno saber que encuentra.Al terminar la clase nos dirigimos a la cafetería. Ahí Marshall se nos acercó y dijo:-Miren quién viene ahí.Volteamos. Melinda Bluemerry caminaba a buen paso hacía un comedor. Parecía distinta, pero no sabría decir como. Por lo demás, era la misma presumida egocentrica de siempre. Hasta que me vio. Su rostro pálido enrojeció, su mirada chispeó y su porte pareció achicarse. Recogió su comida rápidamente y se fue.-Te lo dije- dijo Marshall.-¿Qué hora es?- preguntó Crackret-. Ah, no importa, tengo que irme.-¿Adónde vas?- preguntó Marshall mientras Crackret se levantaba. -No es de tu incumbencia- dijo Crackret, y se fue.Marshall me miró y dijo:-Tú sabes a donde va.Yo solo me encogí de hombros. Tenía una ligera sospecha.Desayunamos y luego me fui al ala elevada a clase de Lectura de Astros. No sé de que me servirá eso pero es una asignatura obligada para mí, así que me dirijo allí lista para aburrirme.Sin embargo, lo primero que veo al llegar al aula es una pintura de la criatura de mi sueño.La profesora Frighting, una vampiresa hechicera, dice:-Hoy les hablaré de Darksomer, el demonio estelar.Señaló la pintura y dijo:-Una vez el mundo fue de Darksomer. Era tan cruel y despiadado que nadie osaba enfrentarle. La razón de su poder era el infierno indomable.Todos intercambiamos miradas de desconcierto y algunos susurraron. Solo Dick Greyson, un chico de piel demasiado tostada y gafas de fondo de vaso, tuvo el valor de preguntar:-¿Se... se refiere... al Achked?-Ese mismo- confirmó la profesora-. Él fue el único ser al que los demonios del Achked aceptaron como dirigente.-Vaya- dijo Dick.La profesora Frighting lo miró y luego explicó:-El poder de Darksomer se alimenta de los cuerpos celestes dedicados a la destrucción, como las supernovas o los agujeros negros. Una de las cosas que aprenderán en esta clase es usar la energía de los cuerpos celestes.El demonio estelar. El dirigente del Achked. ¿Será posible...?-Profesora- dijo una chica, Emily Torrent-. ¿Cómo dejó Darksomer este mundo?La profesora palideció.-Eso no debe de importarle, señorita. Ahora, fuera. La clase acabó. Todos abandonamos el aula, confundidos. Bueno, todos excepto yo. Estaba intrigada. Fui a buscar a Marshall y a Crackret para contarles lo que acababa de descubrir cuando vi algo moverse.De ahí, muy agitada, salió Crackret.-Casi llego tarde a clase- dijo.-Y por eso corrías- dije yo-. Sí, claro.Ella se pasó la lengua por los labios. Era hora de hacer de buena amiga.-Crackret, a Sandra Radcliffe no le agradará saber que le chupas la sangre a su hermano.Si Crackret estaba sorprendida por que sabía que salía con Daniel Radcliffe, no lo demostró. Solo se limitó a decir:-Ella no tiene por que enterarse.-¿De qué?- preguntó alguien a nuestras espaldas.-Cosas de chicas- dije casi automáticamente.Para mi sorpresa, me encontré con Jeremy.-¿Qué haces aquí?- pregunté.-Trabajo- dijo.Y sin dar más explicaciones, se fue.-Que sexy es- dijo Crackret.Yo le lance una elocuente mirada reprobatoria y ella se echó a reír.-Ven a casa al rato- sugirió-. Marshall y yo averiguamos algo.-De acuerdo- dije.Comencé a alejarme y Crackret me dijo antes de irse.-Por cierto, Sebastian estará ahí. Nos va a ayudar con este misterio. Cap. 13Lo primero que vi cuando volvio la luz fue los ojos grises de Sebastian mirando los míos. Él sonrió cuando notó que había despertado.-¿Cómo te sientes?- preguntó.Era una buena pregunta. Sentía algo pegado a mi muñeca y la cabeza me dolía espantosamente.-Me siento fatal- dije-. ¿Qué pasó?-Te atacaron anoche.-¿Qué? ¿Quién fue?-Esperaba que tú me lo dijeras.-¿Donde estamos?-En el hospital. Te golpearon tan fuerte que tenías la cabeza abierta cuando te encontraron.Todo estaba confuso. Me habían golpeado y yo no tenía idea de cuando o a que hora.-¿Quién me encontró?- pregunté.-Tu hermano Drigg- respondio Sebastian-. Él me llamó cuando te trajó aquí y yo llamé a tu hermano Tom. Esta esperando que despiertes, será mejor que le avise...-No, quiero que te quedes conmigo. Hablaré con Tom después.Sebastian sonrió, y sus ojos se iluminaron de una forma especial mientras tomaba mi mano. Nunca había notado eso, pero ahora era como si pudiera permanecer la eternidad sumergida en ese luminoso oceáno gris. Con eso en mente, me dormí.Por la tarde Marshall y Crackret vinieron a verme.-¿Y cómo estuvo?- preguntó Marshall.-Ya te dije que no lo sé- dije, hastíada-. No logro recordarlo.-Eso esta raro- dijo Crackret-. En el caso de los mitad demonio, la amnesia siempre viene con un ataque mágico, no con un porrazo en la cabeza.-Muchas gracias, Crackret- dije con sarcasmo-. Ya me siento mucho mejor. Oigan, creo que esto tiene que ver con la desaparición de Alina Montgomery. Escuchen.Y les conté lo que me había dicho Nightmare y el sueño que había tenido.-Entonces, tú crees que ese sueño tiene que ver con Alina- reflexionó Crackret-. La cuestión es...¿en que sentido?-Tengo que averiguarlo, pero no sé por donde empezar- dije-. Esa cosa que se me apareció en el sueño no es algo que pueda reconocer. Nunca había visto algo así.-Puedo buscar en los registros oscuros de la biblioteca- sugirió Crackret-. Si es un demonio o un ente oscuro, estará ahí.-Oye, ¿por qué no le preguntas a tu hermano si sabe algo?-sugirió Marshall.-Ni hablar. No voy a meter a Tom en esto. Apenitas se libró de la demanda con los Bluemerry, no pienso meterlo en más líos.-¿Y cómo se libró?- preguntó Marshall.-Ni idea.Eso era un misterio incluso para mí. En ese momento entró el doctor, acompañado de Tom.-Nos vemos mañana- dijo Marshall, y él y su hermana se fueron.Luego de revisarme, el doctor dijo que debía permanecer ahí dos semanas. Cuando el doctor se fue, Tom me preguntó:-¿Qué pasó ayer?-No lo sé- respondí.La verdad no he tenido tiempo de pensar en ello.-Solo recuerdo ir por el parque que esta cerca de la casa de Marshall y eso es todo.Tom me miró y me preguntó que había hecho. Yo le dije lo que hice en casa de Marshall y le aseguré que no había salido hasta la noche, cuando me dirigia a casa. Y luego pregunté:-¿Y si los Bluemerry tuvieron algo que ver?-También lo he pensado- dijo Tom-. Será mejor que lo averigue. Pero lo haré mañana, esta noche me quedaré contigo.Así fue. Sin embargo, no pude dormir. La perspectiva del misterio me mantuvo despierta hasta muy tarde. Cap. 12Luego de desayunar fui a darme una ducha. Mientras me vestía, Nightmare dijo:-No pensaras salir, ¿verdad?-Sí, voy a visitar a Marshall- le dije.Nightmare se transformó en ratón y se escondió bajo la cama.-No te conviene salir pero tampoco voy a impedirte que lo hagas- dijo.Terminé de vestirme y fui a casa de Marshall. Crackret abrió la puerta y me dejó pasar.-¿No te enteraste?- inquirió mientras íbamos a la sala-: Alina Montgomery desaparecio.Marshall flotaba sobre un sillón y dijo:-Dicen que se la llevaron los demonios por una deuda que tenía su padre.-Tan es así que contrataron a un investigador privado para que ayude a la policía.Ouuu...Ese es el asunto demoníaco que debe investigar Jeremy. Rayos.-¿Qué ocurre, Moira?- preguntó Marshall-. Te pusiste pálida.