No puedo controlarme cuando tomo y de la pasiones mas bajas soy esclavo: lo vil del deseo; la ira y el odio; la irracional mirada de aquello que callo, el inconciente que aflora, lo diabólico de mis pensamientos impíos y mi cuerpo que reclama al animal que soy. La llagas abiertas de los dolores que llevo dentro. Los miedos, la sangre y la venganza que corroe el alma. Los sueños frustrados: la pequeña muerte que acompaño. Pero soy sincero pues no puedo dejar de sentir aquello que añoro cuando no bebo. El camino será largo y no digo nada que haga sentir en los corazones de los que quiero esperanzas que no pueda cumplir. Ser lo que tenga que ser libre o esclavo. El puñal maldito que empuño cuando estoy ebrio.