maldita entre todas las creaturasterror del oscuro abismomatas a cualquiera con esas miradasme haces perderme en mi mismoser oscuro y siniestrosin alma ni corazonarrebatas mi silencioy dejas mi existencia sin razoninfectaste mi mente con tu aromamis sueños, ahora tuyos, atormentas ahora soy tu esclavo y anhelo hasta tu sombray es que tu belleza innata, a todo mundo asombrame haz robado mi esenciabandida y villana eres, mi amadamal de males, infeccion de mi serno te me vayas nunca mi bella torturaque sin el placer y el dolor que me causasme convierto en lo que siempre he sido: nada.
el invierno azota mi almaneva y me congela el corazonpraderas blancas, una fria mañanaes lo que hay en mi triste almohadaoh ¿donde estara esa primaveraque enverdezca mi semblantey desaparezca mi latente sufrir?sol radiante no te tardesque mi frio corazontalvez ya no aguante
hipócrita aquel que no quiere sentir la asfixia de la soledadmascaras alrededor, antifaces camufladosfingiendo sentimientos, vomitando palabrashipócrita al ver su felicidad en otros brazos, en otros labiosocultando un mar de sentimientos detrás de una fingida sonrisaaparentar alegría y felicidad por su encuentro con el amorhipócrita el cobarde al no abrir su corazón ni hablar con la cruda verdadQue desesperante saber que al ser valientey dejar al corazón exclamar lo que se ha vuelto una tomento sin pararte podría perder, para siempre tal vezhipócrita soy yo porque aunque no sea conmigo tu felicidadsonrisas y palabras alegres de aquel romance, jamás te faltaran
Un día después del verano, al inicio del seco otoño Ricardo se pregunta el porque de su amargo pasado. Llegando a su hogar se siente como un extraño en el lugar de una trágica partida. Al sentarse en el sofá sosteniendo una fotografía recordando aquellos dulces momentos se siente intranquilo, sus lágrimas caen, su boca se seca, su respiración se agita, decide caminar, darse un respiro. Al salir de su pequeño y deprimente apartamento al pasar el silencioso lobby se da cuenta de la trágica realidad de su soledad. Al ir pasando calle tras calle sin rumbo alguno alza la cabeza y al observar a la gente caminando con su gran dicha de vivir decide llegar al final de lo que ningún ser humano llamaría vida. Regresa a su casa decidido de su futuro, toma la pistola y la foto de su esposa e hijo que muchos recuerdos le brinda y con una sonrisilla de felicidad en la boca se atreve a quitarse su último aliento de vida.
me hallo entre sombrasgritando en silencio mi pesar desahuciadoamorios cotidianos diria cualquierapero mi alma bohemia en arrebatos me entregaque puedo hacer cuando en tisolo existo como un suspiro pasajerotu mirada ve solo una efimera figuraun ser sin importanciaQue no daria por ser indispensable como el aireo placentero como un profundo besopero en versos solo queda mi sentirporque en ti, alma mia, existo sin existir
fria soledad y melancolica existencianoches vacias como mis ojos en el espejomi alma en pedazos cae llevandome a un oscuro abismocon mis manos en mis bolsillos veo a la gente pasarsuspiro al ver un mundo ajeno a mi, lagrimas recorriendo mis mejillas al descubrirmi existencia destinada al olvidoDe nuevo aqui entre mis frias sabanasentre los murmuros de mi retorcida menteentre las ruinas de mi seresperando el triste finalde convertirme en lo que siempre temien memorias, en olvido y en nada
una noche calidabrisas seductorasel aroma de tu pielconquistando cada parte de mi sermejillas rojas, labios rosasun cuello suave que me invita a indagarun espalda infinita, suave, perfecta¡oh dichoso por tener entre mis sabanas ser tan hermoso y misterioso a la vez!miradas extasiadas, respiraciones agitadasnadando entre mares de placerahogandonos entre besos y cariciasel amanecer llega esfumando mi rayo de felicidady con un seco adios y un beso en la mejillame sacas de tu vida arrebatandome la mia
De nuevo aqui entre mis demonios acosadoreslos murmuros en mi mente son quemantes, abrasadoresfuego incesante que recorre por mis venasliberame ahora de todas mis penas dudas e interrogantes aplastando mis esperanzasque hacer cuando las respuestas son aun mas confusas, mas lejanasimpaciente y fustrado hambriento de tener a alguien a mi ladotristeza al descubrir que la respuesta se halla junto con mis sueños y metasen el abismo junto a mi, riendose de mi pesardejandome arrollado, imaginando libertad
La barra del bar, chapa abolladay sucia, con diminutos lagos de líquidosque hora tú y yo no vamos a bebernos,el humo de los cigarrillos, nuestras miradas,alguien te dice una cosa, te toca en la espalda,mis dedos resbalan como hielo encendidohacia donde los tuyos aguardan, sonries,bebes un trago, mis dedos te alcanzan, "aquí no"me dices muy seria. Aquí, junto a la barra del bar,donde pasan los altos vasos, las jarras más gordas,alguien ha silbado, se extendien los brazos,el barman se sonrie, pues nos ha descubiertoy murmura contento: joder, joder, joder...Llega tu amiga, dále una excusa, te pide tabaco,luego se va... susurras caliente:en el lavabo, vénte al lavabo.Y dejamos la barra del bar, la abandonamos,nuestros sitios vacíos ocupan deprisanuevos cuerpos marcados por esa luz roja,por esa mirada inundada de azul.Mónica Vera; 4 de enero de 2010.