-Solo estoy nerviosa. Espero que luego no se inventen que yo tuve algo que ver-dije.Marshall y Crackret se rieron a carcajada suelta.-Nadie te culpará- aseguró Marshall-. Lo que hiciste con Melinda ya pasó. Todos lo olvidaron.-Todos menos ella- dije-. Buscará como vengarse, ya lo verán.Marshall se dejó caer en el sillón sobre el que flotaba.-No lo creo- dijo Crackret-. Realmente la espantaste.Cambiamos el tema. Hablamos de las tareas pendientes de la escuela y sobre otras cosas cuando de repente Marshall dijo:-Oye, Moira, ¿y si organizas una cita doble?Crackret le lanzó una mirada asesina y yo pregunte, medio adormilada en el sillón donde estaba:-¿Por qué? ¿Te animaste a pedirle una cita a Emily Thornabow?-No, boba. Es para Crackret.-Marshall, tu hermana es lo suficientemente mayor para conseguir su propia cita.-No con este chico.Yo mire a Crackret y ella dijo:-No le hagas caso.Marshall esbozó una sonrisa maliciosa y dijo:-Le gusta Chris Evans.Luego soltó una carcajada estridente. Crackret le lanzó un cojín.-Eres detestable- dijo.-Eres un maldito- dije yo sin rodeos.Obviamente él sabía lo mismo que yo: Chris estaba saliendo con alguien, y era muy desconsiderado de su parte darle la lata a Crackret así. Tocaron la puerta y Marshall fue a abrir.-¿A quién más invitaron?- pregunté.Crackret se encogio de hombros y se fue. Luego entró Marshall junto con Chris y Sebastian.-¿A donde fue Crackret?- preguntó Marshall-. Chris necesita hablar con ella sobre una tarea.-Ni idea. Supongo que fue a su cuarto- dije.-¿Puedo pasar a buscarla?- preguntó Chris cortesmente-. Es urgente que le diga de la tarea.-Mientras solo sea para hablar de tarea...Chris salio de la sala.-Voy a pedir una pizza- dijo Marshall-. La novia de Chris vendrá con su hermano y esto será una pequeña fiesta.Marshall salió, y una vez que nos quedamos solos Sebastian se me acercó y me besó apasionadamente. Yo le correspondí, y cuando nos separamos me dijo:-Extrañaba besarte así.-Deberías pasar por mí de vez en cuando y será más frecuente- sugerí.Él frunció el ceño y replicó:-No quiero toparme con tu hermano.-¿Qué tienes contra Tom?-Nada personal. Solo no me agrada."Nada personal...sí, claro", pensé. Me estaba mintiendo, pero preferí no insistir. Marshall volvio y se recostó en un sillón. Luego de un rato, llegaron otros dos chicos.-Chicos- dijo Marshall haciendo las presentaciones-: ella es Sandra Radcliffe y él es su hermano Daniel. Sandra, Daniel, ellos son Moira Bradley y Sebastian Stan.-¿Tú eres la hermana de Drigg, cierto?- me preguntó Sandra mientras nos acomodabamos en los sillones.-Sí- respondí-. ¿De donde lo conoces?-Salio con él- dijo Daniel.Yo mire a Sandra de hito en hito.-¿De verdad?- pregunté-. ¿Qué te hizo pensar que era una buena idea?Sandra no respondio; Chris y Crackret acababan de llegar y entraron a la sala charlando.-Entonces tú consigues eso- dijo Crackret-, y yo busco lo demás. Ah, hola.-Hola- dijo Sandra, y se abrazó a Chris.Llegó la pizza y charlamos animadamente de varias cosas. Cuando nos despedimos ya era de noche y me dirigí a casa. Iba caminando cuando vi algo extraño.Junto al camino que da al parque alguien había encendido una hoguera, pero no había nadie en kilometros a la redonda. Me acerqué con cuidado y dije:-¿Hola? ¿Hay alguien aquí?No hubo respuesta. Entonces el fuego de la hoguera se movió, como si le hubiera llegado el viento, pero no soplaba viento alguno. Me asusté.-¿Qué demonios...?De repente, apareció una criatura espantosa, con piel colgandole del cuerpo como un traje demasiado holgado y cubierta de sangre. Me miró y dijo:-El infierno se desatará.Extendió los brazos tratando de agarrarme. Yo retrocedí espantada y me aleje de ahi. No podía pensar en como defenderme, solo quería irme.Entonces, algo me golpeó y todo se puso negro. Cap. 11Algo se agita en la niebla. Tiene el color del metal y unos ojos rojizos. Creí que era un Sehb, pero entonces habló. Dijo mi nombre. Y luego dijo:-Vuelve a casa, pequeño cuervo.Entonces todo se llenó de un color rojizo violeta. Eran las llamas del Ahcked. Bailaban perversas por todo el lugar, buscando que incendiar...Entonces despierto. El día empieza a clarear y Nightmare está de pie, convertido en un pastor alemán.-Algo pasó- dijo.Sacudo la cabeza intentando despejarla. Con voz tensa, Nightmare repitió:-Moira, algo pasó.-¿Algo cómo qué?- pregunté.-No sé. Pero tiene que ver con el Ahcked.Y se rascó detrás de la oreja. La puerta se abrió y apareció Tom.-Hora de desayunar- dijo."¿Tan temprano?", pensé.-Jeremy tiene un nuevo trabajo- dijo Tom a modo de explicación.Eso lo explica todo. Mientras bajo al desayuno, recuerdo lo que pasó los últimos meses.Como Tom me había sugerido, pasé las tres semanas de suspensión en mi casa. Cuando volví a la escuela, nadie se me acercaba, como si temieran molestarme. Melinda no volvió a clases, Crackret me dijo que no sabríamos de ella hasta después de vacaciones.En Año Nuevo, como me había anticipado, Tom me llevó a su casa. Resulta que comparte casa con otros dos chicos: un cazador y un detective.-Ellos son mis amigos- dijo Tom al presentarmelos-: Chris Hemsworth y Jeremy Renner.Luego de la presentación, me explicaron las reglas que tenían: no debía dejar que Nightmare anduviera por ahí, podía invitar a quien quisiera mientras no fuera a pijamadas y no podía invitar a mi novio.Esto último no era muy problematico, por que Sebastian y yo nos veíamos a diario y él no estaba muy entusiasmado de visitar mi nueva casa. Era costumbre que cuando Jeremy tenía que salir a investigar el desayuno se servía temprano.Bajé al comedor y los tres ya me estaban esperando.-Parece que es algo grave- decía Jeremy-. Quizá deberías acompañarme. Hola Moira.Me senté frente a la mesa y dije:-Buenos días.En la mesa había un cesto con rebanadas de pan tostado, mermelada, cajeta y una jarra de leche. Me serví leche y agarré un pan en el momento que Chris dijo:-Me temo que esta vez no. Los asuntos demoníacos no son lo mío.En ese momento llegó Tom y dijo:-Lo que no quiere decir es que hoy es su día libre y tenía pensado pasarlo con Elsa.Jeremy se echó a reír y Chris se sonrojó. Yo, sin embargo, permanecí inexpresiva.¿A qué asunto demoníaco se refería Chris?Estaría por averiguarlo muy pronto... Al abrir los ojos, Tom se encontró en su habitación de Coma. Sin embargo, la habitación lucía diferente: las paredes eran de un color negruzco y la estancia era más sombría. Las cortinas habían desaparecido, al igual que el vidrio de la ventana.Tom observó el sitio con desconcierto. Él se había lanzado al vacío. ¿Cómo había aterrizado en ese cuarto?Amora apareció, con una sonrida radiante.-Lo has logrado- dijo.-¿Qué quieres decir?- preguntó Tom.-Rompiste la maldición de Coma. Y es hora de romper tu propia maldición. ¿Ya recuerdas tu desgracia?-La recuerdo- musitó Tom.Y comenzó a desgranar la historia de su tragedia.Tom conoció a Mercy mientras hacía la compra. Había ido a comprar comida para sus peces y ella iba a comprar una tortuga. Ambos estaban distraídos y chocaron uno contra el otro.-Lo siento- dijo ella.-No te preocupes- dijo Tom-. ¿Buscas algo en especial? No trabajo aquí pero igual puedo ayudarte.Mercy sonrió tímidamente.