La una vez abandonada elige esta vez que ya no más, aunque otra vez como desolada está. Aún así, va adelante; no retrocede ante la vacuidad de palabras. Se sienta, birome y papel; confía en que siempre más, habrá más por decir. No se sabe cómo, más por decir.(Y descubre que ir hacia otro lugar es tomar una oportunidad, y allí espera de energía llenarse, estar plena de una fuerza nueva, para seguir. Hacia dónde no lo sabe bien, sólo la certeza del deseo de un lugar de paz, donde no desesperar, estar serena, ser con profunda libertad...)