-Una tortuga.A partir de ese momento, comenzaron a salir, y cada cita era más especial que la anterior hasta que, una noche, fueron a cenar y decidieron volver a casa caminando. Entonces, al detenerse en una esquina, Tom sacó una cajita y se la entregó a Mercy.-¿Y esto?- preguntó ella, intrigada.-Ábrelo- dijo Tom con tono misterioso.Mercy abrió la cajita y vio lo que había, sin dar crédito a sus ojos. Había un sencillo anillo con una joya engarzada.-Tom...- dijo Mercy, y le miró.-¿Te casarías conmigo?- le preguntó Tom.Mercy estaba radiante de felicidad, pero antes de que dijera nada, una voz socarrona dijo:-Que tierno.Tom y Mercy voltearon. Tres hombres encapuchados se acercaron a ellos, uno de ellos sostenía un rifle con el que apuntaba a la pareja.-Creo que llegamos en mal momento, camaradas- dijo el del rifle, y los otros rieron.-Es una pena- dijo otro, señalando una furgoneta-. Adentro- ordenó.Todos entraron al vehículo. Nadie dijo nada durante el trayecto. Llegaron a un edificio abandonado. Bajaron de la furgoneta y entraron al edificio. El tipo del rifle miró a Tom y luego a Mercy, luego, dirigiendose a ella, preguntó:-¿Qué le dices a tu novio, dulzura?Mercy no dijo nada, atemorizada. Los otros dos, que sujetaban a Tom, solo miraron. El del rifle miró a Mercy y dijo:-Responde mi pregunta: ¿Aceptas a este hombre como tu esposo?-Sí, sí acepto- dijo Mercy, temblorosa.-¿Tú aceptas a esta dulzura como tu querida esposa?- preguntó el hombre a Tom.-Sí- dijo Tom.El hombre sonrió y dijo:-Bueno, pues considerense marido y mujer. Ahora podemos comenzar.El sujeto dejó el rifle, agarró un cuchillo y apuñaló a Mercy repetidas veces, hasta que prácticamente le dejó las vísceras de fuera .Luego, golpeó a Tom con un tubo. Los tres sujetos lo dejaron ahí y se fueron a otra habitación.Tom se arrastró, aturdido, hasta el cuerpo de Mercy y lo tomó entre sus brazos. Sus ojos se anegaron en lágrimas y lloró de impotencia por no poder defenderla. Entonces, decidió vengarse.Tomó el rifle y el tubo y salio en busca de los tres hombres, encontrandolos en una habitación cercana, jactandose de lo que habían hecho. Tom decidio usar el rifle para reducirlos. Apuntó y disparó tres veces. El primero murio con el disparo, que le dio en la cabeza. El segundo cayó con un tiro en la pierna, y el tercero tenía un disparo en el estomágo. Tom aparecio, soltó el rifle y agarró el cuchillo, con el que asesinó a uno y después golpeó al otro con el tubo hasta que le partió el cranéo.Sin embargo, su desesperación aumentó cuando, tiempo después, lo arrestaron por asesinar a esos hombres. Él había perdido a Mercy, y con ella lo había perdido todo; todo por culpa de esos monstruos, ¿y era él quién debía ser castigado? Eso fue demasiado, más de lo que podía soportar.-Y tal vez por eso llegué aquí- dijo Tom, finalizando su relato.Amora le tomó la mano cariñosamente.-Tu amor por Mercy era puro- dijo-. Ese amor fue tu defensa al enfrentarte a la muerte, personificada en Benjamin. Ahora ven conmigo.Amora llevó a Tom a la ventana y le invitó a asomarse por ella, cosa que él hizo. El paisaje era diferente. El jardín estaba reseco y miles de personas salían en tropel.-Le has dado la redención a estas almas- dijo Amora-. Ahora ve y busca tu propia redención.Le señaló la puerta, que estaba abierta de par en par. Tom atravesó la puerta y encontró un pasillo iluminado. Ahí vio a otra mujer.Usaba un vestido verde claro, que resaltaba su piel oliva. Su cabello oscuro enmarcaba su bello rostro, radiante de alegría al verlo.-¡Tom!- exclamó.Tom esbozó una ancha sonrisa.-Mercy- susurró- ¡Mercy!- gritó después.Corrió hacia ella, y los dos amantes se fundieron en un dulce y largo beso.-Estás aquí- dijo Mercy-. Estas conmigo.-Aquí estaré contigo- dijo Tom-. Estaremos juntos por siempre.Los dos se abrazaron, felices de reunirse nuevamente, y emprendieron el camino hacia la eternidad. Había llegado a una habitación totalmente diferente. Las paredes estaban tapizadas con un tapiz rojo ladrillo y el suelo tenía una alfombra rojo cerezo que hacía juego con las paredes. El mobiliario constaba de un escritorio de roble de tono oscuro, dos sillones con tapicería café y estantes repletos de libros.¿Qué habitación era esta? ¿Tenía algún propsito especial o era una estancia dedicada al ocio?-Bienvenido, Tom. Esperaba tu llegada.Tom fijó la vista en un punto detrás del escritorio. Un hombre miraba por la ventana, de espaldas a la estancia. Se dio la vuelta y Tom pudo verlo bien.Era un hombre de mediana edad, de facciones afiladas y cabello castaño con algunas canas, vestido con un traje azul hecho a medida.-Me llamo Benjamin- dijo-. Soy el director de Coma. -¿Qué es Coma exactamente?- preguntó Tom, desafiante.-Coma es un refugio para los desdichados, un retiro para los locos y una salida para los desesperados. Es la solución para cada uno de los que tocan la puerta- respondio Benjamin laconicamente.-¿Cómo llegué aquí?-Obligado por tu subconsciente, guíado por tu torturada conciencia...la verdad, no importa. Eres un caso único, Tom. No podía rehusarme a tener a alguien como tú lejos de Coma.Tom observó a Benjamin detenidamente. ¿Estaba loco o era en verdad retorcido?-Quiero salir de aquí- dijo.-No se puede salir de Coma- dijo Benjamin. Su tono laconico fue sustituido por una voz áspera-. Ni siquiera los muertos pueden abandonarlo.De pronto, frente a un atónito Tom, la apariencia de Benjamin cambió. Su piel se volvio grisacéa y descarapelada, como si hubiera estado bajo el sol, y cubierta de arrugas. Su cabello se volvió completamente canoso y se caía rápidamente, hasta que quedaron unos pocos cabellos adheridos al cranéo pelado. El traje se fue decolorando hasta quedar hecho andrajos.-Ni siquiera los muertos salimos de Coma- dijo con voz sepulcral-. Estamos condenados a vagar eternamente en este lugar maldito. Y tú te unirás a nosotros.Benjamin extendió los brazos hacia Tom, y este lo empujó violentamente lejos de sí. De repente, con un estallido, las llamas aparecieron, devorando el tapiz de las paredes.Tom retrocedió, chocando contra el escritorio, y Benjamin apareció de nuevo, con las mangas de su saco chamuscadas. Esta vez logro sujetar a Tom de un brazo y con una fuerza inusual lo lanzó al otro lado de la oficina.En ese instante apareció Luciana.-¿Ya lo tienes?- preguntó-. ¿Puedes recordarla?Podía recordar. La mujer del abedul yacía muerta en sus brazos, víctima de un horrible crimen-Mercy- susurró Tom.Su vida, su amor, la única que había podido cruzar sus barreras.-¿Qué le ocurrió?- inquirió Luciana, compasiva.-No está- dijo Tom-. Ella...se fue.Y tras decir estas palabras, rompió a llorar como un niño. Sintió los brazos de Luciana rodeandolo, llenandole de energía. Súbitamente, la aparición se fue. Tom observó el sitio, consumiendose por el fuego, y al espectro carbonizado de Benjamin acercandose a él con celeridad.Desesperado, Tom se dirigió a la ventana e intentó abrirla, sin éxito.Repitiendo las primeras palabras de Luciana, Benjamin dijo:-No se puede salir de Coma. No hay escape de este lugar.Tom agarró una silla y la estrelló contra el vidrio de la ventana, mientras Benjamin arrojaba lejos el escritorio que lo separaba de su presa. Entonces, sujetó el brazo de Tom.-Coma necesita un nuevo director- dijo.Usando la misma silla como arma, Tom se liberó de Benjamin y lo empujó de nuevo, lanzandolo al fuego. Después continuó aporreando la ventana hasta que el vidrio se rompio.Sin tener otra alternativa, Tom saltó al vacio. Allá donde fijara la mirada, Tom veía cadáveres en diversos estados.Todos colgaban de ganchos como si fueran pedazos de carne en una carnicería. Algunos estaban en carne viva, a otros les faltaban miembros y otros más estaban putrefactos. Más allá había mesas de laboratorio y muebles con frascos.Tom se convenció de su primer pensamiento sobre Coma: era una pesadilla. Al acercarse a los muebles, vio que dentro de los frascos había trozos de piel, lenguas, ojos y otras partes del cuerpo.De repente, Ilyana apareció.-Ven- invitó.-Estoy aquí para guiarte.-¿A donde vamos?- preguntó Tom mientras se dirigia hacia ella.-A la primera prueba de tu redención.Ilyana atravesó una pared, y Tom vio como una puerta se materializaba en el punto donde Ilyana había atravesado la pared. La puerta se abrió y Tom atravesó el umbral.Vio más cuerpos, tendidos sobre mesas de metal, inmóviles. Todos tenían los ojos cerrados, y Tom creyó que estaban muertos.Entonces reparó en que los cuerpos estaban encadenados a las mesas con grilletes que sujetaban manos y pies a las mesas. Tom se acercó a uno de los cuerpos; era de un hombre joven, de cabello oscuro y piel cetrina.El joven abrió de golpe los párpados, mostrando dos cuencas vacías y sanguinolentas. Tom se apartó, horrorizado. Los demás cuerpos empezaron a moverse y a gemir lastimeramente.Ilyana apareció y dijo:-Solo tú puedes ayudarlos.-¿Cómo?- se sorprendió Tom. A su parecer, no había nada que él pudiera hacer para ayudar a esa pobre gente.-Pon fin a su sufrimiento- indicó Ilyana.Tom se escandalizó.-Quieres decir que los...¿asesine?Ilyana sonrió.-No sería la primera vez que asesinas a alguien.Con estas palabras se perfiló otro recuerdo. Tres hombres encapuchados yacían en el suelo, brutalmente asesinados. En el recuerdo, Tom se vio a sí mismo con la ropa manchada de sangre y con un tubo en sus manos. A sus pies estaban una navaja y un rifle.Vio a Ilyana, que sonreía ufana, y supo que hacer.Tom buscó por todos lados hasta hallar un bidón lleno de gasolina, la cual roció por el lugar. Halló una caja de cerillos y, encendiendo uno, lo arrojó a la gasolina. Con un chisporroteo, el líquido se encendió.Ilyana guió a Tom por otra puerta, la cual desembocaba en otro pasillo oscuro.-Sigue por ahí- dijo-. Ese camino te reencontrará con tu tortuoso pasado.Tom atravesó la puerta y avanzó por el pasillo hasta llegar a una abertura, la cual también cruzó. El lugar, que había estado a oscuras, se iluminó de repente. Así, Tom pudo distinguir que las manchas de las paredes eran sangre seca, y las mesas tenían instrumentos quirurgicos, vasijas pequeñas y vendas.Con la luz, llegó el ruido. Se oyeron quejidos, alaridos y súplicas de dolor. Se escuchó el ruido sutil de cuchillos afilandose, y luego el inconfundible sonido de una motosierra al encenderse.Una vez más, Tom luchó por soltarse de sus ataduras sin éxito. Se oyó ruido de pasos, que se acercaba cada vez más. La puerta se abrió y entró un sujeto con una mascára de hierro que le cubría toda la cabeza, ataviado con um uniforme mugriento que pretendía ser magenta. Se acercó a una mesa con paso lento y revolvió lo que había ahí, produciendo un ruido metálico.Un alarido de dolor atravesó el aire, medio ahogado por el sonido de la motosierra. El sujeto dejó lo que hacía y levantó la cabeza.-Malditos locos- masculló irritado-. Les he dicho a los otros como silenciarlos y no obedecen.Locos. ¿Era Coma un manicomio? Tom no estaba loco, no tenía por que estar ahí. ¿O acaso era algo peor? ¿Sería Coma un matadero? ¿Era la muerte lo que le esperaba en esa habitación?Nuevamente, trató de soltarse pero las correas lo mantenían firmemente atado. El sujeto se volvió hacia él y le miró como si fuera una molestia.-Deja de hacer eso. No cambiaras lo que sucederá.-¿Qué sucederá?- preguntó Tom.Se arrepintió de haber preguntado. El sujeto se acercó a él con un cuchillo de carnicero y dijo:-Esto te va a doler y yo lo voy a disfrutar.El sujeto estuvo a punto de clavarle el cuchillo pero se detuvo. Se escuchó un chirrido agudo, y el sujeto retrocedio asustado.-¡No!- gritó- ¡Alejate, bestia del infierno!Algo pasó sobre Tom y se abalanzó sobre el tipo, que soltò un grito al ver a la cosa saltarle encima. Las correas que sujetaban a Tom se soltaron de repente y él se levantó y salio corriendo.El pasillo al que había llegado estaba repleto de gente que andaba con paso vacilante. Miradas vidriosas lo seguían mientras avanzaba entre ellos, tratando de esquivar heridas abiertas que secretaban sustancias irreconocibles, manos de uñas largas y enterradas que intentaban agarrarlo, cuerpos con protuberancias desconocidas para los seres humanos...De repente, Tom sintió como una mano se aferraba a su brazo y lo jalaba, obligandolo a voltearse.Una anciana horripilante lo miraba con ojos bizcos en los cuales había un dejo de locura. Sus manos eran como garras, su cara era espantosa: tenía la mitad del rostro chamuscada, mientras que de la otra mitad colgaban pedazos de piel.-Tú nos salvarás- dijo con voz áspera. Miró fijamente a Tom y dijo, como convenciendose de algo-: Sí, tú lo harás. Nos salvaras a todos.La anciana soltó a Tom, y él reanudó su marcha. Entonces se escuchó un grito de furia y el sujeto de la mascára de hierro apareció, corría freneticamente apartando a los demás en busca de su presa. Tom sintió como una mano suave lo jalaba y lo guiaba a una habitación, cerrando la puerta tras de sí.-Me llamo Amora, la de las respuestas claras- dijo la aparición.Era una mujer con un vestido negro, pálida y de cabello rubio.-¿Qué es Coma?- le preguntó Tom.-El infierno en la tierra- dijo Amora-. Un lugar maldito a donde llegan a parar los desdichados y los locos.-¿Cómo llegué aquí? Yo no estoy loco ni soy...Tom se intertumpió antes de decir la última palabra: desdichado. Entonces, a su mente llegó el primer recuerdo claro que tenía: una joven de piel oliva y cabello oscuro sentada a la sombra de un abedul, rebosante de vida.-¿Ya has recordado tu desgracia?- preguntó Amora.Tom no respondio.-Esa anciana, la del pasillo...dijo que yo los salvaría.-No hay salvación para ninguno de los que están aquí.Algo golpeó la puerta. Amora la miró y luego dijo:-Vete, sigue derecho y entra por la primera puerta que encuentres.Volvieron a golpear la puerta con más fuerza. Tom salió corriendo por el pasillo, sin voltear atrás y llegó a una puerta de acero con manchas de oxido. Giró el picaporte, pero la puerta no se abrió. Volvió a intentarlo, golpeando la puerta con el hombro y logró abrirla un poco, golpeó con más fuerza y la puerta se abrió un poco más, lo justo para que pudiera entrar. Se coló por la abertura y luego que entró empujó la puerta para cerrarla y atrancarla.Sintiendose a salvo, se dio media vuelta y se encontró un escenario perturbador. El viento sopló, trayendo consigo el aroma silvestre de las flores, que se mezclaba con el aroma maderoso de los árboles y llevaba consigo una insolente promesa de libertad para los prisioneros de Coma.Tom no dejaba de pensar en las palabras de Ilyana. ¿Qué significaba Coma para él? No tenía sentido. Ni siquiera sabía como había llegado a Coma. O que era con exactitud. De repente, sintió temor.La enfermera volvió.-Se acabó tu tiempo libre. Hora de volver a tu habitacion, muchacho.-No quiero ir- dijo Tom.- No puede obligarme.Tom retrocedio lentamente, alejandose de la enfermera. Ella solo avanzó hacía él y le tomó del brazo, jalandolo violentamente hacia el edificio, que era ancho y gris.Tom golpeó a la enfermera mientras trataba de zafarse de ella, y su rostro pálido desapareció, era una mascára arrancada por el golpe.Lo que quedaba era un rostro salido de una pesadilla: la piel tenía un tono morado, sus ojos eran dos cuencas vacías con dos puntos rojos diminutos, la boca era solo una fina raya chamuscada saturada de costras y cortes que mostraban una dentadura amarillenta y podrida, con dos colmillos largos y afilados como estiletes."Coma es una pesadilla", pensó Tom al ver al espectro, y se desmayó. Cuando despertó, se dio cuenta de que estaba en otra habitación. Intentó levantarse, pero estaba atado a la cama con correas.Presa del pánico, forcejeó tratando de soltarse, pero fue inútil.-Tranquilo- dijo una voz dulce, como la melaza-. Yo estoy aquí.Tom volteó a todos lados, pero no logró distinguir a nadie.-¿Ilyana?- preguntó, temiendo la respuesta.Apareció otra mujer. Era morena, de pelo negro y con una túnica gris.-Me llamo Luciana- dijo-. Yo seré tu consuelo en las horas oscuras.-¿Cómo llegué aquí?- le preguntó Tom.-No pienses en eso ahora. Relajate.Tom volvió a forcejear con las correas.-Quiero salir de aquí- pidió.Luciana le puso una mano en la frente con delicadeza.-No se puede salir de Coma- dijo.-¿¡Qué clase de maldito sitio es esté!?Luciana solo le miró con tristeza y desapareció. Tom observó la nueva habitación.Las paredes eran grises y estaban salpicadas de una sustancia marrón oscuro. Había varias mesas alrededor, además de otras camas con correas, vacías.Una vez más, Tom se preguntó que clase de lugar era este. En el momento en que Tom despertó, supo que algo andaba mal.Estaba en una habitación de paredes blancas, sin adornos de ningún tipo, la uniformidad de las paredes estaba rota por la presencia de una ventana con las cortinas corridas.-¿Qué pasó?- se preguntó Tom, confundido-. ¿Donde estoy?Se levantó de la cama, la cual resultó ser una cama de hospital, rígida y plana. Al asomarse por la ventana, vio un patio muy bonito, con varios abedules, cipreses y madroños plantados a cierta distancia unos de otros.También había arbustos, parterres, y otras plantas. El patio estaba vacío, a pesar de que el sol brillaba y el cielo estaba azul. Se oían voces provenientes de otros lados, voces chillonas, agudas y guturales que decían cosas que Tom no entendía.La puerta de su habitación se abrió y entró una mujer pálida de mediana edad, cuyo pelo estaba amarrado en un apretado chongo. Vestía ropa de enfermera y se acercó a Tom con complacencia.-Hora de salir- dijo con falsa alegría."¿Salir? ¿A donde?", quiso preguntar Tom, pero extrañamente la voz no le salio. La enfermera le tomó del brazo y lo obligó a salir, guiandolo hasta llegar al patio.Extrañamente, el patio estaba lleno de gente. Por todos lados pululaban seres que dificilmente podrían asociarse a seres humanos: algunos lucían terribles malformaciones, mientras que otros tenían heridas de todo tipo que resultaban repulsivas a la vista. Todos caminaban en distintas direcciones con la mirada perdida y paso vacilante.-¿Qué es este lugar?- preguntó Tom, con espanto.-Esto es Coma- dijo la enfermera.Lo dejó de pie junto a un ciprés y se fue. Tom observó el lugar con creciente tensión.-¿Cómo llegué aquí?- se preguntó-. ¿Qué es este lugar? ¿Qué es Coma?Observó alrededor suyo. De pronto, apareció una mujer. Tenía un vestido blanco sencillo, su rostro era del color del mármol y estaba parcialmente cubierto por su cabello castaño. Su belleza era frívola y atemorizante. Tom la miró con una mezcla de temor y fascinación.-Me llamo Ilyana- dijo. Su voz era como la escarcha-. Seré tu guía dentro de Coma.-¿Qué es Coma?- preguntó Tom.-Es algo que solo tú debes averigüar.Coma significa muchas cosas, y cada significado tiene muchos matices. ¿Qué es Coma para tí?Dicho esto desapareció, dejando a Tom solo y confundido. Cap. 10Estoy inquieta. Anoche soñe con un Sehb. La primera vez que vi uno, perdí la mitad de mi alma. La segunda vez que lo vi coincidió con una oleada de desapariciones de varios niños humanos. Y la tercera, encontraron un cementerio en el patio de un vecino.Conclusión: algo realmente malo va a pasar hoy.Los Sehb son demonios espectros, que auguran desgracias y tragedias, aunque a veces éstas no son catastroficas.-Ey, ¿qué pasa?- preguntó Marshall.Estabámos en la plaza, disfrutando una hora libre. Hacía un día particularmente bonito, el sol brillaba y no había nubes en el cielo.-¿Qué pasa de qué?- pregunté.-Has estado distraída- dijo Crackret.-¿Ah...sí?-Sí.Esto del Sehb me distrae de todo. Tal vez no sea nada. Tal vez...-¡Cuidado!- gritó Marshall.Crackret me agarró del brazo y me jaló, ambas caímos al suelo en el mismo instante en el que una bola de energía pulverizaba el sitio en el que estabámos sentados momentos antes.-¿Qué fue eso?- pregunté.Ni Crackret ni Marshall respondieron, miraban algo boquiabiertos. Cuando volteé hacia donde veían, vi a Melinda parada en el umbral de la entrada. Estaba rodeada de un halo de luz azulada, y recorría la plaza con mirada de fuego, buscando. Al verme, lanzó otra bola de energía.Me levanté y esquivé la bola, haciendome a un lado. Reccioné instintivamente y le lancé una hiedra infernal, que se enroscó en sus piernas.-¿Qué le pasa?- preguntó Crackret.-Le lancé un pez endemoniado- dije.Crackret me miró de hito en hito.-Eso fue algo estúpido-dijo.-¿No, en serio?- repliqué con sarcasmo. Nos apartamos al ver acercarse una bola de energía.-No lo entiendes- dijo Marshall, y se acercó flotando-. Las hadas de energía reaccionan mal a los ataques demoníacos.-¡Debiste decirme antes!- exclamé.Melinda se acercó y me dijo:-Te advertí que me las pagarías.En ese momento apareció Nightmare, convertido en un hipogrifo. Se interpuso entre Melinda y yo y, blandiendo sus garras, atacó a Melinda y la hizo retroceder. Entonces, ella hizo algo estúpido: atacó a mi cuervo con un rayo de energía. Nightmare se volvio cuervo y se desplomó en el suelo.Yo extendí las manos y exclamé:-¡Demonios!De la nada, los demonios se materializaron, eran solo tres: la seductota Vitta Bugeisha, el sanguinario Gonshu y el evasivo Several. A una indicación mía, los tres se abalanzaron sobre Melinda.Esta vez de nada sirvieron sus hechizos, pues a pesar de que se deshizó de la Bugeisha y de Several, Gonshu la inmovilizó. Me acerque a Melinda, pensando en la forma más dolorosa de tortura. Nadie se mete con mi cuervo sin pagar las consecuencias. Melinda me miró, esta vez con miedo.Yo la agarré del cuello e hice desaparecer a Gonshu. Ella gritó, puesto que mi piel ardía y le quemaba. Sería tan fácil sacarle el alma y consumirla como una pasita...Lo que hice, sin embargo, fue más peligroso: abrí un portal al infierno y la mandé ahí.De repente, comenzó a nevar. Sentí como alguien me sujetaba del hombro y me hacía dar media vuelta. Todo transcurría con lentitud. Oía gritos y exclamaciones por todos lados en una cacofonía insoportable para mí. Entonces lo oí.-Moira, revierte el hechizo.Sebastian estaba frente a mí. Su tacto era frío y comprendí que era él quien había hecho nevar. Y en ese momento me di cuenta del terrible error que acababa de cometer.-Melinda...-dije.-Traela de vuelta antes de que estés en más problemas- me pidio Sebastian.Abrí el portal y entré por él. Un segundo después salí con Melinda y, agotada, me desmayé.Cuando desperté, estaba en la enfermería. Mi hermano Tom estaba sentado en una silla junto a mí, con expresión de enfado.-¿Cómo estan?- le pregunte, refiriendome a Nightmare y Melinda.-Tu cuervo ya esta bien- respondió Tom-. En cuanto a Melinda...-¿Se puede saber por que la enviaste al Cerbthe.El Cerbthe es el segundo infierno más vil. Allí van los hipócritas y los asesinos más sadicos que hayan existido. Momento, ¿puedo abrir portales a los infiernos inaccesibles? Eso es nuevo.-Yo...no lo sé- dije-. No pensaba con claridad. Ella atacó a Nightmare, y siempre me ha molestado.-Y decidiste tomar la revancha, ¿no es así?-No.-Eso no importa. Ya que hay varios testigos de que Melinda te atacó y tú solo te defendiste, no te expulsaran de la escuela, pero estarás suspendida por tres semanas. Y los padres de Melinda piensan demandarte. O a mí, vaya.Me quedé sin palabras. Por mi culpa, ahora Tom se enfrenta a una demanda contra los Bluemerry. Maldito Sehb. Sabía que algo malo iba a pasar.-Lo siento- dije, abatida.-Pues deberías- dijo Tom con severidad-, pero no te preocupes. Ya me las arreglaré. Cuando salgas de aquí, lo mejor será que vayas directo a tu casa y te quedes allí las tres semanas; con suerte, esto no trascenderá más allá de ese tiempo.Los dos nos quedamos en silencio, sumidos en nuestros propios pensamientos. Cap. 9 Salí del parque hecha un manojo de nervios. Eso no debió haber pasado bajo ninguna circunstancia.Pero tengo que admitir que fue reconfortante darle su merecido a Melinda por segunda vez.Aun así, eso no puede volver a pasar.-Moira- gritó Sebastian detrás de mí.Volteé hacia él. En mis nervios, había olvidado nuestra cita.-Lo siento- me disculpé-. Es que Melinda...-Melinda no me importa- replicó él.Parpadeé. Este chico no deja de sorprenderme.-¿Qué te parece si nos vemos mañana?- preguntó.-De acuerdo- respondí.Al llegar a casa, antes de entrar, Nightmare me advierte:-Preparate. Se armó la gorda ahí dentro.Curiosa expresión para un cuervo al que por lo general no le importa nada más que comer y fastidiar. La cosa sí ha de estar grave.-¿Pues qué pasó?- pregunto.-Ya te digo: ardió Troya.Movida por la curiosidad, entré. En la sala reinaba una atmósfera tensa que podía cortarse con un cuchillo; mamá tenía un aspecto descuidado y papá estaba en su butaca, muy rígido. Drigg estaba ahí, jugando con una daga de metal y ocupando espacio, como siempre. Y para mi sorpresa, ahí también estaba Tom.-Hola familia- dije como si nada.Drigg me lanzó una mirada despectiva, como siempre hacía.-¿De donde vienes?-preguntó mamá.-¿Y de cuando acá te importa lo que hago?-pregunto yo.Como era de esperarse, papá me regañó:-Moira, no seas majadera. Respondele a tu madre.Tom me miro, luego frunció el ceño. Entonces recordé que él podía entrar en los pensamientos de la gente, lo que significaba que había visto mi cita. ¿Era bueno o malo?Como aún esperaban una respuesta de mí, dije:-Fui al parque.-¿Tú sola?- preguntó papá, mirandome con ceño.-No, con mi novio.Drigg soltó una carcajada sarcástica.-Claro, como no- dijo-. La única forma de que tú consigas novio es sacandole el alma al susodicho.Yo no respondí. Solo me limité a hechizar su daga, convirtiendola en una hiedra infernal que se enroscó alrededor de su brazo.-¿De qué va todo esto?- pregunté-. ¿Qué esta pasando aquí?Mamá me miró con la mirada desenfocada y el rostro pálido.-Te marchas- dijo-. Hemos perdido la batalla.Miré a Tom, y él desvió la mirada. Papá tomó el relevo y dijo:-Permanecerás aquí hasta año nuevo. Después, te irás a casa de Tom. Él se hará cargo de tí de ahora en adelante.Esto sí que era una sopresa.-¿Ah, sí?- pregunté-. ¿Y cuando paso eso?-Eso no importa- dijo Tom, hablando por primera vez.Se hizo un incómodo silencio, roto solo por los quejidos de Drigg al luchar con la hiedra infernal.Como al parecer nadie iba a decir nada más, me fui a mi habitación. Unos momentos después alguien tocó la puerta.-Adelante- dije-. Y cierra la puerta al entrar.Como esperaba, Tom entró y cerró la puerta tras de sí.-¿Estas molesta?- preguntó.-Debiste haberme dicho primero lo que planeabas hacer- dije.-Quería que fuera una sorpresa."Vaya sorpresa", pensé.-Dime , ¿te agrada la idea?-¿De vivir juntos? Sí, me agrada. Cuento con que, al menos, no me trataran mal.Tom sonrió.-Entonces, vendré por tí en enero.-Y nos veremos en la escuela, profesor.-Sí, claro.Tom se despidió y se fue. En ese mismo momento Nightmare apareció y se posó sobre un cojín, convirtiendose en gato.-Me gusta esto- dijo, y ronroneó.Me había olvidado de decirle a Tom que tenía a Nightmare. Ah, da igual, se lo contaré mañana. Estoy muy cómoda y calientita en mi cama como para levantarme y llamarlo.Leí un poco y, al cabo de un rato, me dormí. Cap. 8Saliendo de clases fui a comer con Sebastian. Fuimos a un lindo restaurante en el centro donde sirven comida deliciosa y hay una fuente con hadas miniatura marinas.Comimos en silencio. A mitad de la comida Sebastian me miro y preguntó:-¿Vas a decirme por que tomas clase de demonologia aplicada?Yo dudé un momento, pero luego decidí contarle la verdad:-Soy mitad demonio, y eso automáticamente me convierte en una hechicera demoniaca. Por consiguiente, tengo las clases relacionadas con demonios y magia oscura.-Vaya. ¿Hay algo más de lo que deba enterarme?Yo estaba sorprendida. En lugar de espantarse o algo así, Sebastian seguía como si nada. No me miraba como si fuera un bicho raro o tuviera una enfermedad contagiosa. Era muy reconfortante.-Bueno, hay otra cosa- dije, y le conté de mi parentesco con Tom.Como esperaba, se sorprendio, pero luego dijo, medio en broma:-El profesor de Contrahechizos va a ser mi cuñado.Yo me sonrojé, sin poder evitarlo. Él me miró con ternura y me preguntó:-¿Aceptas ser mi novia?Sonreí.-Sí, sí acepto.Con una amplia sonrisa, Sebastian me tomó de la mano.Luego de comer, fuimos al parque y, siguendo el sendero llegamos al Lago de las Truchas.El lago era uno de mis sitios favoritos. Podías darle de comer a las truchas y las escamas de los.peces cambiaban de color con cada bocado.Por desgracia, el momento apacible se terminó allí. Melinda se encontraba dandole de comer a las truchas, y como si tuviera una especie de radar, se volteó hacia mí.Sin embargo, al acercarse me ignoró olimpicamente y se dedicó a coquetear con Sebastian.-¿Por qué no vienes conmigo? Así podrías estar con alguien normal.Él no dijo nada, y yo me alegré de haberle dicho la verdad.-¿Por qué no te vas a molestar a los duendes del parque?- le dije.Melinda me observó furibunda e hizo un ademán con las manos. Antes que terminara su conjuro, una trucha de ojos saltones y dientes de piraña saltó y le mordió la mano. Melinda gritó de dolor y yo me di cuenta de que había hechizado al pobre pez con un conjuro de posesión para que le atacara. Hice volver a la trucha al agua y Melinda me lanzó una mirada asesina.-Me las pagarás por esto- me amenazó.Y se fue, al igual que yo. Cap. 7Han pasado tres meses desde que me reuní con Tom y debo decir que es muy atento conmigo, tanto que a veces desconfio de sus buenas intenciones.Hoy tendremos clase en el gimnasio. Si mal no recuerdo, va a ser la primera vez que tengo esta clase, que tiene un nombre particular: Defensa no Magica. Mi grupo compartira clase con otro de un curso más avanzado, así que ahí me encuentro con Marshall y Crackret.-¿De qué trata esta clase?- le preguntó Crackret a Marshall.-Es pelea normal- dijo Marshall-. Ya saben, con golpes y armas y esas cosas.Cracket soltó un bufido.-Como si eso nos fuera ayudar a no palmarla contra un titán.Marshall sonrió. Iba a decir algo cuando llegó la maestra. Era una mujer atletica y esbelta, de pelo crispado y vestida con ropa deportiva.-Buenos dìas- se presentó-. Soy la profesora Dorothy Marlin. Por favor, formen un círculo.Todos nos movimos formando un circulo. Melinda me dio un empujón y paso de largo con mirada petulante.-Condenada bruja- masculló Crackret.La profesora Marlin esperó pacientemente a que estuvieramos ordenados, luego explicó:-Habrá ocasiones en que no puedan emplear la magia para defenderse, ya sea a causa de amuletos antimágicos o al enfrentarse a seres normales. Es por eso que en esta clase aprenderán a defenderse con los puños. Ahora los haré pasar en parejas para ver que tan diestros son en el combate mano a mano.-Espero que me toque con Melinda- dijo Crackret-. Unos cuantos guantazos no le vendrían nada mal.Yo me eché a reír. La profesora Marlin me miró y dijo:-Ya que esto le parece un chiste, señorita Bradley, creo que será la primera. Se enfrentará a la señorita Bluemerry.Melinda me miro con gesto ufano y paso al frente. Yo hice lo mismo, sabiendo que, por esta vez, yo tenía la ventaja.Lo primero que se les enseña a los hechiceros demoniacos es a no depender de sus poderes para defenderse...o hacerse la vida más fácil, así que estoy entrenada en artes marciales.-A la cuenta de tres, comenzaran- indicó la profesora-. Uno...dos...tres.Melinda saltó sobre mí, yo me hice a un lado y la vi aterrizar en el suelo. Ella se levantó e intentó darme un puñetazo, pero yo sujeté su brazo y se lo torcí detrás de la espalda, luego la solté dandole un empujón. Antes que volviera a atacar le di un golpe en el esternon y la golpeé en ambos lados de la cabeza con las palmas de las manos, y para finalizar le di un puñetazo en el rostro, con lo que se desplomó en el suelo.-Es diestra, señorita Bradley- dijo la profesora Marlin-. Realmente diestra.-Impresionante- dijeron Marshall y Crackret al unísono cuando me acerque a ellos.Al salir de la clase nos dirigimos al patio. La siguiente clase era Defensa y Contrahechizos, una de las pocas clases normales que tengo y una de las pocas que comparto con Sebastian. Él y yo hemos salido varias veces, y a pesar de eso aún no me he decidido a contarle de Tom, o de mi parte demoniaca.Esta clase me trajo dos sorpresas: antes de que empezara la clase Sebastian se acercó a mí y me entregó una nota. En la nota me pedía que fuera su novia.La emoción se apoderó de mí, pero antes de que pudiera emocionarme demasiado llegó la otra sorpresa; mi hermano Tom era el profesor.-Buenos días a todos- dijo amablemente.Durante la clase practicamos varios hechizos y al salir Marshall preguntó por el profesor Dumble, el titular de la materia.-Yo oí que tenía un constipado marca dragón- dijo Crackret.-Yo creí que se jubilaría- dijo alguien junto a Marshall.Era un chico al que no había visto antes. Marshall lo saludó como si nada y, dirigiendose a nosotras lo presentó:-Señoritas, él es Chris Evans. Ella es mi hermana Cracket y ella mi amiga Moira.Chris nos saludó a ambas, pero fijando su atención en Crackret.-Así que tú eres la famosa Moira- dijo Chris mirandome-. He oído mucho sobre tí.-¿Ah, sí?- pregunté, extrañada.Marshall explicó, mirandome con expresión maliciosa:-Chris es el mejor amigo de Sebastian.-Oh.Bueno, eso lo explica todo. Entonces vi a Tom acercandose a mí, yo me despedí de los demás y fui con él.-¿Ahora vas a ser mi profesor?- le pregunte con curiosidad.-Solo por un tiempo, hasta que el profesor Dumble se recupere. Oye, tengo que hablar contigo.De golpe, recordé que Nightmare me había dicho que Tom quería hacerse cargo de mí. De eso habían pasado tres meses y ni mi cuervo ni yo supimos más.-¿Qué ocurre?-Aquí no, tengo clase en cinco minutos. Pero te invito a comer.-Lo siento, pero tengo una cita. ¿Y si nos vemos en la tarde?-De acuerdo.Me despedí de Tom y corrí a la mazmorra, ya que tenía clase de demonología aplicada, o sea que debo aprender la jerarquía de los demonios para saber a quien invocar y a quien no. Para mi sorpresa, en el aula encontré a Sebastian. Si mal no recuerdo, es la primera vez que lo veo en estas clases.Me senté a su lado y él se volteó hacia mí.-Hola. No sabía que estabas en esta clase- dije.-Tengo que entrar a las clases de demonologia para aprender latín- me explicó-. ¿Y qué hay de tí?-Te lo explico cuando vayamos a comer.Como era previsible, la clase fue desagradable. El profesor habló sobre los distintos infiernos y luego preguntó:-¿Alguien ha oido hablar del Ahcked?Yo sí. Mi esencia demoniaca esta unida a ese infierno. Nightmare proviene de ahí.Sin embargo, fue Alinda Montgomery, una chica con aspecto de hippy, quien respondio:-Es el infierno más peligroso. Y es inalcanzable.-Muy bien, señorita Montgomery, pero se equivoca al decir que es inalcanzable- dijo el profesor Gale.-¿Es posible llegar al Ahcked?- preguntó Sebastian, intrigado.-Por supuesto que es posible, señor Stan. Pero es complicado. Si los rituales no se efectuan bien, se liberará el peligro de ese infierno.-¿Y qué tiene de peligroso?- preguntó Alinda.-Los demonios del Ahcked son indomables- dije yo-. No reconocen amo o señor; aunque hay algunas excepciones. De ahí que algunos se hagan acompañantes de magos muy poderosos.-Es correcto, señorita Bradley- dijo el profesor-, pero eso no es todo. Los demonios del Ahcked no conocen límites. Poseen a las personas más virtuosas y las corrompen mientras se alimentan de sus almas, atraen la enfermedada y la desgracia, y pueden reducir a cenizas cuidades enteras.La clase acabó y todos salimos en silencio del aula. Cap. 6Es sábado por la mañana. Estoy en un restaurante jugueteando con una flama. Lo bueno de vivir en una ciudad de magos es que uno puede hacer cosas raras y nadie te condena por ello. Es agradable.Estoy aquí por que voy a conocer a mi hermano...mejor dicho, él va a conocerme a mí. Gracias a Nightmare, pude saber su nombre y conseguir sus datos, y nos citamos aquí.He de confesar, que es la segunda vez en una semana que estoy nerviosa. Nightmare apareció y se transformó en gato, despues se acostó en el suelo, junto a mi silla.Bajé la vista hacia él y dije:-¿Qué haces aquí?Nightmare no dijo nada. Entonces oí a alguien decir:-Tú debes ser Moira.Levanté la vista y vi a Tom de pie frente a mí.-Eh...hola- dije-. Sí, soy a quien buscas.Tom se sentó en una silla frente a mí y me miró fijamente. Al cabo de un rato, dijo:-Tienes la mirada de mi madre. De nuestra madre, quiero decir.Esto era incomódo. ¿Qué se supone que le dices a alguien que no has visto en tu vida?-Entraste a la universidad, ¿cierto?- quisó saber Tom.-Así es- confirmé-. Hace algunos días.-¿Y cómo está mamá?-Amargada por mí y destrozada por que se descubrio su secreto.-Era de esperarse. Es una mujer muy orgullosa.Luego de esto, la plática se desarrolló con fluidez. La pase tan bien que casi me olvido de la hora. Cuando vi el reloj, vi que casi eran las cuatro, y mi cita con Sebastian era a las cuatro y media así que me despedí de Tom y salí corriendo.Cuando llegué, él ya me estaba esperando, pero no parecía molesto por mi retraso. Solo cuando se acabó la pelicula y salimos me preguntó con tacto:-¿Estuviste ocupada por la mañana?-Un poco- dije.Y fue lo más lejos que llegué en mi explicación. No estaba segura de querer mencionar a Tom en mi primera cita con Sebastian, por lo menos no todavía.-¿Quieres una soda?- preguntó Sebastian, cambiando de tema.-Preferiría un jugo. No me gusta la soda.-Será un jugo, entonces.Por la noche, llegué a mi casa y me encerré en mi habitación.-¿Cómo te fue?- preguntó mi cuervo en cuanto crucé el umbral.-No te incumbe, ave chismosa- dije.Nightmare gruño (a mí me sonó así) y dijo:-Tu hermano estuvo aquí.-¿Drigg ?Era mi hermano mayor, el que se supone que estaría soportando a Nightmare.-No, ese no. Tom. Quiere hacerse cargo de tí. Cap. 5Han pasado tres días desde que mi papá me dijo que tengo un hermano que no conocía. Ahora estoy en la biblioteca de la ciudad buscando algo sobre ese hermano.La verdad, no tengo muchas esperanzas de hallar algo que pueda serme realmente útil. No tengo nada, así que prácticamente estoy lanzando tiros al aire.-Deberías decirle a tu padre que te dé más datos- dijo Nightmare.Nightmare es una criatura mágica. No se permiten aves en la biblioteca, así que Nightmare se transformó en gato.-Lo intenté y no quisó- dije.-Entonces vamonos de aquí. Perdemos el tiempo.-Nightmare...-Sí, ya sé, cierro el pico.Estaba a punto de salir cuando vi a Melinda acercarse a mí. Para no prestarle atención, sumergí la mirada en mi libro.-Miren, la rata de biblioteca está aquí. Y trajó a su mascota, que lindo.-Qué poco decoro tienes- dije-. Molestas a la gente. Ah, no...tú siempre molestas a la gente, es tu olor natural.Melinda enrojeció, y yo me sorprendí interiormente.-Oh, oh. La cosa se va a poner fea- advirtió Nightmare.Me levante con parsimonia y salí de ahí con Nightmare detrás de mí. En cuanto salimos de la biblioteca, mi gato se volvió cuervo y se posó en mi hombro.-¿A donde vamos ahora?- preguntó Nighmare.-Ve a espiar a papá- dije-. Tal vez logres averiguar quien es mi hermano.Sin decir nada, Nightmare se fue. Yo me dirigí al centro a dar una vuelta. Cuando mi parte demoniaca esta por salirse de control, caminar resulta bueno para mí.De repente, escucho que alguien grita mi nombre. No hice nada mas que detenerme.-Tal vez suene tonto, pero no esperaba verte aquí.Me di la vuelta y me encontre con Sebastian. Sonreí ante su ocurrencia y dije:-Me gusta venir aquí.-¿Vienes muy seguido?- preguntó él.-Solo cuando necesito caminar. ¿Quieres acompañarme?-Me gustaría mucho.Reanudé mi paseo, con Sebastian acompañandome.-¿Y qué tal la escuela?- pregunté-. ¿Te agradan tus clases?-Sí, no puedo quejarme. ¿Qué hay de tí?-Podría decir lo mismo que tú.Seguimos caminando en silencio. De repente, Sebastian me preguntó:-¿Quieres un helado?-Claro- respondí-. Me encanta el helado.Fuimos a la heladería. Yo pedí un helado de vainilla y él pidió uno de galleta con chocolate. Luego nos sentamos en una banca a comer nuestro helado. Por unos minutos, nos limitamos a comer helado; lo que paso después fue tan rápido que no reaccioné.Yo traía un anillo en el dedo con el que jugueteaba mientras disfrutaba mi helado. En un momento determinado se me cayó, y, al mismo tiempo, Sebastian y yo nos agachamos para recogerlo. Él me tomo de la mano, y un segundo después me besó. Yo me sorprendí, pero luego le correspondí.Después nos separamos.-Lo siento- dijo él.Yo recogí el anillo y le dije:-No te disculpes. Hace mucho que no me besan tan bien.Ambos reímos. -Me gustaría invitarte a salir- dijo Sebastian. -¿Qué te parece si vamos al cine el sábado?-Me gusta la idea. Hay una pelicula muy interesante que quiero ver.-Entonces te veré el sábado por la tarde.Luego se fue. Yo seguí en la banca, pensando en lo rápido que habían pasado las cosas y que tal vez Marshall y Crackret tuvieran razón.Entonces, llegó Nightmare.-Lo tengo- anunció triunfalmente-. Ya sé quien es tu hermano. Es uno de los magos más conocidos de la ciudad. Y te esta buscando.Decididamente, este se había convertido en un buen día.-¿Cómo se llama?- pregunté.-Su nombre es Tom Hiddleston. Cap. 4Soy una chica que tiene la mitad de su alma por algo tan banal como una simple equivocación.Provengo de una familia donde los padres escogen los poderes de sus hijos, y mis padres habían escogido que yo fuera hechicera acuática. ¿Alguien había oído que algo así existiera? ¿Qué rayos se supone que haría un hechicero acuático, trabajar en un acuario? Mi hermano mayor iba a ser sometido a un ritual para ser hechicero demoníaco, pero en el momento en que iba a convocar a su demonio, yo aparecí. Era muy pequeña para darme cuenta de lo que estaba pasando, y ahora tengo una mascota demoníaca...supongo que por eso Crackret y Marshall le tienen tanta aversión a Nightmare. Los vampiros y los demonios no se llevan precisamente bien, aunque ellos parecen sobrellevar mi presencia sin problema.Es por esto que cuando llego a casa mi familia me trata como una exiliada que acabara de llegar a su país.-Ah, es bueno que llegaras- dijo mamá-. ¿Podrías hacer un hechizo para crear fuego? Empieza a hacer frío.-Enciende el aire acondicionado, madre- le digo mientras subo a mi habitación.En cuanto cierro la puerta, Nightmare abre el pico.-Deberías complacer a tu madre alguna vez. Nuestras vidas serían más tranquilas y ella jamás volvería a quejarse por el frío.-Sabes que no puedo hacerlo. No es legal.-Dime de tu cita.-No fue una cita.Entonces, me pregunto si en verdad fue una cita.De repente escuché un grito. Salí de mi habitación y corrí a la sala, ya que de ahí provenía el grito. Vi a mamá arrodillada a los pies de papá y él me miró cuando llegué.-Que bueno que viniste, Moira- dijo-. Tengo algo que decirte.-¡No!- gritó mamá.Papá me miró haciendo caso omiso de mamá y dijo con voz grave:-Tienes otro hermano. << Inicio < Ant.
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